30 de abril de 2014

Monólogo del alma (6)

Hola mi querida alma gemela, la brigada de las flores te las regalo por haber leído esta conversación que he mantenido en estos días con mi alma buscando la tuya. Espero que tu alma siga fresca y tan hermosa. Gracias por haber respondido a mis mensajes de soledad y si no somos iguales siempre nos quedará un afecto común y quizás una amistad incipiente pero con futuro, seguro. Intentemos desarrollar en nosotros mismos las cualidades que admiramos en otros pero con el encanto de que somos distintos. La vida la concibo como una bola que se llena exclusivamente con las almas de mi amistad, de la tuya; sólo así veremos las cosas positivas que todos tenemos incluyendo las debilidades y defectos. Si deseamos esta amistad tenemos que olvidarnos de que las cosas podrían haber sido diferentes o mejores. Te lo definiría como un amor, donde sentimos a nuestra alma gemela y sin embargo nunca nos tocó, nos besó y sin embargo estamos íntimamente unidos a ella. Es una sensación única que supera todo y resiste el tiempo, la distancia, se hacen más fuertes los dos.

Cuando por fin encontramos nuestra alma gemela comprobamos que se encuentra dentro de la misma línea de búsqueda que la nuestra, es decir en permanente busca de otras ya que pasamos a un intervalo más elevado y no nos conformamos ya con una sola, cuando podemos presentir que existen otras muchas que se igualarán a la tuya y a la mía. Y ese es el momento donde nuestro amor se desborda hacia los demás ya que nuestra alma en su largo recorrido de búsqueda ha ido asimilando experiencia y la exigencia es menor considerando a otras almas parecidas como la semejante, como la gemela.

Llegado este punto mi alma se separa de mi cuerpo, la vida deja paso a la muerte y mi alma ya libre de búsquedas se une a todas sin distinción ya que lo que realmente le separaba de otras almas era el caparazón donde se hallaba ubicada.

La búsqueda ha terminado, ellas ya vagan libres por su lugar, nosotros esperaremos que alguna se detenga y nos insufle la vida necesaria para reencárnanos en un distinto cuerpo. De nuevo comenzaríamos a interiorizar y a pensar en lo bello que sería encontrar a nuestra alma gemela. No aprendemos o no recordamos.

Esta mañana paseando por el cementerio leía esta frase en una tumba “La muerte no existe. La gente sólo muere cuando la olvidan.”

“Quiero un punzón en mi mano
para abrirme entero el pecho
quiero sacar a mi alma
sostenerla entre mis dedos,
para luego, liberarla
como cual ave cautiva
abrir la puerta y soltarla.

Que se vaya!
que me deje!
que ya no quiero salvarla.
¡ay! alma, alma, ¡mi alma!
qué difícil componerla
y qué fácil desgarrarla!”

( Ana M. V. de Almandos)

Última entrega de este monólogo filosófico que nos ha regalado nuestro amigo el "Coronel Tapioca". GRACIAS.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 30 de Abril de 2011.

29 de abril de 2014

En la encrucijada

Llegar a lo más alto. Ese es el objetivo. O más bien lo era, hasta que me dí cuenta de que la Tierra Prometida es una cuestión de fe.

Todo empezó el día en el que me encontraba en la población de Trevélez a principios de mayo, disfrutando del pueblo a mayor altura sobre el nivel del mar de España. Pero claro, no contaba con la naturaleza humana que siempre nos hace querer más. Vislumbré una señalización de sendero que indicaba: “Mulhacen 7 horas”. Desde este momento me entró ese gusanillo de querer llegar a lo más alto, pero de verdad.

