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3 de noviembre de 2016

Una limosna, por favor




Las noches de Lisboa son trepidantes, a medida que transcurre el día, y la culminación de este va cayendo, concurren una serie de individuos por las calles de la ciudad muy dispares, desde gente que te solicita un simple cigarrillo, pasando por fabulosos pintores de acuarelas, diseñadores de animales con simples hojas de palmeras, hasta la mas sencilla poesía de amor o cualquier obra de teatro que ya la quisieran para ellos los mejores dramaturgos licenciados como tales.
Mi café se había terminado, y mis contertulios deseaban que así ocurriera para proseguir con una buena copa de lo que fuera, en mi caso y como siempre pedí que me sirvieran una copa de whisky, y que mejor colofón para terminar mi viaje por esa tierra, que fuera uno de los mejores, quince años guardado en una botella para que deleitara mi garganta en la última noche que pasaría en esa vieja pero bellísima ciudad, Lisboa.
No podré olvidar la pequeña actuación de dos jóvenes, ella encantadora y bella y el astuto y embaucador como la noche misma. Quedé perplejo ante la pequeña obra de teatro que desplegaron para todos los que allí disfrutábamos de aquella magnífica noche.
La vi llegar, unos veintitantos años, falda de a cuadros, camisa blanca, linda y muy atractiva físicamente. Llevaba maquillaje en abundancia lo que presagiaba alguna representación de mímica o similar, pero lo que encerraba, fue apoteósico, me quedé sin palabras, solo aplaudí con fuerza porque quería volver a ver la actuación, hasta mi hija de nueve años quería volver a verla.
Que arte, que sencillez manifestando con mímicas lo que en la vida real nos ocurre en cada momento, debo decir que no me sentí identificado con la obra, pero el mas tonto del mundo, como en mi caso, entendería perfectamente el mensaje que mandan esta pareja de actores.se cuece todos los días de norte a sur, y de este a oeste.
Quedé tan paralizado que tuve que salir corriendo para pedirles permiso para hacerles una fotografía con el fin de que todos los que visitamos este blog tuviéramos la posibilidad de conocerlos, y una vez con ellos, se mostraron simpatiquísimos al solicitarles la foto, que inclusive se caracterizaron para que diera mas apariencia, lamentablemente esta salió turbia, pero me dieron una dirección donde poder contactar con ellos, mediante el facaboock/teatreanémico, y he tenido la suerte de encontrar una que es la que sirve de encabezamiento a este artículo, quizás ahí podremos ver de quienes son los actores, y alguna otra fotografía de actuaciónes en vivo.
La historia que desarrollaron era la vida misma, toda una guerra por la supervivencia en pareja desde que aparece el amor, hasta que se llega a la lucha por obtener el mando a distancia del televisor, una trajicomediaamorosa, que llenaba los corazones de todos los que estábamos allí, y que solo pedían a cambio una aportación monetaria en una gorra tumbada en el suelo cercana a ellos.

Con autentico y abundante arte a cambio de una moneda.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 25 de Agosto de 2011.

1 de diciembre de 2014

Pobres

Pagó la última ronda de unas cervezas que le habían sentado divinamente después de una intensa semana de trabajo, se lo habían pasado bomba despotricando del viaje del Papa, de la hipocresía de la Iglesia, de todo lo que les pedía el anticlericalismo que los unía como la amistad que se profesaban y que les servía para estar colocados en la misma empresa pública de la Junta.

Se fue a casa para comer algo antes de echarse una buena siesta, pero de camino se encontró con un olor que lo llevó directamente hasta el paraíso efímero de su infancia. Un olor a cocido, a caldo humeante, el aroma que lo recibía cuando llegaba a su casa después del colegio, con su madre atareada en la humilde cocina donde la olla hervía sin cesar.

Entró en un local que le pareció un restaurante modesto, pero con encanto; iba distraído pensando en el Informe Técnico sobre Prevención de Riesgos Psicosociales de las Personas Expuestas a Situaciones de Disrupción Económica Familiar que le habían encargado en la empresa pública donde trabaja. En realidad, no era un restaurante; sino un autoservicio frecuentado por gente de toda condición. Había personas ataviadas a la antigua usanza, junto a individuos solitarios que vestían según las normas alternativas del arte povera.

De pronto abrió los ojos y se quedó pasmado al comprobar que, quien le servía la comida en la bandeja, era una monja. Aquello era un comedor social y se vio rodeado de eso que nunca se nombra en los informes ni en los dosieres que prepara: pobres.

