30 de abril de 2011

El Ángel de la Guarda (Reedición)


Ella estaba sentada, sola, en la sala de descanso, tomaba un café a sorbos cortos, absorta en sus pensamientos, su mente no paraba y las ideas surgían atropelladamente:

“Hoy no estoy muy animada, será este maldito clima tan húmedo y gris. Paso muy poco tiempo con los niños, cada vez son más mayores y ahora, cuando quiero acercarme a ellos, ya no les apetece tanto, estas cosas no se pueden recuperar”.
“El coche me sigue dando problemas, tendré que llevarlo al taller, aunque este mes viene fatal, ya veremos como llegamos a fin de mes”.
“Además está Manuel, le noto más distante, cada vez hacemos menos el amor, parece que ha perdido interés por mi, igual que cuando tonteaba con aquella compañera de su trabajo, tengo que hablar con él”.
“Quien está hoy, ¡¡¡Ah!!!, es un cretino, piensa que todas vamos a caer rendidas a sus pies”.

En esto se iluminó el indicador de la 174, se levantó y recorrió el pasillo con pasos rápidos, antes de entrar, respiró hondo, se arregló el pelo y adornó su cara con una amplia sonrisa.
Entró en la habitación diciendo:
- ¿ Cómo está el campeón ?. Muy bien, te has comido todo el desayuno, te vas a poner muy fuerte. 
En la habitación, en la cama, estaba Alberto, un niño de 6 años. Si no fuera por su absoluta calvicie, producto de los efectos secundarios de su tratamiento, y por su extraordinaria palidez, se diría que es un niño normal, sano.
A los pies de la cama, en vigilia, la madre del niño, el cansancio y la tristeza se asomaban a sus ojos, se dirigió a ella diciendo:
- El Doctor dice que el tratamiento va muy bien, si sigue así, pronto estará con sus amiguitos del cole jugando a la pelota.
Y sonrió con ternura, con complicidad, casi más que una sonrisa, fue un abrazo a aquella desconsolada madre.
Mientras tomaba la temperatura a Alberto, le ponía el tratamiento y jugaba con él diciéndole: “Veo, veo, una cosita que empieza con A”.
La madre del niño, al verle dudar, le ayudó: ¿No lo ves cariño?, el angelito que hay pintado en la pared, es un Ángel de la Guarda.
Alberto, solo miró el dulce rostro de la mujer que le cuidaba y con la que jugaba, abrió mucho los ojos, creyó ver que desprendía luz, detrás de ella, entró por la ventana un rayo de sol y se vio un precioso arco iris. Alberto no tenía ninguna duda, aquella mujer de blanco, era su Ángel de la Guarda.

Artículo dedicado a los buenos profesionales de la Sanidad y muy especialmente a nuestr@s seguidor@s del Hospital Universitario de la Paz de Madrid, gracias por vuestro trabajo y humanidad.

28 de abril de 2011

Tiembla

El pasado 11 de marzo nos levantamos estupefactos al conocer la noticia de la gran catástrofe natural que azotó, principalmente, la zona norte del archipiélago japonés.

Un seísmo (sismo) de casi nueve grados en la escala Richter con hipocentro en el océano Pacífico, al oeste de Hokaido, la más septentrional de las grandes islas de Japón, hizo temblar a través de sus ondas sísmicas todos sus alrededores.

Lo peor llegó momentos después; el seísmo provocó un desgarro del terreno; una falla. Como una gran turbina subterránea, puso en movimiento grandes masas de agua marina (Tsunami), que a una velocidad impresionante, arrasó todo lo que encontraba a su paso, adentrándose Kilómetros desde la línea de costa.

Las replicas continuas no cesan.

Los movimientos sísmicos (Terremotos), son signos evidentes de que el planeta tierra tiene vida. La energía de su interior puede aflorar de muchas formas.

La corteza terrestre es la capa sólida exterior, con distintos niveles de grosor, que en forma de placas tectónicas, flotan sobre un manto viscoso incandescente, Así el magma del manto tiende a salir por las fisuras que se crean entre placas. La corteza se va creando y destruyendo en un proceso continuo. Las placas oceánicas son más densas que las continentales; por este motivo se produce una subducción de unas bajo las otras. Son zonas de destrucción de corteza terrestre.

Precisamente es en esa frontera donde existe una gran actividad sísmica. Ejemplos de estas fronteras pueden ser: La placa Pacífica con la Norteamericana, la de Cocos con la del Caribe, la de Nazca con la Sudamericana, la Arábiga e Indoaustraliana con la Euroasiática, etc.

Puntualmente, existen más zonas con gran actividad sísmica, como los arcos volcánicos: archipiélagos volcánicos repartidos por casi toda la geografía del planeta.

Existen otras zonas donde se crea corteza terrestre: El magma, lava basáltica, aflora por el rift axial, es decir por las dorsales oceánicas, que son como grandes cordilleras que de norte a sur recorren el centro de los grandes océanos..

Hemos oído hablar, en muchas ocasiones, de una falla: Cuando una placa litosférica (tectónica) se desliza por delante de otra, sin ocasionar separación o convergencia entre ellas, se produce una fractura casi vertical; eso es una falla. Se trata del plano de fractura de una roca, produciendo un movimiento de la masa rocosa de un lado con respecto al otro.

Los destrozos que pueden ocasionar los terremotos, dependen, tanto del nivel de grados que alcancen en la escala Richter (antes Mercalli), como de la aplicación de las leyes antisísmicas en la construcción de edificios del país donde ocurra el seísmo. Como es lógico, el nivel económico de los países incide en la mayor o menor aplicación de dichas leyes y por lo tanto en los daños que pueden generar.

El sismógrafo, aparato que a modo de un electrocardiograma, va marcando continuamente los incesantes movimientos sísmicos, casi siempre imperceptibles para los sentidos del ser humano.

Japón es una gran nación y su potencia económica y por lo tanto de aplicación de las leyes antisísmicas en las construcciones, están fuera de toda duda; no obstante el terremoto y posterior tsunami que ha padecido, ha sido de tal intensidad que sus efectos han sido devastadores, además de haber dañado gravemente importantes infraestructuras nucleares, generando una evidente y grave amenaza nuclear.

La grandeza de esta nación, pero sobre todo la organización, laboriosidad y sacrificio del pueblo japonés, está siendo decisivo en la titánica lucha que, en este momento, se está realizando para reconstruir la zona afectada y para impedir una catástrofe nuclear mayor a la ya ocurrida. Solo podemos manifestar nuestra admiración y apoyo a este pueblo amigo. Japón estáis en nuestro corazón.

26 de abril de 2011

El progreso de la regresión


Después de un largo tiempo jodiendo, mamoneando, humillando, prevaricando, robando y todos los epítetos que se nos puedan venir a la mente, el Maná-Maná se sintió cansado, vacío mentalmente; ya no hay más carnaza en esta vida terrenal.

