Mostrando entradas con la etiqueta Viajes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Viajes. Mostrar todas las entradas

10 de marzo de 2014

Rios de Felicidad


¡Increíble! Un amigo me comenta que un grupo de compañeros vamos a una excursión-visita a la fábrica que Heineken-Cruzcampo tiene en Sevilla.
En nuestro intercambio verbal dijimos: “nos vamos a hartar de cervezas". Sigilo... ¡Qué coño sigilo, si todos sabemos a qué vamos! Cuentan conmigo el primero, ¿por qué será?
Me llevo dos días preparando mi estómago para esta magia-aventura, me entusiasma, ¡estoy entusiasmado!
Temprano, autocar repleto, 90 kilómetros Llegamos a la fábrica, ¡qué peste! Entramos. Miro el reloj y pienso: “ya es la hora de darse el primer lingotazo”. Nos enrean; nos meten en una sala oscura con una gran pantalla donde nos enseñan lo que es una caña perfecta: “que si máquina de presión; que si gas carbónico; que si ácido; que si temperatura; que si el vaso tiene que ser tipo barrilito por una cuestión de gas; que si hay que tumbar el vaso...
Me preguntaba: ¿cuándo viene el alpiste?
Se hacía de rogar. Gran martirio. Ahora nos llevan a la fábrica en sí. ¡qué peste! Sistema mecánico que no para. Barriles que se limpian por pasarelas; no tenían cuerpos de modelos; no paran. Estoy aburrido y miro el reloj. Me pregunto: ¿Cuándo coño empezamos con el “costo”? La mañana se hace eterna; no aguanto más; no me lo puedo creer. ¡Esto de qué va!
Por fin llegó el momento de acabar con la eterna parafernalia. Las 12 horas y nos vemos en el paraíso: barra circular, varias camareras para servir, mesa llena de canapés donde no faltaba el gran señor del tapeo: ¡el jamón!. No tiene alas, pero voló.
Todos los comensales empezamos a pedir cervezas de todo tipo, dentro de lo que existe en la marca.
Había una luz azulona de la que nadie se percataba.
Yo solamente bebía de barril, de la rubia con su tonalidad azulada. Repetía una y otra vez. Sólo quería beber de mi rubia con color azulado; no paraba.
Un compañero me dijo: “tengo un pedazo de negra que no puedo con ella; es mucha tela para mí sólo, ¿me ayudas a compartirla?” Le dije: “Yo soy fiel a mi rubia con la tonalidad azulada.” No paré; bebí de la rubia hasta que dejé seco el barril; ni me cansaba ni quería cambiar.
Sobre las 4 de la tarde nos llevaron a un salón con mesas y asientos alargados, tipo merendero. Nos pusieron un buen almuerzo. ¿A que no sabéis qué bebió el “paisa”? ¡cerveza! No paré. No me arrepentía.
Cuando salimos de la fábrica nos llevan a un barco para hacer una ruta por el Guadalquivir. Casi todos estaban adosados, acostados, con un pedazo de tranca impresionante. Ahí está el “paisa” que se convierte en “Indiana Jones” buscando un arca, y la encontró: ¡Latas de Cruzcampo! No paré. Una tras otra. Me dejaron solo.
Fin de la jornada y vuelta a tras. Tras el aterrizaje continué con mi rubia.
Llegó la hora de dormir. Lo que conseguí con esa jornada fue que esa noche roncara como un león cavernario y que en la fábrica cervecera pusieran un cartel con mi fotografía y una orden de alejamiento de, al menos, 90 kilómetros a la redonda.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 26 de Abril de 2010.

24 de febrero de 2014

Único destino


Ví la luz, mi génesis, mi cuna, en un lugar idílico llamado Fuente García, en Frías de Albarracín.
Nací con un sólo y único cometido, andar, vagar, andar y andar, y volver a vagar por los caprichos que mi madre naturaleza me designó.
No dejo de caminar, ando por Teruel, Cuenca, Guadalajara, Madrid, Toledo, Cáceres.
El camino es largo, pero no tengo prisa.
Mis hijos, mis nietos, solamente piensan en abrazarme, en unir sus espíritus con el espíritu de este humilde viejo.
Aún recuerdo alguno de sus nombres: Jarama, Henares, Salor, Ibor, Alberche, Guadiela, Algodor, Manzanares, Guadarrama...ya mi memoria me falla.
Ando y no dejo de andar, impregnando con mi luz y mis cabellos cristalinos todo lo que puedo tocar a mi paso.
Muchas veces intentan atraparme, lo cierto es que en algunas ocasiones, en algunos lugares, lo consiguen, me encarcelan, pero mi única misión me hace superar todas las trabas. Otras veces mis faniliares vienen intoxicados, y cuando vienen a mí, me transformo en un doctor en medicina, sentimental que casi siempre elimino sus males.
Como todo eterno caminante, siempre hay un lugar donde uno se enamora. Me enamoré de Toledo y me rebelé con el destino. No quería abandonar a mi amada, la abrazaba. Tierra, otrora capital de un reino con su olor a mazapán.
Sigo recibiendo a más familiares, que me regalan aguas de colonia en frágiles envases de cristal transparente para perfumarme.
En otros lugares me reciben con blancas flores primaverales para engalanarme y posteriormente ruborizarse en un rojo placentero.
Estoy cansado, pero tengo en mi memoria recuerdos inolvidables: el primer beso de dos enamorados junto a mis regazos; los animales que han saciado su sed de mi altruista humedad; personajes conocidos que me han saludado en mi pasar (Felipe II, El Greco, Garcilaso de la Vega, etc).
Estoy cansado y solamente busco mi destino, el que mi madre quiso para mí.
Llego a Lisboa y allí encuentro mi fusión con el gran mar salado, ése era mi destino.
No puedo transformarme en un salmón y remonatar hasta llegar a mi cuna. Me quedará la esperanza de que a través del ciclo cerrado de la Madre Naturaleza, algunas de mis lágrimas puedan humedecer algún rincón de mi cuna.

