Cuando me dieron la noticia, eché a llorar, aunque aún no se había perdido todo, y tenías posibilidades de seguir conmigo, el riesgo de perderte era alto.
Me había acostumbrado a ti, notando poco a poco tu presencia, deseando sentirte, agradeciéndole a Dios que me había regalado, tu vida.
A medida que los minutos pasaban, intentaba no perder los nervios, serenarme para así conseguir que no te marcharas, que estuvieras tranquilo a mi lado. Despierta, veía lo que me deparaba el futuro, te cuidaba, te amaba, porque mi vida la dedicaba a ti, sin trabas sin ataduras interesadas, solo puro amor.
Otro día mas con la intranquilidad de saber que sigues conmigo, no se si podré aguantar tanto tiempo, pero también tengo la suerte de contar con gente que me quiere y tratan de distraer mi mente para que los minutos pasen sin estar contándolos, que bien se siente una sabiendo que es querida.
Hoy cuando pregunté por ti, se me cerraron todas las luces, se acabó las fiestas navideñas, se oscureció el cielo. El doctor me informó que te habías marchado pero sin abandonar tu cuerpecito en mi vientre, y tendría que extraerlo para que yo no sufriera otro tipo de percance y fuese perjudicial para mi, hasta llegué a pensar, !ya que mas da!, no podría ver el color de tus ojos, de tu pelo, no podría acariciar tus pequeñas manos, besar tu frente, darte de mamar, sin embargo debía tratar de hacer caso al galeno.
Después de la consulta médica me sentí un poco mas tranquila, me esperaba mi pequeño bichito en casa, y mi marido mas cariñoso que nunca me daba el calor que en esos momentos necesitaba.
Si, he perdido a un hijo que no llegó a formarse en el lugar adecuado, y debido a eso se desprendió y murió y es muy doloroso, pero tengo a mi primer hijo y he de luchar por curarme física y animicamente para volver a intentar traer al mundo a un hermano para el y nosotros sus padres.
A veces, el dolor es mas fuerte cuando soñamos despiertos en un futuro, en el mañana, y no vemos la realidad del momento, aunque lo tengamos tan cerca como a nuestro hijo en nuestras entrañas.
Si, mi vida perdió tu vida, pero por ti aprendí a no tener prisas, a ver y disfrutar el presente, y volveré a intentarlo.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 29 de Diciembre de 2012.
Buen artículo,Bake Luki, sentimental y real como la vida misma.
ResponderEliminarComo futura mamá siento tu dolor, los siento de corazón. Apoyate en tu familia. Besos.
ResponderEliminarQue malasuerte tiene este colaborador, los hijos, ahora este drama. Adelante con dos.... y a seguir luchando.
ResponderEliminar¡Qué triste!
ResponderEliminarSituaciones dolorosas pero que se consiguen superar. Ánimo y a recuperarse.
ResponderEliminarLa vida continúa y no hay más remedio que aceptar situaciones complicadas, por muy dolorosas que sean; pura ley de vida.
ResponderEliminarTodo el apoyo de la comunidad Bake para paliar en lo posible el dolor de la familia.
Un abrazo, amigo Luki.
Es doloroso pero no es igual la vida que se pierde que la que continua y puede seguir concibiendo.
ResponderEliminarPrecioso articulo, desde el fondo de mi alma te animo para que no lo dejes, quizas te hayan dicho que ahora puede ser mas facil conseguir el embarazo.
ResponderEliminarBesos.
Es una manera de expresar un alborto, y ademas me parece muy bonita.
ResponderEliminarYo tuve esa experiencia, y llegó a marcarme, pero no dencansé hasta lograr quedarme embarazada y tener a los hijos que deseaba.
Animos y adelante.
picha con todo sentimiento, a ti no te ha tocado nunca la lotería???
ResponderEliminar¿Esto es verdad o ficción?
ResponderEliminarNo siento nada y es que el sufrimiento de una madre es tan grande que llegas a no sentir nada, vacio, solo vacio, y ni la ternura de los seres queridos puede apaciguar. Yo también pase por el trauma de perder a mi niña.
ResponderEliminareva dice has conseguido que derrame mis lagrimas gracias por este articulo tan bonito no esperaba menos de ti gracias y un beso grande como dices tengo a mi pequeño que lo llena todo
ResponderEliminarLa vida sigue rodando con o sin nosotros, afortunadamente tienes un hijo, yo no pude conseguirlo.
ResponderEliminarPrecioso y triste el artículo amigo Bake Luki.
ResponderEliminar"Eres puros ojos, niño del río.
ResponderEliminarLozana piel de seda, niño amado,
Niño del río, niño sin mirada,
O de mirada perdida.