Esa situación era insostenible para él; entra en una vida de letargo; sin metas, sin ilusiones, ya no necesita más jamones, ni dinero, ni piscina, ni chalet, ni parcelas, ni comidas, ni móviles, ni vehículos de lujo, ni viajes a Méjico lindo; está cansado de mentir; ya no le queda ningún elemento vivo al que maltratar.

En un panorama así, en su caos, se produce una catalecsis mental que hace que empiece a regresar al pasado a través de un alzheimer galopante.

Su mente vuelve a su etapa agonística de poder y prepotencia (ya sabida por todos los elementos vivos del reino animal y vegetal). Pero continua su regreso al pasado; pasa por la etapa en la que quería escalar, se trata de una etapa de reptación, donde se metamorfoseó en una culebra come huevos (con perdón a la culebra).

Sigue retrocediendo y se ve en el momento en el que se afilió a un partido político, sin fe ni creencias en la filosofía de ese partido. Continúa regresando y pasa por su etapa estudiantil, donde era el más zoquete de su clase; y así sucesivamente hasta llegar a su posición fetal.

Unas preguntas que nos hacemos todos son: ¿Cuándo estuvo afiliado en las listas del paro?; ¿Cuánto ha trabajado?.

Es precisamente en esa situación fetal, cuando se detiene el tiempo; como un pitoniso del oráculo de Delfos, previendo todo lo que le podría devenir en su futuro (lo que ocurrió), decide evolucionar en el mundo marino, algo que presuponía distinto y novedoso.

Penetra en el mundo del dios Neptuno.

En su primera etapa es un chanquete, tratando de librarse de todos sus predadores. Sale ileso.

Como casi la mayoría de los animales marinos, su crecimiento fue muy rápido. Conforme crecía, iba sacando pecho como un palomo “salío, macho piara”.

Va pasando de una especie a otra; de chanquete pasó a besugo (siempre lo fue); de ahí a brótola; de ahí a pez manta (siempre lo fue); de ahí a congrio (siempre lo fue); de ahí a paire (siempre lo fue); de ahí a pez globo-pelota (siempre lo fue) y un sinfín de especies.

En todas sus etapas trataba, no solo de comer por necesidad, que es comprensible, sino de joder, masacrar y esquilmar.

Cuando se transforma en un atunarro, se creyó que era el más poderoso; el Maná-Maná del mar. Desconocía otras especies.

Un día, chuleando, bacilando, montado en un caballito de mar oficial, un tiburón martillo le dio un martillazo en la cabeza; otro tiburón le dio un bocao en el lomo; otros tiburones, más pequeños, le comieron los cojones (lo poquito que tenía). Detrás vino un pez espada y le metió el rejón de muerte.

Así se truncó, se acabó la prepotencia y chulería del Maná-Maná.

Quien mal anda, mal acaba; y sobre todo, mamoncete, si no sabes torear para qué te metes.

 
"La rana Gustavo", nos remite este nuevo artículo, en el que nos describe las peripecias de un "peculiar personaje" en el reino marino. GRACIAS. 

24 de abril de 2011

Los mayores errores en la dirección de personas (2)

Seguimos con el extenso catálogo de errores en la dirección de personas que Acosta a recogido en su último libro:

El trabajo y el humor son incompatibles. Hay muchas personas que consideran que el trabajo es una maldición bíblica y, por tanto, el humor y la diversión están fuera de lugar. Sin embargo, y según recoge el libro "una investigación reciente ha revelado que los líderes más sobresalientes consiguen que su equipo estalle en carcajadas tres veces más que la media".

Pero no hay que confundir hacer reír o tener una relación cordial y distendida en el equipo de trabajo con hacer el payaso. El humor debe partir de reírse de uno mismo o de los fallos colectivos, nunca de los demás, recuerda el autor. Un ambiente distendido, no sólo hace que el grupo esté más motivado, sino que rinda mucho más.

Criticar a alguien para mejorar su comportamiento. Informes y expertos lo demuestran: Esta forma de actuar es un grave error que lo único que provoca es resentimiento. "Los fallos que pueda cometer un profesional, por supuesto que deben ser abordados, pero siempre en privado y señalando claramente los puntos de
mejora", dice Acosta. No cabe decir a alguien: "Este informe es un desastre", lo correcto es comentar: falta esto, falla aquello o le sobra esto otro.

La clave está en la crítica positiva: "Conseguirás mejores resultados si agradeces el resultado bien hecho y limitas las críticas a lo corregible".

Delegar es fácil. Cuando nos encontramos al frente de un departamento y un equipo es muy normal que nos veamos desbordados por las tareas. Llegado este momento sabemos que tenemos que delegar, y aquí llega el error: pensamos que ya sabemos y que sólo consiste en que otra persona realice una cuestión concreta. No obstante, es un arte tan complejo, tan difícil, que nunca se domina del todo.

"Delegar es guiar, seguir y motivar. No significa dejar que la otra persona se las apañe como pueda. Para delegar hay que dedicarle mucho tiempo a la persona que se ha elegido y eso no es perder el tiempo, al contrario, es invertirlo", insiste Acosta.

Implica analizar qué miembro del equipo está preparado para asumir cada tarea. "Vendérsela", hacer que quiera realizarla, no tanto como una obligación, sino como un desafío. Formarlo en lo preciso y asistirlo durante el proceso.

Solucionar problemas. Lo primero es clasificar el problema. Y un error en este punto puede suponer un contratiempo. Los problemas deben tratarse como posibilidades de mejora. Por eso, dice Acosta, una de las formas infalibles de detectar un mal jefe es cuando aparece un obstáculo, porque el superior busca un culpable, y no la oportunidad.

También hay que tener en cuenta que detectar un problema requiere su tiempo, porque no es una tarea sencilla; y por supuesto, necesita tratamientos distintos.

Tener miedo al error. Se trata de ver la equivocación desde otro prisma: mejora, oportunidad, aprendizaje e información. Un error es conocimiento. Y todos nos equivocamos. Los estudios demuestran que los líderes más sobresalientes se equivocan tres veces más que los mediocres. Porque arriesgan y porque han aprendido de los fallos cometidos.

Estar pendiente del correo. El mail ha modificado nuestro modo de trabajar, hasta incluso convertirlo en una esclavitud inventada. Por eso se debe evitar una serie de aspectos para que no genere dos principales problemas: interrupciones constantes y priorizar lo que no se debe. De este modo, es conveniente desactivar la opción de aviso de mensaje entrante y abrir el correo sólo cuando se esté dispuesto a contestar.

El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. De ahí, que estos errores se comentan a menudo y en numerosas ocasiones. 100 errores en la dirección de personas saca a la luz un centenar, pero seguro que conoce más.