Artículo reeditado: originalmente publicado el 18 de Abril de 2010.

19 de febrero de 2014

Mi Viaje a Grecia

Acrópolis: El Partenón
Ya estoy de vuelta de mi viaje a Hellas (Grecia). Ha sido un viaje de 8 días de duración, organizado por el Departamento de Griego de un Instituto de Sevilla, éramos un grupo de 24 personas, casi todas profesores (no es mi caso), y el viaje consistía en 3 noches en Atenas, las 2 primeras y la última y 5 días de autobús para realizar un circuito por el Peloponeso y Meteora, unos 1500 Km. aproximadamente.

El viaje ha resultado muy agradable, buena compañía, buen tiempo, buena comida y bebida y muchas visitas a parajes encantadores por su paisaje, por su historia, por sus lugares arqueológicos, por sus museos, por su cultura, por sus tradiciones…

El responsable del Departamento de Griego que organizó el viaje, buen amigo, es un experto conocedor de la cultura, historia, arte, mitología y en general con todo lo relativo a Grecia, la ha visitado en infinidad de ocasiones, habla griego correctamente y consiguió del Ministerio de Cultura Griego una carta de invitación al grupo para acceder a todas las dependencias, museos y ruinas que dependen de él, es decir entrada gratis a todos los sitios, lo que no es poco ya que sin esa “invitación”, el grupo habría gastado algo más de 1700 € en entradas.

Durante el viaje me acordé mucho del Blog, de todos los bakes y los seguidores, pero me fue imposible encontrar tiempo y lugar para entrar y escribir unas letras, cuando veáis el detalle del viaje lo entenderéis. Pero de los que más me acordé fue de los amigos Bake Cook y Bake Beer, ya que la comida y la bebida es algo muy importante en Grecia, un acto social, y se come y bebe muy bien, en abundancia y siempre en compañía, las hortalizas (pepinos, tomates, berenjenas, etc.), son excelentes, la carne, sobre todo el cordero y los lácteos (yogures y quesos) también. 

He probado casi de todo: Pan de Pita, Dolmadakia (Hoja de parra rellenas de arroz o carne picada y servidas en salsa de limón), Musaka (Pastel elaborado al horno con capas de berenjenas y/o patatas, carne picada, y bechamel), Papustsakia (Berenjenas rellenas con carne y verduras gratinadas al horno con queso), Pastitsio (Plato clásico al horno con macarrones gruesos, carne picada y bechamel), Yemista (Tomates y Pimientos asados rellenos de arroz y carne picada), Arni Pisto (Cordero asado), Sutzucakia (Albóndigas alargadas de carne picada, pan, cebolla y perejil, cocinadas en salsa de tomate), Tzatziki (salsa confeccionada con yogur griego, pepino y ajo), Joriatiki (Ensalada griega por excelencia), Saganaki (Queso frito rebozado en harina), pulpo asado, etc. Creo que, si Bake Cook, no tiene inconveniente, en entregas próximas os daré alguna receta de la cocina tradicional Griega.

He tomado cerveza local, Mitos, una Philsen rubia muy suave, de medio litro (por eso me acordé de Beer), vinos de Olimpia, vino blanco de Retsina (antiguamente para poder llevar el vino a las islas sin que se pusiera malo, lo mezclaban con resina, por eso su nombre y su peculiar sabor), y los licores típicos: Oyzo (anisado que se toma con hielo, en griego “ me pago”) y Tsípuro (Aguardiente griego), y sobre todo he tomado Café Frapé (café batido con agua, azúcar y opcionalmente con leche condensada).

Hemos coincidido con la fiesta más importante en Grecia, la Pascua. La resurrección es para ellos lo que hay que celebrar y lo hacen a lo grande, como nosotros las Navidades.

El viaje de forma resumida fue:

Primer Día: En coche hasta Sevilla, AVE a Madrid y salida en avión hacia Atenas, llegada a media tarde, por la noche paseo y cena por el barrio de Monastiraki.

Segundo Día: Salida desde el Puerto de Pireo, en Ferry a la Isla de Egina, subida en autobús de línea local, todo un poema, al Santuario de Afaya (Templo de Afea), regreso en mismo autobús de línea. Comida en el muelle, compras (pistachos) y a las 18 h. vuelta en ferry a Atenas. En Atenas visita a la colina Likavitás (Punto más alto de Atenas en el barrio aristocrático de Kolonáki), subida en Funicular y disfrute de la vista al atardecer de toda la ciudad de Atenas. Cena cocina tradicional Griega y copas de Oyzo y Tsípuro.
Vista de la Isla de Egina

Templo de Afea

Tercer día: Visitas al Museo Arqueológico Nacional, Museo de la Acrópolis, Acrópolis, Ágora Antigua, Barrio de Plaka (Compras) y Plazas de Omonia (Concordia) y Sintagma (Cambio de Guardia en la tumba del soldado desconocido), Biblioteca y Edificios de la Universidad. Por la noche, cena en el barrio de Psiri, actualmente declarado protegido y en recuperación, en local con música griega en directo y de postre copas de los licores típicos de la zona.



