26 de septiembre de 2016

Bulldog Carter IV- El caso de la cantante Infiel


Los casos mas usuales que venían a mi oficina, eran infidelidades, también alguna vez me llegaba alguna desaparición que, posteriormente solía ser también un caso de infidelidad. De manera que cuando John, entró en mi despacho y me contrató para que encontrara a su mujer desaparecida, además de pedirle 200 pavos por adelantado, comencé a preguntarle sobre ella, con idea de confirmar la posibilidad de que se hubiera ido con otro.

Resultó que su mujer, Ruth, que tenía 27 años y era un verdadero bombón a juzgar por las fotos que su marido me dio, era cantante en un garito clandestino, una especie de Club donde se mezclaban el juego ilegal, el alcohol y las actuaciones musicales con bailes de chicas ligeritas de ropa. Hacía 5 días que no aparecía por casa y todo me hacía pensar que tenía entre manos un nuevo caso de infidelidad.

Por si pudiera ayudarme, llamé a mi amigo Mac, el irlandés tozudo y honesto, ya no estaba en la Comisaría del Distrito, ahora trabajaba con un Agente del Tesoro que había formado un nuevo grupo para combatir el crimen organizado, era un joven ambicioso e intrépido, llamado Eliot Ness, quedé a comer con Mac y le di una foto de la chica. Nos despedimos y le dije que le llamaría si tenía alguna novedad, Mac me dijo que si el averiguaba algo me lo haría saber.

La noche siguiente, lo primero que hice fue una visita al Club donde trabajaba Ruth. El Loro Rojo, que así se llamaba el garito, resultó ser un local oscuro, mal oliente y vacío, lo que me llamó poderosamente la atención porque estos sitios tienen su clientela habitual y según me habían dicho mis informadores, éste era un punto de reunión de los muchachos, “soldati” de una de las familias mas conocidas de “La Cosa Nostra”.

Después de un par de bourbom, ya había hecho confianza con el camarero, me comentó que hacía 5 ó 6 días que sus clientes habían dejado de ir al local y prácticamente no entraba nadie… curiosamente el mismo tiempo que llevaba Ruth desaparecida. Al sexto bourbom y después de soltar a mi nuevo “amigo” 20 pavos en propinas, cuando le pregunté por la actuación de esa cantante tan guapa, me dijo: “no sabemos nada de ella, habrá encontrado otro sitio para cantar, o le estará cantando a su amigo espaguetti, uno muy fino que parecía el jefe de todos ellos”.

Sabía que la mujer tenía que ver algo con un Jefe de la Mafia, yo había trabajado con ellos y sabía como eran y como se las gastaban, así que pensé que el caso estaba cerrado, no tenía interés en poner mi pellejo en peligro y me fui a refugiar en el Estrella del Sur, allí me esperaba Mary en la habitación, para explicarme la diferencia entre lamer y chupar…

Cuando llegué al Estrella del Sur, en la puerta, antes de entrar, me estaba esperando Mac. Creo que hemos encontrado a tu chica, me dijo, acompáñame y me abrió la puerta de su Lincoln negro. Fuimos a una casita de campo en la orilla del lago Michigan, era un sitio discreto y aislado, cuando Mac abrió la puerta, me encontré con la mitad del grupo de Ness y en el dormitorio un espectáculo dantesco, las Thompson, con sus 1000 disparos por minuto, habían reducido la habitación a una ruina, parecía un campo de batalla con un hedor insoportable, el olor a la muerte, todas las paredes estaban agujereadas y ensangrentadas y en la cama se intuían 2 cuerpos, uno era de un hombre, posteriormente Mac me confirmó que era un caporegime, Jefe por encima de los capodecimes, el difunto estaba directamente a las ordenes de un Sottocapo, el eslabón por debajo del Don (Jefe de la Familia), que no era otro que Giovanni (Johnny) Torrio.

El otro cuerpo era de una mujer, estaba desnuda y completamente ensangrentada, desde luego, entre la lluvia de balas y los días transcurridos, según Mac llevaban al menos 4 días muertos, quedaba muy poco de la bella mujer de la foto.

Parece ser que el individuo, había sido el objetivo de un ajuste de cuentas entre familias, la chica solo estaba con la persona equivocada, en el lugar equivocado y a la hora equivocada… su único delito había sido ser infiel a su marido.

Mac, pregunté, ¿habéis informado ya a su marido?...

Continuará…


Artículo reeditado: Originalmente publicado el 17 de Noviembre de 2014.

