Cuando Rick Hoyt vio la luz de este mundo, el oxígeno no le llegaba al cerebro como debía. Ello era provocado por el enrollamiento del cordón umbilical a lo largo de su cuello, lo cual le estaba provocando una parálisis cerebral. Esta desdicha fue calificada por los médicos como una fatalidad que dejaría al recién nacido Rick en estado vegetal el resto de su vida. Desde este momento, los padres de Rick se empeñaron en invalidar el pronóstico que le habían dado y volcaron todo su amor en el recién nacido.
Con el paso de los años Rick fue demostrando avances con respecto a las predicciones pesimistas, gracias al empeño de sus padres por inculcarle una educación acorde con las cualidades cognitivas que Rick iba demostrando. De este modo, el pequeño iba construyendo su propio destino.
Sus capacidades comunicativas estaban mermadas, al no poder articular palabras, pero sin embargo sus ganas de comunicarse eran patentes. De este modo, a la edad de doce años, Rick empezó a utilizar una computadora especial que le serviría para comunicarse. Las primeras palabras que logró transcribir fueron: "¡Vamos Bruins!" (en referencia al equipo de hockey sobre hielo Boston Bruins, que en ese momento se encontraban disputando las finales de esa temporada).
Fue entonces cuando su padre, Dick Hoyt, se percató de que el pequeño Dick tenía alma de deportista. Sin duda había heredado esto de su padre. Desde entonces, y como prueba de su amor y cariño, quiso compartir con su hijo las pruebas atléticas que Dick realizaba, puesto que tenía la certeza de que su hijo se merecía desplegar su espíritu de deportista en el cuerpo de su padre.
En un principio fueron maratones, para posteriormente especializarse en pruebas de triatlón, como la “Iron Man”, en la que en la actualidad siguen compitiendo bajo el nombre de "Equipo Hoyt". En dicha especialidad los participantes deben recorrer 3,86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera a pie (justo la distancia de la que consta una maratón). En la fase de natación Dick tira de su hijo sentado en una barca especial, en la transición al ciclismo lo coloca en un asiento acoplado a la bicicleta, para finalizar empujándolo en una silla de ruedas mientras corre la maratón.
No puedo dejar de emocionarme cada vez que veo el video que a continuación incluyo. Sin duda el espíritu humano puede llegar donde se lo proponga. Nada es imposible y el amor todo lo puede.
Página Web Oficial del Equipo Hoyt
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 04 de Octubre de 2012.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 04 de Octubre de 2012.