Los Propíleos (escalera de acceso a la Acrópolis)

Cuarto día: Salida hacia Olimpia, paso por el Canal de Corinto. Visita al Museo y ruinas Arqueológicas de Epidauro y especialmente a su teatro. Comida tradicional en local concertado. Visita al Museo y Ruinas de Micenas (Puerta de Los Leones y Corredor de Atreo). Parada en Nauplio, para tomar Café frapé en el Paseo marítimo. Llegada al hotel de Olimpia y copas de rigor (Tsipuro, Oyzo y algún cubata de ron).



Canal de Corinto




























Micenas (Puerta de los Leones



Castillo de Nauplio


Teatro de Epidauro
Quinto día: Visita al Museo (Hermes de Praxíteles) y ruinas arqueológicas de Olimpia (Templos y Estadio). Comida en Olimpia, también cocina tradicional, salida hacia Delfos, parando, para tomar café Frapé en Naupakto (Lepanto, donde la batalla en la que perdió el brazo Cervantes). A la llegada a Delfos y una vez instalados en el Hotel, con unas vistas espectaculares al valle de Delfos, cena cocina griega y más copitas, ¿Sabéis de qué?, Claro Oyzo y Tsípuro.
Naupakto (Lepanto)
Olimpia: Entrada al Estadio











Sexto día: Visita al Museo (El Auriga) y lugar arqueológico de Delfos (Templo de Apolo y teatro), famoso por su oráculo. Comida de camino a Kalambaka (Meteora), llagada al Hotel a media tarde. Por la noche, compras, cena en Hotel y copas en garitos de marcha de la ciudad.

Delfos: Templo de Apolo

Séptimo día: Visita a Meteora, curiosa formación de rocas muy escarpadas en cuyas cimas se ubican muchos monasterios, visitas a Monasterios, Museos y compras de imitaciones arte bizantino en Gran Meteoro (monasterio masculino, de popes) y Agios Stéfanos (San Esteban, Monasterio de monjas). Regreso a Atenas, comida en el camino y parada en el monumento en el Paso de las Termópilas, lugar que dio nombre a la famosa batalla que libraron unos pocos espartanos contra un ejército Persa muy superior. Llegada a Atenas a media tarde, cena en el Barrio de Plaka, últimas compras y últimas copas de tsípuro y Oyzo.
Meteora: El Gran Meteoro
Monumento de las Termópilas

Octavo día: Madrugón, traslado al aeropuerto salida hacia Madrid, llegada antes de comer, como había tiempo hasta coger el AVE a Sevilla, comida en el Mercado de San Miguel. Llegada a Sevilla y coche hasta el hogar dulce hogar.



Como veréis, para no hacerlo muy extenso, lo he reflejado casi telegráficamente, lo cierto es que de cada día, que digo, de cada uno de los Museos y Lugares Arqueológicos, habría materia suficiente para hacer un artículo para cada uno, además están los ritos, las costumbres, la religión, el idioma, las gentes, en fin, si queréis os lo cuento más adelante con más detalle...


Artículo reeditado: originalmente publicado el 07 de Abril de 2010.

28 de junio de 2012

Mi otro Viaje a Grecia (8)

Antigua ciudad de Pella
Octavo Día: 07/04/2012-Tesalónica 

Sonó el maldito despertador, y a duras penas, puesta en marcha, desayuno reparador y abundante y a los coches; esa mañana teníamos que pasarnos por el aeropuerto de Tesalónica, para que la empresa de alquiler de coches, nos devolviera un buen pico que nos había cobrado de más al recoger los vehículos en Atenas. 

Solucionado este asunto y aprovechando que ya estábamos en carretera, nos dirigimos a visitar las Ruinas Arqueológicas de Pella. 

Pella (griego antiguo Πέλλα, Pélla) es una antigua ciudad, que se encuentra en la llanura central de la región de Macedonia, a unos 10 km al norte del Golfo Termaico. Estaba sobre una colina que dominaba en la Antigüedad un lago cenagoso, esta ciudad de población mixta greco-bárbara, se convirtió en la capital del Reino de Macedonia a principios del siglo IV a. C. Sustituyendo a Egas y conservó esta categoría en el período helenístico, bajo el reinado de los Antigónidas. 

Las excavaciones arqueológicas del emplazamiento han revelado una población organizada según un plan hipodámico, centralizada en una amplia ágora, cuyas vastas residencias adornadas con numerosos mosaicos testimonian su prosperidad. Las inscripciones encontradas durante las excavaciones han permitido zanjar el debate sobre la naturaleza del antiguo idioma macedonio en favor de la tesis de un dialecto del dialecto griego. 

En la época del Imperio macedonio y durante su mayor esplendor, fue su capital, durante estos años de gran auge y esplendor, Pella fue un centro de cultura famoso en todo el mundo conocido. Una gran mayoría de los artistas destacados se daban cita en esta ciudad. Eurípides estrenó en ella sus mejores obras de teatro y aquí murió, y el pintor Apeles también trabajaba allí. También el arte del mosaico tuvo su sede en esta ciudad. Eran mosaicos construidos con guijarros de colores de matices muy delicados que creaban unas composiciones de figuras muy bellas. 

En esta urbe nacieron Filipo II de Macedonia y su hijo Alejandro Magno, educado por el gran Aristóteles, quien fue otro huésped ilustre de la misma. 

Por Pella pasaba la Vía Egnatia, antigua vía romana de la segunda mitad del siglo II a. C., que cruzaba la península de los Balcanes desde el mar Adriático hasta Bizancio (hoy Estambul, en Turquía). 

