30 de abril de 2016

Masa para burritos


Ingredientes

•500 gr de harina de trigo.
•1 cucharada de levadura en polvo.
•150 gr de mantequilla.
•1 taza de agua tibia.


Elaboración de masa para burritos



Poner en un bol grande la harina, una pizca de sal, la levadura y la mantequilla. Mezclarlo todo muy bien hasta que quede homogéneo. Con esta masa formar un volcán y echar el agua tibia en el centro.



Amasar hasta conseguir una masa elástica y tersa (si fuera necesario añadir más agua durante este proceso).



Hacer unas bolas con la masa, pasarlas por harina y extender con un rodillo, dándoles forma de tortillas finas.



Poner una sartén antiadherente al fuego y cuando esté muy caliente, echar las tortitas. Dar la vuelta y cocinar hasta que queden con manchitas doradas por ambas caras. 


Rosa, nos enseña como hacer la masa para los burritos, también vale para fajitas, comida mexicana típica. GRACIAS.


Artículo reeditado: Originalmente publicado el 27 de Julio de 2012.

25 de abril de 2016

Juguemos

Me complace que me ames cuando aún duermo, el sol apenas se ha asomado, y siento tu mano deslizándose por mis muslos, finjo dormir, para vivir intensamente la sensación, se que ambicionas mi cuerpo, entrar y salir, entrar y mecerte, entrar y vaciarte, entrar... y quedarte. 

Acaricias mis glúteos, jadeando en mi espalda, me susurras tu deseo, crees que todavía reposo, separas mi cabello, tus labios húmedos hablan con mi cuello, siento como te aproximas, adrede volteo mi cuerpo, se que ahora observas mis pechos, mi vientre, mi pubis, sabiéndote el dueño, hace tiempo ya que te pertenezco, deslizas tus dedos por mi boca, que se abre golosa, con esa humedad en ellos bordeas un pezón, que te responde al momento, ya sabes que me he despertado, yo ya sé que esto no es solo un sueño, estas a mi lado... mi amor, mi hombre, mi amante...

¡ juguemos!...

Ilya

Ilya nos hace partícipes de sus juegos y los comparte con nosotros. GRACIAS. 

23 de abril de 2016

Menestra de Verduras Rebozadas


Ingredientes:

4 alcachofas
8 espárragos
½ coliflor
200 g de habas desgranadas
200 g de guisantes desgranados
200 g de espinacas
4 zanahorias
200 g de jamón curado
Harina y huevo batido para rebozar
½ sobre de levadura
2 cuch. de harina
Agua y sal
Aceite
Perejil picado.


Elaboración:

Limpia y cuece las verduras por separado en agua con sal y un chorro de aceite. Una vez cocidas, escurre y reserva. Reserva también el caldo de cocer las alcachofas.

En una cazuela con aceite saltea unos taquitos de jamón. A continuación rehoga 2 cucharadas de harina y mójalo con 2 vasos del caldo de cocer las alcachofas, removiendo hasta que ligue. Añade también los guisantes, las habas y la zanahoria troceada.

Reboza el resto de la verdura, excepto los espárragos, pasándola por harina con levadura y huevo batido: la coliflor en ramos, las alcachofas en mitades y las espinacas en bolitas. Fríe en aceite bien caliente, escurre y añádeselo al resto de la menestra. Agrega también los espárragos y guísalo todo a fuego lento durante 5 minutos aproximadamente. Sirve espolvoreado con perejil picado. 

Rosell nos envía de nuevo una receta, sana y rica... rica. GRACIAS. 

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 20 de Julio de 2012.

20 de abril de 2016

Pereza


Soy un pecador, lo confieso.

Todos los días tienen la misma rutina para mí. Ahí me siento cómodo, en mi salsa. No quiero saber nada de lo que ocurre más allá de la morada en la que habito.

Cuando el día amanece, a mi me quedan aún varias horas de sueño. Es mi reloj biológico el que me guía, el que hace todo por mí. No gasto energía en hacerlo funcionar. Él sabe perfectamente que a mediodía debo estar en la cama, regocijándome en mi somnolencia.

Es entonces cuando llega el que quizá sea el momento más difícil del día, el de levantarse de la cama. Diariamente he de pasar por este trance tan traumático puesto que mi estómago me pide que le dé algo de comida, tras más de catorce horas sin echarle algo que le apacigüe.

