27 de julio de 2015

Cuando me amé de verdad

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!
No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.


“When I Loved Myself Enough” by Kim & Alison McMillen (2001).

Otras fuentes dan como autor de estas reflexiones a Charles Chaplin.

25 de julio de 2015

Brochetas de Pollo Satay

 
Receta de pollo satay es una receta para 4 personas, del tipo Entrantes, Plato único, recetas de pollo, Segundos Platos, de dificultad Media y lista en 30 minutos.

Fíjate cómo cocinar la receta.

Ingredientes

2 pechugas pollo
100 g maní­ tostado sin sal
2 cebollinos
1 taza leche coco
1/2 taza salsa soja
1 cucharada curry en polvo
1 cucharadita comino molido
1 ají­ rojo picado
zumo de medio limón

Cómo hacer Brochetas de Pollo Satay

Primero cortamos las pechugas de pollo en tiras largas y las dejamos reposar un par de horas en la mitad de salsa de soja y el zumo de limón.

Pasado este tiempo, molemos el resto de ingredientes restantes, excepto la leche de coco, en una procesadora de alimentos.

En una sartén con un poco de aceite, freímos la mezcla molida durante unos dos minutos y entonces agregamos la leche de coco. Removemos a fuego lento hasta que espese la salsa y reservamos.

Seguidamente ensartamos el pollo en las brochetas y las asamos en la parrilla hasta que queden doradas.

Servimos con la salsa de maní y coco aparte.

Pablo nos remite esta exótica receta de pollo. GRACIAS por tu continua colaboración.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 7 de Noviembre de 2011.

23 de julio de 2015

Fábulas y Cuentos (4)

Ambrose Bierce

LA SERPIENTE CRISTIANA

Una Víbora de Cascabel regresó a su casa, donde estaban sus crías, y dijo:
-Hijos míos, reuníos para recibir la última bendición de vuestro Padre, y ver cómo muere un cristiano.
-¿Qué ocurre, padre? -preguntaron las Viboritas.
-Me ha mordido el editor de un pasquín partidario -fue la respuesta, seguida por el ominoso cascabeleo de la muerte.

EL MALHECHOR DESCONTENTO

Un Juez que había condenado a prisión a un Malhechor, procedía a señalarle las desventajas del crimen y los beneficios de la reforma.
-Su Señoría -dijo el Malhechor, interrumpiéndolo- ¿sería tan amable como para elevar mi condena a diez años de prisión y nada más?
-¿Por qué? -dijo el juez, sorprendido-. ¡Sólo lo he condenado a tres años!
-Sí, lo sé -asintió el Malhechor-. Tres años de prisión y el sermón. Si no le molesta, me gustaría que me conmute el sermón.

LOS CAÑONES DE MADERA

Un Regimiento de Artillería de la Milicia Estatal solicitó al Gobernador, cañones de madera para la práctica.
-Resultarán más baratos que cañones de verdad -explicó.
-No se dirá de mí que sacrifiqué la eficacia a la economía -dijo el Gobernador-. Tendrán cañones de verdad.
-Gracias, gracias -exclamaron efusivamente los guerreros-. Los cuidaremos mucho, y en caso de guerra los reintegraremos al arsenal.

EL ASTRÓNOMO LITERARIO

El Director de un Observatorio, que había descubierto la Luna, con un refractor de treinta y seis pulgadas, fue muy apurado a ver al Editor de un Periódico, con una extensa narración del evento.
-¿Cuánto? -preguntó sentenciosamente el Editor, sin apartar la mirada de su ensayo sobre la circularidad de la perspectiva política.
-Ciento sesenta dólares -replicó el hombre que había descubierto la Luna.
-Ni la mitad de eso sería suficiente -fue el comentario del Editor.
-¡Hombre generoso! -exclamó el Astrónomo, ardiendo de cálidos y elevados sentimientos-. Págueme, entonces, lo que quiera.
-Mi gran y buen amigo -dijo suavemente el Editor, levantando la vista de su trabajo-. No nos entendemos, parece. El que tiene que pagar es usted.
El Director del Observatorio tomó el manuscrito y se fue, explicando que necesitaba corrección, que había omitido poner el punto a una m.


Artículo reeditado: Originalmente publicado el 12 de Julio de 2011.