Al mes, me dispuse a matar al gusanillo y coronar la cima. Salí bien temprano, puesto que mi intención era completar la expedición en una hora menos de lo señalizado y así tener luz suficiente en mi travesía de ida y vuelta. Pero claro, no contaba con que el ocaso llegaría para mí mucho antes…

Avanzados los primeros metros con toda la ilusión del mundo, llegó el momento clave: la encrucijada. Ese punto en el que tenemos que decidir hacia donde seguir nuestro camino: izquierda, centro o derecha. Como la izquierda no está de moda la deseché automáticamente rigiéndome por las premisas generalizadas, con lo cual me quedaba el centro y la derecha. Esta claro que en tiempos pasados todos querían ir por el centro, pero yo soy un hombre moderno y me dije: “la derecha es lo que mola ahora, y al garete eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor. ¡A LA DIESTRA!

Ese era el camino que me llevaría a la gloria, claro que si, todos lo dicen. Todo iba como lo seda, pero poco a poco ese sendero que inicialmente era ancho y fácilmente transitable, se fue difuminando poco a poco, y los obstáculos empezaron a florecer, hasta tal punto que el camino desaparecía y sólo me quedaba caminar campo a través. En ese instante me di cuenta de mi error en la encrucijada y quise rectificar…pero ya era demasiado tarde.

Desandando la ruta, tras una curva me encontré de frente con dos astados pastando en mitad del camino. A escasos cinco metros se encontraban los mostrencos, los cuales, al oír mis pisadas, se me quedaron mirando con cara de pocos amigos. Pensé en darles un “flash” a modo de capotada, pero pensándolo mejor me dí la vuelta deseando que no me siguieran y di un rodeo adentrándome por terrenos totalmente intransitables: zarzales, ciénagas, barrancos y terrenos muy espinosos me dieron la bienvenida. “El centro, tendría que haber ido por el centro”.

Sin saber a ciencia cierta cómo, logré salir de allí y abandonar ese camino derechista que tan maravilloso parecía. Volví a la encrucijada y miré con nostalgia el sendero correcto cuando el sol casi estaba en su cenit. En ese momento decidí entrar en un bar cercano, y mientras en la tele veía a los “indignaos” de Sol le dije al camarero: “una de rabo de toro por favor”.

Nuestro Amigo y Seguidor, Bernardo Roa, nos remite este artículo desde tierras granadinas. GRACIAS. 


Artículo reeditado: Originalmente publicado el 18 de Junio de 2011.

28 de abril de 2014

Los supervivientes de la batalla de Las Termópilas


Es famoso, en particular después de la película "300", el sacrificio de los 300 espartanos comandados por Leónidas, el rey de Esparta, quienes pararon en el desfiladero de las Termópilas a un ejército varias veces superior durante varios días, y terminaron siendo doblegados sólo mediante la traición.

Menos conocido es el hecho de que algunos de los bravos 300 de Leónidas sobrevivieron a la masacre, aunque tuvieron suertes distintas, y todas ellas desgraciadas.

Uno de ellos fue Pantites, un soldado que fue enviado por Leónidas a Tesalia (es decir, al norte de las Termópilas, temerariamente en dirección a las filas enemigas) con una embajada, probablemente para reclutar aliados para la batalla. Pantites no alcanzó a regresar a las Termópilas a tiempo para luchar (y eventualmente morir) junto con los 300, de manera que regresó a Esparta. El estricto código de honor militar espartano no le perdonó esto, y Pantites, incapaz de soportar la deshonra, acabó colgándose.

Los otros dos soldados que sobrevivieron fueron Eurito y Aristodemo. Ambos estaban fuera de las Termópilas, aquejados por una enfermedad ocular. Cuando llegaron las nuevas del desastre de las Termópilas, ambos tomaron decisiones distintas. Eurito, casi por completo ciego, se hizo conducir por un ilota (un esclavo) hacia el campo de batalla, y se paró en éste, dispuesto a ofrendar su vida en combate contra los persas, insensible al hecho de que un soldado solitario nada podía hacer en batalla abierta contra el ejército persa en masa. Al ver la llegada de los persas, el ilota corrió por su vida, pero Eurito se quedó en pie de guerra, y murió combatiendo.