Después de la visita al lugar arqueológico, del que nos llamó la atención la cantidad de restos de vasijas y otros enseres que se veían en el suelo, sin protección alguna ya que no había casi vigilancia y se podía acceder prácticamente a todos los sitios excepto a los mosaicos, fuimos a visitar el Museo, emplazado en el pueblo moderno, junto a las ruinas; se trata de un Museo nuevo, ejecutado con Fondos Europeos, como casi todos en Grecia. El Museo, todavía inacabado, era amplio y muy luminoso, perfectamente estructurado, bien documentado y con muchísimas piezas en sus vitrinas y supongo que en sus almacenes, porque las dimensiones y la cantidad de restos de la antigua ciudad de Pella son impresionantes. 

De vuelta a Tesalónica a la hora de la comida, la tarde fue “Libre”, algunos la dedicaron a descansar y otros para compras, los que estábamos incluidos en este último grupo, comimos “ligero” en un establecimiento especializado en Gyros (procedente del griego γύρος 'giro') es una carne asada en un horno vertical que se acaba sirviendo en un pan de pita. Como acompañamiento a la carne se incluyen algunas verduras y salsas. Los más comunes son el tomate, la cebolla y la salsa tzatziki. 

En Grecia el Gyros fue denominado ντονέρ procedente del nombre turco Döner kebab (que significa literalmente "asado giratorio"), se diferencia de éste en que puede llevar carne de cerdo; γύρος es una copia semántica del nombre turco. En fin, por mucho que les “moleste” a nuestros amigos griegos, no se puede negar que en su actual cultura, incluyendo la gastronomía, el influjo de los turcos, después de 400 años, es innegable y evidente. 

En cuanto comimos, de tiendas a la zona comercial, visitas a Centros Comerciales, Tiendas de Souvenirs, eso sí, con algún descanso para tomar un café frappé en alguna terracita. Al final prácticamente no compras nada, pero ya sabéis es un clásico que hay que hacer. 

Cuando cerraron los comercios, un servidor estaba literalmente “muerto”, así que teniendo en cuenta que al día siguiente nuestro vuelo salía a las 7:00 horas de la mañana y que para el traslado en los coches y llegar con tiempo para facturar las maletas y embarcar, habíamos quedado a las 4:45 de la madrugada, mi mente, asesorada por mi cuerpo, decidió ir a dormir, el reparador sueño me alimentó bastante más que la cena que me salté y cuando el despertador sonó a las 4:15, pude reaccionar sin morir en el intento. 


Noveno Día: 08/04/2012-Viaje de Vuelta: 
Tesalónica/Atenas/Madrid/Sevilla 


A las 5 de la mañana, ya estábamos todos preparados para la vuelta, habíamos cargado las maletas en los coches y tomado un café en un “garito”, de esos que están abiertos 24 horas y tienen un poco de todo, frente al hotel. 

El trayecto hasta el aeropuerto eran 25 minutos, más o menos, llegamos, dejamos las “furgos” en los aparcamientos reservados para las empresas de alquiler de coches y sus llaves en el buzón, junto al mostrador de la empresa (a esa hora no estaba abierto, además de ser domingo) y como íbamos bien de tiempo, desayunamos algo en la cafetería del aeropuerto antes de facturar las maletas (directamente a Madrid) y embarcar, el avión despegó puntualmente rumbo a Atenas. 

El vuelo fue cortito y ya en Atenas, teníamos un poco de tiempo antes del siguiente embarque, lo aprovechamos para realizar las últimas compras en las Free Shop de la zona de tránsito, Queso Feta, Vinos de Macedonia y Vinos dulces de Patrás, Aceite de Oliva Virgen, Aceitunas de Kalamata, Productos de belleza de Korres, alguna camiseta con motivos helénicos, al final aquí se compra más que en ningún sitio. 

El vuelo salió a su hora, increíble: ningún retraso. Llegada a Madrid a la hora prevista, incluso con tiempo de cambiar los billetes de AVE, para adelantarlos y no tener que esperar, llegada a Sevilla y en coche a casa. 

Hasta el próximo viaje.

Esta serie de artículos, los dedico especialmente a Clara, amiga y compañera de viaje. Siempre has sido fuerte y luchadora, seguro que de este duro trance, saldrás victoriosa, un beso.
Mosaico de Pella
Vista de las ruinas arqueológicas de Pella
Busto de Alejandro Magno
Enterramiento (Museo de Pella)

21 de junio de 2012

Mi otro Viaje a Grecia (7)

Tesalónica (Torre Blanca)
Séptimo Día: 06/04/2012-Tesalónica

Casandro, rey de Macedonia y fundador de la ciudad, le dio el nombre de su esposa, Tesalónica, hija de Filipo II de Macedonia y hermanastra de Alejandro Magno, Filipo había nombrado así a su hija porque conoció su nacimiento el día de su victoria sobre los Tesalios. 

Tesalónica o Salónica es la segunda ciudad de Grecia, con 1 Millón de habitantes aproximadamente, es la 2ª cuidad en tamaño de Grecia, es capital de la región de Macedonia Central y un puerto comercial importante del norte del Egeo y una de las más antiguas ciudades de Europa. La Torre Blanca (Lefkos Pyrgos) es el símbolo de la ciudad de Tesalónica. Es una ciudad con mucha actividad industrial (refinerías petrolíferas, industrias petroquímicas, industrias agroalimentarias, destilerías, industria textil, manufacturas de tabaco, fabricación de maquinaria y astilleros), por lo tanto próspera, es una ciudad bien urbanizada con calles paralelas y perpendiculares que se extiende a la orilla del Golfo Thermaikos, resalta por ser uno de los centros universitarios más importantes del sureste de Europa. Gracias al ambiente universitario la vida nocturna es muy animada. El barrio de Leoforos Nikis (Avenida de la Victoria) es lugar de encuentro de los jóvenes para ir a beber un frappé, incluso por la forma de ser de sus habitantes y la rivalidad entre sus equipos de fútbol, recuerda mucho a Barcelona y Madrid, respecto a Atenas. 

