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14 de mayo de 2013

¡Cámara, Acción!


No, no se trata de una secuencia de cine, aunque no me extrañaría que algún director lo pusiera en marcha para una película en el estilo de tragicomedia, porque es trágico, pero al final un desahogo siempre viene bien.

La situación se está poniendo día a día mas tensa, solo echar un vistazo a la prensa, y podemos leer diferentes noticias, que lamentablemente hablan de cuestiones negativas en su gran mayoría, páginas y páginas llenas de sucesos, que no hacen mas que preocupar a un público cansado de ese bombardeo, angustiando, aún mas si cabe, por lo que en la actualidad está pasando.

Lo mismo pasa en televisión, las cadenas se jactan de dar conocimiento de primicias que van sobre lo mismo, política cara y caótica, alzamientos en países de economía en declive, conatos de guerras o imposiciones que podrían hacer que se irradiara al resto del mundo, interviniendo en el ahogo del que periódicamente ve televisión.

El miedo se palpa en el ambiente, tanto para el que tiene un trabajo, lo tienen hoy, mañana no se sabe, y hay que tragar con lo que te echen, y por lo que quieran pagar. El que está desempleado y cobra prestación, observa como el inexorable tiempo pasa rápidamente, sufriendo porque se acabe el poco soporte económico que entra en casa, o el que no lo tiene, porque aun así, cree que las puertas se están cerrando en su país, tratando de poner sentido a las carreras que tanto le costaron, emigrando a lugares insospechados y obligando a sus padres a sufragar los gastos que se originen. Y aquellos que durante años dejaron su piel en el trabajo, los jubilados, cuyo salario pende de un hilo, mientras suben los impuestos, y las primeras necesidades, ven como aquél se congela, padeciendo amarguras en el tiempo que les queda vivir para que no les falte nunca.

Además de todo esto, el que tiene poder, tratará por todos los medios aprovechar el desequilibrio, aumentando, mas si cabe, la presión en aquellos, que directa o indirectamente, se ven envueltos en esa tesitura, por ejemplo, se instalan cámaras de vigilancia para, en principio, controlar que nadie ajeno a la empresa entre sin el debido permiso, o poder observar algún peligro que se origine en el edificio, incendios, derrumbes, etc., pero una vez colocadas dichas cámaras, se aprovecha la coyuntura para que el control pase a vigilar a los trabajadores; que si hablan, que si ríen, que si van mucho al servicio, que si fuman, que si beben, que si entran tarde, que si salen temprano, que si se ponen con la regla, utilizando este medio para atemorizar al personal, que coartado intenta hacer el trabajo que se le encarga aun sin gustarle.

Pero la cosa no queda ahí, aquellos jefecillos que no se lo merecen porque en realidad no sirven para eso ni para nada, ni disponen de ese dispositivo, eligen al azar a alguno que esté pasando vicisitudes agónicas, que se preste al peloteo profundo y que a dedo ha sido contratado, o por algún favor sexual, para servir de chivo expiatorio, y anote cada una de las anomalías que se produzcan en su ausencia para después ir a contársela. 

Después de escribir esto, y leerlo varias veces, no dejan de darme ganas de vomitar ante tales atrocidades, el estómago hace más ruido que una vuvucela en una misa de difuntos, cogiendo una rabieta de impotencia, que algunas veces me dan ganas de enseñar agitando el dedo corazón de mi mano derecha ante las cámaras o directamente decir “vete a la mierda, tú y tu chivato”.  

2 de mayo de 2013

¡¡Peligro!! Se acerca un fumador



No me simpatiza mucho hablar de la crisis, dar publicidad gratis a aquellos que hemos querido que nos representen para luego llegar a hacerlo de esta manera, como que hablar de política, no es de mi agrado. Sin embargo hay que admitir que debido a esta y otras cuestiones, el ambiente ha cambiado de tal forma, que hace que cada uno lleve su chaleco salvavidas, (el que lo tenga), y además intenta que la barca donde navegamos, no vuelque, ni suba nadie mas de lo permitido, ni entre agua de ninguna forma.

En la actual singladura, estamos sometidos a la monotonía diaria, casa, familia, estudios, trabajo, y por la situación real, multiplicamos el sometimiento convirtiéndolo en estrés, una presión en una caldera que bajo mi punto de vista no está para resistir mas calor, una barca por donde le está entrando agua, ha subido mas gente de lo acordado, y los chalecos salvavidas son menos que todos los que somos.

Quizás esta sea una razón para que alguno o varios lleguen a perder la paciencia, y pasen de un estado normal a otro donde la tensión hace acto de presencia y dejen de ser los que eran, que con la que está cayendo, podría servir incluso de atenuante, sin embargo hay otros individuos que les da los mismo, ellos van a “su bola”, arrollando a todo lo que se ponga por delante, sea lo que sea o quien sea, creyendo que conseguirán la medalla al mejor trabajador o los favores de sus respectivos jefes, (algún puesto de confianza), o el desequilibrio innato y prepotencia ficticia que representan, hacen que tengamos cuidado con ellos.

Atentos amigos, este tipo de individuos son peligrosos, se nutren de la confianza para sacar la información que les interesa para luego emplearla contra aquel que no le de la razón o no le cae bien, o simplemente es mejor que él, y si no, creando situaciones falsas para intentar desprestigiar, calumniar, o denunciar al que se pone en su punto de mira, mientras  ellos se saltan a la torera las normas de manera infame.

Para mi no tienen cabida en mi mundo, son gente que se comerían entre ellos, son cobardes, muy inteligentes para hacer daño, pero inútiles integrados, bazofia inmunda que tristemente pululan por nuestro entorno yendo a la caza del débil, del indefenso, y para mas inri, ostentan un cargo de poder, que utilizan para ponerlo a todo rigor y sin pudor con aquellos.

Despreciables individuos desahuciados por todos, yo fumo, tengo mi derecho, si molesto basta con decirlo y se apaga, pero por cojones no, yo también los tengo bien puestos y bastantes gordos.