Aristodemo, por su parte, tomó la opción de volverse a Esparta, dando por perdida la causa y por inútil el sacrificio. Apenas llegó a Esparta, cayó sobre él la mancha negra de haberse retirado del combate, la peor deshonra en la que podía incurrir un espartano libre. Ningún espartano estaba dispuesto a compartir con Aristodemo el fuego, ni tampoco a dirigirle la palabra.

Tanta fue la humillación, que un año después, cuando los espartanos plantaron cara al ejército persa en Platea, Aristodemo iba de los primeros y se lanzó con furia ciega a lo más denso de las filas persas, muriendo en combate. El triste final es que, aunque se consideró a Aristodemo como redimido por haber caído en combate, esta vez sí, en vez de abandonar el campo de batalla por segunda vez, no se le dieron honras especiales porque los espartanos consideraban la rabia homicida en batalla no como algo gallardo o valiente, sino como una grave muestra de indisciplina.

Al menos, de esto Aristodemo no se enteró, porque ya estaba muerto...

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 30 de Noviembre de 2010.

27 de abril de 2014

Gitano de Sevilla

Quien me presta una escalera
para subir al madero
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?

Oh, la saeta al cantar
al cristo de los gitanos
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar.

Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz.

Cantar de la tierra mía
que echa flores
al Jesús de la agonía
y es la fe de mis mayores.

Oh, no eres tu mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino el que anduvo en la mar?

Antonio Machado

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 04 de Octubre de 2010.

26 de abril de 2014

De vacaciones...


Tres sacerdotes decidieron ir a Niza de vacaciones.

Estaban determinados a tomar una real vacación, no usando nada que pudiera identificarlos como clérigos.
Tan pronto el avión aterrizó, se dirigieron a una tienda y adquirieron algunas bermudas, remeras, sandalias y anteojos negros realmente llamativos.

A la mañana siguiente bajaron a la playa vestidos con su atuendo turístico.

Estaban sentados en sus sillas de playa, bebiendo un trago y disfrutando del sol y el paisaje, cuando una rubia despampanante 'que mataba', usando un bikini topless pasó caminando junto a ellos que no pudieron evitar mirarla con admiración..

Al pasar frente a ellos, la rubia sonrió y dijo: -"Buen día, Padre", "Buen día, Padre", saludando y dirigiéndose a cada uno individualmente al hacerlo.

Ellos quedaron atónitos.

¿Cómo diablos podía ella saber que estaba frente a sacerdotes?

De manera que al día siguiente, ellos regresaron a la tienda y compraron prendas aún más llamativas.

Una vez más, con su nuevo atuendo, se ubicaron en sus sillas para disfrutar del sol.

Luego de un momento, la misma rubia atractiva, usando un diferente y colorido bikini topless, volvió a pasar frente a ellos, y una vez más los saludó diciendo

"Buen día, Padre", "Buen día, Padre" y comenzó a alejarse.

Uno de los clérigos no pudo evitarlo y dijo:

- "Un momento, señorita"

- "Si, Padre?"

- "Nosotros somos sacerdotes, orgullosos de serlo, pero debo saber cómo es posible que usted sepa que somos clérigos, vestidos como estamos?"

Ella replicó:

- "Padre, soy yo... ¡ la Hermana Catalina !

 
Esta Colaboración, nos la remite un seguidor anónimo con buen humor. GRACIAS.


Artículo reeditado: Originalmente publicado el 17 de Julio de 2011.

