
Después de haber tratado vilmente a mi persona por el amor que sentía, he aprendido que no merecía la pena morir por quien no te quiere, he aprendido a dar gracias por respirar todos los días, por despertar a la vida cada mañana y luchar por ser la mujer y madre que soy, y derrochar mi cariño con aquellas personas que me abren su corazón.
Tuve la suerte de conocer a una persona que me tendió su mano, que me animó cuando estaba a las puertas de esta prisión, y he pensado mucho en sus consejos y sus palabras, y pienso que es sano, que sin conocerme de nada, ve que mi vida tiene sentido, como la de todos, espero tener la oportunidad de agradecerle su atención.
Hoy hace cuarto días que entré en la planta de psiquiatría de este hospital, y sigo sintiendo que este no es mi lugar, deseo cuanto antes salir de aquí.
Suena mi nombre por el altavoz, por un lado siento miedo, miedo a quedarme aquí mas tiempo, y por otro lado alegría de pensar que me dan el alta para ir a casa, esperemos lo segundo.
!Que alegría¡, acaban de decirme que estoy de alta médica, y que me puedo ir a casa, las lágrimas que acarician mi cara y la sonrisa en la boca dan a entender la felicidad que siento, y que vuelvo a respirar este aire que tanto necesitaba, estoy en la calle y libre, !Que bien¡
Mi casual consejero vino a verme, le prometí que intentaría hacerle caso, y curarme lo antes posible, le comenté que lo primero que hice al llegar a casa fue tirar por el retrete la medicación que me habían impuesto, y lucharé para no tener que volver a utilizarla y se alegró al saber que después de cuatro días en el hospital, he vuelto a mi casa, con mis hijos, con mis rutinas caseras odiadas por quien no pasa por mi experiencia y desde hace cuatro días anheladas por mi, yo me alegré también de verlo, porque quería darle a demostrar el bienestar que le prometí y ve en mi otra persona que abre los ojos con energía sin miedo a nada.
Es verdad el dicho "nunca te acostarás sin aprender una cosa mas", aunque lleve mucho tiempo siendo la que querían, otras personas, a partir de hoy vuelvo a ser yo, y he entendido la lección, mi vida vale un diez.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 07 de Abril de 2011
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 07 de Abril de 2011