EL LIBRO

Título: 100 errores en la dirección de personas

Autor: José María Acosta

Editorial: ESOIC

Precio: 15 euros

Con esta entrega, concluye esta instructiva serie. Esperemos que tenga repercusión en aquellos que trabajáis con Equipos Humanos. GRACIAS.

23 de abril de 2011

Aprenda a llamar a la Policía



Tengo un sueño muy liviano, y la noche pasada noté que había alguien andando sigilosamente por el jardín de mi casa.

Me levanté silenciosamente y me quedé siguiendo los leves ruidos que venían de afuera, hasta ver una silueta pasando por la ventana del baño.

Como mi casa es muy segura, con rejas en las ventanas y trancas internas en las puertas, no me preocupé demasiado, pero estaba claro que no iba a dejar al ladrón ahí, contemplándolo tranquilamente.

Llamé al 112 e informé la situación y di mi dirección.

Me preguntaron si el ladrón estaba armado; de que calibre era el arma; si estaba solo; si ya estaba dentro de la casa; etc., etc.

Aclaré que no y que de las características del arma no sabía nada.

Me dijeron que no había ningún coche para ayudar, pero que iban a mandar a alguien en el momento que fuera posible, que si pasaba algo que volviera a llamar !!!

Dos minutos después llamé nuevamente y dije con voz muy calmada:

- Hola, hace un rato llamé porque había alguien en mi jardín. No hay necesidad de que se apuren. Yo ya maté al tipo con dos cartuchazos de la escopeta de caza, que tengo guardada para estas situaciones. Y el tiro se lo pegué en el pecho !... Tiene un agujero como el Túnel del AVE y las tripas están ahora regadas por el jardín...

Pasados menos de tres minutos, había en la calle 5 coches de la Policía; un helicóptero de Guardia Civil , el Juez de guardia, 2 patrullas de Protección Civil, un equipo de reporteros de Televisión, 6 fotógrafos y un grupo de derechos humanos, que desde luego no se perderían esto por nada del mundo.

La Policía agarró al ladrón in fraganti, quien estaba mirando todo con cara de asombro, tal vez pensando que la mía era la casa del Comisario Jefe de Policía.....

En medio del tumulto, un Picoleto se aproximó y me dijo:
- Creí que había dicho que había matado al ladrón.

Yo le contesté:
- Creí que me habían dicho que no tenían a nadie disponible para mandar.

ESTA ES MI ESPAÑA COÑO..!!


Un seguidor anónimo, nos remite este artículo, GRACIAS por tu participación amigo anónimo.

19 de abril de 2011

In Memorian Alexandra Ioana Mihaita


Aún no había cumplido 15 años y ya era una personita hastiada de una vida en la que había rodado por varios países desde los 7 años. Arrastrada en principio por la necesidad de una madre de ganarse la vida y quizás más tarde por la locura de una madre que cuando se vio con dinero lo gastó sin pensar en un mañana, que de tener buenos trabajos, por distintos motivos, incluyendo la crisis, paso a conseguir solo trabajos de interna donde no podía llevarse a su hija.

Alex al principio contaba con un hermano que hacía las veces de madre y la mandaba a lavarse, peinarse y vestirse para ir al colegio, pero todo cambió cuando ese hermano tiene una novia que se va a vivir con ellos. Una novia que critica duramente a su madre y quiere imponer su forma y manera de hacer las cosas, en lo poco que queda de una familia desestructurada por circunstancias que desconozco, en su totalidad. Solo sé que Alexandra era huérfana de un hombre que murió en las entrañas de una mina, dejando sola a la niña de sus ojos. Desde entonces anidó en ella la nostalgia, y el amor que tenía a su padre paso a su hermano, al cual adoraba y con el que vivió algunos de los pocos momentos de felicidad en su vida.

Esta novia se pone a la altura de una niña de 12 años que defiende a su madre con la rabia de un animalito herido. Esta chica al embarcar en la republica independiente de Alex quiso ser el capitán porque la suegra estaba loca y su pequeña cuñada era una niña maleducada, mimada y caprichosa, con un genio y un carácter semejante al de ella misma, con lo cual chocaron desde el instante en que se conocieron. Se puso a la altura de una cría al quejarse de "su suegra" delante de una niña y no entender su reacción. Ella para Alexandra era una extraña, una intrusa y al ver que su madre era criticada tan duramente reaccionaba con el histerismo propio de un ser que había vivido demasiado y que justificaba el comportamiento de su madre simplemente porque era lo único que le quedaba, porque era "su madre", y se lanzó como un gato, arañando a la extraña que no quiso entender, que quiso que su novio fuera su marido, solo y exclusivamente "su marido", ni hermano, ni hijo, ya solo se debía a Ella y al hijo que ya llevaba en su vientre. Con esta realidad convivía Alexandra cuando la madre pierde el trabajo de interna y comienza a vivir con el dinero del hijo (ella veía lógico que si en el pasado ella crió y mantuvo a ese hijo, ahora fuera al revés)...Pero su hijo la echa de casa porque no paga su parte del alquiler, y debe ya una cantidad a la que él no puede hacer frente, máxime cuando ya están esperando un hijo, él y su novia. Vivir en la calle, dormir en la estación de autobuses, eso vivió Alex hasta que su madre habla con nosotros y nos pide que la cuidemos hasta que ella consiga un trabajo o hasta que arregle los papeles para que le den una pensión de orfandad a su hija por la muerte del padre, y puedan volver a Rumanía.

Alexandra pasa el invierno y la primavera con nosotros, hace amigos, va a la piscina y tiene la vida familiar que siempre soñó, llena de cariño y al mismo tiempo de un padre que intenta educarla, que la matricula en el colegio, y le exige que estudie porque es inteligente. Sale con la pandilla de amigos de una vecina de su edad, se hace fotos que cuelga en una red social e intenta adaptarse a una forma de vida ordenada y con responsabilidades de niña, no de adulta, como le exigía su familia de sangre. Muchas veces nos pide que la adoptemos, y con dolor de nuestro corazón le decimos que no podemos, ni por nuestra edad, ni porque tenemos hijos a los que no podemos ayudar debido a nuestra situación económica. Pero además porque hay una realidad a la que no debe renunciar, a su familia, a su madre al menos, a la que debe dar una oportunidad para resolver su situación y a la que no debe abandonar. Si hubiéramos sabido realmente lo que sentía en lo más profundo de su interior y lo que pasaría más tarde........ probablemente no le hubiéramos dicho lo anterior, ni nosotros, ni nuestra querida vecina, que también ejerció un poco de madre con ella. Si hubiéramos sabido.........

Ya no volvimos a verla más, la madre volvió a Madrid, a trabajar de interna y ella se quedo esperando que alguien pudiera traerla. Su madre, nosotros, alguien. Apenas cogíamos el teléfono para no darle esperanzas cuando quiso pasar el verano con nosotros. Aún me duele no haber hablado mas con ella, consolarla, darle alguna palabra de aliento.