Quiso retirarse; pero la monja no lo dejó. Le sonrió y le dijo que no se preocupara, que la primera vez es la más complicada, que no debía avergonzarse de nada, que el cocido estaba buenísimo y que, de segundo, había filete empanado; que no se perdiera las vitaminas de la ensalada ni de la fruta, y que podía rematar la comida con un helado de los que había regalado una fábrica cuyo nombre obvió. Se vio sentado a una mesa donde un matrimonio mayor, y bien vestido, comía en silencio, sin levantar los ojos de la bandeja. Enfrente, un tipo con barba descuidada sonreía mientras devoraba el filete empanado y le contaba su vida; había perdido el trabajo, el banco se había quedado con su casa, después del divorcio no sabía a dónde ir; menos mal que las monjas le daban comida y ropa, y que dormía en el albergue bajo techo. Al final, he tenido suerte en la vida, compañero; así que no te agobies, que de todo se sale... 

No podía creer lo que estaba sucediendo. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias. Se limitaban a darle de comer al hambriento, sin adjetivos. 

Al salir, no le dio las gracias a la monja que le había dado de comer. Pero no fue por mala educación, sino porque no podía articular palabra. Una inclinación de cabeza. Ella le contestó con una sonrisa leve. 

Vuelve cuando lo necesites y, si no estoy, di que vienes de parte mía. Me llamo Esperanza. 


Pregunta: 

¿Hay algún comedor social regido por ateos, musulmanes o por los sindicatos? 
"Los hombres no valen por lo que tienen, ni siquiera por lo que son, valen por lo que dan".

Este artículo, nos lo remitió como comentario Adrian. Nos pareció que merecía ser publicado como artículo, así que aquí está. Gracias Adrian.

1 de septiembre de 2014

Pompeya Sila


Esta historia comienza en el Siglo I a.c. con Pompeya Sila, segunda esposa de Julio César, hija de Quinto Pompeyo Rufo, un antiguo cónsul, y de Cornelia, hija del dictador romano Lucio Cornelio Sila. Era una mujer hermosa y encantadora pero tal vez no muy inteligente. 

La famosa frase del Divino Cayo Julio César, y que nos traslada Plutarco, hace referencia a que por la importancia que tenía en la sociedad romana la mujer del César, esta no solo debía de ser honrada sino parecerlo. Según la historia, Julio César se divorció de Pompeya Sila al poco tiempo de ser ungido emperador, porque ella asistió a una Saturnalia, orgía sexual que se permitían las damas romanas de la aristocracia en algunas oportunidades. Anunciado el divorcio, las más insignes matronas del patriarcado romano pidieron a Julio César la revocatoria de su divorcio ya que su esposa, Pompeya, había asistido sólo como espectadora y no había cometido ningún acto deshonesto. Julio César contestó: “La mujer del César no sólo debe ser honrada, sino además parecerlo”. Desde entonces parafraseando a Julio César, cuando una persona cae bajo la duda de haber cometido un acto sospechoso, aun cuando no esté comprobado lo doloroso del mismo, se dice “no sólo hay que ser sino parecer”. 

Viajando en el tiempo unos 2.100 años y trasladándonos a la época actual, parece que en España nadie se aplica esta moralidad o manera de pensar. Ni siquiera les da vergüenza salir a la calle y mirar a los ciudadan@s a la cara. Ciudadan@s que no tienen trabajo, que los están echando de sus casas, que tienen problemas para comer. 

Sin embargo y a pesar de todo esto, en este caótico país nos encontramos con las siguientes situaciones: 

Urdangarín y la “casa real” (ver significado de “casino” en italiano) más toda la corte de lameculos y felones que siempre hay alrededor de este tipo de gente. 

La Junta de Andalucía y su trama de los “eres”, con personajillos, tanto cargos oficiales como dirigentes sindicales y algunas empresas privadas que juegan a enriquecerse y a ser dioses con el dinero público y que, además cuando salen por televisión camino de los juzgados o de la cárcel, nos muestran su aspecto más arrogante. 

La cúpula del PP, con casi todos los miembro@s del gobierno implicados en el cobro de cantidades importantes de dinero en negro y que no declaran a Hacienda. Estos son los padres de la patria, sí, esos que defienden a España más que nadie y que llevan banderitas de España hasta en la funda del teléfono móvil, pero que sin embargo, se llevan el dinero “conseguido” de una manera más que dudosa, a Suiza. 