24 de septiembre de 2016

Rape albardado con cecina, espuma de pan y confitura de tomate


Ingredientes

Para el rape:

½ kg. de lomo de rape limpio
100 gr. de cecina de León no muy curada

Para la espuma de pan: 

¼ de nata
¼ baguette en rodajas
100 ml. de claras

Para la confitura de tomate: 

½ diente de ajo
2 tomates muy maduros
Sal
Azúcar 

Elaboración

Para el rape

Retirar bien la piel del lomo, cortar porciones de unos 125 gr., sazonar y envolver en lonchas de cecina fina y esto a su vez en papel de aluminio, reservar.

Para la espuma de pan

Tostar el pan, infusionar en la nata recién hervida, dejar enfriar y pasar por el chino, añadirle las claras e introducir en un sifón con las cargas correspondientes (para ½ l. 1 carga). 

Para la confitura de tomate

Rehogar el tomate con ajo picado en dados concasse y añadirle azúcar y sal.

Para la presentación 

Calentar una sartén con un poco de aceite y dorar el rape envuelto en el papel de aluminio por todas sus caras. Dejar enfriar, cortar al medio, y retirar muy escrupulosamente todo el papel, sin que se despegue la cecina del rape. 

Sobre una fuente, dar un golpe de horno (200 º C durante 3 minutos) al rape con el tomate de base. Servir en plato muy caliente, con escamas de sal y echar en el último momento la espuma, que debemos conservar caliente dentro de un baño maría. Por último espolvorear cebollino picado. 

Pablo nos ha dejado esta elaborada receta, para cuando queramos quedar muy bien. GRACIAS.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 28 de Diciembre de 2012.

19 de septiembre de 2016

Bulldog Carter 3. Mary

Mary era una gran mujer, había tenido mala suerte en la vida, siendo niña su madre abandonó su casa, se fue con un vendedor de maquinaria agrícola y dejó a la pequeña con su padre y un hermano menor que entonces apenas era un bebé.

Desde entonces, Mary, con apenas 12 años fue la mujer de la casa en la granja familiar, dejó de ir al colegio y se dedicó a criar a su hermano pequeño y a las tareas domésticas del hogar; lo malo fue que su padre, hombre solitario y taciturno, se dio al alcohol y obligaba a la pequeña a ejercer de “mujer de la casa” en todos los sentidos, forzándola a ocupar el lugar de su madre en el lecho conyugal.

Cuando Mary cumplió los 17 años, no aguantó más la situación y decidió huir de aquel hombre, su padre, que la forzaba sexualmente. Una soleada mañana de primavera, hizo una pequeña maleta con sus pocas pertenencias y cogió un autobús hasta la gran ciudad, con la ilusión de encontrar una vida mejor. El recuerdo a ese olor repulsivo, mezcla de sudor del trabajo del granjero con el whiskey, y el sonido del llanto de su hermano pequeño cuando la vio partir, le acompañaron y atormentaron toda la vida.

Cuando llegó a Chicago, en plena depresión y después de deambular muchos días sin nada que llevarse a la boca, ni un techo en el que cobijarse, empezó a prostituirse en las calles.

No tardó en ser “apadrinada” por un profesional de la materia y volvieron las palizas y las violaciones. Mary, no pudo aguantar esa situación de nuevo e intentó suicidarse… sin éxito.

Fue entonces, cuando estuvo en el hospital, cuando conoció a Madame Claude.

Madame Claude era la propietaria de un prostíbulo en el  South Side, el “Estrella del Sur”, de ella se decía que había nacido en un prostíbulo y se había criado entre mujeres de la profesión; como quiera que fuera, era una mujer de carácter, a la que le gustaba ganar dinero, pero trataba a sus chicas con justicia y cariño, y lo que es mas importante, las protegía de todas las “hienas” que habitaban en las bajos fondos; en su casa las chicas estaban seguras, limpias, comidas y atendidas. Al salir del hospital, Mary se fue al “Estrella del Sur”.

Ya os conté que en un principio, cuando conocí a Mary, nuestra relación solo fue “profesional” y que nunca mostró ningún sentimiento hacia mi, pero con el paso de los años se produjeron algunos cambios, yo no era el delincuente que ella había conocido, había pagado mis errores y ahora era un hombre honrado con un trabajo honrado, ella ya no era tan joven, ni tan bella y la vida la había enseñado a ser mas conformista y a no esperar a un “príncipe azul”.

