Llegar a lo más alto. Ese es el objetivo. O más bien lo era, hasta que me dí cuenta de que la Tierra Prometida es una cuestión de fe.
Todo empezó el día en el que me encontraba en la población de Trevélez a principios de mayo, disfrutando del pueblo a mayor altura sobre el nivel del mar de España. Pero claro, no contaba con la naturaleza humana que siempre nos hace querer más. Vislumbré una señalización de sendero que indicaba: “Mulhacen 7 horas”. Desde este momento me entró ese gusanillo de querer llegar a lo más alto, pero de verdad.
Al mes, me dispuse a matar al gusanillo y coronar la cima. Salí bien temprano, puesto que mi intención era completar la expedición en una hora menos de lo señalizado y así tener luz suficiente en mi travesía de ida y vuelta. Pero claro, no contaba con que el ocaso llegaría para mí mucho antes…
Avanzados los primeros metros con toda la ilusión del mundo, llegó el momento clave: la encrucijada. Ese punto en el que tenemos que decidir hacia donde seguir nuestro camino: izquierda, centro o derecha. Como la izquierda no está de moda la deseché automáticamente rigiéndome por las premisas generalizadas, con lo cual me quedaba el centro y la derecha. Esta claro que en tiempos pasados todos querían ir por el centro, pero yo soy un hombre moderno y me dije: “la derecha es lo que mola ahora, y al garete eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor. ¡A LA DIESTRA!
Ese era el camino que me llevaría a la gloria, claro que si, todos lo dicen. Todo iba como lo seda, pero poco a poco ese sendero que inicialmente era ancho y fácilmente transitable, se fue difuminando poco a poco, y los obstáculos empezaron a florecer, hasta tal punto que el camino desaparecía y sólo me quedaba caminar campo a través. En ese instante me di cuenta de mi error en la encrucijada y quise rectificar…pero ya era demasiado tarde.
Desandando la ruta, tras una curva me encontré de frente con dos astados pastando en mitad del camino. A escasos cinco metros se encontraban los mostrencos, los cuales, al oír mis pisadas, se me quedaron mirando con cara de pocos amigos. Pensé en darles un “flash” a modo de capotada, pero pensándolo mejor me dí la vuelta deseando que no me siguieran y di un rodeo adentrándome por terrenos totalmente intransitables: zarzales, ciénagas, barrancos y terrenos muy espinosos me dieron la bienvenida. “El centro, tendría que haber ido por el centro”.
Sin saber a ciencia cierta cómo, logré salir de allí y abandonar ese camino derechista que tan maravilloso parecía. Volví a la encrucijada y miré con nostalgia el sendero correcto cuando el sol casi estaba en su cenit. En ese momento decidí entrar en un bar cercano, y mientras en la tele veía a los “indignaos” de Sol le dije al camarero: “una de rabo de toro por favor”.
Nuestro Amigo y Seguidor, Bernardo Roa, nos remite este artículo desde tierras granadinas. GRACIAS.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 18 de Junio de 2011.
Interesante e inteligente artículo.
ResponderEliminarTodos vivimos en alguna época de nuestra vida en una encrucijada de caminos alternativos. A veces la suerte también juega.
ResponderEliminarEl video no funciona y no se sabe nada del autor?
ResponderEliminarEn la encrucijada estamos todos, ni derechas ni izquierda solo cielo claro y esperanza en un futuro más social y justo.
ResponderEliminarConsidero que la opción del rabo de toro fue la mejor; yo la hubiese acompañado la ración con un cervezón muito gelado.
ResponderEliminarel video no fula
ResponderEliminarBuenísimo el artículo. ¿De quién es?
ResponderEliminarA la derecha, ni para coger impulso...
ResponderEliminarPerdón por el olvido, no había puesto de quién es esta Colaboración, disculpa Bernardo. De lo del vídeo, ¿Qué vídeo?...
ResponderEliminarSiempre directo al corazón, tú eres un luchador y una excelente persona. Tu artículo me ha situado en una encrucijada, pero creo que lo tengo claro: la amistad, ese es el único camino que vale la pena seguir.
ResponderEliminarFelicidades y excelente colaboración.
Bernardo un buen artículo, te echabamos de menos. No me puedo creer que matarás al toro y te comieras luego el rabo. Un abrazo monstruo.
ResponderEliminarMi amor y la indidelidad de ella me está llevando a un cruce de caminos que seguro no terminará bien.
ResponderEliminarEste artículo se publicó con un video que esta mañana no funcionaba y ahora ha desaparecido. Voila!
ResponderEliminarLo del vídeo, sin duda se trata de un error de Blogger, este artículo se editó sin ningún vídeo. Perdonar el mal entendido.
ResponderEliminarJamón o gambas, los dos platos con buenos amigos por supuesto. Te invito San Bernardo.
ResponderEliminarGranada tuvo que ser. Todos los caminos conducen a la ciudad gloriosa de Granada. Tu artículo lleno de simpatía como siempre.
ResponderEliminarGenial el artículo, amigo Bernardo; eres un pedazo de monstruo.
ResponderEliminarLas anécdotas contadas, siempre son interesantes, pero expresadas con la ironía y el humor que has utilizado, las hace aún mucho más.
Imagino que después de la jornada pasarías por la capital y, para terminar de llenar el estómago, harías una visita al ECV (junto a los Cármenes).
Si hubieses elegido otro camino, igual te hubieras encontrado con una manada de políticos con figura de limacos.
Un fuerte abrazo, campeón. Con el arte que tienes escribiendo, esperamos leerte pronto.
Gracias, desde esta comunidad, por tu aportación.