Mi desayuno suele ser bastante exiguo. Más que nada porque en mi despensa no hay mucho donde elegir. Todos los días me planteo ir al mercado en algún momento del día, pero al final, tras un par de horas en el sofá sopesándolo, siempre termino recitándome a mí mismo la misma frase: “lo dejo para mañana”.

Después de esta fase de lucha personal, llega la hora del almuerzo. Me fuerzo a comer cualquier cosa que quede por el frigorífico, algo que tan solo tenga que poner en el microondas y esté listo en poco tiempo. En los días que me siento más cansado de lo normal, ni siquiera caliento estos platos precocinados y me los como fríos mientras veo el “reality” de turno en la televisión.

El acto de comer tiene un placer especial. El hecho de estar comiendo, y de ser consciente al mismo tiempo que el sueño se va a ir apoderando de mí poco a poco desde el preciso instante que suelte el tenedor, hace que todos los almuerzos tengan un sabor especial.

Me encantan las siestas. Ese alivio diario que hace que mi motor pueda seguir en funcionamiento hasta la noche. Suele ser en las siestas cuando sueño con nubes en las que reposo mi cuerpo, mientras desde el cielo caen plumas de cisnes que vienen a cubrirme a modo de sábanas blancas.

Lo normal es que me despierte tras unas tres horas de sueño vespertino. Siempre pienso lo mismo cuando abro los ojos en mi amado sofá: “ya queda menos para ir a la cama”.

Para la cena todos los días hago lo mismo. Estiro mi brazo para coger el teléfono y llamo al restaurante de comida a domicilio de turno. Siempre les insto a que se den prisa, ya que no tengo todo el día para esperar por algo secundario.

Lo primario, lo máximo, el climax llega después. La cama me espera de nuevo. Sé que nunca me abandonará, sé que siempre estará ahí para acogerme entre sus sábanas. Sé que ahí está la felicidad que no necesito buscar en ningún otro sitio.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 30 de Septiembre de 2013.

18 de abril de 2016

Yo soy funcionario


Artículo redactado por un funcionario. Difícilmente se puede expresar mejor la situación actual.

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Resulta que en la década prodigiosa del pelotazo, cuando media España se lo llevaba caliente a casa, cuando un encofrador sin estudios se embolsaba tres mil euros, cuando hasta el último garrulo montaba una constructora y en connivencia con un par de concejales se forraba sin cuento, cuando un gañán que no sabía levantar tres ladrillos a derechas se paseaba en Audi, los funcionarios aguantaban y penaban. Nadie se acordaba de ellos. Eran los parias, los que hacían números para cuadrar su hipoteca, hacer la compra en el Carrefour y llegar a fin de mes, porque un nutrido grupo de compatriotas se estaba haciendo de oro inflando el globo de la economía hasta llegar a lo que ahora hemos llegado.

Y ahora que el asunto explota y se viene abajo, la culpa del desmadre… es de los funcionarios. Los alcaldes, diputados y senadores que gobiernan la cosa pública a cambio de una buena morterada no son responsables de nada y nos apuntan directamente a nosotros: somos demasiados, hay que ultra-congelarnos, somos poco productivos. Los responsables bancarios que prestaron dinero a quienes sabían que no podrían devolverlo tampoco se dan por aludidos. Todos los intermediarios inmobiliarios, especuladores, amigos de alcalde y compañeros de partida de casino de diputado provincial no tenían noticia del asunto. Nosotros sí. Como diría José Mota: ¿Ellos? No. ¿Nosotros? Si. Siendo así que ellos? No. Por tanto, nosotros? Si.

La culpa, según estos preclaros adalides de la estupidez, es del juez, abogado del estado, inspector de hacienda, administrador civil del estado que, en lugar de dedicarse a la especulación inmobiliaria a toca teja, ha estado cinco o seis años recluido en su habitación, pálido como un vampiro, con menos vida social que una rata de laboratorio y tanto sexo como un chotacabras, para preparar unas oposiciones monstruosas y de resultado siempre incierto, precedidas, como no podía ser de otra forma, de otros cinco arduos años de carrera. Del profesor que ha sorteado destinos en pueblos que no aparecen en el mapa para meter en vereda a benjamines que hacen lo que les sale de los genitales porque sus progenitores han abdicado de sus responsabilidades. Del auxiliar administrativo del Estado natural de Écija y destinado en Barcelona que con un sueldo de 1000 euros paga un alquiler mensual de 700 y soporta estoicamente que un taxista que gana 3000 le diga joder, que suerte, funcionario.