El Estrella del sur, empezó a ser uno de mis locales favoritos y casi todas las noches era mi última parada. En algunas ocasiones, Madame Claude, que conocía mi etapa como profesional del boxeo, me pedía que le ayudara a “desalojar” a algún Cliente pasado de copas que armaba demasiado jaleo o que estaba al borde del coma etílico, de esa forma me convertí en una especie de personal de seguridad del local y como recompensa podía quedarme a dormir en la habitación de la chica que no trabajaba esa semana, ya sabéis las cuestiones fisiológicas de las mujeres.

Cuando me tocó “dormir” con Mary, descubrí a una mujer dulce y con unas enormes ganas de amar y ser amada, además era muy ardiente, ya era experta y su boca y su lengua eran capaces de llevarte al paraíso del éxtasis.

Desde entonces ya no compartí habitación con ninguna otra.

Continuará…


Artículo reeditado: Originalmente publicado el 03 de Noviembre de 2014.

17 de septiembre de 2016

Croquetas de Ave


INGREDIENTES:


300 gramos de pechuga de pollo o cualquier otra clase de ave
1 cebolla
3/4 de litro de leche
3 cucharadas de harina
1 cucharada de mantequilla
2 ó 3 huevos
1 rama de perejil
Pan rallado, aceite, sal.

PREPARACIÓN:

Para preparar estas croquetas pueden aprovecharse restos de un pollo. En caso de no tenerlos, se cuece una pechuga, guardando el caldo para hacer sopa. Ya en su punto, se desmenuza y se reserva.

Se pone la leche al fuego. Se calienta en un cazo la mantequilla; cuando esté derretida, se añade la harina y se rehoga durante uno o dos minutos, removiendo sin parar para que no se dore. Se deslíe la harina en la leche hirviendo y se revuelve con el batidor o con una cuchara de madera para que no lleguen a formarse grumos. Se agregan la cebolla y la rama de perejil picados, y se deja cocer todo junto removiendo continuamente por espacio de 15 minutos. Pasado este tiempo, se incorpora el picadillo de pollo, se sazona con sal al gusto y se cuece de nuevo hasta que la bechamel esté muy espesa y se desprenda del batidor o de la cuchara a copos gruesos.

Ya cocida, se extiende la masa sobre una fuente y se deja enfriar. Una vez fría, se moldean una a una las croquetas, se rebozan en pan rallado, huevo batido y pan rallado de nuevo, antes de freírlas en abundante aceite caliente hasta que doren. Alcanzado su punto, se retiran de la sartén y se dejan reposar unos momentos sobre papel de cocina absorbente.

Se sirven las croquetas, al igual que todos los rebozados, recién hechas, ya que tienden a reblandecerse.

 Pablo nos deleita con una tradicional receta de croquetas. GRACIAS.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 14 de Diciembre de 2012.

12 de septiembre de 2016

Bulldog Carter 2





La vida transcurría con normalidad en el South Side, todo parecía estar bien, es decir como siempre: los capos seguían reinando en las calles, los rateros y estafadores campaban a sus anchas, el licor, aunque prohibido, corría como ríos en los garitos que todos conocíamos, las putas seguían ejerciendo, los prestamistas seguían enriqueciéndose, los corredores de apuestas parecían los únicos con trabajo y la mayoría buscaba infructuosamente trabajo, rebuscando entre la basura para poder encontrar algo con lo que comer.

Yo no me podía quejar, llevaba solo unos meses ejerciendo de detective y no me había faltado trabajo. Claro que no habían sido cosas muy importantes: algunos casos de mujeres y maridos engañados, buscar algún coche o alguna cartera robada, en general pequeños trabajos relacionados con las infidelidades, con robos y pequeños hurtos; estaba claro que con ese nivel no me haría rico, pero al menos tenía para vivir, eso si, sin ningún lujo.

Todo el mundo cree que para ser detective privado, has tenido que ser primero policía, o al menos contar con su favor y apoyo; pues bien, aunque es lo mas corriente, no es absolutamente necesario, mi caso es un claro ejemplo, no he sido poli, mas bien todo lo contrario, pero conozco las calles y a sus habitantes mejor que el mejor de los polis, y aunque no tengo su favor ni su apoyo, cuento con su “respeto”, me explico: hay 2 tipos de polis, los honestos y los corruptos.

De los primeros solo conozco a uno, Mac, es un irlandés tozudo como una mula, fue el poli que me detuvo y el que mas se alegra de que vaya por el buen camino, es un tipo de fiar, por el que puedes dar tu brazo derecho porque sabes que siempre te salvará el culo, en el tengo mi principal aliado, quien lo iba a decir, dentro de la comisaría del distrito.