Después del desayuno en el hotel y caminando, bajamos hacia el paseo del muelle, la ciudad se extiende en paralelo a la costa y siendo el trazado de las calles horizontal y vertical a la costa, es muy fácil orientarse. De camino visitamos la Iglesia de Agios Mina y al llegar al edificio del Banco Nacional Griego, nos topamos con una manifestación, muy ruidosa pero no demasiado masiva, de hecho casi había más policías que manifestantes; suponemos que protestaban por la situación económica y la crisis en la que está sumida Grecia, además el día anterior, en Atenas, un jubilado se había suicidado en publico para protestar por los recortes y las condiciones sociales y económicas a las que se ve sometida la ciudadanía, los ánimos estaban un poco exaltados, de forma que, por si acaso, nos refugiamos unos momentos en el suelo sagrado de la Iglesia. 

Una vez pasada la manifestación, llegamos al amplísimo muelle, convertido en un agradable paseo franqueado por el Golfo Termaico en un extremo y por multitud de cafeterías y garitos de copas con terrazas en la calle y abarrotados de personal hasta el punto de hacer difícil el transito por esa acera, la verdad es que visto el ambiente, nadie diría que el país esté sufriendo una crisis tan acentuada. 

Seguimos caminando y enseguida llegamos a la Plaza de Aristóteles, amplio espacio rodeado de edificios con soportales, zona muy comercial, la amplitud de la plaza es aprovechada para la colocación de terrazas en las que siempre hay gente tomando café frappé, no debemos olvidar que en Tesalónica fue donde se inventó esta popular bebida. 

Se nos hacía la hora de comer, por lo que retrocedimos un poco y volvimos a la zona del mercado, allí Seti y Clara conocían un local en el que ya habían estado en otras ocasiones y tenían especial interés en que lo conociéramos. No tardamos mucho en localizar el restaurante y en instalarnos para comenzar a comer, otra vez “al centro”, la verdad es que la variedad y calidad de los platos, cocina tradicional griega con un toque de nueva cocina sin llegar a “desestructurarla”, justificaban el interés en comer en ese local, excelente comida con una excelente atención y a un precio envidiable, creo recordar que no llegó a 190 €, poco más de 15 € por persona (normalmente hemos comido por menos dinero por persona), incluyendo postres (un variado que estaba de muerte) y por supuesto Tsípouros para hacer la digestión mejor. 

Regresamos a las terrazas de la Plaza de Aristóteles, para tomar un café frappé y bajar un poco la comida antes de continuar nuestra visita por la ciudad, visitamos la Catedral nueva de Santa Sofía, la Catedral antigua de Santa Sofía, las ruinas romanas del Palacio de Galerio, donde hicimos un alto para descansar y tomar unas Mithos, ya sabéis la cerveza local que si no especificas te sirven en botellas de 500 c.c., y proseguimos paseando hasta el final del muelle, donde se levanta la Torre Blanca. 

La torre actual fue erigida durante el reinado de Solimán el magnífico, en su interior hay un museo bizantino. Tras la conquista de la ciudad por el ejército griego la torre fue pintada de blanco como símbolo de purificación, de donde viene su nombre actual. Aunque la torre ya no es blanca aun conserva este nombre. Se encuentra en la avenida de la Victoria (Λεωφόρος Νίκης, "Leoforos Nikis"). Cerca de esta torre fue asesinado en marzo de 1913 el rey Jorge I de Grecia. 

Como quedaban algunas horas de luz, casi todos fueron a visitar el Barrio Alto, es un antiguo barrio fortificado, construido en la colina que domina la ciudad y desde donde hay unas impresionantes vistas panorámicas de la ciudad, las casas, pintadas de colores vivos, con la madera vista, la mayoría tienen la base más estrecha que la primera planta, y con el desnivel de la colina parece construido sin pensar, de forma laberíntica, pero llevan ahí siglos y siguen de pie. 

La alternativa eran las compras en la zona comercial de la ciudad nueva, la parte moderna de la ciudad, más cercana al mar, se reconstruyó entera después del gran incendio de 1917 que parece ser fue fortuito. No podía desaprovechar la ocasión para reponer definitivamente mi maleta que estaba “seriamente dañada” desde el principio del viaje, de forma que compré 2 más pequeñas para facilitar su acarreo sin dejar la vida en el intento, después de las compras, cervecitas en el garito de nuestra amiga Pontia, la de los enormes ojos negros. 

Ya por la noche, todos nos reunimos para cenar en una terraza de un restaurante, también próximo al ágora, la cena fue ligerita en cantidad que no en tiempo ya que por una vez y sin que sirva de precedente, la atención en esta ocasión fue bastante deficiente. 

