En el amanecer,
negro, rojo y plateado, como un disfraz de Spiderman, se enfoca a una flor de
esas de los desiertos, que se ve abrirse acelerada. Al mismo tiempo el sol,
sólo insinuado al principio, sube a mayor velocidad que la de su luz. Cuando
los ancestrales rayos —atravesados
por una flecha de flamencos— que iluminan la sabana serenguética rompen en los
párpados del cachorro de león y él se despierta, la cámara sube a los primeros
azules del paisaje y fundido: sale del cubil el leoncillo corriendo hasta
encontrar a su padre, que está, con sus garras recién afiladas, peinando su
¡cómo no? lustrosa melena mientras se mira en el espejo de las aguas de la
laguna, tan sólo enturbiadas por algunas "fantásticas diatomeas".
—Papá, papá...
Hoy vamos a cazar gacelas, ¿verdad? Me lo dijiste, ¿verdad?: sangre y fibras y
gemidos...
—Lo siento,
pequeño, pero es que hoy vienen los de la National Geographic y...
Ante los ojos
decepcionados del cachorrillo, añade con un punto de café cargado de amargura:
©Producciones Guadiloba
Nueva Colaboración de Guadiloba, cortita pero en su línea... genial. GRACIAS.
Breve pero exquisito.
ResponderEliminar¿El cáncer es reciente?
ResponderEliminarNo, se conoce hace siglos
Según parece, fue el médico griego Galeno de Pérgamo (siglo II d. C.) uno de los primeros en emplear la palabra para describir la apariencia que adquirían los vasos alrededor de los tumores visibles: lo más parecido a las patas de un cangrejo.
Porque el término cáncer proviene del latín cancer, que a su vez procede del griego karkinos, que significa “cangrejo”. Es muy probable que para los médicos de la época de Galeno el cáncer no se refiriera más que a los tumores malignos superficiales, es decir, los epiteliales y los dérmicos, dado que cualquier otra tumoración profunda era inaccesible para ellos.
Mi mujer está tonta, me ha dejado una nota en el frigorífico que pone:
ResponderEliminar“Me voy de casa porque esto no funciona”
Y llevo dos horas mirándolo por todos los sitios, y esto enfría de puta madre
La fotografía simpática como el artículo.
ResponderEliminarMucho mensaje encierra este artículo, cargado de ironía. Genial.
ResponderEliminarA través de una expresión latina y una preciosa imagen, Guadiloba nos transmite, en línea surrealista, una gran metáfora.
ResponderEliminarHasta las fieras más salvajes se tienen que plegar al antojo de los humanos.
ResponderEliminarLa fotografía, genial.
La belleza literaria en la introducción del artículo, es portentosa, estilo Guadiloba.
ResponderEliminarMuy original y bueno.
Coincido con Luisa. Es breve y exquisito, además muy simpático.
ResponderEliminarCabe la posibilidad de que al león se le olvide cazar.
ResponderEliminarEl león padre se parece a mi Maná-Maná, sólo están para fotos.
A mi Maná-Maná se le ha olvidado gestionar (lo cierto es que nunca supo).
Aquí hay cierto paralelismo, pero hay una brutal diferencia, el león tiene dos cojones y mi Maná-Maná es un... qué sé yo.
Muy simpático y original.
ResponderEliminarAlgunos somos leones por naturaleza, otros simplemente pretenden serlo.
ResponderEliminarYo me voy a encerrar con 6 leones en un cuarto de baño, a ver qué pasa.
ResponderEliminar"Podemos aprender mucho de la naturaleza en acción"
ResponderEliminarWalt Disney
Del sentimentalismo del artículo de ayer, muy bueno, pasamos al surrealismo, no exento de simpatía, del de hoy.
ResponderEliminarEsto es lo que caracteriza a este blog multitemático.
Os felicito, Bakes.
Por mucho que ese animal esté para poses y fotos, yo lo veo y me cago vivo.
ResponderEliminarMe ha gustado el artículo. Es cortito pero lo dice todo. Se acompaña de una fotografía para enmarcar.
ResponderEliminarPobres animales, para lo que han quedado!!!!!!
ResponderEliminarMuchos animales, entre ellos el león, que está inmerso en un punto de la pirámide que forma la cadena alimenticia, que su vida depende de instintos básicos que les dotó la Naturaleza, le tienen acotado el territorio, no pueden moverse con la total libertad.
ResponderEliminarEs que es muy importante preparar rutas turísticas para deleite de unos pocos de buena posición social.
A los que hay que acotarles el espacio hasta enjaularles son a todos los golfos que ya conocemos, desde jueces, políticos, banqueros, sindicalistas, hasta los que van a cazar elefantes, junto a algunos miembros de su familia, a todos esos.
Fantástico, Guadiloba.
La educación se acorta; ya no nos dejan enseñar a nuestros hijos.
ResponderEliminarEste es nuestro maestro de la simpatía y el ensueño sub lo que sea.
ResponderEliminarHablando de educación, ya quisiéramos ser tan educados como los animales, esos que llaman algunos irracionales. Otro quisqui cantaría.
ResponderEliminarMe ha gustado.
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