No sé cuando recibimos la noticia de que se había caído de un cuarto piso y estaba hospitalizada en estado de coma. Todo su cuerpo fracturado, cadera, piernas, brazos, cráneo. Aguanto más de una semana, supongo que esperando ver a su madre. Nosotros no pudimos ir, ni dinero, ni permiso en el trabajo, y la pena en el alma, la culpa. Nos manteníamos en contacto diariamente por teléfono con una amiga de su madre que hablaba español. Su madre vino a vernos a principio de Enero, nos contó que fue un accidente, que los papeles estaban listos para traérsela con ella a vivir a la casa donde trabaja, que la niña lo sabía, mi marido sigue diciendo que en su facebook lo último que escribió es "nadie me quiere" , "yo quiero volver a España para ver a mis amigos, pero nadie me lleva, todo son palabras vacías".

Descansa en Paz Alexandra Joanna Mihaita

FABIOLA SANDOVAL


Un amigo nos ha hecho llegar este escrito, firmado por FABIOLA SANDOVAL. Poco más podemos añadir, solo aprender y procurar que historias así no se repitan... GRACIAS.

17 de abril de 2011

Los mayores errores en la dirección de personas (1)


Dirigir un equipo es muy complejo. Nadie nace sabiendo y lo peor es que se nos enseña poco y mal. Por eso hay determinados errores que cometemos una y otra vez. Entre los más habituales están dejarse llevar por el día a día, rodearnos de quien no nos haga sombra, ser demasiado competitivos, no saber delegar y sufrir de reunionitis. Aunque algunos parecen crónicos, se pueden curar.

Cuando una persona se incorpora a una empresa lo hace con la ilusión de aportar lo mejor de sí mismo, de poner en práctica todo lo que ha aprendido durante años de formación y con las ganas de aprender de los que ahora serán sus profesores: los jefes. Más a menudo de lo que quisiéramos, estas expectativas se ven truncadas por una realidad que nos muestra que no contamos mucho y que la forma de actuar de nuestros "maestros" deja mucho que desear.

José María Acosta, experto en formación y consultoría, dice que "debemos ser conscientes de que no hay expertos, sólo gente que sabe un poco más que nosotros". Esa es la actitud con la que debemos afrontar nuestra vida laboral, asimilando que todos cometemos errores y los directivos, por su posición y responsabilidad, más.

Acosta ha recogido en su último libro, Cien errores en la dirección de personas una amplia muestra de los fallos habituales. Muchos son viejos conocidos y he ahí lo grave: seguimos cometiéndolos.

El catálogo es muy extenso. Esta es una muestra:

Dejarse llevar por el día a día según Acosta somos más emocionales de lo que creemos y la mayoría de las veces actuamos de manera impulsiva. No nos damos cuenta de que nos influyen las interrupciones, las llamadas y cualquier otra causa que altera nuestra planificación. Para centrarnos en nuestra tarea, el autor propone moverse por objetivos. De este modo, uno se sentirá más motivado y realizado, y en línea con los valores de la compañía.

Elegir a colaboradores que no nos hagan sombra. Este es un error muy habitual y, sobre todo, de los jefes mediocres y faltos de seguridad. "Al principio tenemos que trabajar con el equipo que nos dan, pero cuando podemos elegir escogemos al que menos problemas nos cause, al que parece no tener muchas inquietudes o
al pelota", dice Acosta. En definitiva, la inseguridad en nuestras propias capacidades frena nuestro crecimiento profesional y el de nuestro departamento.

Competitividad. Desde pequeños nos han enseñado a competir, a ganar y esto nos puede llevar a ser despiadados solo por conseguir nuestros objetivos. Por ejemplo, en una negociación tratamos al otro como un rival, como un competidor al que tenemos que superar. En este punto, Acosta propone cambiar el término competir por colaborar; de este modo, el enemigo se transforma en socio, y todas las partes salen ganando.

La reunión debe durar el tiempo que haga falta. Si hay una costumbre absurda y que, sin embargo, se repite continuamente es en la que el convocante de una reunión afirma muy convencido y orgulloso que la reunión durará lo que haga falta. Para Acosta cualquier reunión no debería superar los 30 ó 45 minutos. A partir de ese tiempo está demostrado que se pierde la concentración. De hecho, una convocatoria con una duración más amplia significa simplemente mala organización.

La solución viene de mano de la planificación, la preparación y del respeto a los turnos de intervención. Con frecuencia se establece una discusión en la que todos los participantes empiezan a hablar a la vez o en grupitos, y cuyas aportaciones no sirven de nada hasta que por fin se vuelve a restablecer un turno de intervención.

EL LIBRO

Título: 100 errores en la dirección de personas

Autor: José María Acosta

Editorial: ESOIC

Precio: 15 euros

Nuestra Colaboradora SIBILA, nos remite este resumen de las ideas que José María Acosta refleja en su libro: 100 errores en la dirección de personas. Por su extensión, lo hemos partido en 2 entregas que publicaremos hoy domingo y el próximo día 24, también Domingo; Seguro que muchos veréis reflejado a vuestros jefes, quizás algún jefe lea esta serie de artículos y sea capaz de mejorar... GRACIAS.

16 de abril de 2011

Primavera (Reedición)


Primavera es sinónimo de luz, brillo, armonía, florecimiento, pajarillos cantores en celo y mente que despierta del letargo invernal. Todo tiene un por qué.

Démeter, esposa de Zeus era la Diosa del trabajo, y más concretamente de la agricultura; hacía que las semillas germinaran y los frutos madurasen; era benigna y pacífica.
Su bella y querida hija Perséfones (en latín Proserpina), ilusionada, entusiasmada como una dulce y bella corderita del anuncio de "NORIT", disfrutaba con sus amigas recolectando florecillas silvestres para hacer guirnaldas, saltando de alegría como las "cabras de Heidi".
Plutón, Dios del mundo subterráneo, hermano de Zeus y por tanto tío de Properpina, cuando la vio se enamoró de ella. No tenía dotes de conquistador ni de de persuasión.
Optó por una solución violenta y poco digna de un Dios: "RAPTARLA".
Con un carro dorado y un látigo negro atizó a sus veloces y elegidos caballos para desaparecer como una estrella fugaz.
Su madre, desesperada, pregunta por su querida hija a todas sus amigas y personas de la localidad; parecía el pueblo de Corleone: algunos no sabían nada y los que lo sabían, ante el temor de Plutón, simplemente callaban.
Cuando su madre logra alguna pista, llena de angustia y cólera, llegó a maldecir a la Tierra por no haber protegido a su hija: los árboles se deshojaron, las mieses se marchitaron, las nubes ennegrecieron, ríos y lagos se helaron; los animales se morían de hambre.
Preocupado por tal situación, Apolo Dios del Sol, desde el exterior, lo sabía todo. Cuenta a Démeter lo ocurrido.
A Démeter la única solución que le queda es hablar con su amado y todopoderoso Zeus. Zeus le responde: "mira, mi querida esposa, si mi hermano Plutón, que es tan poderoso como yo ha raptado a nuestra querida hija será porque estará enamorado de ella; no puedo hacer nada. Pero existe una posibilidad de que vuelva contigo. Ella vive en el Averno (subsuelo del volcán Etna), morada de mi hermano. Si nuestra querida hija puede vencer la tentación de no tomar ningún fruto de ese lugar, volverá contigo".
Un día, paseando en el Averno, la bella Proserpina tomó una suculenta fruta.
Cuando Zeus lo supo, no pudiendo liberar para siempre a su tierna hija, para contentar a su desolada esposa, dictó una solución "SALOMÓNICA":
- "Durante seis meses Proserpina será la esposa de Plutón y vivirá en el Averno con él".
- "Los seis meses restantes estará a tu lado y así podrá ver la cálida luz del sol".
Todos los Dioses acataron su voluntad.