¿Qué dicen tus ojos?, ojos de hiel,
de amarga hiel sin sueños,
¡qué cerrados tus ojos!,
¡qué perdidos en la lejanía!,
en el espacio interminable,
no encuentran respuestas
¿Cómo poder descifrar tu mirada?
Disipada en el tiempo,
en el tiempo que es osco,
sin piedad, ni sonrisa,
sin madre de teta, ni aliento de vida ,
sin fe ni esperanza, sin luz de alegría.
¡Ay niño perdido!, por el tiempo olvidado,
¿será que odias la indiferencia del mundo?
¿o su estúpida ignorancia
que procura violencia, y derrama soberbia?.
Niño del río, niño sin nombre,
sin dolor ni esperanza,
sin sentido en la vida
niño lozano, de rasgos dormidos,
¿sueñas que cosas? ¿o no sueñas nada?.
¿Qué dice tu mente, oculta y oscura?
¿qué intriga te envuelve?
¿qué interrogantes te acosan?
No ríes, no lloras, no esbozas la vida,
No proclamas derechos.
¿Cómo ayudarte si no te ayudas?.
Niño perdido en la inmensidad del tiempo"
CARLOS A. BADARACCO
Es una perdida irreprable, lo siento.
ResponderEliminarA veces soñamos despiesto y nos duele más que la realidad y por supuesto el sueño.
ResponderEliminarPor lo que deduzco, parece que este artículo se lo has dedicado a Eva. No está nada mal.
ResponderEliminarPor estas vicisitudes pasan muchas mujeres, hay que considerarlo como normal.
ResponderEliminarEl enfoque que le has dado, Bake Luki, es muy sentimental y algo triste.
Conocí a una vecina que tuvo dieciséis abortos y sólo sobrevivieron tres varones.
EliminarInmersos en el largo puente pensábamos que no llegaría el lunes. ¡Incrédulos!
ResponderEliminarY además, encima que es lunes, toca tristeza.
EliminarArtículo made in Bake Luki.
ResponderEliminarEs duro perder a un hijo. Pero más duro es verlos morir con tus propios ojos y no poder hacer nada.
ResponderEliminarPerder un hijo es el dolor más grande que puede pasar una mujer, aunque sea un embarazo de pocas semanas.
ResponderEliminarMe parece que lo que está relatando el autor es un aborto.
ResponderEliminarLa pérdida de un hijo no se puede expresar con palabras.
ResponderEliminarMiedo me está dando que salga el aborto que está gestando Rajoy.
ResponderEliminarY De Guindos, Soraya, Montoro, De Cospedal, Báñez...
EliminarUna madre hablando con su hijo que aun no conoce físicamente, muy enternecedor. El desenlace sería culpa del destino.
ResponderEliminarLa pérdida de un hijo no se supera. Sólo se aprende a vivir con el dolor. Tristísimo.
ResponderEliminarNo debe haber dolor más grande que la pérdida de un hijo, nacido o por nacer... Son golpes bajos de la vida.
ResponderEliminarNadie entiende el dolor de perder a un hijo cuando se lleva en el vientre. Sólo nosotras podemos entender ese inmenso dolor que día a día está presente y no nos deja. Los demás sólo pueden decir lo bueno es que no lo tuviste en tus brazos, nadie, sólo nosotras entendemos este profundo dolor.
ResponderEliminarNo hay palabras para explicar lo que se siente al perder un hijo, es algo que no tiene palabras, simplemente así.
ResponderEliminarLa pérdida de un hijo es el dolor más grande que pueda sentir una madre, no importa el tiempo de vida, porque desde el momento que lo llevas en el vientre lo amas y no hay consuelo para esa madre, lo único que te podría dar un poco de consuelo es saber que tienes un hermoso angelito que siempre estará contigo.
ResponderEliminarMi bebé partió pronto, apenas comenzaba a crecer dentro de mí y yo ya lo amaba y lo extraño y siento que jamas podré superar su partida. Me siento devastada y ya todos quieren verme bien, cansados quizás de esta pena que arrastro día a día y que los obligo a vivir. Necesito llorar, por Dios que lo necesito, pero no me dejan y estas lagrimas se van convirtiendo en un nudo amarrando mi corazón. Ya he perdido dos hijos y el corazón no resiste más, no aguanta más...
ResponderEliminar—Esa es una puta.
ResponderEliminar—Es mi hermana.
—No, la de al lado.
—Es mi madre.
—No, la otra.
—Es mi novia.
—Vale, pégame.
Demuestras mucha sensibilidad. Me ha gustado, Luki.
ResponderEliminarMe parece una meme de mermelada.
ResponderEliminarUn bello artículo, si señor.
ResponderEliminarLa claridad de ideas la tuvo Sancho cuando dijo refiriéndose a Dulcinea del Toboso: "No es mi señor una princesa, más bien parece una labriega".
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