25 de abril de 2014

Rollitos de Primavera

Ingredientes:
  • 1/2 Pechuga de Pollo (250-350 grs)
  • 250-350 grs de Ternera
  • Un cuarto de Col (pequeña)
  • Una cebollita
  • Un Pimentito
  • Un paquete de obleas de arroz Vietnamitas
  • Sal
  • Pimienta Negra
  • Aceite de Oliva
Preparación:
  • Lavamos, y picamos a juliana muy fina, la col, la cebolla y los pimientos
  • Ponemos a calentar agua en una olla con un poco de sal y una cucharadita de aceite de oliva
  • Cuando el agua esté hirviendo, ponemos las verduras, tapamos y esperamos a que rompa a hervir de nuevo, apartamos del fuego y dejamos 5 minutos con la olla tapada.
  • Ponemos las verduras en un escurridor (el caldo o lo tiramos o lo dejamos para hacer una sopa)
  • Cortamos el pollo y la ternera en tiras finitas
  • En una sartén (si tenemos un Wok mejor) ponemos un poco de aceite de oliva a fuego fuerte, cuando esté bien caliente ponemos el pollo, salpimentamos al gusto.
  • Cuando esté casi hecha la carne ponemos la mitad de nuestras verduras escaldadas.
  • Reogamos 1-2 minutos y apartamos.
  • Obramos de la misma forma con la ternera
  • En un recipiente ponemos agua caliente (no demasiado para no quemarnos los dedos)
  • Ponemos una oblea de arroz y dejamos 10-15 segundos, sacamos con cuidado y la extendemos sobre un trapo
  • Esperamos un poco hasta que la oblea quede pegajosa y agregamos cerca del borde con uno de los rellenos, pollo por ejemplo
  • Empezamos a enrollar desde fuera hacia dentro
  • Cuando lleguemos a la mitas doblamos hacia dentro las dos puntas
  • Terminamos de enrollar
  • Todo con cuidado para no romper la oblea, debe quedar bien cerradito
  • Hacemos lo mismo con la ternera
  • Podemos servir con una tortillita, por ejemplo
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 26 de Septiembre de 2010.

22 de abril de 2014

Movilidad Exterior



"MOVILIDAD EXTERIOR"

Tenía un calor sofocante. Después de la brisa suave, sí, esa que susurraba que no existía crisis, comencé mi nueva aventura; habilitada exclusivamente con mi corazón y mis palabras me dirigí al infierno, a la búsqueda.

He pasado por muchos desiertos: el de Arches en el estado de Utah; en Sudáfrica tuve que lidiar con el desierto de Richterveld y sin olvidar las movedizas dunas de Ihhan Ubari en Libia. Las engañosas arenas blancas de Nuevo México tampoco pudieron conmigo, y con Indiana estuve perdida en sus brazos varios días en el de Dash-e Lut en Irán. Lo reconozco, nada como el que estaba atravesando, el más duro, el más ruinoso, el más engañoso; algunos amigos intentaban ayudarme a llegar al oasis esplendoroso del que tanto había oído hablar.

Después de varios días de marcha opté, como siempre suelo hacer, por evadirme del grupo, buscar la soledad y con ella el tan añorado oasis.

Nunca sé de dónde vengo o dónde terminaré la próxima noche, pero esta vez era distinto. Estaba de moda Spañistán y yo siempre he tenido un especial enlace con esa tierra histórica e inundada de generaciones aventureras y forjadoras de sueños. Mis padres me contaron que vivieron allí y también que yo llevaba sangre tartéssica en mis venas.

Dejémoslo, no quiero caer en la sensiblería de Madonna. Buscaba a los chicos jóvenes, miles, que habían tenido que emigrar al oasis de la esperanza, al oasis de la nueva vida porque al parecer su país había quedado desierto de ilusiones, de amanecer, de vida.

Calor, mucho calor y sobre todo dolor, mucho dolor de la perdida y de la búsqueda.

Por fin, avisté el oasis de las promesas. Conforme me fui acercando pude comprobar que no existía un solo palmeral y que el refugio de remanso que yo esperaba era más bien grandes infiernos, donde mis aventureros emigrantes, se habían convertido en lacayos de otros pueblos.

Abogados en Deutschland, biólogos en England, médicos en la France, economistas en Holland, maestros en Schwyz..., y así otros muchos que intentaban latir y vivir fuera de su tierra. Pena, sentí una enorme pena. Tristeza como nunca antes había sentido.

Reconocí a futuros investigadores, a chicos y chicas con alta cualificación profesional, con especial sensibilidad y exquisita jovialidad. La mayoría subsistían como podían; contratos de prácticas, horarios nocturnos, trabajos de cualquier gama y salarios que no les permitían contemplar el futuro con optimismo.