La Naturaleza también sufre la suerte de Proserpina: seis meses prisionera del frío otoño-invernal y otros seis bajo el cálido y sereno cielo de la primavera-verano.

"QUE SEA ETERNAMENTE PRIMAVERA"

15 de abril de 2011

Pasito a paso

Como os comenté en febrero, y a raíz de habernos clasificado para la siguiente ronda del campeonato nacional de billar a tres bandas, os quiero relatar como van las cosas en la tres jornadas que llevamos disputadas, porque al parecer los favoritos no están dando la talla que se esperaba, y donde se preveía una situación lógica, hoy en día no es así.

En esta etapa del campeonato, se crean ocho grupos de cuatro equipos cada uno, clasificándose los dos primeros de ellos, para la siguiente ronda. Nuestro club, está integrado en el grupo "G", y los equipos de Sevilla, Sierra Blanca (Málaga), y Cartagena (Murcia), pues bien, nuestro club ha ganado dos partidos, y perdido uno, yendo los segundos en la clasificación actual.

En el primer enfrentamiento, nos tocó jugar contra Sevilla en nuestro club, realizando el equipo una gran exhibición de juego y derrotó a la durísima Sevilla por ocho puntos a cero, dado que cada jugador obtiene con su victoria dos puntos y uno en caso de empate. Nadie se creía que nuestro equipo sería capaz de derrotar y por un contundente ocho a cero a la fortísima Sevilla. Mientras por otro lado, Cartagena (Murcia) viajaba a Marbella (Málaga), para enfrentarse al equipo Sierra Blanca, dándose el resultado de empate a cuatro puntos, un reparto que no gustó al equipo pimentonero.

En la segunda jornada, nos desplazamos hasta Cartagena, una bella localidad de Murcia, y después de ser tratados magníficamente por el equipo anfitrión, realizamos una pésima partida dejando los dos puntos en poder del que según nuestro criterio será el campeón de este grupo, con dos jóvenes promesas, que poco a poco se están abriendo paso entre los mejores del mundo, si, si, he dicho del mundo, ya que David Martínez, ha sido campeón de Europa en su categoría el pasado año, con tan solo dieciocho añitos, así que poco nos vamos a equivocar. En Sevilla casi a la misma hora que nuestro encuentro, se vivía la jornada con mucha incertidumbre, porque los partidos fueron muy igualados hasta el final que se decantó por Sierra Blanca alzándose con la victoria por seis a dos.

En la tercera jornada, nos enfrentábamos a Sierra Blanca los que van clasificados en segundo lugar, que venían con la seguridad de apoderarse de los dos puntos del partido, pero que al final regresaron a Málaga con una derrota contundente e inesperada, seis a dos, que aunque en este caso yo fuera el perdedor de mi equipo, se había conseguido los dos puntos que en definitiva es lo que se desea. Por otro lado el equipo sevillano se dirigía a Murcia para enfrentarse a Cartagena, y volvieron a perder por seis a dos y de momento Seviila queda en una posición crítica ya que para lograr la clasificación deberá ganar los tres partidos que le quedan, y lo tienen muy complicado.

Así que momentáneamente la clasificación es como sigue, primero Cartagena (Murcia), segundo nuestro club, tercero Marbella (Málaga), y por último Sevilla. Cuando termine esta fase, os haré un comentario, para que sepáis como ha quedado todo. Pasito a paso se pueden hacer las cosas bien y esperemos tener algo de suerte para lograr la clasificación.

Espero que os guste la foto del encabezamiento, que aunque no lo creáis, es jugadora profesional.

14 de abril de 2011

Realidad

Me siento acorralado, encarcelado, en una habitación sin salida.
Sólo la parte física, humillada. Sólo en teórica me salva el pensamiento.
En la práctica una llamada, me alegra un susurro, un te quiero.
Brotaron antiguas esperanzas de mi vida, palabras de un ángel lejano.
Una diosa en el olvido, la reina de mis sueños.
Cada noche espero oír tu voz, en cada hora, en cada minuto y en cada segundo de mi vida.
No lo pierdo de vista, siempre atento, deseando escucharte, ya que sólo eso me salva.
Tu dulzura, tus te quiero, salvan mi mundo en ruinas. La monotonía se rompe, se quiebra lo cotidiano, empieza el guía de mis sueños, desaparece la rutina, nada existe, sólo tú, no hay nada más.
Finjo que lo demás no importa, sólo minutos en la oscuridad mantienen mi vida, sólo oírte me mantiene atento, mientras espero que vuelva la claridad.
Eres la flor que se abre cada noche, el néctar que envuelve tus palabras, el paso que no me deja caer al vacío, quién me salva del precipicio, la única verdad en mi vida.
Camino siendo el mismo, año tras año, día tras día, nada cambia, siempre caminando solo.
Sólo cambia en parte, sólo por un ángel maravillado y absorto, sobrevivo viéndote, escuchándote, admirándote.
El alma que me salva, que responde. El rayo que me ilumina, que me concierne, que muestra otra vida, felicidad en el día a día.
No soy un extraño, sólo uno de tantos, sólo alguien enamorado, que sabe cual es la realidad que quiere. Conseguirla no es fácil, requiere un cambio brusco, dejarlo todo sin mirar atrás para poder empezar de nuevo.
Pasar de la tristeza a la felicidad, junto con mi alma gemela, ese ángel, esa diosa, esa niña que me volvió loco desde el primer día.
Contigo somos uno, los dos creamos el todo.

Colaboración recibida de nuestro enamorado Seguidor Billa88. GRACIAS.