Las empresas y sus “donativos” millonarios a partidos políticos a cambio de futuros favores cuando estos alcancen el poder. 

Y en definitiva, todos aquell@s que siendo de cualquier ideología o partido se aprovechan del cargo político que ocupan para robar al pueblo sin ningún tipo de remordimiento. 

Los últimos pactos políticos antinaturales para conseguir el poder, como por ejemplo Ponferrada, Extremadura, Andalucía, etc., dan fe de todo lo anterior. 

Por lo tanto, en un país como este nuestro, donde la densidad de tontos/m2 quizás sea una de la más alta del mundo, no es de extrañar que nuestros políticos y dirigentes del más alto nivel, conociendo, como conocen esta estadística, actúen con esa desvergüenza para reírse de tod@s nosotr@s y no se apliquen la ética de Julio César. 

Día a día se suceden noticias nuevas que nos dejan perplejos. Ahora resulta que, según la delegada del gobierno en Madrid, los afectados por las hipotecas están “vinculados a ETA”. 

Que con la solución que los “listos” de la troika le han dado a Chipre, se ha descubierto la fórmula para resolver la crisis y las malas gestiones de bancos y gobiernos, y no es otra que “robando” a las personas parte de sus ahorros. 

Las previsiones por parte de los distintos organismos dan tanta “confianza” que son para echarse a temblar. Hoy digo blanco y mañana negro. Mientras tanto la soga aprieta cada día más. 

Como yo soy de los que piensan que esto es un plan muy bien organizado por “el poderoso caballero Don Dinero” para volver a tiempos pasados donde los privilegios y derechos sólo los podían tener unos cuantos, creo que lo que se persigue es volver a diferenciar muy bien a las clases para que el rico sea cada vez más rico y el pobre más pobre. De esa manera los señoritos podrán regresar a las plazas en su caballo a contratar a los jornaleros cuando quieran y al precio que quieran. 

Intuyo que la partida está casi perdida. 

La única esperanza que nos queda es cruzar “nuestro propio río Rubicón” y gritar, como hizo Julio César aquella noche del 11 al 12 de enero del año 49 a.c.: 

“Alea iacta est” 
(La suerte está echada) 

Fdo.: Juan Vergino (El Templario)
Juan Vergino (El Templario), nos enseña, a la vez que medita, sobre la honradez, desde el Imperio Romano a la España de nuestros días, como siempre, El templario valiente y claro. GRACIAS.

Artículo reeditado: originalmente publicado el 04 de Abril de 2013.

18 de junio de 2013

Los pájaros de la pobreza


Duermo poco y madrugo más.
Por la mañana siempre salgo a hora temprana, me gusta el frescor limpio de la mañana, escuchar mis pasos en el silencio y dar las gracias por un día más.
Ensimismado en mis pensamientos camino al trabajo y paso todos los días por una maravillosa acacia que hunde sus raíces en una plazuela pequeña con varios bancos de hierro, para el caminante agotado o para el que sólo quiere limar sus pensamientos. En el magnífico árbol se desperezan multiples bandadas de pájaros que han pasado la noche en el lugar más alto. Se picotean y sus gorgojeos y trinos son cada vez más ruidosos, todos quieren ver el primer rayo de sol.
Ya hace tiempo, en un banco cercano al gran árbol, comencé a ver a una señora de porte distinguido que sentada parecía embelesada escuchando el trinar de los pájaros. ¡Qué temprano! ¡Cuánto le gustan los pájaros!... preguntas que cada día me hacía al pasar y verla todas las mañanas en el mismo lugar.
Después de un tiempo mi curiosodad iba en aumento. Un día fue "Hola". Otro, "Buenos días". Cada día la señora y yo sabíamos a la hora que nuestras miradas se cruzarían. Si algún día me retrasaba, aligeraba el paso y si hoy voy con adelanto, pues me paro a mirar los oscuros escaparates.
Un día sonriéndole le pregunte: - Estoy sorprendido que se levante tan temprano para venir a escuchar todas las mañanas los trinos de los pájaros. Ella me miró y con una sonrisa irónica y triste me contestó:
- No, yo no vengo a escuchar a los pájaros, yo vivo aquí.
Mi sorpresa y la cara de pamplina iban en la misma neurona. Miro, pero no veo ninguna vivienda, no comprendo nada.
- Si, ahí, en la recepción de los cajeros de ese banco. Soy la única mujer y me despierto antes que ellos comiencen a vestirse. Esa es mi casa, señalando a un habitáculo de cajeros automáticos donde distinguí un saco de dormir azul y rojo entre cartones y cajas diversas.
- Disculpe, lo siento, no sabía... balbuceaba las palabras, me atoraba. Apresuré el paso para alejarme pronto del lugar. Maldita sea, todos los días pasando por el mismo sitio y nunca me percaté que más de diez personas duermen apiñadas en el suelo y en una superficie más pequeña que la habitación donde muchos dormimos.
Durante algún tiempo busqué caminos alternativos, no sé, me sentía mal, me avergonzaba. ¿Cómo habíamos podido llegar a esta situación? ¿Qué hacíamos para remediarlo? ¿Y yo, qué?
Por fin y con un plan establecido hace algunos días me dirigí a la misma hora a dialogar con la señora de porte distinguido, de la cual ni tan siquiera sabía su nombre. No estaba. A la mañana siguiente tampoco. Así durante varios días, hasta que una mañana vi salir del "hogar cajero" a un señor al que abordé:
- Disculpe, buenos días  ¿me podría informar de una señora que todas las mañana se sentaba en ese banco?
- Ah, María, pobre mujer, hace un par de semana amaneció muerta. Su lugar ya lo ha ocupado un colega.
Mientras me marchaba, las lágrimas de impotencia y tristeza inundaban mi rostro.
Sociedad cobarde, hipócrita. Sociedad a la que yo pertenezco y me averguenzo de ser uno de sus cómplices.