- Nos han abandonado.

- No tenemos posibilidades en nuestro país.

- Aquí al menos podemos seguir.

- No podemos continuar siendo una carga para nuestras familias…

Tristeza, mucha tristeza. Rebeldía, indignación y sobre todo una palabra que no existe en mi particular diccionario, resignación, mucha resignación.

Malditos vosotros, imbéciles y mangantes. Malditos vosotros, los que habéis arruinado una generación de mujeres y hombres que debían y podían haber tenido opciones de trabajo y felicidad en su país.

Os maldigo políticos, corruptos, sindicalistas, tramposos, mafiosos, capitalistas sin escrúpulos y os maldigo a vosotros gobernantes del mundo “libre”, de la locomotora, del imperialismo, de la ambición sin límites. Creáis paraísos artificiales para los hombres y mujeres de los países que se encuentran en la cresta de la crisis que habéis creado para el beneficio del capital liberal, es decir vosotros.

Con lágrimas en los ojos me marché de los oasis desiertos donde se encontraban mis compatriotas, no sin antes prometerles que a partir de este momento emprendería una cruzada que no finalizaría hasta que todos volvieran a casa.

Cuidado, tened mucho cuidado, mis Bakes y yo vamos a estar, ahora y después. Todos buscaremos un futuro para ellos, sin descanso, sin fisuras, sin miedo.

Según me ha cableado Bond el calendario de esos impresentables recoge muy pronto, en la piel de toro, elecciones…

PD: A los dóciles que lean este escrito les doy la oportunidad gratuita de ingresarse en el hospital de mi amigo y antiguo masajista André Breton. Con varias sesiones habrán recuperado la capacidad de elegir libre y responsablemente.

21 de abril de 2014

El Cid Campeador


Con gran lamento el Campeador partió;
su rey Alfonso al destierro le mandó.
Con todo su séquito emprendieron la acción;
algunos fieles le siguieron en la peregrinación:
su incondicional Minaya, su esposa doña Jimena
y sus queridas hijas doña Elvira y doña Sol.
Consiguieron pertrechos a mogollón,
incluso con burla a Raquel y Vidas dinero consiguió,
dejándoles cargado de arena un gran halcón.
Grandes aventuras y conquistas,
en tierra de moros le deparó.
Consiguieron conquistar fortalezas y poblados,
se mese sus barbas y más honra consiguió.
La hazaña del Campeador el juglar las cantó;
hasta el mismo rey don Alfonso se interesó;
aun más Don Diego y Don Fernando, infantes de Carrión.
Hubo casamientos entre los de Carrión con doña Elvira y doña Sol.
Los felices esposos llegaron junto al Campeador.
Un regalo preciado les reservó a los de Carrión,
la Colada y la Tizona cedió con gran emoción.
Llegó el momento de la máxima acción,
la conquista de Valencia fue la culminación.
Después de una dura batalla la victoria consiguió;
buscaron a los infantes de Carrión,
les encontraron debajo de un colchón;
después de risas y burlas por la situación,
venganza se juraron los infantes de Carrión.
Don Diego y don Fernando con doña Elvira y doña Sol
a tierras de Castilla marcharon sin dilación.
Cuando entran en el robledo de Corpes
su venganza se culminó.
Duro escarnio les dieron a las hijas del Campeador;
creyéndolas por muertas marcharon sin compasión.
Suerte tuvieron doña Elvira y doña Sol;
sintieron la mano del Protector.
De rabia casi muere el Campeador
y juró convertirse en su vengador.
Marcharon a Castilla y el Cid hizo su exposición;
el rey don Alfonso, receptivo, su petición le concedió.
La Colada y la Tizona sintieron emoción,
y a manos del Cid aterrizaron con precipitación.
Nuevas bodas organizó el rey Alfonso,
Doña Elvira y doña Sol
con los infantes de Navarra y Aragón.
Con mucha honra y venganza cumplida,
el Cid Campeador al rey don Alfonso se equiparó.