20 de julio de 2015

Fábulas y Cuentos (3)

 

Ambrose Bierce



EL FUNCIONARIO CONSCIENTE


Mientras un Superintendente de División de un ferrocarril estaba cumpliendo con la mayor aplicación su tarea de poner obstáculos en los rieles y alterar los cambios de vía, recibió la noticia de que el Presidente de la compañía iba a despedirlo por incompetente.
-¡Buen Dios! -exclamó-. ¡Si hay más accidentes en mi división que en todo el resto de la línea!
-El Presidente es muy riguroso -dijo el Hombre que había traído la noticia-; él piensa que las mismas pérdidas de vidas podrían obtenerse con menos daño a la propiedad de la compañía.
-¿Espera que arroje a los pasajeros a través de las ventanillas? -exclamó el indignado funcionario, cruzando un durmiente sobre los rieles-. ¿Me toma por un asesino?

COMO SE LLEGA AL OCIO

Un Hombre para Quien el Tiempo era Oro, que estaba engullendo su desayuno, muy apurado por atrapar un tren, había apoyado el periódico contra la azucarera y leía mientras comía. En su apuro y abstracción, se clavó un tenedor en el ojo derecho, y al extraer el tenedor, el ojo salió con él. Desde entonces, cada vez que compraba anteojos, se veía obligado a derrochar inútilmente su dinero en cristales para el ojo derecho, y este dispendio lo redujo pronto a la pobreza, por lo cual el Hombre para Quien el Tiempo era Oro se vio obligado a ganarse la vida pescando desde la punta de un muelle.

EL GUARDIÁN PRECAVIDO

El Guardián de una Penitenciaría estaba un día poniendo cerraduras en las puertas de todas las celdas, cuando un operario le dijo:
-Usted es muy imprudente... Esas cerraduras pueden abrirse desde adentro.
El Guardián replicó, sin apartar la mirada de lo que hacía:
-Si a esto se lo llama imprudencia, me pregunto cómo se debería denominar a una precavida disposición contra las vicisitudes de la suerte.

EL TESORO Y LOS BRAZOS

Un Tesoro Público, al advertir que Dos Brazos se alzaban con su contenido, exclamó:
-Sr. Correligionario, propongo una división.
-Usted parece saber un poco acerca de la forma parlamentaria de hablar -dijo Dos Brazos.
-Sí -replicó el Tesoro Público-. Estoy familiarizado con los acarreos legislativos.


Artículo reeditado: Originalmente publicado el 5 de Julio de 2011.

18 de julio de 2015

Pastel vegetal

Pastel vegetal es una receta para 6 personas, del tipo Entrantes, de dificultad Muy fácil y lista en 20 minutos. Fíjate cómo cocinar la receta.

Ingredientes

330 g pan de molde
1 lechuga pequeña
3 tomates
3 huevos duros
1 lata mediana espárragos blancos
1 latita champiñon laminado
1 bote mayonesa
Aceitunas
Tiras de pimiento morrón
Vinagre
Aceite
Sal

Cómo hacer Pastel vegetal

Primero le quitamos las cortezas al pan de molde y a continuación lavamos la lechuga y los tomates. Partimos en rodajas finas los tomates y los huevos duros, y cortamos la lechuga en tiras finitas.

En la fuente donde vayamos a servir el pastel cubrimos el fondo con rebanadas de pan de molde y las untamos con mayonesa. Sobre ella distribuimos primero la lechuga, las rodajas de tomate y los huevos duros. Encima ponemos los champiñones y aliñamos con aceite, un poco de vinagre y sal y cubrimos de mayonesa.

Vamos repitiendo la misma operación formando pisos con el resto del pan. Cuando terminamos, bañamos el pastel con la mayonesa sobrante y decoramos con las aceitunas y las tiras de pimiento morrón.

Por último, dejamos enfriar en la nevera hasta el momento de servir.

Nuestro amigo Pablo, asiduo Colaborador en esta sección, nos remite esta receta, tan fácil como apetitosa. GRACIAS Pablo.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 31 de Octubre de 2011.