Sigo pasando y siempre el banco a esa hora temprana está vacío. No sé, también parece que los trinos de los pájaros han disminuido. Han emigrado o prefieren ir a cantar a la tumba de la mujer de elegante porte. Al menos ellos hacen algo.


23 de noviembre de 2011

Primero yo




Es verdad que en este mundo hay gente que no come, que no tiene ropa, que no duerme bajo un techo, que carecen de protección ante enfermedades, y siento una pena por todos ellos que no me importaría aportar lo que sea necesario para contribuir al cambio para que esas personas puedan tener lo necesario para vivir dignamente.

Aunque no dispongo del dinero que tienen los poderosos, entiendo que aquellos no disponen de luz, de agua corriente, de gas, de comunicación, y sería cabal llegar a conseguir que todos los moradores de la tierra tuvieran los mismos derechos, las mismas oportunidades, con la posibilidad de obtener la felicidad sin atropellar la de los demás.

No solo me estremezco al pensar en todo eso, si no que además, corren peligro sus vidas por el ansia del poder de los que quieren ostentarlo a costa de la sangre inocente, que una vez erigidos como tales, llenan sus bolsillos dejando nuevamente a los ciudadanos mas pobres cada día, mas aterrorizados, y con menos espíritu para seguir viviendo.

Debería Dios de dar una lección a esos individuos que aprovechan la fuerza para denigrar, esclavizar y humillar vilmente a todo inocente que después de haber nacido, intente sobrevivir en su país.

Debería Dios de hacer algo para contrarrestar el dolor de los seres queridos desaparecidos por doquier, de los niños huérfanos que quedan a merced de bandidos asesinos, sin la certeza de despertar otro día, debería Dios.

Pero aunque nos parezca que Dios no hace nada, cabe la posibilidad de que si, y no lo veamos, no nos enteremos, y aun así, creo que nosotros podemos aportar algo cada uno, amén de lo que Dios haga, y con un poco de esfuerzo podamos ayudar a alguien que lo necesite, e intentar obtener paz para sus corazones  con la seguridad de que no le faltara de nada.

Nadamos en la abundancia, no nos falta de nada, casa, comida, transporte, comunicaciones, joyas, regalos, fiestas, etc. , y seguimos quejándonos, seguimos compitiendo con los que tienen mas, intentando conseguir un sueño, un triste pero imposible sueño, mientras hay gente en el mundo que muere por no tener nada que llevarse a la boca, por que duermen a la intemperie, porque han nacido y moran en la misma tierra que nosotros, y no le dedicamos una pequeña mirada, el primero yo.