Artículo reeditado: originalmente publicado el 26 de Mayo de 2010.

20 de abril de 2014

Una dama luchadora


Como en cualquiera de los locales que frecuentamos para tomar café, entré en aquel lugar por primera vez, donde conocí a la protagonista de mi dedicatoria, una señora sencilla, humilde y trabajadora que enriquece su trabajo solo por la forma tan cariñosa de como te trata. Me habló un poco de sus andanzas por el mundo y lo que costó llegar hasta aquí, todo esto aderezado con una sonrisa perenne y la dulzura de su voz.

De ahí que me tomase la libertad de escribirla esta pequeña poesía, y como no, acompañada por una cancion de tu tierra.

Ella da gracias al viento
para seguir con la rutina
vivir ya es sufrimiento
que pide la vida misma.
Se mantiene firme en el aire
con gracia mece su cuerpo
bailar es lo que parece
llegando todo lo lejos
que su apetito necesite.
La comida busca con anhelo
para subsistir día a día
y aletea por los cielos
con la suerte de apreciar
el ir y venir de los demás
con sus sanas locuras
sin saber que buscar
deambulando en la aventura.
Ella sigue aleteando,
el trabajo la hace fuerte,
aunque flaquee su corazón
lo reanima con la gente
que ve cada mañana,
en cada atardecer,
en cada madrugada,
en cada saludo,
con una simple mirada
en este camino duro
que nuestra mente agota,
un ejemplo siempre a seguir
mi amiga Marta Gaviota.




Artículo reeditado: Originalmente publicado el 17 de Abril de 2010.

19 de abril de 2014

Frases de Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez

1927 - 2014 - Escritor colombiano.

La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.

La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.

El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.

Hay que ser infiel, pero nunca desleal.

El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo.

Ningún lugar en la vida es más triste que una cama vacía.

Así es -suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventado.

El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.

Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.

La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.

Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no.

Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe.

Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.

La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada.

La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla.

En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.

No, el éxito no se lo deseo a nadie. Le sucede a uno lo que a los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿qué hacen? Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad posible.

No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.

Nunca releo mis libros, porque me da miedo.

El amor es tan importante como la comida. Pero no alimenta.

El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar.

El amor se hace más grande y noble en la calamidad.

El periodismo es el mejor oficio del mundo.

Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata.

Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra.

No tenemos otro mundo al que podernos mudar.

Artículo reeditado en memoria de Gabriel García Márquez, D.E.P: Originalmente publicado el 11 de Octubre de 2011.

18 de abril de 2014

Codornices a la Manchega

Ingredientes:
  • 4 Codornices
  • 400 grs de garbanzos cocidos (agua y sal)
  • 125-250 grs de arroz de grano redondo
  • Una cebolla
  • Un pimiento verde
  • Un buen tomate
  • Un pimiento rojo
  • Unos ajos
  • Sal
  • Aceite de oliva
  • Laurel
  • Una ñora
  • Pimentón dulce
  • Pimienta negra
  • Clavo
  • Comino
  • Romero
  • Tomillo
  • Albahaca
  • Salvia
Preparación:
  • Pelamos, cortamos, picamos y laminamos los ingredientes.
  • Las codornices las partimos por la mitad, longitudinalmente.
  • Braseamos las codornices en una sartén (tapada) previamente salpimentadas con poco aceite, le ponemos un poco (al gusto) de todas las especias mencionadas, salvo el laurel y el pimentón.
  • Mientras tanto preparamos un sofrito con la cebolla, el pimiento rojo y el verde, con un poco de aceite calentado con el laurel, la ñora y los ajos laminados.
  • Cuando esté casi listo el sofrito agregamos los garbanzos, agregamos todas las especias al gusto y un poco de sal
  • Reogamos unos 5 minutos a fuego medio y añadimos las codornices
  • Reogamos unos minutos
  • Agregamos agua hasta cubrir, tapamos y subimos el fuego hasta que empiece a cocer.
  • Bajamos el fuego a medio y los dejamos hacerse unos 20 minutos, removiendo y corrigiendo de agua
  • Cuando veamos que las codornices estén tiernitas agregamos el arroz.
  • Corregimos de sal si es preciso.
  • Dejamos hacerse a fuego medio y tapado hasta que el arroz esté listo (unos 20 minutos)
    Artículo reeditado: Originalmente publicado el 19 de Septiembre de 2010.

