Sube la marea, la economía sumergida campa a sus anchas.
Baja la marea, estamos más secos que un tollo.
Sube la marea, este barco tiene más agujeros que un traje de faralaes.
Baja la marea, los ahogados por los recortes quedan a la intemperie.
Sube la marea, nuestros políticos juegan a hundir la flota.
Baja la marea, pisar suelo firme siempre es mejor que transitar montañas.
Sube la marea, estamos tocados y hundidos.
Baja la marea, el líquido elemento es demandado en Cabezas Rubias.
Sube la marea, la fauna mareal emerge cual pelotas en torno a un político.
Baja la marea, qué pena, los yates se quedan encallados.
Sube la marea, los móviles de empresa se quedan sin cobertura.
Baja la marea, ¡me olvidé amarrarme el bañador!
Sube la marea, este camino parecía poco profundo y estoy hasta el cuello.
Baja la marea, la gravedad de la situación nos arrastra.
Sube la marea, ¡Niño, recoge los bártulos que se encharcan!
Baja la marea, las playas del Espigón se llenan de coquineros indocumentados.
Sube la marea, ¿quién incumple la ley de costas?
Baja la marea, la luna llena le da la vida.
Sube la marea, estos cuartos menguantes y crecientes son sinónimo de muerte
Baja la marea, ¿qué hace aquí este submarino amarillo?
Sube la marea, ¡pintémosla de color verde por un futuro mejor!
Baja la marea, tenemos aproximadamente seis horas para echar un partido de tenis.
Sube la marea, la Ría de Huelva se torna espléndida.
Baja la marea, el que empieza a marearse soy yo.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 19 de Julio de 2012.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 19 de Julio de 2012.