De regreso al hotel, nuevo alto en nuestra cervecería favorita, de nuevo la música y la buena compañía nos obligó a tomar alguna copa más de forma que, ya de recogida, los escasos 500 metros que había hasta el hotel, fueron difíciles de recorrer, bueno y mantener la verticalidad y hablar sin que la lengua se enredara en la boca ... levantarse la mañana siguiente, mejor dicho en unas pocas horas, iba a ser muy duro.
Paseo Marítimo (Golfo Termaico )
Estatua de Aristóteles
Santa Sofía (Tesalónica)
Vista Panorámica Tesalónica

14 de junio de 2012

Mi otro Viaje a Grecia (6)

Lago Mikrá Prespa 
Sexto Día: 05/04/2012-Traslado Prestes-Tesalónica

Cuando nos levantamos nos recibió un desayuno familiar y casero, casi todos los productos lo eran, los bollos, las mermeladas, el yogur, perfecto inicio de día.

Cargamos las maletas en los coches y nos dispusimos a realizar una visita, con luz de día, al Lago Mikrá Prespa y pasar a pie por el puente peatonal que une la orilla con la isla Agios Aquilio, donde fue encontrada la tumba de Samuel, emperador (zar) del Primer Imperio Búlgaro de 997 al 6 de octubre de 1014, en 1965, en la Iglesia de San Aquilio, de la que solo quedan sus ruinas. Después de un agradable paseo, tomamos café en un Bar (el bar) en la pequeña isla.

Desandamos el camino del puente hacia la orilla del lago y carretera y manta, hasta llegar a Kastoriá ciudad de unos 20.000 habitantes que pertenece a la periferia de Macedonia Occidental. Se sitúa en un promontorio en la orilla occidental del lago Orestiada. Es reconocida por su comercio de piel, sobre todo de visón, que domina la economía local. Se ha dicho que el nombre deriva de la palabra griega κάστορας/kástoras (castor), que pudo haber vivido en el lago próximo y ahora está extinguido en la zona.

Antes de comer, paseamos por la orilla del lago, repleta de cafeterías con sus terrazas y de tiendas, sobre todo de piel y subimos a la Ciudad alta, justo en el vértice de la colinita cuyas vertientes caen hacia la orilla del lago, formando la pequeña península donde está ubicada la ciudad. Aquí encontramos un restaurante excepcional, donde comimos divinamente.

Regresamos paseando, ya cuesta abajo, hasta la orilla del lago, donde teníamos aparcados los coches, nos tomamos un café frappé y nos despedimos de la bella ciudad de Kastoriá.

Todavía con luz de día y de nuevo a la primera, gracias otra vez a Juan Antonio y su GPS, llegamos a Tesalónica y a nuestro Hotel; nos dieron habitaciones en la planta 5ª y 6ª, había muchas excursiones de jóvenes estudiantes griegos, parece que aquí es muy frecuente sacar a los colegiales a conocer sus ciudades, su cultura, su arte y su historia, pero no fue hasta que llegamos nosotros y tomamos posesión de nuestros aposentos, que no empezó a sonar la alarma de incendios, sonó al menos 2 veces en la Planta 6ª, supongo que los responsables del hotel verificaron que no había fuego y la desconectaron, después supimos que, según parece, los detectores de humo de las habitaciones eran muy sensibles, y casi todos los de nuestro grupo, nos habíamos puesto a fumar en las habitaciones, que por cierto tenían puesto un cenicero en el escritorio. No penséis que fumar en un hotel es algo raro en Grecia, en todo el viaje, en todas las ciudades y pueblos, pudimos comprobar que aún habiendo prohibición expresa, con sus respectivos carteles, permitían fumar en todos los sitios, cafeterías, restaurantes, hoteles, únicamente no se fuma en los aeropuertos, pero tienen unos espacios (amplias cabinas bien ventiladas) exclusivos para fumadores. Es decir, tienen ley antitabaco pero se la pasan por el forro.

Salimos ya con la ropa colocada en los armarios, por fin estábamos más de una noche en el mismo sitio y nos fuimos a cenar a una zona próxima al ágora romana, estaba chispeando, así que no era plan de sentarnos en una terraza y nos fijamos en un pequeño local que tenía algunas mesas libres en su interior, preguntamos al camarero si podía prepararnos sitio para 12, nos respondió que si, que esperáramos un momento, dicho y hecho, reubicó a los clientes que ya estaban dentro en las mesas de las esquinas y en el centro del pequeño local, juntó varias mesas que fueron suficientes para que pudiéramos cenar, como era nuestra costumbre “al centro”, es decir pidiendo varios platos para compartir entre todos, de este modo podíamos probar más cosas y si había algo en especial que nos gustaba, cosa que solía ocurrir, siempre se podía pedir algún plato más; el resultado otra buena cena de cocina típica griega.

Al terminar y ya de regreso al hotel caminando, también como de costumbre, los más recalcitrantes, no pudimos resistir la tentación de hacer una escala en una cervecería, un local bien decorado y tranquilo, en el que se escuchaba, en un tono agradable, clásicos de la música modera, Pink Floyd, Supertramp, Janis Joplin…Aunque estábamos prácticamente solos en el local, nos ambientamos y cayeron varias rondas de cubatas acompañados de varios platos de hortalizas (zanahoria, pepino…) y frutos secos que la joven y bonita camarera, una Griega Pontia de enormes ojos negros y figura bien torneada, se encargó de irnos renovando de cuando en cuando.