La culpa es nuestra. A poco que nos descuidemos nosotros los funcionarios seremos el chivo expiatorio de toda una caterva de inútiles, vividores, mangantes, políticos semianalfabetos, altos cargos de nombramiento digital, truhanes, pícaros, periodistas ganapanes y economistas de a verlas venir que sabían perfectamente que el asunto tarde o temprano tenía que petar, pero que aprovecharon a fondo el momento al grito de mientras dure dura! y que ahora, con esa autoridad que da tener un rostro a prueba de bomba, se pasan al otro lado del río y no sólo tienen recetas para arreglar lo que ellos mismo ayudaron a estropear, sino que, además, han llegado a la conclusión de que los culpables son... tachan...los funcionarios.

Soy funcionario. Y además bastante recalcitrante: tengo cinco títulos distintos. Ganados compitiendo en buena lid contra miles de candidatos. ¿Y saben qué? No me avergüenzo de nada. No debo nada a nadie (sólo a mi familia, maestros y profesores). No tengo que pedir perdón. No me tocó la lotería. No gané el premio gordo en una tómbola. No me expropiaron una finca. No me nombraron alto cargo, director provincial ni vocal asesor por agitar un carnet político que nunca he tenido.

Aprobé frente a tribunales formados por ceñudos señores a los que no conocía de nada. En buena lid: sin concejal proclive, pariente político, mano protectora ni favor de amigo. Después de muchas noches de desvelos, angustias y desvaríos y con la sola e inestimable compañía de mis santos cojones. Como tantos y tantos compañeros anónimos repartidos por toda España a los que ahora algunos mendaces quieren convertir, por arte de birli-lirloque, en culpables de la crisis.

Amigos funcionarios, estamos rodeados de gente muy tonta y muy hija de puta.

PD. Si alguien, en cualquier contexto, os reprocha -como es frecuente- vuestra condición de funcionario os propongo el refinado argumento que yo utilizo en estos casos, en memoria del gran Fernando Fernán-Gómez: váyase Usted a la mierda, hombre, a la puta mierda.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 24 de Marzo de 2011.

16 de abril de 2016

Ensalada de Valencia



Ingredientes:

• 200 g de arroz
• 1 diente de ajo
• 1 pechuga de pollo
• 4 pepinillos
• 1 tomate
• 100 g de guisantes
• 1 cebolleta
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal gorda
• Un buen vinagre
• agua

Elaboración:

Cuece la pechuga en agua con sal, añadiéndole, si quieres, unas verduritas. Escurre y reserva.
Aparte cuece, también, el arroz en agua con sal durante 20 minutos aproximadamente. Escúrrelo, pásalo por agua fría y reserva. En una fuente, haz una cama con el arroz cocido y el tomate en rodajas alrededor. Coloca la pechuga en tiras, el ajo picado, los guisantes, los pepinillos picados y la cebolleta en juliana.
Por último, aliña la ensalada con sal gorda, aceite y vinagre.

Rocío nos ha dejado esta receta de ensalada, ideal para este tiempo. GRACIAS.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 13 de Julio de 2012. 

11 de abril de 2016

Alma pura

Tu me estimulas para arder en el infierno, creas mi vestidura carnal, y con mi espíritu, ambos se arrastran a regocijarse en el dolor y en el placer con sed de siglos, pero solo de tu mano puedo deambular por ese paraje pasional, ahora que tu ausencia me abruma, me asola, mi latido se ralentiza, necesito con apremio agua purificadora, la lluvia con sus gotas acaricia mi piel, siguiendo la senda que antes hiciste con tus dedos arder, con tus ansiosas manos quemaste, mi cabello, que anoche sometías, hoy precisa dejarse empapar por el agua de la tormenta. 