13 de julio de 2015

El político y el limpiabotas

Leí hace unos días el librito España, república de trabajadores que el ruso y muy estalinista Ilia Ehrenburg escribió tras hacer un corto viaje por nuestro país en 1931: un libro amargo pero interesante, de útil lectura incluso ahora -o especialmente ahora-, que no traza el mejor retrato posible de la España de entonces, y critica el modo desastroso con que, según opinión de ese ilustre viajero -que al poco tiempo se convirtió en alta personalidad del régimen soviético-, los españoles encarábamos aquella todavía joven democracia: nuestro recién conquistado gobierno popular. Y cuando uno lee el libro, al fin publicado con su texto íntegro, se le caen bastantes palos del sombrajo. No porque la Rusia estalinista de entonces, por contraste, fuese precisamente el paraíso del proletariado; pero sí porque la descripción y opiniones de Ehrenburg, demoledoras, superficiales, disparatadas a veces, explican sin embargo muchas cosas de las que ocurrieron después. Eso convierte el libro en recomendable lectura para saber cómo se nos veía entonces desde fuera; y también, dicho sea de paso, para que templen su entusiasmo los simples que hoy describen la Segunda República como una Arcadia feliz rota sólo por obra y gracia de un par de obispos y cuatro generales malvados. Aquello nos lo cargamos entre todos, desde luego. Y el libro de Ehrenburg, aunque parcial y relativo, torpe a menudo, relaciona bien algunos porqués.

Pero, en realidad, de lo que yo quiero hablarles hoy es de limpiabotas. De una anécdota reciente que retuve quizá porque en ese momento, hace sólo unos días, me encontraba leyendo lo de Ehrenburg, y el libro se refiere también a los limpiabotas de aquellos años, criticando la obsesión de los españoles de entonces por llevar los zapatos limpios y relucientes. Unos cuantos muertos de hambre, viene a decir, pasaban la tarde entera con una peseta haciendo tertulia en una mesa de café, pero en cuanto disponían de alguna calderilla, todos llamaban altivamente al limpiabotas. La lectura de esas líneas me hizo pensar en lo que los tiempos han cambiado, y en la práctica desaparición en España del útil oficio de limpia. Hay quien se alegra de ello, pues lo considera denigrante y servil, pero no comparto esa opinión. Llevar los zapatos limpios, de casa o de fuera, sobre todo si son un par de buenos zapatos, es una magnífica tarjeta de presentación; pero es que, además, ese trabajo, como otro cualquiera, da de comer a gente que se gana dignamente su jornal. Remarco lo de dignamente, pues nunca vi nada deshonroso en el oficio de limpiabotas u otros similares. Al contrario, recurro a ellos cuando los necesito, conozco a varios hasta casi la amistad, y algunos -como uno de la Campana de Sevilla, ex legionario, ya fallecido, al que hace años dediqué un artículo- pueden dar lecciones de dignidad a la mayor parte de sus clientes, como las daba Alfonso, el cerillero del café Gijón, o las da Luís, el melancólico y profesional limpiabotas del Palace de Madrid, que lleva su oficio con estoica imperturbabilidad y sólo se lamenta, cuando hay confianza, de que cada vez hay más clientes con zapatillas deportivas, y eso no hay cristo que lo embetune. 

Sobre Luís, el limpia, es la anécdota. Porque estaba yo el otro día por allí, presentando libros y de charla con Miguel, el más impecable maître de restaurante del mundo, cuando advertí que un político de los que viven con suite o frecuentan el Palace -y no precisamente de su bolsillo-, de ésos que basan su negocio en proclamar lo poco españoles que son y lo menos que van a serlo cuando puedan, estaba allí sentado, leyendo el periódico mientras Luís le limpiaba los zapatos. Y lo miré, claro, pensando: tiene flecos la cosa. Cualquiera puede limpiarse los zapatos, si lo necesita. Puede y debe hacerlo. Todo el que pase por aquí, que es el hotel más elegante de Madrid, o se detenga en plena calle, ante los boleros mejicanos que atienden en la Gran Vía, por ejemplo. Pero no un político, rediós, en este lugar, a cien pasos del Parlamento. No ese fulano, que lleva más de veinte años enrocado aquí por la cara, pisando moqueta, y ahí sigue, haciéndose limpiar los zapatos en público, con absoluta indiferencia, dándole igual lo que piense quien lo vea. Con total e indecorosa desvergüenza. Así que no pude contenerme y le dije al limpia, cuando el otro ya se levantaba: «Luís, esos zapatos los hemos limpiado y pagado a medias entre usted y yo». Y Luís, que es sabio y gallego hasta en los cepillos, me miró en silencio, guardó el betún en la caja, sacó un pañuelo arrugado, se sonó la nariz y no dijo nada. 

