¡Qué peligro tiene el Maná-Maná cuando coge su libreta y, a modo de la lista de Schildre, analiza a quién mandar al paro!.
¡Qué peligro tiene la morcilla cebollera de Villacarrillo jugando con el LDL!.
¡Qué peligro tiene la Merkel cuando se postra, con la cara embotijá, ante un micrófono!.
¡Qué peligro tiene Martín, el pescador, que no te deja ni uno!.
¡Qué peligro tiene Rajoy cuando su rostro aparece en televisión!.
¡Qué peligro, para los aficionados, tiene el Recre cuando juega en casa!.
¡Qué peligro tienen cien mil hijos cuando un inútil Borbón no vale ni para hacerle cosquillas a un gato!.
¡Qué peligro tienen los delfines, para los mújoles, cuando los acorralan en las costas saharauis!.
¡Qué peligro tiene nuestro monarca cuando va armado a… Botswana!.
¡Qué peligro tienen cien dálmatas cuando falta uno!.
¡Qué peligro tiene el jamón de cinco jotas cuando llevas toda la vida hincándole el diente al blanco “Tío Antonio”!.
¡Qué peligro tienen las babas de caracol, por el reguero que dejan cuando abandonan el despacho de un político!.
¡Qué peligro tiene el gazpacho andaluz cuando te has pasado de ajo y pepino!.
¡Qué peligro tenían Nerón, Calígula, Maná-Maná… respecto a su “Imperio” y sus ciudadanos!.
¡Qué peligro tiene ir montado en un burro, cuesta abajo, cuando ve y huele a una burra salida!.
¡Qué peligro tiene el Maná-Maná cuando se ve repartido, en forma de carteles, por las carreteras españolas!.
¡Qué peligro tiene un oso hormiguero en un termitero con alta prima de riesgo!.
¡Qué peligro tiene Ronald Reagan trabajando en una película del oeste!.
¡Qué peligro tiene la Maína cuando quiere jugar a la política sin tener ni puñetera idea!.
¡Qué peligro tiene el Correcaminos cuando no se deja atrapar por el coyote!.
¡Qué peligro tiene el flautista de Hameling en el Congreso de los Diputados y el Senado!.