28 de diciembre de 2010

Tanger, las dos caras de una misma moneda




Situada al noroeste de Marruecos y en la misma punta del estrecho de Gibraltar, encontramos la ciudad de Tánger. Actualmente, en Tánger conviven la religión musulmana, cristiana y judía. Y en ella han vivido artistas como Paul Bowles, o hasta los mismos Rolling Stones se han dejado seducir por sus callejuelas. Parece una ciudad a quien nadie le presta atención, pero cuando vives en ella y respiras su aire mientras paseas por su medina, o sus playas, no la puedes volver a olvidar. Como escribe el autor Mohamed Chukri, Tánger es una ciudad mítica y el mito no se explica. Un pueblo, una ciudad sin mito es un pueblo muerto. Todos estamos ligados a los mitos, ya sea Dios, un tabú, una costumbre o un rito. Cuando se quiere contar el misterio deja de ser misterio. El mito no se explica, se debe quedar encerrado dentro de su secreto. A esta ciudad, Tánger, no se le debe hacer ninguna autopsia para saber qué hay detrás, porque su secreto es su misterio.

Tánger cuenta con la típica medina marroquí, un pequeño zoco, el gran zoco, ruinas romanas, y sobre todo, el ser el balcón del estrecho de Gibraltar la hace una ciudad donde la vida pasa tranquila, pausada y no sabes muy bien cómo ni por qué, pero te sientes como en casa. De arquitectos españoles destacan: Las escuelas Alfonso XIII (1913) neoárabes junto a la medina, el Hospital español neoclásico de 1939, el Teatro Cervantes modernista, pendiente de restauración, el antiguo Banco de España clásico y sobrio, el consulado Español de estilo neoclásico, los grupos escolares, el edifico Goicoechea de la calle Pasteur de estilo expresionista, y el instituto Cervantes. Merece visitarse la catedral de Tánger, obra modernista de 1956, y la iglesia del Sagrado Corazón neobarroca. A destacar en esta zona, la nueva mezquita de Hasan II, la mezquita Siria de esbelto alminar, y el santuario del patrón Sidi Bou Arraquia en la calle Hassan II junto al antiguo cementerio. Otros lugares destacados son la casa museo de Forbes, con sus miniaturas militares, el Hotel Minzah y la Iglesia anglicana de San Andrés.

La sociedad de Tánger goza de una larga popularidad entre distintos ambientes como, por ejemplo en el artístico. Esta ciudad se convirtió en una parada obligatoria para muchos artistas. Pero de los artistas autóctonos de Tánger, el más conocido fue probablemente Mohamed Choukri. Uno de los autores más famosos y controvertidos de África.


No obstante, a pesar de ser considerada como la mejor ciudad turística de Marruecos, con un 30,5% de los votos de las personas sometidas a una encuesta, es una ciudad en la que la mayoría de su población se encuentra bajo el umbral de la pobreza. Como en todas las ciudades, Tanger posee una zona más desfavorecida, sin embargo el contraste llega a ser asombroso, pudiendo ser posible ver tiendas lujosas en las que se ofrecen artículos caros, estando en calles sucias y repletas de gente pidiendo limosna. El pasear por las calles de esta ciudad supone someterse a la continua insistencia de personas que intentan vender sus productos para así poder alimentarse.

A pesar de que, aparentemente, al llegar a Tánger no se muestran indicios de pobreza, una vez adentrándose en la ciudad comienza a percibirse la realidad. Frente al lujo que existe en esta ciudad y por la que es conocida, sus habitantes son personas que no pretenden alcanzar ese lujo, sino que buscan escapar de la miseria, conformándose con lo necesario para subsistir.

Ante esta situacion, resulta alarmante que lo social continue siendo un asunto secundario en las preocupaciones de las autoridades públicas marroquies. Es cierto que una gran campaña mediática acompaña siempre las acciones puntuales de ayuda a los necesitados, pero estas acciones se inscriben en la caridad y en lo políticamente necesario en lo que concierne a la imagen del poder, y no pueden de ningún modo erigirse en una verdadera política social para hacer frente a los graves déficits que presentan tanto Tánger, como Marruecos. Las consecuencias de esta situacion son preocupantes, ya que de ellas se desprenden niveles de pobreza y exclusión, llegando incluso a la violencia y radicalismos, y cuyas repercusiones futuras son difíciles de predecir.

Al igual que Tánger, hay muchos otros países y ciudades que sufren desigualdades, pobreza e injusticias. Incluso en países y en ciudades más desarrolladas, si nos fijamos, podemos observar personas que viven en condiciones muy precarias.

Relacionado con este tema, os planteamos una serie de preguntas, que junto con el artículo, espero que os ayuden a reflexionar, y que si quereis comenteis.


1) ¿De verdad somos solidarios?

2) ¿Como actuar contra sociedades y culturas que atentan contra los derechos básicos de las personas?

3) ¿Que puedes hacer para mejorar tu sociedad?