13 de abril de 2011

No Buana

Viajo mucho, leo poco y escucho a todos. Tengo el privilegio de oír conversaciones en tren, metro, avión, taxi o cualquier medio de transporte.

Hace algunos días en un bar un grupo de tertulianos hablaban de política, que si el Gobierno, que si las Autonomías, que sí y que no.

Me llamó la atención cuando un señor con bigote y rostro de hidalgo sentenciaba con el comentario de “Señores, debemos de centrarnos en la política local, que es la que nos afecta a todos directamente en los próximos comicios”.

Cuando regresaba a mi ciudad en autobús estuve recapitulando sobre la conversación que horas antes había escuchado y llegué a la conclusión que, cercanas las elecciones de mayo , la política local debería de centrar nuestros esfuerzos para provocar cambios de políticos chupópteros que sin preparación técnica o experiencia en la gestión habían aterrizado en los Reales Cargos de Concejales por la Patria, entendiendo Patria no como un servicio público sino como que el patio de mi casa es más grande que la casa de cualquier ciudadano hipotecado que a duras penas llega a fin de mes.

Recordé el caso actual de un “poliliendres” de mi ciudad, o de la tuya, que comenzó como funcionario de confianza (yo al menos, entiendo lo de confianza en clave política como personas mixtas entre el cuadrado de la hipotenusa y el pelota firmante amigo de alguien del partido político y que su primera y última frase es siempre la misma “sí buana”).

Pues, como decía, este señorito de cortijo bananero, que había salido de la bragueta de un cazarrecompensas fue escalando posiciones hasta convertirse en un concejal con experiencia en las “pelas” y en el maltrato a los trabajadores que no le seguían el juego.

Su progreso económico fue impresionante y quizás algún día haya que cambiar el nombre de OPERACIÓN MALAYA por MECACHIENLAMAR ya que seguro que su patrimonio será incluido pronto en el Libro Guinness; algo que ya suele ser normal en este tipo de tipejos (disculparme la acepción).

Encumbrando, le pasa como a los Reyes de antaño, “yo soy el que mando” y decido como me sale de los cojones (perdón por la expresión). A ti te quito, a ti te pongo, a ti te subo, a ti te bajo y esta noche me voy de putas con el dinero de estos gilipollas (por supuesto putas particulares).

Dejé de pensar en este elfo político ya que mi estómago no estaba digiriendo bien la última comida (que había pagado con mi dinero, mi trabajo) y terminé con una simple reflexión: Cuántos Maná-Maná existen en esta sociedad, o quizás estamos la mayoría equivocados y pertenecen a una raza de robot manejados por Felipe II desde ultratumba.

Voy a dormir un poco y me propongo como última oración desenmascararlo para que otros continúen y tengan la honestidad de denunciar a estos estómagos engordados artificialmente y dedicados a la única cópula que conocen, la de joder al prójimo cuando claro, el prójimo eres tú, es decir el que no está de acuerdo con la democracia que representan: la de la corruptela, falsedad, prepotencia… ”NO BUANA”, no te lo crees ni tú, yo tampoco, “Maná-Maná”. Tú sólo eres un Fantasmón.

Nuestro Colaborador Edmond Dantès, nos remite un artículo en su línea, desenmascarar al corrupto allá donde se encuentre. GRACIAS por tu colaboración Conde de Montecristo.

9 de abril de 2011

Los Asustadores (Reedición)


El ordenador encendido Google me invita a buscar pero hoy estoy perdido, no tengo ganas de mí, aun así decido navegar con rumbo incierto tecleando una y otra vez palabras y frases variadas, un rato curioseando hasta que me centro en la estulticia del ser humano (Elogio de la locura obra deliciosa de Erasmo de Rotterdam) al final recuerdo una obra del escritor libanés Gibran Khalil Gibran titulada “El loco” la he leído muchas veces cuando necesito reflexión y sabiduría. Es un libro pequeñito, cuenta de un hombre que se considera loco así mismo, y lo escrito a continuación es una de las historias que narra El Loco.

EL ESPANTAPÁJAROS

-Debes de estar cansado de permanecer inmóvil en este solitario campo- dije un día a un espantapájaros.
-La dicha de asustar es profunda y duradera; nunca me cansa- me dijo.
Tras un minuto de reflexión, le dije:
-Es verdad; pues yo también he conocido esa dicha. -Sólo quienes están rellenos de paja pueden conocerla -me dijo.
Entonces, me alejé del espantapájaros, sin saber si me había elogiado o minimizado.
Transcurrió un año, durante el cual el espantapájaros se convirtió en filósofo.
Y cuando volví a pasar junto a él, vi que dos cuervos habían anidado bajo su sombrero.

Asustar:
Atemorizar, acobardar, amilanar, acojonar, arredrar, amedrentar, azarar, inquietar, preocupar, escamar, mosquear, alarmar, impresionar, sobresaltar, sobrecoger, estremecer, espantar, aterrar, aterrorizar, horrorizar, horripilar, intimidar, temblar
no llegar la camisa al cuerpo, ponerse los pelos de punta, temblar como un flan, morirse de miedo, cagarse de miedo.

Nuestros padres con la mejor intención, nos metían el miedo en el cuerpo, como una forma de protegernos de cualquier peligro y a la vez controlarnos. Los padres se han valido siempre de seres imaginarios que encarnan a crueles asustadores… si los niños se portan mal, llevándolos hacia un castigo ignorado, del que nadie se atrevía a hablar, y que por omisión causaba aún más pavor a los pequeños.

Asustadores infantiles de fama reconocida a nivel nacional por citar algunos:
El Basilisco
El Coco o Cuco
El Hombre del Saco (Hombre de la Bolsa)
La Fiera Corrupia
María Sarmiento
El Sacamantecas
Pateta, etc. etc.

Existen infinidad de relatos espantosos de grandes Asustadores, valga uno de muestra:
La Fiera Malvada. Nueva y curiosa relación en la que se declara y da cuenta de las horrorosas muertes, estragos y desgracias que ha ejecutado una fiera silvestre titulada LA FIERA CORRUPIA, el día 12 de marzo del presente año en la ciudad de Urben, inmediata a Tierra Santa, matando a 153 personas y comiéndose cinco niños llevándose uno para después... y del fin que esta tuvo.

Con el paso de los años comprendemos que los Asustadores infantiles no eran reales, y por consiguiente nuestro temor hacia ellos se desvanece, al fin libre de la angustia y el terror, nada puede perturbar nuestro espíritu……¿seguro que nada?

La historia nos da cuenta de que los asustadores si existen, son seres reales y diabólicos, es verdad que no son los que decían nuestros padres, aquellos eran pequeños espantapájaros de paja.
Los grandes y malvados asustadores tienen nombres y apellidos, exteriormente no se diferencian del común de los mortales, interiormente están rellenos de paja como el espantapájaros de la historia contada por EL LOCO, destilan iniquidad y son insaciables en el oficio de asustar.