Arturo Pérez-Reverte 
Patente de corso - XLSemanal - 13/4/2015

11 de julio de 2015

Ensalada fresca


Ensalada fresca es una receta para 4 personas, del tipo Entrantes, de dificultad Muy fácil y lista en 15 minutos. Fíjate cómo cocinar la receta.

Ingredientes

Lechuga
Escarola
Aguacate
Tomate
Mayonesa
2 aceitunas negras
Sal y pimienta

Cómo hacer Ensalada fresca

Primero picamos y lavamos la lechuga junto con la escarola, cortamos los tomates en cuñas y reservamos en la nevera para que esté fresca.

Seguidamente preparamos la mayonesa, pero en esa preparación le agregamos en el turmix las dos aceitunas deshuesadas, y reservamos.

Pelamos el aguacate, y lo cortamos en cuñas, emplatamos, bañando la ensalada con la mayonesa con el sabor a aceituna.

Si deseas hacer el plato más completo añade 1 huevo cocido por cada persona y algunas tiras de pechuga de pollo fritas.

Mario, nos hace llegar esta refrescante ensalada. GRACIAS.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 24 de Octubre de 2011.

9 de julio de 2015

Fábulas y Cuentos (2)

Ambrose Bierce


EL PATRIOTA INGENIOSO

Habiendo obtenido una audiencia del Rey, un Patriota Ingenioso extrajo un papel del bolsillo, diciendo:
-Espero que esta fórmula que tengo aquí para construir un blindaje que ningún cañón puede perforar sea del agrado de Su Majestad. Si este blindaje es adoptado en la Armada Real, nuestros barcos de guerra serán invulnerables, y por consiguiente invencibles. Aquí, también, están los informes de los Ministros de Su Majestad, certificando el valor de la invención. Me desprenderé de mis derechos sobre ella por un millón de tumtums.
Tras examinar los papeles, el Rey los apartó, y le prometió una orden del Tesorero Mayor del Departamento de Exacción por el valor de un millón de tumtums.
-Y aquí -dijo el Patriota Ingenioso, extrayendo otro papel de otro bolsillo –están los planos de un cañón de mi invención, que perforarán ese blindaje. El Real hermano de Su Majestad, el Emperador de Bang, está ansioso por comprarlo, pero mi lealtad al trono y a la persona de Su Majestad me obliga a ofrecerlo primero a Su Majestad. Su precio es de un millón de tumtums.
Habiendo recibido la promesa de otro cheque, hundió su mano en otro bolsillo, diciendo:
-El precio del cañón irresistible hubiese sido mucho mayor, Su Majestad, si no fuese por el hecho de que sus proyectiles pueden ser efectivamente desviados por mi peculiar método de tratar las corazas blindadas con un nuevo...
El Rey hizo al Gran Factótum una seña para que se aproximara.
-Revisa a este hombre -le dijo-, e infórmame cuántos bolsillos tiene.
-Cuarenta y tres -dijo el Gran Factótum, tras completar el escrutinio.
-Puede complacer a Su Majestad -exclamó el Patriota Ingenioso, presa del terror-, saber que uno de ellos contiene tabaco.
-Cuélguenlo de los tobillos y sacúdanlo bien -dijo el Rey-. Después entréguenle un cheque por cuarenta y dos millones de tumtums y mátenlo. En este acto decreto que la ingenuidad es un crimen capital.

EL OFICIAL DE POLICÍA Y EL
MALHECHOR

Un Jefe de Policía que vio a un Oficial golpeando a un Malhechor se indignó muchísimo, y le dijo que no debía volver a hacer algo así, bajo pena de destitución.
-No sea tan duro conmigo, Jefe -dijo el Oficial, sonriendo-. Lo estaba golpeando con un bastón de paño relleno.
-Así y todo -insistió el jefe de Policía-, usted se tomó una libertad que tiene que haberle resultado muy desagradable, aunque no le haya hecho daño. Sírvase no repetirla.
-Pero -dijo el Oficial, todavía sonriente-, era un Malhechor de paño relleno.
Al tratar de expresar su complacencia, el jefe de Policía extendió su brazo derecho con tanta violencia que la piel se le rasgó en el sobaco y un chorro de arena cayó de la herida. Era un jefe de Policía de paño relleno.


