Vivimos en un país feudal. No sé
si por el cambio climático o por la poca vergüenza de muchos (que no son pocos),
nos han trasladado a una época desacreditada por el Humanismo, Renacimiento,
Racionalismo e Ilustración.
Tenemos rey. No pinta nada pero
puede cometer cualquier felonía. Es el rey y como dice el Sabina es un borbón
que equivale a un montón, vacilón o mojón.
Los señores feudales apoyan a la
realeza ya que ellos forman una clase social muy alta, integrada por un grupo
privilegiado de guerreros, banqueros y
religiosos. Moran en sus fortalezas y sus principales ocupaciones son el
pillaje, el yate en las Barbados y los clásicos torneos de fondos preferentes o
rescate de la bella euro. Suelen tener sus principales tesoros en otros reinos
feudales. Sus ingresos proceden de los tributos que les pagan sus siervos por el usufructo del dinero que les prestan y que éste a su vez emana del gobierno. Estos señores y señoras (se
abre el telón y aparece una urna con manuscritos que el pueblo borreguero no acaba
de entender), son los que coordinan todos los condados feudales para que
ninguno se salga de la tabla redonda, también llamada escuálida piel del toro. Los
sacerdotes, abades y obispos pertenecen al mismo grupo social que la nobleza
guerrera y son los responsables de la
dirección de la iglesia y de los sueños de la nobleza, perdonándoles todas sus tropelías
con la oración y la bula papal. Con los poderes que le otorgan el gobierno y la
nobleza se han alejado de los principios básicos del Dios que pretenden adorar:
pobreza, obediencia y castidad. Llevan una vida de riquezas, vasallos que le
rinden homenajes, tributos y siervos que le trabajan la bragueta.
Los campesinos y artesanos,
llamados en muchos foros masa fétida, son la clase social más baja de esta
época, y se dedican a servir a las clases dominantes y no funcionan como una unidad de producción
sino que además deben de producir para mantener al rey, nobleza, iglesia y
otras especies en expansión: los que gobernaron, los que se liberaron y los que
robaron. Como no conocen la lengua culta de los nobles (Ibex35), su pensión
tiene un aumento en el descuento. Prima de riesgo, IPC, FMI, Broker, Merkel…),
utilizan un lenguaje soez: Estamos hasta los cojones. Los golfos me han quitado mi cabaña. Tus muertos. Hoy
no...........Mañaaana. Se aberrrrrrroncha cooontra el rrroocaje vivo. Golfo
cierrabares. Tienes menos vergüenza que un gato en una matanza. Pero que sepas
que ser eres. ¡¡¡Poder de la vara!!!!!. Sera piojoso el tío este. Auste a la
mierda!!! cuidaico conmigo eh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!cuidaico! Las gallinas que
entran por las que van saliendo. Si hay que ir se va...pero ir pa ná es tontería.
Dar vueltas como vaca sin cencerro. Mentirusco gordo atao con piedras. Arropacuñado.
Está mintiendo como un concejal de urbanismo. Chupaculoyconlalengualoshuevos. Soplagaitas del aeropuerto de Castellón. Dos
raciones de atascaburras. El annnnssia viva! Sus vui a crugir viiiiiiiiivos. Ay
señor llévame pronto!!! Cabrones. Lo pagareis
carroñacucaracheras.
Alguien dirá que aún no ha llegado el derecho de pernada... un poco más de tiempo y todo será posible. ¡Ah! y no olvides que desde hace ya bastante tiempo te la están metiendo doblada.