Os preguntareis qué es un Griego Pontio (Griegos Pónticos), yo tampoco lo sabía, pero nuestros ilustrados amigos Rafael y Seti nos explicaron que en 1923, al finalizar la guerra entre Turquía y Grecia (1919-1922), en la que Mustafa Kemal Atatürk (quien por cierto nació en Tesalónica) responsable de la matanza contra los habitantes griegos de la Anatolia occidental, los gobiernos de Ankara y Atenas se reunieron para firmar la paz en Lausana, Fridtjof Nansen, un diplomático y explorador noruego cuyos esfuerzos por la liberación de los últimos prisioneros de la primera guerra mundial le valieron el Premio Nobel de la Paz, propuso solventar las disputas entre Grecia y Turquía intercambiando las minorías religiosas de ambos países, de forma que los Pontios, que eran católicos fueron expulsados de Turquía (de ahí sus marcados rasgos orientales, tanto en su fisonomía, cultura, cocina, etc.). Sobre este asunto hay una muy buena película, titulada “Un toque de canela”, que trata la expulsión de la población griega de Anatolia (Turquía), os la recomiendo.

Ya de madrugada y rendidos, nos fuimos a dormir, al día siguiente tocaba visita por la ciudad de Tesalónica.

Pasarela acceso a  la isla Agios Aquilio  

Basílica de Agios Aquilio


Kastoriá
Lago Orestiada (Kastoriá)

7 de junio de 2012

Mi otro Viaje a Grecia (5)

Atardecer en Los Prespes
 Quinto Día: 04/04/2012-Traslado Ioánnina-Prespes

El día amaneció ligeramente lluvioso, pero a medida que avanzó la mañana se fue cerrando más, y llegó a llover con fuerza, pero nos pilló en la carretera y solo sufrieron los conductores. Paramos para tomar un café a media mañana en Metsovo, ciudad del Epiro, en las montañas del Pindo, en el norte, refugio de los últimos osos de Grecia, entre Ioánnina y Meteora al sur. Metsovo es también un destino popular de vacaciones de invierno y una estación de esquí.

La lluvia arreció y no nos abandonó durante todo el trayecto hasta llegar a Los Prespes. Los lagos Prespa son dos lagos de agua dulce, Prespa e Madhe y Prespa e Vogël , en Europa suroriental, compartidos entre Albania (38,8 km²), Grecia (84,8 km²) y la República de Macedonia (190 km²). Se ubican a una altura de 853 metros. El lago grande está compartido entre los tres países, recibiendo los nombres de Преспанско Езеро, Prespansko Ezero (macedonio); Μεγάλη Πρέσπα, Limni Megáli Préspa (griego) y Liqeni i Prespes (albanés). El lago más pequeño sólo está compartido entre Grecia (43,5 km²; griego: Μικρή Πρέσπα, Limni Mikrá Prespa) y Albania (3,9 km²; Prespa e Vogël). Son los lagos tectónicos más altos de los Balcanes.

La parte griega de los lagos Mikri Prespa y Megali Prespa y las laderas de los montes Triklari y de Varnoundas que dan a estos lagos, determinan los límites del Parque Nacional de los Lagos Prespes que ocupa una superficie de 20.000 Has. Los dos lagos se han convertido ahora en el Parque Prespa Balcánico.

Llegamos al hotel, en la localidad de Laimos, un precioso establecimiento con altos techos de madera, cuyos propietarios, un joven matrimonio, son amigos de Seti y de Rafael y Clara. Ellos no sabían de nuestra llegada, bueno sabían que venían 12 turistas de España, pero no sabían de la llegada de sus amigos, su sorpresa y alegría fueron enormes y nos agasajaron con unas copas de bienvenida, donde, por supuesto no faltó el Tsípouro. Nos instalamos en unas acogedoras habitaciones y nos dispusimos para ir a comer, a un restaurante que los amigos de Seti, habían llamado para que nos prepararan manduca para 14 comensales (ellos se unieron a la comida).

Antes de comer dimos un paseo por el pueblo de Agios Germanos, prácticamente pegado a Lainos, que es la única aldea en la región Prespes que ha conservado todas las viejas casas de piedra.

Por fin entramos en el que creíamos que era el sitio para comer, pero había habido un error y nos habíamos metido en una taberna justo al lado de la que se había concertado, así que nos tomamos una cerveza y nos fuimos con la excusa de que no había carne, después de haber movido cielo y tierra para colocar las mesas y sillas suficientes para todos en el pequeño local.

Ya con nuestros amigos griegos y en el sitio adecuado, dimos buena cuenta de una gratificante y exquisita comida, donde el plato estrella fue las chuletitas de cordero.

Después de comer fuimos a la cafetería de Tula, también amiga de Seti y como no, de nuevo el carácter generoso de los griegos salió a relucir, tomamos cafés e infinidad de tsípouros y no hubo forma de pagar.

De allí fuimos con Rafael y Clara a otro Hotel del pueblo, para ver a su dueño, también amigo, al que le llevaban un pequeño obsequio de España; no estaba, nos atendió su padre quien después de hablar por teléfono con su hijo y de que éste hablara con sus amigos españoles, nos puso unas tapas (mezzedes en griego) y unas botellitas más de Tsípouro, cuando nos íbamos les regalaron a Rafael y Clara, 4 botellas de vino de macedonia y además sabéis que… claro no pudimos pagar de ninguna de las maneras.

Ya estaba bien entrada la tarde, así que antes de que anocheciera, cogimos los coches y nos fuimos al Lago Mikrá Prespa, para ver allí la puesta de sol. Llegamos un poco tarde y ya no se veía al haber muy poca luz, era casi de noche, así que entramos en la taberna junto al lago, lugar de reunión y de partidas de cartas de los lugareños y nos tomamos un par de Tsípouros más.