Asustadores vocacionales y profesionales por ejemplo fueron:
Caligula, Nerón……… Stalin, Hitler, suma y sigue, la lista es como un tren largo y negro conducido por el diablo (Josh Turner, Long Train, recomiendo escuchar esta canción al que le gusta la música country).

Nota: no olvidemos nunca a los asustadores de medio pelo, podemos encontrarlos en cualquier sitio especialmente en nuestro centro de trabajo.

8 de abril de 2011

Ingenioso

En muchas ocasiones, el sentido de la observación, la curiosidad o la desesperación, posibilitan que llegue a la culminación de un nuevo descubrimiento.

Os cuento algunas anécdotas que le ocurrieron a uno de mis abuelos.

Este hombre era muy observador, vivía de una pequeña pensión; tenía una huerta y al mismo tiempo era concejal. En cierta ocasión empezó a notarse grandes picores por la región anal. Mi abuela le puso boca abajo y descubrió que estaba lleno de lombrices.

Ella, con los arreos que tenía, se quitó una horquilla del pelo y comenzó a quitarle lombrices, acabando la sesión embadurnándole con aceite de oliva virgen. Esta operación la repetía día tras día.

Mi abuelo veía que aquello no era la solución, se rascaba más que un mono, llegó el momento en que el bidón de 5 litros de aceite se acabó y las lombrices habían engordado.

Desesperado y con el culo más colorao que las partes nobles de un doberman, probó la siguiente solución:

Cogió un besugo de un ojo; lo hartó de rábanos picantes los más dulzones se los habían comido los topos de cuatro patas); le dio una manita de cal y le puso en la cabeza una palada de manteca colorá, repartiéndola uniformemente con un papel de estraza. Se lo metió por el culo; los ojos se le pusieron en blanco, en ese momento creyó ser Yuri Gagarín, el hombre que más cerca vio las estrellas.

Pasados unos minutos, se le quitaron los picores, unas décimas de fiebre que tenía, desaparecieron. Sin darse cuenta, había inventado el supositorio momentol.: Que si tiene fiebre; momentol. Que si le duele la cabeza; momentol. Que si tiene fatiga, momentol. Que si tiene “Almorranas”; momentol. Que si tiene andaja ¿Y eso qué es?... pelillos por la raja; momentol. Remedio infalible.

Eso sí, cuando mi abuelo se pegó el primer cuesco, hizo un boquete en los calzoncillos y el pantalón, como si un proyectil de bazooka los hubiera atravesado.


Como simple anécdota, cuando iba solo al Ayuntamiento, utilizaba el patinete o caminando; cuando iban dos, la bicicleta y cuando iban tres, un burro, colocando al que quincaba menos en el tercer lugar (si comparamos con los de ahora, van en manada, como los ñu, y en lujosos coches oficiales).


Otra anécdota que le ocurrió, fue la siguiente:

Él estaba quebrao; tenía mucha potra, por ese motivo usaba braguero. Pensó: ¿Y si me pongo a embragar a todas las gallinas del corral?. ¡Manos a la obra!; Aquella faena resultaba imposible, entonces le dio la vuelta a la tortilla y embragó los huevos que ponían las gallinas. Los colocó bien ordenados. Sin darse cuenta había inventado el cartón de huevos.


Por no extenderme demasiado, paso a relatar otra de sus anécdotas:

Una vez preparó un rebujo majado de semillas de gramíneas silvestres con 2 cabezas de ajo, añadió 2 caballas, un tonino, 2 palometas, un kilo de sardinas lachas y medio kilo de boquerones; todo desmenuzado y majado. Se tomó una cucharada sopera del amasijo obtenido; se desplomó de forma inmediata.

El médico, después de ver los análisis, le diagnosticó que los niveles de colesterol, habían caído por los suelos. Había encontrado un remedio anticolesterolémico.

A partir de ese momento, muy cauto él, acompañaba los cucharones con un kilo de chicharrones, para equilibrar.


Como decía Lázaro (el de Tormes), el hambre, la necesidad o la desesperación, agudizan el ingenio.

6 de abril de 2011

El Silencio de los Borregos

He leído un artículo que me gustó muchísimo, de Rosa María Cobos Tejero, “El silencio de los borregos”. Me pareció tan certero que creo que todos los que pertenecemos a la función pública debiéramos leerlo, por eso os lo envío.

Sólo quisiera insistir en tres puntos, que encuentro esenciales:

El primero, que ya la autora defiende: En la vida, en general, tan importante es lo que hacemos como lo que dejamos de hacer y tan responsables somos de lo primero como de lo segundo.

El segundo, que es ya, entero, de mi propia cosecha: Los sindicatos debieran reflexionar seriamente sobre el sentimiento que se vierte en este tipo de colaboraciones, que reclaman, creo, su ayuda a voz en grito. Su pasividad es, si cabe, más culpable que la conducta censurable de cualquier político y que nuestra propia pasividad.

La tercera, y más importante, es en realidad un deseo: Ojalá que la próxima vez que utilicemos palabras para tratar de este tema sea también para convenir en conductas, no sólo en ideas.


“El silencio de los borregos”

Por Rosa María Cobos Tejero

Nos quejamos los funcionarios de la forma en que somos tratados por la jerarquía política en relación al trabajo que desarrollamos. Parece que nos gusta recrearnos en la crítica continua hacia aquellos que ostentan la responsabilidad político-administrativa, hasta el punto de considerarlos como los únicos responsables del malestar que, en un momento dado, pueda existir entre los empleados públicos.

Pero ¿es la clase política la única responsable?. ¿No debiéramos entonar los funcionarios el “mea culpa”?. Existen en la red múltiples espacios como éste dedicados al mundo en el que se desenvuelve la actividad funcionarial. En ellos se relatan situaciones en las que los funcionarios aparecemos como las víctimas de un sinfín de atropellos supuestamente ejercidos por la clase dirigente. Esto es una realidad, sin duda, y yo misma la he argumentado en este blog en algún que otro post. Pero me pregunto si nosotros, los empleados públicos, estamos ayudando también a que cada vez se produzcan con más frecuencia este tipo de situaciones. El día a día en la Administración me ha hecho concluir en que tal vez tengamos parte de culpa.

Dice el refrán que “el que calla, otorga”. Si se produce una irregularidad y miramos hacia otro lado estamos, sin quererlo, fomentando este tipo de prácticas. ¿Pero por qué volvemos la cabeza ante un atropello laboral?, me pregunto, y creo que son dos motivos los que nos alientan por dentro:

• El miedo, como el peor de los enemigos del empleado público. Todos sentimos un terror visceral a ser señalados si alzamos demasiado la voz; no queremos tampoco ser objeto de posibles represalias o, en otras palabras, ser víctimas de violencia institucional.