De los segundos, los corruptos, es decir, el resto de los que conozco, tengo su miedo y su complicidad; saben que lo se todo sobre ellos, les he visto recoger el sobre muchas veces, incluso en alguna ocasión, yo mismo se lo daba, he visto cosas que podrían dar con sus huesos en chirona, he visto como amañaban pruebas, “recogían la basura”, como convencían a algún “elemento peligroso” para los “jefes” de que no metieran la pata o para que no testificaran o cambiaran su testimonio en un juicio y en alguna ocasión, he sabido que se les había ido la mano y habían dado pasaporte a mas de uno. Esa relación hacía que me observaran con recelo pero que no me atacaran, es mas, cuando necesitaba de ellos para alguna información o alguna otra cosa, aunque seguramente a regañadientes, me lo daban, incluso sin pedir la “compensación económica” habitual. Pero no podía estar totalmente confiado, sabía que cuando tuvieran la mínima oportunidad, a mi primer descuido, me meterían un tiro en la nuca, así que nos vigilábamos mutuamente, como los púgiles antes de comenzar el combate, pero de momento solo eso, nos vigilábamos…

A pesar de todo se puede decir que soy feliz, porque además de sobrevivir en estos duros tiempos, ahora no le debo ni me debo a nadie, dependo solo de mi y me encuentro bien estando en este lado de la ley.

Además he conocido a Mary, en realidad hace tiempo que la conocía, desde que llegó a trabajar a casa de Madame Claude, entonces era mucho mas joven, la típica granjera que viene a la gran ciudad a comerse el mundo y termina devorada por la furibunda bestia de la citty, entonces la conocí por su nombre profesional, Estrella, era guapa pero inexperta, nunca mostró sentimiento alguno hacia mi y conseguir sus favores siempre dependía de lo llena que estuviera mi cartera.

Continuará…

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 20 de Octubre de 2014.

10 de septiembre de 2016

Gastronomía, arte y literatura (6)

 “Había un lindo trinchero
de menestra, otro de pasta,
un fricasé, una compota
y una o dos pollas asadas”.
D. Ramón de la Cruz

ACELGAS A LA MODA DE ALCÁNTARA 
INGREDIENTES 

2 manojos de acelgas, 2 huevos, 1 kilo de patatas, 1 cebolla, 3 dientes de ajo, pimentón, aceite, sal. 
PREPARACIÓN 

Las acelgas se lavan, se pican muy finas y se dejan cocer unos momentos en agua hirviendo y sal, reservándolas luego. Las patatas, peladas y cortadas en lonchas, se sazonan con sal y se fríen en una sartén con aceite. Cuando estén fritas, se saca casi todo el aceite y, en el sobrante, se rehogan las acelgas escurridas, así como un majado de ajos; se añaden un poco de agua, la cebolla frita, un poco de pimentón y las patatas. Ya todo bien unido, se deja en el fuego y, agregando los huevos batidos, se hace como un revuelto que se sirve muy caliente.
TALLOS DE ACELGAS REBOZADOS EN SALSA 

INGREDIENTES 

Tallos de acelgas, 1 zanahoria, 2 cucharadas de puré de tomate,
1 huevo, 1 cebolla, harina, caldo, vino blanco, aceite, sal. 
PREPARACIÓN 

Los tallos, una vez limpios y desprovistos de los hilos duros, se cuecen cubiertos de agua y sal hasta que estén tiernos. Entre tanto, se rehoga la cebolla —finamente picada— durante unos minutos en una sartén con unas cucharadas de aceite caliente. A continuación, se añade la zanahoria raspada y cortada en cuadritos. Se remueve con cuidado y, cuando el refrito comience a dorar, se incorporan una cucharada de harina diluida en vino blanco, el puré de tomate, un vaso de caldo y sal al gusto. Se revuelve despacio, dejándolo cocer todo durante unos minutos antes de pasarlo por el pasapurés.
Se escurren los tallos de acelgas, cocidos, y se rebozan en harina primero y huevo batido después, para freírlos en abundante aceite caliente hasta que tomen color. Ya en su punto, se sacan de la sartén, y se dejan reposar en lugar caliente sobre papel absorbente. En el momento de servir se pasan a una fuente, bañándolos con la salsa muy caliente. 
Pablo ha dejado un nuevo artículo de la serie, se trata de 2 recetas de verdura, de acelgas en concreto, precedidas por unas palabras del dramaturgo español Don Ramón de la Cruz. GRACIAS.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 3 de Septiembre de 2012.

5 de septiembre de 2016

Bulldog Carter


Nací y siempre he vivido en Chicago. Mi nombre es Harry, Harry Carter aunque todos me conocen como “Bulldog” Carter, es mi apodo, mi “nombre de guerra” y es lo que me queda de mis tiempos de boxeador profesional, eso, una fea nariz torcida, resultado de alguna que otra fractura, un buen jab de izquierda y un mejor directo de derecha. 