17 de abril de 2014

Una nueva vida sin ti

Una nueva vida sin ti es algo que no quiero vivir,
prefiero morir, sabiendo que mientras estuve aquí,
me hiciste feliz.
Cada momento, cada segundo y cada instante contigo
era especial, una vida llena de felicidad,
en la que nada podía salir mal.
La única que me hacía sentir, reír y soñar,
a la que quería más y con la que aprendí
que se podía amar de verdad.
Pero ahora que te has ido y que ya no volverás,
ha vuelto la amarga soledad.
Saber que nuestras manos no se volverán a juntar,
me hace sentirme mal y por más que luche,
no puedo evitar llorar.
Creo que sabías lo que iba a pasar, que como todo lo que empieza tiene que acabar,
aunque yo lo intentara alargar.
Y créeme cuando te digo que te intenté olvidar,
seguir adelante sin mirar atrás,
pero me he dado cuenta que una nueva vida sin ti,
es algo que no puedo afrontar.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 16 de Junio de 2010.

16 de abril de 2014

La eterna espera



Aunque el trocito de cielo que tengo en casa llena bastante los huecos de cada día, he de reconocer que me seguís faltando, que cuando mi amiga soledad me visita y me hace llegar vuestro recuerdo, aquellos días que el destino embriagó mi vida de un licor amargo, tan amargo que la hiel era azúcar de caña.

Por vuestra hermana no puedo demostrar tristeza, dado que ella irradia felicidad, y a medida que va creciendo creo que también se da cuenta de el por qué no conoce a sus hermanos, aunque no lo entienda, aunque su padre le demuestre amor en cada momento del día.

La vida nos golpea a todos de alguna manera, y es en compañía de la soledad cuando hacemos acto de conciencia, ese momento cuando descubrimos lentamente los errores que cometimos, si se podrían haber subsanado, enmarañándolo todo con nuestra copa de hiel en las manos, sin llegar a una conclusión y agotando el serrín que tenemos en el coco, y cayendo al vacío de la realidad, buscando una alternativa para no estar mas tiempo con la soledad.

¡ Me gustaría saber como estáis, y que tal vais en clase, si necesitáis algo, y… !

Se que tu, mi hija, has encontrado con quien compartir tu vida, me parece, bajo mi punto de vista, algo precipitado, pero eres inteligente y confío en que tu sepas llevarlo a cabo, para mi aún sigues siendo una niña, aunque con veintiún años, tengas un cuerpo de mujer, me hubiese gustado contar con el conocimiento de tu partida del seno materno, de tus labios, sin embargo acepto que me haya llegado por otros porque así tengo noticias tuyas.

Espero que esos estudios universitarios los saques adelante, y puedas realizarte en la vida con un puesto de trabajo y seas feliz, muy feliz, al mismo tiempo me he alegrado mucho porque tu hermano es un gran chico, no solo porque es alto y atlético, sino porque le van muy bien los estudios académicos, con notas que ya las quisiera yo para mi, quizás en poco tiempo trate de volar del nido como lo has hecho tu, y le pido a la vida que tenga toda la suerte del mundo, porque hoy en día la situación está difícil, muy difícil.

Recuerdo las palabras de aliento que recibía de las personas mas allegadas cuando dejé de teneros conmigo, aunque solo fueran veinte minutos los miércoles y viernes, aquellas personas decían que tuviera paciencia que el tiempo lo cura todo, y que ellos volverían a estar conmigo aunque fueran mayores, pero los días pasan rápidamente, como las semanas, los meses y los años, y no veo la hora de que por lo menos me digáis “hola papá”.

