Recuerdo la época de mi infancia. Chavales de la barriada jugando a “chicharito las habas”, la bombilla, las “colas” (machacando y desplegando las chapas metálicas de cualquier bebida, después de quitarle el corcho interior), a las bolas (canicas); tengo que reconocer que hacían trampas preparando unos pasadizos tragabolas, al trompo (peonza), a los rompis, a las tajoletas, a la lima, a la villarda, al pañuelo, al escondé, a la gallinita ciega, incluso compitiendo en algunas pruebas atléticas que nos enseñaron los que tenían televisión. Y otros muchos juegos más que nos inventábamos, que ya ni me acuerdo. En otros lugares esos mismos juegos pueden adoptar nombres distintos.
Una pregunta obligada ¿daba tiempo a jugar a tantas cosas? Por supuesto, después de las obligaciones (ya nuestros padres se encargaban de ello), aprovechábamos el tiempo que nos quedaba libre, sobre todo a partir de la primavera.
Recibíamos con enorme ilusión el único regalo del año, el de Reyes.
En los tiempos en los que estamos inmersos, la situación no es nada parecida (ahí habrá disparidad de opiniones).
La mayoría tienen ordenadores, hasta portátil (con Internet, teléfono móvil, la play del último grito; regalos casi todas las semanas.)
Cuando están en casa se encierran en su habitación. ¡NO QUIEREN ESTUDIAR! Porque no tienen tiempo. No se les puede decir una palabra más alta porque te contestan con brusquedad.
Lo peor de todo es que no piensan, se les da todo hecho, no necesitan pensar.
Es posible que en la escala de valores hemos ido muy rápido de un tiempo a otro.
Y nos encontramos en esta sociedad.
¿Quién tiene la culpa? Creo que una sociedad evolucionada (para mejor o peor, cuestión de opiniones) por la participación general de todos los elementos que la componen. Todos y nadie tenemos la culpa.
Lo cierto es que en un buen porcentaje, el fracaso escolar, que es el resultado de lo comentado, podrían tener culpa tanto los alumnos como la comunidad educativa. Esto nos llevará en un futuro corto-medio plazo a disponer de jóvenes con un nivel cultural más bajo, con menos preparación.
Ya sabemos lo que suele ocurrir en estos casos. Cualquier sistema político... oh, no, no quiero seguir pensando ninguna correlación de ideas. Confío en que siempre quedará un porcentaje con formación suficiente y responsabilidad que salve la situación en su momento. Confío en que no sea una utopía.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 02 de Abril de 2010.
Una pregunta obligada ¿daba tiempo a jugar a tantas cosas? Por supuesto, después de las obligaciones (ya nuestros padres se encargaban de ello), aprovechábamos el tiempo que nos quedaba libre, sobre todo a partir de la primavera.
Recibíamos con enorme ilusión el único regalo del año, el de Reyes.
En los tiempos en los que estamos inmersos, la situación no es nada parecida (ahí habrá disparidad de opiniones).
La mayoría tienen ordenadores, hasta portátil (con Internet, teléfono móvil, la play del último grito; regalos casi todas las semanas.)
Cuando están en casa se encierran en su habitación. ¡NO QUIEREN ESTUDIAR! Porque no tienen tiempo. No se les puede decir una palabra más alta porque te contestan con brusquedad.
Lo peor de todo es que no piensan, se les da todo hecho, no necesitan pensar.
Es posible que en la escala de valores hemos ido muy rápido de un tiempo a otro.
Y nos encontramos en esta sociedad.
¿Quién tiene la culpa? Creo que una sociedad evolucionada (para mejor o peor, cuestión de opiniones) por la participación general de todos los elementos que la componen. Todos y nadie tenemos la culpa.
Lo cierto es que en un buen porcentaje, el fracaso escolar, que es el resultado de lo comentado, podrían tener culpa tanto los alumnos como la comunidad educativa. Esto nos llevará en un futuro corto-medio plazo a disponer de jóvenes con un nivel cultural más bajo, con menos preparación.
Ya sabemos lo que suele ocurrir en estos casos. Cualquier sistema político... oh, no, no quiero seguir pensando ninguna correlación de ideas. Confío en que siempre quedará un porcentaje con formación suficiente y responsabilidad que salve la situación en su momento. Confío en que no sea una utopía.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 02 de Abril de 2010.
Los tiempos cambia amigo Beer, a veces para bien otras no tan bien.
ResponderEliminarNo coincido con el artículo. Mezclar etapas diferentes no suele ser conveniente. Por supuesto los jovenes de hoy estamos mejor preparados.
ResponderEliminarQue tiempos aquellos amigo Beer, que tiempos. Siempre sera grato recordar aquellos momentos en que lo que teniamos, que no era nada, nos sirva para saber dar el valor de lo que tenemos ahora.
ResponderEliminarArtículo nostálgico pero bello. Yo También recuerdo esos juegos donde la imaginación era nuestra herramienta principal a la cual nunca se le gastaban las pilas.
ResponderEliminarExcelente Baker yo no lo hubiese definido mejor. Tiempos de antaño, tiempos, otros tiempos......
ResponderEliminarExcelente artículo amigo bake, aunque todo no puede ser igual. Se han mejorados en muchos aspectos, en otros como algún comentario dice hemos perdido, cet la vie.
ResponderEliminarLo tiempos pasados no fueron mejores ni peores, son pasados. Adaptación viejo adaptación.