Artículo reeditado: Originalmente publicado el 28 de Junio de 2011.

6 de julio de 2015

Fábulas y Cuentos (1)


EL PRINCIPIO MORAL Y EL INTERÉS
MATERIAL

Un Principio Moral se encontró una vez con un Interés Material, en tren de cruzar un puente sobre el que sólo había paso para uno.
-¡Arrójate, ruin -tronó el Principio Moral-, y déjame pasar encima de ti!
El Interés Material simplemente miró al otro en los ojos, sin decir palabra.
-¡Ah! -dijo el Principio Moral, vacilante-. Echemos suertes, para ver quién de nosotros se aparta hasta que el otro haya cruzado.
El Interés Material mantuvo su inquebrantable silencio y su imperturbable mirada.
-Con el fin de evitar un conflicto -volvió a hablar el Principio Moral, ya un poco incómodo-, yo mismo me voy a echar, y te permitiré pasar por encima.
Entonces el Interés Material recuperó el habla.
-No creo que seas un buen paseo -dijo-. Soy un poco exigente acerca de lo que piso. Supongamos que te arrojas al agua.
Y así se hizo.

LA VELA CARMESÍ

Un hombre que yacía en su lecho de muerte llamó a su lado a su esposa, y le dijo:
-Estoy por dejarte para siempre; dame, entonces, una última prueba de tu afecto y fidelidad. Encontrarás en mi escritorio una vela carmesí, que fue bendecida por el Gran Sacerdote y tiene un peculiar significado místico. Júrame que mientras esa vela exista, tú no te volverás a casar.
La Mujer juró y el Hombre murió. En el funeral, la Mujer se Mantuvo de pie a la cabeza del féretro, sosteniendo una vela carmesí ardiente, hasta que esta se consumió por completo.

LA REPUTACIÓN Y LA TOGA

Reputación Manchada planteó una cuestión de privilegio, y dijo:
-Señor Presidente, deseo hacer un alegato para explicar que las manchas que se ven sobre mí son las marcas naturales propias de alguien que es descendiente directo del sol y de una cierva manchada. No provienen de ningún accidente de carácter, sino que integran el orden divino y la constitución de las cosas.
Cuando la Reputación Manchada volvió a sentarse, una Toga Sucia se levantó y dijo:
-Señor Presidente, he escuchado con profunda atención y entera aprobación la explicación del Honorable Miembro, y deseo ofrecer unas pocas observaciones en mi propio beneficio. Yo también he sido vilmente calumniada por nuestra antigua enemiga, la Infame Falsedad, y deseo señalar que estoy hecha de la piel de Mustela maculata, que es sucia de nacimiento. 

Nuestro amigo y ya veterano Colaborador, Guadiloba, nos ha hecho llegar estas fábulas y cuentos cortos del escritor, periodista y editorialista estadounidense del siglo XIX, Ambrose Bierce, al que un crítico de la época le apodó "Bitter Bierce" (El amargo Bierce), por su estilo cáustico y al que se le considera el heredero literario directo de Edgar Allan Poe; destacó en el género terrorífico y al debemos algunos de los mejores relatos macabros de la historia de la literatura. Con este artículo iniciamos esta serie.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 15 de Junio de 2011.

4 de julio de 2015

Pastel de Verduras


Ingredientes

▪ Zanahorias 7 unidades
▪ Brócoli
▪ Remolacha
▪ Huevos 4 unidades
▪ Sal
▪ Pimienta
▪ Mantequilla
▪ Pan rallado

Elaboración

Se cuecen las verduras por separado.

Se prepara un molde, untado con mantequilla y pan rallado.

Se reservan dos zanahorias y las otras las batimos con los huevos, la sal y la pimienta.

En la base se pone, un poco de la zanahoria batida , unas rodajas de remolacha, otro poco de la crema , unos trozos de brócoli , otro poco de crema ... Con el horno precalentado, se mete el molde al baño maría a 180ª durante unos 30 minutos.

Nuestra Seguidora, Mari, que prefiere las verduras, nos ha dejado esta sana receta de pastel. GRACIAS.


Artículo reeditado: Originalmente publicado el 17 de Octubre de 2011.