Aunque el trocito de cielo que tengo en casa llena bastante los huecos de cada día, he de reconocer que me seguís faltando, que cuando mi amiga soledad me visita y me hace llegar vuestro recuerdo, aquellos días que el destino embriagó mi vida de un licor amargo, tan amargo que la hiel era azúcar de caña.
Por vuestra hermana no puedo demostrar tristeza, dado que ella irradia felicidad, y a medida que va creciendo creo que también se da cuenta de el por qué no conoce a sus hermanos, aunque no lo entienda, aunque su padre le demuestre amor en cada momento del día.
La vida nos golpea a todos de alguna manera, y es en compañía de la soledad cuando hacemos acto de conciencia, ese momento cuando descubrimos lentamente los errores que cometimos, si se podrían haber subsanado, enmarañándolo todo con nuestra copa de hiel en las manos, sin llegar a una conclusión y agotando el serrín que tenemos en el coco, y cayendo al vacío de la realidad, buscando una alternativa para no estar mas tiempo con la soledad.
¡ Me gustaría saber como estáis, y que tal vais en clase, si necesitáis algo, y… !
Se que tu, mi hija, has encontrado con quien compartir tu vida, me parece, bajo mi punto de vista, algo precipitado, pero eres inteligente y confío en que tu sepas llevarlo a cabo, para mi aún sigues siendo una niña, aunque con veintiún años, tengas un cuerpo de mujer, me hubiese gustado contar con el conocimiento de tu partida del seno materno, de tus labios, sin embargo acepto que me haya llegado por otros porque así tengo noticias tuyas.
Espero que esos estudios universitarios los saques adelante, y puedas realizarte en la vida con un puesto de trabajo y seas feliz, muy feliz, al mismo tiempo me he alegrado mucho porque tu hermano es un gran chico, no solo porque es alto y atlético, sino porque le van muy bien los estudios académicos, con notas que ya las quisiera yo para mi, quizás en poco tiempo trate de volar del nido como lo has hecho tu, y le pido a la vida que tenga toda la suerte del mundo, porque hoy en día la situación está difícil, muy difícil.
Recuerdo las palabras de aliento que recibía de las personas mas allegadas cuando dejé de teneros conmigo, aunque solo fueran veinte minutos los miércoles y viernes, aquellas personas decían que tuviera paciencia que el tiempo lo cura todo, y que ellos volverían a estar conmigo aunque fueran mayores, pero los días pasan rápidamente, como las semanas, los meses y los años, y no veo la hora de que por lo menos me digáis “hola papá”.
Ojalá el destino me salude una mañana sabiendo que por lo menos llegáis a la conclusión de venir a verme, o me llaméis porque necesitáis algo, o simplemente leáis estas líneas y consigáís entender como se encuentra un padre sin sus hijos.
Os quiero.
Por vuestra hermana no puedo demostrar tristeza, dado que ella irradia felicidad, y a medida que va creciendo creo que también se da cuenta de el por qué no conoce a sus hermanos, aunque no lo entienda, aunque su padre le demuestre amor en cada momento del día.
La vida nos golpea a todos de alguna manera, y es en compañía de la soledad cuando hacemos acto de conciencia, ese momento cuando descubrimos lentamente los errores que cometimos, si se podrían haber subsanado, enmarañándolo todo con nuestra copa de hiel en las manos, sin llegar a una conclusión y agotando el serrín que tenemos en el coco, y cayendo al vacío de la realidad, buscando una alternativa para no estar mas tiempo con la soledad.
¡ Me gustaría saber como estáis, y que tal vais en clase, si necesitáis algo, y… !
Se que tu, mi hija, has encontrado con quien compartir tu vida, me parece, bajo mi punto de vista, algo precipitado, pero eres inteligente y confío en que tu sepas llevarlo a cabo, para mi aún sigues siendo una niña, aunque con veintiún años, tengas un cuerpo de mujer, me hubiese gustado contar con el conocimiento de tu partida del seno materno, de tus labios, sin embargo acepto que me haya llegado por otros porque así tengo noticias tuyas.
Espero que esos estudios universitarios los saques adelante, y puedas realizarte en la vida con un puesto de trabajo y seas feliz, muy feliz, al mismo tiempo me he alegrado mucho porque tu hermano es un gran chico, no solo porque es alto y atlético, sino porque le van muy bien los estudios académicos, con notas que ya las quisiera yo para mi, quizás en poco tiempo trate de volar del nido como lo has hecho tu, y le pido a la vida que tenga toda la suerte del mundo, porque hoy en día la situación está difícil, muy difícil.
Recuerdo las palabras de aliento que recibía de las personas mas allegadas cuando dejé de teneros conmigo, aunque solo fueran veinte minutos los miércoles y viernes, aquellas personas decían que tuviera paciencia que el tiempo lo cura todo, y que ellos volverían a estar conmigo aunque fueran mayores, pero los días pasan rápidamente, como las semanas, los meses y los años, y no veo la hora de que por lo menos me digáis “hola papá”.