Tu, yo, nosotros, animales pasionales, seres creados para complementarnos sexualmente, atesoramos también pureza, yo bajo mis alas blancas, tu dentro de tu corazón herido, hoy quiero ofrecerte mis caricias mas dulces, mis besos mas delicados, hoy quiero AMOR, quiero mirarte a los ojos y que te veas en los míos como yo lo hago, hoy no te quiero amante, hoy me urge que seas mi amado, complaceré tus deseos románticos, te mimaré, hoy seré para ti la mas dulce de las criaturas, porque mi corazón necesita regalarte toda la ternura que tu has provocado en mi. 

Deja que te ame. Deja que hoy sea un alma pura entregada a ti.

Ilya

De nuevo Ilya se entrega a todos nosotros, siempre serás un alma pura para nosotros. Gracias.

9 de abril de 2016

Gazpacho de cerezas del bierzo con aguacate y langostinos



Ingredientes

Para el gazpacho de cerezas: 

700 gr. de tomate raff o si es temporada de rama muy maduros
75 gr. pimientos verdes
100 gr. de remolacha cocida 
200 gr. de cerezas deshuesadas
100 gr. de cebolleta fresca 
½ diente de ajo
2 cucharaditas de vinagre de Jerez añejo
100 gr. de pan duro 
6 cucharaditas de aceite de oliva virgen
10 gr. sal gorda
Agua hasta cubrir

Para el puré de aguacate: 

2 aguacates muy maduros
Zumo de medio limón
Aceite de oliva

Para los langostinos: 

8 piezas de langostinos medianos

Otros: 

Cebollino y cerezas

Elaboración

Para el gazpacho

Se trocean todos los ingredientes en mirepoix o trozos grandes y se ponen en un recipiente inoxidable se cubre de agua y se deja macerar toda la noche. 
A la mañana siguiente se tritura. Se pasa por el chino y se rectifica de sazonamiento.

Para el puré de aguacate

Pelarlos, retirar las pepitas, trocearlos y saltearlos con aceite muy caliente, añadir zumo de limón y triturar hasta obtener una pasta lisa, como una especie de mahonesa verde, sazonar.

Para los langostinos

Echar en agua hirviendo, cuando vuelve a hervir mantener 30 segundos y rápidamente enfriar en hielo con un poco de agua y abundante sal, pelar retirando la tripa interior y partir por la mitad, reservar cubiertos de aceite. 
Además, hacer bastones del mismo tamaño con el cebollino y cortar las cerezas al medio sin hueso.

Para la presentación

Colocar en un plato medias cerezas, encima el puré de aguacate, sobre éste los langostinos y el cebollino. En la mesa y delante del comensal servir la sopa fría de cerezas. 

Pablo nos ha dejado esta sofisticada y refrescante receta. GRACIAS.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 06 de Julio de 2012.

6 de abril de 2016

Lujuria

Soy un pecador, lo confieso.

Paso el día entero esperando este momento. Lo visualizo en mi mente una y otra vez, y ahora que llega, mi apetito parece saciarse por un lapso corto de tiempo.

Desnudarte es lo más parecido a la felicidad. Recorro tu espalda con mi boca, besándola, lamiéndola, mordiéndola. Esta piel es la que guía mi vida, por la que todo lo demás cobra sentido.

Cuando tus senos asoman ante mí, un deseo irrefrenable por comérmelos recorre mi espina dorsal. Todos mis movimientos posteriores se sincronizan para terminar mordiendo tus pezones con una avidez indomable.

El descenso por tu busto siempre es placentero, puesto que sé lo que espera algo más abajo. Es por ello por lo que prefiero alargar esta sensación desviándome hacia tus piernas. Las mismas que minutos antes bailaban para mí y que yo sabía que en breve serían mías durante un breve instante.

Chupar tus muslos siempre supone en mí un sentimiento arrollador que termina con mi boca en tu sexo. Tu vulva es mi diosa, mi tesoro. Aquello por lo que mataría sin dudarlo.

Ese monte de Venus lo escalaría durante toda mi vida si fuera necesario, sabiendo que en lo más alto del mismo siempre me esperarán tus labios y tu clítoris.

Es entonces cuando la penetración es inminente. Tengo que hacerlo, no puedo evitarlo.

Sé que mi deseo se está marchando progresivamente con cada vaivén. Es por ello por lo que intento mantenerlo conmigo introduciendo mi pene en tu boca para alargar al máximo esta sensación de querer desearte a ti y sólo a ti

Pero al final siempre termina ocurriendo lo mismo, y con la eyaculación el deseo desaparece de un plumazo.