Ojalá el destino me salude una mañana sabiendo que por lo menos llegáis a la conclusión de venir a verme, o me llaméis porque necesitáis algo, o simplemente leáis estas líneas y consigáís entender como se encuentra un padre sin sus hijos.

Os quiero.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 14 de Diciembre de 2010.

15 de abril de 2014

Imbéciles, permitirme tutearos

Por Arturo Pérez Reverte.

Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.

Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.

Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.
De nuevo el autor da en la Diana, estamos regidos por imbéciles endiosados, intolerantes, con nula capacidad de diálogo y por lo tanto incapaces de llegar a consensos

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 14 de Octubre de 2010.

14 de abril de 2014

Ausencia


Noche marismeña cuando la vislumbré por última vez
Su cuerpo físico me abandonó, se desplazaba, se retiraba; no quería estar conmigo.
Muchas dudas pasan por mi mente; no sé en qué he podido errar. La añoro.
No puedo comprender que si mi corazón late a un ritmo galopante cuando estoy con ella ¿por qué decide abandonarme?.
Quizás su corazón vaya por el camino de la libertad y al mío le sobre rapidez y le falte sinceridad lo que es igual a libertad.
Sin embargo su espíritu me pertenece; soy su dueño y señor; podría ser un desafío.
Me transformo por un momento en Segismundo y en mi soliloquio me digo: “ ya no quiero ser amo ni señor, de nada ni de nadie”, si te marchas ¡ya no me queda nada!.
En mi furia y abatimiento surge de lo más profundo de mi ser un lamento: que va a ser de mi. La sigo y abandono lo que tengo, o me quedo y ella me abandona.
Como te tema es complejo y no quiero abusar de los consejos de los Bakes considero más conveniente dejarlo en manos de un ilustre maestro llamado Don Félix Lope de Vega y Carpio (Fénix de los Ingenios):
"Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, e ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;

arder como la vela y consumirse
haciendo torres sobre la tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;

hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada, sobre fe, paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;

creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma y en la vida infierno”.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 20 de Mayo de 2010.

13 de abril de 2014

La casada infiel!!!


La casada infiel by daymix.com

"Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
*
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo, el cinturón con revolver.
Ella, sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo
la luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena,
yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande, de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río."
Federico García Lorca
Romancero Gitano (1924-1927)

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 16 de Abril de 2010.

12 de abril de 2014

Romance a los 40...!!!


CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ENTRE DOS MUJERES… de 40 y pico...

- Hola !! ...Cuéntame... Cómo te fue con tu cita de la otra noche?

- Horrible!........!No sé qué pasó!

- Por qué?... No te dio ni un beso?

-Si!!!... Me besó tan fuerte y me mordió los labios hasta que pensé que se me iba a explotar el implante de colágeno ...Entonces me acarició el pelo y se me salieron unas extensiones que tenía.

- No me digas que terminó ahí?

- Nooo.....!! Después me tomó la cara entre sus manos, hasta que le tuve que pedir que no lo hiciera más, porque me estaba aplastando el bótox, además, que mis pestañas postizas se le quedaron pegadas en la nariz.

- Y no intentó nada más?

- Sí.....se puso a acariciarme las piernas y lo frené. porque me acordé que no había tenido tiempo para depilarme......Al tratar de detenerlo, se me salieron dos de las uñas postizas. Después le entró un arrebato de lujuria impresionante y me abrazó tan fuerte que casi se le quedan mis prótesis de las nalgas en las manos y casi me revienta los implantes de silicona de mis senos.

- Y después qué pasó?

- Que se puso a beber champaña en mi zapato!

- Ay....qué romántico!!!

- Romántico?...por poco se muere.

- Por qué?

- Porque se tragó el corrector del juanete que estaba adentro y casi se ahoga.

- Y después qué paso?

- Puedes creerme que se fue?...!!Para mí que era maricón!!

Un seguidor anónimo, nos remite este chiste. GRACIAS por compartirlo con todos.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 10 de Julio de 2011.