• Y la esperanza. La esperanza de recibir la dádiva del político y su generosidad. Una generosidad que suele traducirse en un puesto de mayor categoría y mejor remunerado sin tener que pasar por el calvario que supone prepararse una oposición. La esperanza del funcionario es una de las mejores armas de un político para mantener a raya a los más reivindicativos.

Nos estamos acostumbrando a recibir más que a producir. La creatividad y aportación de nuevas ideas está perdiendo protagonismo y dejando paso a la apatía y a la pasividad. A nosotros mismos nos interesa ser unos funcionarios disciplinados y poco creativos para ser, al cabo de un tiempo, unos funcionarios agradecidos.

Por eso creo que somos, en conjunto, culpables. Culpables por no pedir cuentas a la autoridad, por agachar la cabeza creyendo que si estamos calladitos tal vez, algún día, seremos premiados. Nuestro conformismo permite que determinadas situaciones indeseables y de desigualdad sigan creciendo. Nuestra pasividad ante supuestas causas irregulares permite que éstas se conviertan en el reflejo de una actividad normal. Igualmente, una actitud receptiva por nuestra parte (aceptar cierto tipo de prebendas) alienta a otros a actuar de igual manera.

La moral del funcionario público se viene abajo. La situación económica y social que nos envuelve, este ambiente enrarecido, está acabando con la disciplina y el sentido del deber hacia lo público. Y una de las peores consecuencias de lo anterior es que los funcionarios que realmente se consideran servidores públicos pueden llegar a convertirse en una especie en extinción, mientras aumentan aquellos que creen que el puesto público es un precioso lugar en el que “hacer su agosto” particular.

A la función pública deben llegar los mejores, o mejor dicho, las mejores personas, porque el expediente académico y profesional, aunque importante, no es suficiente para demostrar una formación en valores. Y me da la impresión de que, en algunas Administraciones, esto no está pasando: las mejores personas se quedan en la cuneta.

Nos olvidamos los funcionarios, con demasiada frecuencia, de esos magníficos artículos 53, 54 y 55.1 del Estatuto Básico del Empleado Público. Nos olvidamos de que debemos ser nosotros, y no otros, los principales guardianes de esos maravillosos principios que rigen el acceso y desempeño de la función pública. La observancia absoluta de esa imparcialidad y transparencia que, en teoría, debe conducir el quehacer diario de un servidor público es la que permite, a la larga, que determinadas prácticas adulteradas desaparezcan progresivamente. Aunque, claro, esta actitud alerta para no vernos involucrados en situaciones que pudieran arriesgar nuestra objetividad, es tan sólo el último eslabón de una cadena porque para llegar a éste debemos, en primer lugar, aprender a respetarnos a nosotros mismos y, en segundo lugar, aprender también a respetar a los demás.

Una Seguidora que firma como SIBILA, nos remite este artículo de Rosa María Cobos Tejero. En efecto el artículo es certero, pero la introducción de nuestra amiga SIBILA, que hemos mantenido integra, es por sí sola una declaración de principios. GRACIAS.

5 de abril de 2011

Ojalá


Ojalá que la brisa no te toque más el cuerpo al pasar, para que no me dé celos cuando te acaricie el pelo al despertar.
Ojalá que las gotas de lluvia dejen de bajar por tu cuerpo, cada vez que una lágrima cae pensando en ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos, ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que tus fotos no inunden mi casa, para que no me recuerden a ti, ojalá que a tu nombre se le olvide esta voz.
Ojalá mi llanto no me cubra la vista, para que pueda seguir adelante sin mirar atrás, ojalá que mis labios no te añoren más.
Ojalá que mañana cuando te despiertes, pueda mi dolor dormir.
Ojalá nuestros caminos no se crucen más, en medio de este infinito, llamado soledad.
Ojalá se te acabe la mirada constante, la palabra precisa, la sonrisa perfecta, ojalá pase algo que te borre de pronto, una luz cegadora, un amor sincero, ojalá que por lo menos me lleve la muerte, para no verte siempre, a cada segundo y en todas mis visiones.

2 de abril de 2011

La atracción de la Luna (Reedición)


Aquella era una noche de tormentas en un cielo totalmente despejado, una de tantas noches en la que tú y tu soledad compartís los problemas y las dudas de porque tienen que acabar así las cosas, de porque la tregua no aparece para que el precipicio que tienes a tus pies desaparezca, a que en un abrir y cerrar de ojos la luz vuelva a brillar siendo todo como era al principio.


Pero en fin, yo y mi soledad decidimos dar una vuelta en aquella noche primaveral, conduciendo cuando las calles están calladas y vislumbrando aquella luna que se encargaba de poner luz a mis pocas ideas. De pronto me sorprendió una silueta femenina caminando en la misma dirección que yo llevaba, pare en el arcén, y como si los dioses me hubiesen escuchado, aquella chica subió al vehículo y al verla me quede perplejo, sin habla, tanto fue así, que ella me aconsejo que moviera el coche, que no deseaba permanecer en ningún sitio fijo, a lo que casi balbuceando le conteste "oh, claro, ahora mismo", prosiguiendo el trayecto, pero sin rumbo alguno.


Aun no salía de mi asombro ver la preciosidad que estaba a mi lado, morena, ojos grandes, una sonrisa que calmaba a cualquiera, y un cuerpo que podía ser envidiado por todas las mujeres del mundo, quise despertar pensando que podía haber gato encerrado, pero cuando pude ver con mas claridad, di gracias a los dioses porque por lo menos tenía a alguien con quien hablar, escuchar, y lo que no llegue a pensar fue la maravillosa noche de primavera que Manuela me hizo pasar y lo bien que se había sentido al escuchar a otra persona que llevaba las maletas llenas de problemas, mientras que ella los llevaba en un pequeño monedero.


Yo creo que todo empezó sobre las once y media de la noche, y cuando la deje en su casa, mi reloj marcaba casi las cinco de la madrugada, fue apoteósico, se me olvidan adjetivos que califiquen aquella noche. Los dos necesitábamos amor, cariño, atención, risas, abrazos, caricias, climax, y sin conocernos llegamos a la conclusión de que parecía que nos conocíamos de toda la vida, nos enamoramos y amamos aquella noche de tormentas en un cielo despejado, y en la despedida, pudimos observar el uno en el otro, el rostro de felicidad por el logro conseguido, la ayuda prestada, una reciprocidad exacta en compañía de una Luna que con su luz se pudo conseguir la perfección.


Intente no pensar en Manuela, pero una y mil veces he vuelto a pasar por aquel lugar por si me volvía a sonreír la diosa Fortuna y me daba la oportunidad de verla de nuevo. No fue así, ella seguía su vida y yo paseando con mi soledad recordando el brillo de sus ojos con la luz de la Luna en una noche de tormentas en un cielo totalmente despejado.