ResponderEliminaryo tengo una play y por eso no soy peor, vale tronco??
ResponderEliminarSe sigue jugando al parchis y otros juegos de mesa que ya se jugaba en aquella época. Un saludo.
ResponderEliminarLa fotografía del trompo no es antiguo. El trompo y la cuerda auténtica aún la conservo.
ResponderEliminarEvidentemente no se pueden comparar los tiempos. Pero sí observo que en los tiempos actuales existe mucho fracaso escolar. Algo falla. Buen artículo amigo Bake.
ResponderEliminarQue carajo vamos cuesta abajo, vamos en caida libre. Como esto siga asi los robots jugaran y nosotros miraremos como bobos.
ResponderEliminarVenga ya carcamal. Tu no has leido nada de que la historia se repite. EL MAQUINA
ResponderEliminarVamos bien hombre, no como antes pero bien. Un abrazo.
ResponderEliminarUn hombre de unos 65 años le pregunta al entrenador en el gimnasio:
ResponderEliminar- ¿Qué máquina debo usar para impresionar a una chica de 30?
El entrenador lo mira y dice...
- Le recomiendo el cajero automático
Un buen artículo que ya predecía lo que está ocurriendo actualmente. He leido algunos artículos de Bake Beer y son muy simpáticos.
ResponderEliminarEcho de menos el humor de este Bake.
EliminarY ya metido en esa cuesta abajo resurge, como el ave Fénix, la figura de mi Maná-Maná.
ResponderEliminarEste capullo corrupto se aprovecha del conformismo creado en la sociedad para jugar sus bazas, sembrando el miedo, machacando, chuleando, todo en una autopista sin barreras, aprovechando el momento en que la gente está anestesiada; no tienen capacidad de reacción, capacidad de pensar, y ahí saca tajada el muy golfo.
En ese aspecto sí que hemos perdido bastante, dejando el timón, sin fiscalizar, a este golfo y otros muchos como él.
El día que todos despertemos él no estará.
A ese pájaro no hay quien lo enjaule.
EliminarHay que echar a toda esta piara!!!!
EliminarLa precariedad económica hace que una sociedad se comporte de una manera distista. No se puede meter en el mismo saco todos los temas, siempre habrá cosas positivas y otras menos positivas.
ResponderEliminarA mi siempre me ha gustado jugar al teto.
ResponderEliminarEres un poco listo.
EliminarA mi, preparar y hacer volar una pandorga.
Tal como lo pintas, muy negro estás viendo el panorama.
ResponderEliminarCreo que no hay que alarmarse, la juventud actual está preparada y tan sólo le falta que alguien le toque las palmas.
El artículo es nostálgico y pesimista. Ya sólo te falta decir que echas de menos el franquismo.
ResponderEliminarEstamos hablando de palabras mayores.
EliminarA más de uno le he escuchado decir que en estos momentos hace falta un Franco.
EliminarParece que cuesta mucho luchar para mejorar el sistema que tenemos.
Desde que se escribió este artículo hasta el día de hoy sí que han cambiado las cosas.
ResponderEliminar"Me tenei hacta er coño!!!"
ResponderEliminarTu no tiene coño gaputa.
EliminarCometeríamos un error si pretendemos mezclar los tiempos. El que pasó no volverá; hay que adaptarse a la situación real, cueste más o menos, nos guste más o menos.
ResponderEliminarRecuerdo todos esos juegos que se mencionan.
ResponderEliminarAhora sólo asfalto y más asfalto.
Holea, un complejo comercial recientemente instalado en Huelva.
ResponderEliminar200 empleados que cada empresa de dicho complejo ha seleccionado según su criterio, mientras los dirigentes políticos de dicha localidad han dado publicidad para que presenten los currículums en dicho Ayuntamiento. Gran timo de carácter electoralista, entre otros motivos, donde no se ha tocado ni uno solo de los más de 7.000 presentados.
Populistas mentirosos, ya lo pagareis.
EliminarCOBARDES HABEIS MENTIDO EN TODO Y LO PAGAREIS
EliminarBeer, mucho tiempo sin leer ningún artículo tuyo.
ResponderEliminarTen confianza, Bake Beer, que siempre habrá alguien que tire del carro.
ResponderEliminarRobin no quiere más arena, quiere cueva. Le han visto por el Rift.
ResponderEliminarY Maruja vendiéndole caballas a Abd el Krim.
EliminarSegún la fuente del Peri esta en casa de la Chari.
EliminarEn mi caso comparto lo dicho en el artículo.
ResponderEliminarDame la manita Pepe Luí!
ResponderEliminarMe ha sorprendido lo de las pruebas atléticas que te enseñaron los niños que tenían televisión, alucinante.
ResponderEliminarNo se puede generalizar, Bake Beer, hay de todo.
ResponderEliminarBuen artículo, Beer.
ResponderEliminarVamos cuesta abajo y sin freno.
ResponderEliminarEl autor es fururista y ha predicho lo que viene y vendrá aconteciendo. Un buen y riguroso artículo.
ResponderEliminarEn picado cuesta abajo y sin paracaidas.
ResponderEliminarLos frenos son los brotes verdes de Mariano o de su ministro, que más dá, todo da igual.
ResponderEliminarHace varios días se cumplió cuatro años del blog y nadie lo ha comentado. FELICIDADES.
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