La noche siguiente te volveré a ver en el Club, pero ya nunca más te desearé como hoy, dejando paso a que mi sed de carne pueda saciarse con alguna de tus compañeras con las que nunca yací.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 25 de Septiembre de 2013

4 de abril de 2016

Mi vida vale un diez

No me gusta la forma de mirar que me tienen, aún no me conocen para tomar esa determinación, aunque ellos pueden pensar lo mismo de mi, me siento vigilada en una prisión sin barrotes, sin rejas, pero con muchas carencias, y además la medicación que me sirven, me deja fuera de mi y sin embargo mis sentimientos me dicen que sobro aquí, rodeada por vainas que envuelven nuestro cuerpo cuando no tenemos mente, !que pena¡

Después de haber tratado vilmente a mi persona por el amor que sentía, he aprendido que no merecía la pena morir por quien no te quiere, he aprendido a dar gracias por respirar todos los días, por despertar a la vida cada mañana y luchar por ser la mujer y madre que soy, y derrochar mi cariño con aquellas personas que me abren su corazón.

Tuve la suerte de conocer a una persona que me tendió su mano, que me animó cuando estaba a las puertas de esta prisión, y he pensado mucho en sus consejos y sus palabras, y pienso que es sano, que sin conocerme de nada, ve que mi vida tiene sentido, como la de todos, espero tener la oportunidad de agradecerle su atención.

Hoy hace cuarto días que entré en la planta de psiquiatría de este hospital, y sigo sintiendo que este no es mi lugar, deseo cuanto antes salir de aquí.

Suena mi nombre por el altavoz, por un lado siento miedo, miedo a quedarme aquí mas tiempo, y por otro lado alegría de pensar que me dan el alta para ir a casa, esperemos lo segundo.

!Que alegría¡, acaban de decirme que estoy de alta médica, y que me puedo ir a casa, las lágrimas que acarician mi cara y la sonrisa en la boca dan a entender la felicidad que siento, y que vuelvo a respirar este aire que tanto necesitaba, estoy en la calle y libre, !Que bien¡

Mi casual consejero vino a verme, le prometí que intentaría hacerle caso, y curarme lo antes posible, le comenté que lo primero que hice al llegar a casa fue tirar por el retrete la medicación que me habían impuesto, y lucharé para no tener que volver a utilizarla y se alegró al saber que después de cuatro días en el hospital, he vuelto a mi casa, con mis hijos, con mis rutinas caseras odiadas por quien no pasa por mi experiencia y desde hace cuatro días anheladas por mi, yo me alegré también de verlo, porque quería darle a demostrar el bienestar que le prometí y ve en mi otra persona que abre los ojos con energía sin miedo a nada.

Es verdad el dicho "nunca te acostarás sin aprender una cosa mas", aunque lleve mucho tiempo siendo la que querían, otras personas, a partir de hoy vuelvo a ser yo, y he entendido la lección, mi vida vale un diez.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 07 de Abril de 2011

2 de abril de 2016

Bacalao en Salsa Verde con Patatas

Ingredientes (4personas)

- 4 lomos de Bacalao Noruego tradicional
- 1/2 l. caldo de pescado
- 2 dientes de ajo
- 1/2 vaso(s) vino blanco
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 1 cucharada de harina
- 1 manojo de perejil
- 2 patatas
- Pimienta
- Sal
- Aceite para freír patatas

Elaboración

Desalar el bacalao. 
Partir en trozos medianos. Pelar y picar muy fino el ajo.
En una cazuela con el aceite de oliva, hacer a fuego suave hasta que empiece a dorarse. Espolvorear la harina, mojar con el vino blanco y enseguida el caldo de bacalao. 
Remover y dejar reducir, si es necesario agregar un poco más de caldo. 
Tiene que quedar una salsa ligera. Picar y espolvorear el perejil.
Colocar los lomos de Bacalao en la cazuela. 
Dejar hacer a fuego lento, unos cinco minutos, más o menos, dependiendo del grosor del lomo. Cuando esté en su punto, retirar.
Pelar y partir las patatas en rojas finas, freír en aceite de oliva.
Disponer en un plato las patatas y sobre ellas el bacalao con la salsa verde. 

Pablo, nos ha dejado de nuevo una receta tradicional. GRACIAS.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 29 de Junio de 2012.