Un consejo de amigo: cuando te veas en una encrucijada, da igual que elijas la izquierda, el centro o la derecha; échate un buen capote porque la lidia estará asegurada.
ResponderEliminarMuy entretenido el artículo.
Hoy es el día del español, como idioma o lengua.
ResponderEliminarMuchas felicidades a todos los hispanoparlantes.
Si os fijáis bien, al final de uno de los caminos se observa la silueta de Chita, con traje de luces, lidiando un astado. Después de su ruina bursátil, cualquier actividad es importante.
ResponderEliminarMagnífico artículo. Felicidades a su autor.
ResponderEliminarLlega un momento en tu vida que de verdad estás en una encrucijada, no sabes qué camino tomar,es bonito ver que te ayudan a ver mejor el camino.
ResponderEliminarLa derecha sólo quiere vernos a los pobres trabajadores arrodillados ante ellos. Y la pena es que lo están consiguiendo.
ResponderEliminarEstoy en un desdoble de personalidad. Estoy con dos mujeres y las amo por igual. Estoy loco o mi amor ha rebasado la linea de lo que otros llaman normalidad????
ResponderEliminarEl amigo Bernardo tarda pero es esperado.
ResponderEliminarSus artículos son muy originales y simpáticos.
Despistado. Me supongo que será la derecha ola izquierda política.
ResponderEliminarHiciste bien ya que despues del camino una tapita de rabo de toro despeja la mente.
ResponderEliminar¿He leído algo sobre dos astados por tierras granadinas?.
ResponderEliminar¡Otra vez se ha escapado mi Maná-Maná con la Maína! Las estampidas son muy peligrosas.
¡Cómo se cuidan! Ahora tienen que comer hierbas para purgarse de la indigestión de langostas de Cancún. ¡Vaya caterfa!
Le he dicho más de diez mil millones de veces que no me exagere tanto, que su corrupción es de ámbito local, que cada lugar tiene sus corruptos. Este astado no se conforma, le queda pequeño su traje local y quiere conquistar nuevos territorios, como Kublai Khan.
Sus lacayos y sindicalistas liberaos le cantan en su partida: "no te vayas Gigi".
Todos estos pelotas se encuentran desorientados sin la presencia de su amo.
¡Qué buena acogida tuvo la res en su regreso! Volvieron a cantarle: "yaaa vieenee Gigi el amoroso...".
De vuelta a su trono, este medio alpujarreño no conoce la encrucijada, tira, con vendas en los ojos, hacia el camino dictatorial y prepotente, sentenciador, chulo y ladrón.
¡No quiero más jamones de Trevélez, que aunque están muy buenos, prefiero los negros de Jabugo, dice mi Maná-Maná!
Con el peligro que tiene mi Maná-Maná, lo único que podemos hacer para defendernos es ir vestido con traje de luces, montera y un buen capote para, al menos, sortear las primeras y bravas embestidas de este Celestino Cuadri, con perdón para el ganado triguereño.
Y mañana qué?
Eliminar¿Qué de qué?.
EliminarGenial.
EliminarUna imaginación desbordante; lo has bordado.
EliminarBuenísimo!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarA ver almas de cántaro ¿alguien se cree eso de que hay gente mas a la derecha de Rajoy y Gallardón?.Más a la derecha del PP sólo hay nada.
ResponderEliminarEspaña en una encrucijada y ni el PP de Bárcenas ni el PSOE de los EREs son capaces de solucionarlo.
ResponderEliminarHabrá que buscar otro tipo de soluciones.
EliminarSI, LA REVOLUCION DEL PROLETARIADO: !!VIVA LA REPUBLICA!!
EliminarAntes de ser rotondas fueron encrucijadas, por eso hay quien no sabe qué camino seguir.
ResponderEliminarEs mucho más fácil lidiar un toro en el plato que a campo abierto.
ResponderEliminarEn el centro ya no se cabe, casi todos quieren centro. ¿Qué centro?
ResponderEliminarCon Rajoy, más destrucción de empleo. En el primer trimestre del año, 184.000 empleos destruidos. ¿De qué recuperación hablan ?
ResponderEliminarNuestros mayores suelen decir:"cómo se nota que no has vivido una guerra". Algún día diremos:
ResponderEliminar¡Cómo se nota que no has vivido un Rajoy!
Más vale un Rajoy en mano que ciento volando.
EliminarYo también creo que la vida te puede cambiar de un día para otro.
ResponderEliminarCuando toca una primitiva, por ejemplo. No quiero pensar en algo peor.
EliminarSi no votas, caes en el juego del gobierno. Pero si votas el gobierno sigue jugando su juego. Caramba con el voto y sus dilemas.
ResponderEliminarEstamos atrapados, como dicen los políticos, sí o sí.
EliminarLo único que conlleva el voto es darle legitimidad democrática para que puedan delinquir.
A veces la vida te pone a prueba para ver si eres lo suficientemente fuerte para seguir adelante.
ResponderEliminarEl que está en una encrucijada es Robin, no sabe si ir a la cueva o al puesto de Maruja a vender caballas.
ResponderEliminarNo estaba en Sherwood?????
EliminarPuede que el destino te lleve a un cruce de caminos, pero eres tú el que decide la dirección de tu vida.
ResponderEliminarBuen artículo, con su simpática crítica.
ResponderEliminarHasta el rabo, todo es toro.
ResponderEliminarEl artículo tiene su mijita de guasa. Es muy gueno.
ResponderEliminarChico tu vales mucho pero ten en cuenta que en la vida no siempre existen dos caminos. Insufla aire de esperanza y sigue caminando.
ResponderEliminarBuen artículo y muy bien los comentarios.
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