Ojalá el destino me salude una mañana sabiendo que por lo menos llegáis a la conclusión de venir a verme, o me llaméis porque necesitáis algo, o simplemente leáis estas líneas y consigáís entender como se encuentra un padre sin sus hijos.
Os quiero.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 14 de Diciembre de 2010.
Toda la solidaridad y el cariño de los que componemos este espacio está contigo. Un abrazo.
ResponderEliminarDemuestras un amor intenso que debe de ser correspondido
ResponderEliminarme he emocionado y espero que todo se solucione
ResponderEliminarbesos
Estoy segura que lo leeran y comprenderan el dolor de un padre y el amor que siente hacia sus hijos.
ResponderEliminarNo se que decir.
ResponderEliminarY si hablaras con ellos?
ResponderEliminarAnimo BAKE LUKI sigue luchando que al final conseguiras esa unión que seguro todos deseais y necesitais.
ResponderEliminarHistoria increible si es verdadera.
ResponderEliminarYo estoy seguro que tus hijos leeerán éste artículo pero considero que tú también tienes que dar otros pasos: dialogar con ellos, abrazarlos, perdirles perdón..... lo que sea con tal de recuperarlos.
ResponderEliminarTe deseo toda la suerte del mundo, y confío en que ellos regresen a ti para estar con ellos de nuevo.
ResponderEliminarBesos.
m encuentro mal.
ResponderEliminarMe he equivocado y no se donde he realizado el comentario: Amor y fuerza amigo.
ResponderEliminarque triste joder
ResponderEliminarCon lo optimista que se te ve en tus artículos no me imaginaba que estuvieras pasando por una situación como la que cuentas. Toda la fuerza de los seguidores de este blog y el convencimiento de que esta historia acabará bien. Un cordial saludo.
ResponderEliminarEste tipo de situaciones (yo he pasado por ello), se suelen dar en las separaciones de pareja y entre ambos hay que solucionarlas. Un padre y una madre, con independencia de sus enfados y posible separación, deben de tener como indicardo principal que los hijos amen y puedan estar con los dos y sin anidar el odio o haciendo armas arrojadizas a los hijos contra uno de los cónyuges.
ResponderEliminarMe supongo que le habrás echo llegar la dirección del blog a tus hijos ¿pregunto?, sino dificil que lo puedan leer. Suerte.
ResponderEliminarUn padre o una madre sabe lo que estás sufriendo. Los comentarios anteriores te dan consejo de lucha y amor. Yo mi apoyo y mis mejores deseos para que en estas Navidades se pueda solucionar todo. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarNo puede ser, digo yo, que este tema lo estes enfocando erroneamente. Para llegar a la montaña hay que buscar la ladera con menos derrumbes.
ResponderEliminarLa espera nunca puede ser eterna. Reza y confía en Dios.
ResponderEliminarSi tus hijos leen este artículo lleno de sentimientos reconocerán a su padre y todo volverá a la normalidad. Un abrazo.
ResponderEliminarEn un día tan especial deseo de todo corazón que el próximo años podáis estar todos juntos. Seguro. Fuerte abrazo.
ResponderEliminarEste año (2011) es un año bueno, el año pasado (2010) fue del vino, este será de las personas con un corazón grande como el tuyo. Suerte y aseguir luchando.
ResponderEliminarSOLIDARIDAD y tú te lo crees, no seas memo y observa los discursos políticos y otros de facinerosos que realizan cursillos de idem.
ResponderEliminarActua y no desespere. Al final lo conseguirás. Un abrazo.
ResponderEliminarTe puedo asegurar que este artículo tan sincero y lleno de amargura lo han leido o leeran tus hijos.
ResponderEliminarComo dicen algunos comentarios debe de seguir intentandolo. Tus hijos deben de responder y la familia se tiene que unir. Toda mi solidaridad con tu esfuerzo y amor.
ResponderEliminarMi Maná-Maná no tiene cabida en este artículo, cargado de sentimientos.
ResponderEliminarEspero que ya, metidos en 2.014, se haya solucionado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Luki, si caes es para levantarte, si te levantas es para seguir, si sigues es para llegar a donde quieres ir y si llegas es para saber que lo mejor está por venir...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo de tus amigos J.A.-J.A.
Dentro de la angustia y la tristeza que encierra, el artículo me ha gustado.
ResponderEliminarA ver que nos deparará la OPERACIÓN EDU.
ResponderEliminarNo es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos.
ResponderEliminarSuerte, Bake Luki.
Diálogo, diálogo y diálogo, esa es la solución.
ResponderEliminarTe conozco bastante, quizás por los mas de veinte años que llevamos codeando diariamente, y me gustaría llegar a entender el motivo de porque tus hijos no te quieren,
ResponderEliminarAunque no he pasado por esa etapa, comprendo que la madre de tus hijos recibió un gran daño, y ha sabido devolverlo, pero lamentablemente al mismo tiempo ha creado un grave desequilibrio en ellos, odiando al padre sin dar oportunidad a este de dar el amor que desde que te conozco repartes a raudales.
Suerte compi.