Cuando dejé el boxeo profesional, bueno en realidad cuando Max Baer, que era un tipo simpático y bien parecido, todo un caballero pero con una derecha mortífera, me propinó tal paliza que estuve al borde de la muerte; no tardé en dilapidar los pocos dólares ganados con el ejercicio del “noble” deporte del boxeo, así que empecé a ganarme la vida de forma no tan “noble”, conocía las calles de mi ciudad y a los que mandaban en ellas, me dediqué a cobrar deudas de “honrados” prestamistas, hice de guardaespaldas de algunos ciudadanos “ejemplares” casi todos de apellidos italianos, cometí algunos pequeños delitos y todo ello me supuso una buena temporada en Sing Sing, junto a mi jefe Charles Luciano, “Lucky” para los amigos.

Al salir de Sing Sing, me despedí de Luciano y regresé a Chicago con el firme propósito de ganarme la vida de forma honesta y legal. Conseguí que mi amigo y manager, Pett, me prestara un par de cientos y alquilé un cuartucho, en un edificio de South Side, era un lugar realmente inmundo, una verdadera cloaca pero para empezar podría servir. 

Hice llevar una desvencijada mesa, un par de sillas, algunos muebles archivadores y un par de estanterías, de una antigua oficina que el Crac había hundido, como a tantos otros negocios, y puse un rotulo en la puerta de entrada, en él y con letra de imprenta se podía leer:

Harry Carter 
Private Detective

Al ser un viejo conocido en la calle, no necesité de tarjetas de presentación, fui a tomar un trago a todos los tugurios e hice correr la voz, hablé con los soplones, los chivatos, las madames, los peristas y otros colegas de correrías; sabía que al día siguiente todo el mundo sabría que “Bulldog” Carter, estaba de vuelta y ahora se dedicaba a un negocio limpio.


Tenía un Pontiac de 6 cilindros del 26, una gabardina raída y un viejo sombrero de fieltro negro. Tenía licencia de armas y una Smith & Wesson del 44 especial, así que solo me faltaba que llegaran los primeros casos.


Me senté detrás de la mesa de mi cuartucho, saqué del cajón del escritorio una botella de bourbon barato y esperé mirando la lluvia por la ventana que refrescaba la tarde de agosto, mientras me servía unos whiskeys y me fumaba un Classic Lucky Strike.


Continuará...


Artículo reeditado: Originalmente publicado el 29 de Septiembre de 2014.

3 de septiembre de 2016

Gastronomía, arte y literatura (5)


“Açúcar de confites e mucho del violado,
De muchas otras guisas, que ya he olvidado”.

Del Libro del Buen Amor; Arcipreste de Hita.


Angélica de San Camilo 
 

INGREDIENTES 

- 24 bizcochos
- Baño o dulce de yemas
- Cabello de ángel
- 2 huevos
- Azúcar
- Vino dulce.

PREPARACIÓN 
 

Se cubre el fondo de una fuente con los bizcochos, se riegan con un chorro de vino dulce y se reparte por encima una capa de cabello de ángel.
Aparte, con dos claras de huevo y tres cucharadas de azúcar se prepara un merengue y se extiende sobre la capa de cabello de ángel.

A continuación, se espolvorea con trocitos de baño o dulce de yemas y se introduce la fuente en el horno durante unos minutos. Se sirve inmediatamente.

Pablo nos ha dejado un nuevo postre de los llamados dulces de convento. GRACIAS.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 27 de Agosto de 2012.

2 de septiembre de 2016

Tus dedos


Me masajeaste. Tus finos dedos recorrían mis omoplatos con la suavidad de la mantequilla que se derrite en la ardiente tostada que en esos momentos era mi espalda. Y sabes, comencé a apreciarte. Tu pubis descansaba sobre mi trasero y tus manos engarzaban el baile más frenético sobre mis rendidas vértebras. Curioso, tanto masaje para al final sucumbir no a tus ojos, ni a tus labios, ni tan siquiera a tu sexo. Me he rendido a tus dedos, tus finos dedos.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 15 de Septiembre de 2009.

1 de septiembre de 2016

Si yo fuera Dios



Si yo fuese Dios
y tuviera el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
--de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención, cuando te beso--;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre el mismo y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico.

(Escucho tu silencio,
Oigo
existes.
Creo en ti.

Eres.
Me basta.)
"Ángel Gonzalez"

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 27 de Agosto de 2009.