Los tiempos que corren son difíciles, a la vez nuestros dirigentes, los elegidos por la mayoría, nos bombardean con noticias tan drásticas y mediáticas que los que tenemos hijos tememos, no solo por lo que hasta ahora está ocurriendo, sino porque lo que plantean aquellos, no es nada halagüeño.
Los que han dejado las cábalas a un lado porque no les salen los números dado a que han sido marcados por la cifra récord millonaria de desempleados, vaciando sus viviendas de cosas innecesarias o duplicadas, empeñando todo lo posible para que algunas necesidades primarias no falten, o bien guardar algo de dinero para una urgencia imprevista.
Sin embargo queda el recurso de la fe, aquella que aún siendo intangible está llena de una fuerza capaz de mover a otros millones de seres creyentes que buscan la complacencia con oraciones y ofrendas a los santos y vírgenes, o al ser supremo, su Dios, su Buda, su Yahvé, su Ala, etc., entendiendo y dando por bueno el resultado que se de, porque es decisión de ellos.
Me gustaría hacer una pequeña alusión y resaltar lo que ha sido la festividad de la “Candelaria” en el Rocío, donde miles de niños son pasados por debajo del manto de la Virgen del Rocío a fin de tener su protección santificada y milagrosa, esta fiesta litúrgica esta hecha para ellos, los niños nacidos antes de su celebración, agrupando una cantidad ingente de personas que aprovechan, aún no siendo tan niños, para con la fe obtenida, llegar a pensar que la protección se puede ampliar a todos los que por el manto pasan año tras año reconfortando su alma, mientras otros se reconfortan viendo como sus negocios se llenan, obteniendo suculentos beneficios. ¡Viva la Virgen del Rocío!
El llanto aflora en los rostros de los mayores que acompañan a los críos, manifestando sentimientos diferentes, temor, amor, dudas, felicidad, alegrías y penas, y personalmente después de haberlo visto no me queda claro que esa solución sea la menos buena incluso podría decir que ante una amargura, he sentido paz al visitar en su ermita a la Virgen del Rocío, quizás observando a tantos como yo agarrados al amor de su fe intentando caminar con su ayuda, que para mi es la mentalización de una esperanza o resignación a llevar el dolor a cuestas por ser designio del todopoderoso, y ante lo que se avecina, hará falta esa Fe y algo más.