Con el alma pletorita y el estomago caliente, pensamos que quién iba a ser el guapo que tuviera ganas de cenar, así que nos dirigimos al hotel y preguntamos si podrían hacernos algo ligero para picar, el vino lo ponía Rafael y Clara, sus 4 botellas, 2 de blanco y dos de tinto de Makedonico. Dicho y hecho, nos hicieron una pita de queso, ensaladas, quesos y además para colmo de los lujos pudimos ver el partido de Champios del Real Madrid contra el Apoel de Nicosia. Después de ver el partido y como no, de tomar algunos Tsípouros, el descanso reparador fue nuestra ganada recompensa.
Agios Germanos 

Metsovo
Iglesia de Agios Germanos
Hotel Xenonas Mimallones


31 de mayo de 2012

Mi otro Viaje a Grecia (4)

Ciudadela de Ioánnina
 Cuarto Día: 03/04/2012-Traslado Preveza-Ioánnina

A la mañana siguiente y después de un suculento desayuno, paseo por las calles comerciales de la villa de Preveza, y atravesando las laberínticas calles del pueblo marinero, llegar a un amplio paseo marítimo con infinidad de cafeterías con recoletos veladores mirando al muelle.

Salimos a media mañana con dirección al Norte del Epiro, hacia Ioánnina. Es un trayecto corto y con buena carretera, tenemos tiempo de hacer una visita a las ruinas arqueológicas de Dódoma.

Este santuario estaba dedicado al dios Zeus y a la Diosa Madre, venerada bajo el nombre de Dione. El Oráculo de Dódona fue el más célebre de la Antigüedad, después del Oráculo de Delfos. los sacerdotes y las sacerdotisas del bosque sagrado interpretaban la caída de las hojas del roble en el viento.

Se encuentra al pie del monte Tomaros, en los montes Pindo, cerca de la actual frontera de Grecia y Albania, en una zona muy montañosa y que en esta época del año están cubiertas de nieve, su situación era privilegiada, cerca del río Aqueloo, el más caudaloso de Grecia, al sur del lago Pambotis, a 22 km al sur de Ioánnina.

El Oráculo de Dódona es citado por Homero, en la Iliada y la Odisea y por Heródoto que cuenta que el oráculo de Dódona estaba relacionado con el de Tebas de Egipto y ofrece dos versiones:
1- En Tebas fueron raptadas por los fenicios dos sacerdotisas. A una de ellas la mandaron a Libia donde fue vendida y a la otra a Dódona. Se supone que estas dos sacerdotisas fueron las primeras que instituyeron oráculos en estos dos lugares: el oráculo de Amón en Egipto y el oráculo de Zeus en Dodona.
2- Sobre la ciudad de Tebas volaron dos palomas. Una se dirigió a Libia y otra a Dodona. La paloma de Dódona se posó sobre un roble y desde allí expresó con voz humana que era necesario fundar en ese mismo lugar un oráculo al dios Zeus.

A mediados del siglo IV a. C., el ateniense Demón añadió una nueva tradición sobre el oráculo de Dodona: contaba que el santuario estaba delimitado por un cercado de calderos de bronce dispuestos sobre trípodes. El viento golpeaba los calderos por medio de una cadena y su sonido era el que tenía que ser interpretado por los sacerdotes o las sacerdotisas.

Los edificios del lugar fueron escasos y pobres hasta llegar a la época helenística. Después se construyeron un gran número de edificios de culto (Templos) y 2 edificios civiles, tras la muerte de Alejandro Magno y en tiempos de Pirro de Epiro se construyó el teatro. Encima del teatro se encuentra la acrópolis amurallada y en la parte de abajo se han descubierto las ruinas de un estadio. 

Con la ayuda del GPS de Juan Antonio, el coche 1 llega a Ioánnina, ciudad de unos 100.000 habitantes en la costa occidental del lago Pamvótida o de Ioánnina, y a nuestro Hotel ¡A la primera!. Nos instalamos y salimos a comer en un restaurante junto a las murallas de la antigua ciudadela.

Ioánnina, tiene una antigua Ciudadela: situada en una pequeña península que se adentra en el lago Pamvótida y que constituyó el núcleo originario de la ciudad, allí se conservan los restos del mausoleo de Alí Pashá (el León de Yánina), controvertido personaje, famoso por su crueldad, fue el monarca gobernante (pashá) de la parte oeste de Rumelia, el territorio europeo del Imperio Otomano. La ciudad ha pasado por manos normandas, bizantinas, serbias y turcas, la adhesión al estado griego se produjo el 21 de febrero de 1913.

La cena la teníamos incluida en la estancia del Hotel, así es que disfrutamos de un buffet con comida típica griega y cocina internacional. El lujo y la decoración recargada del Hotel, pero sobre todo una clientela con aspecto chabacano y que no se correspondía con el pretendido nivel elitista de un Hotel de 5 estrellas, de lujo con Spa, nos hacía sospechar de que aquel “negocio” podría ser una tapadera de otra cosa y empezamos a elucubrar con la posibilidad de que fuera una tapadera de alguna mafia albano-kosovar, nuestra hipótesis fue casi “confirmada”, cuando al sonar un teléfono móvil de uno de esos singulares clientes, sonó la banda sonora de la película “El Padrino”, para nosotros no había duda…

La noche se completó en una de las habitaciones, apurando el Tsípouro que Panaiotis había regalado a Seti.

Teatro e Dodona
Mausoleo de Alí Pashá
Hotel 5 Star en Ioánnina



Lago Pamvótida (Ioánnina)









29 de mayo de 2012

Italia

Tenía muchas ganas de ir a Italia, no sin antes asegurarme de tener a buen resguardo mi DNI, no fuera ser que lo perdiera y algún mafioso me suplantara mi identidad. No estaría mal convertirse en Don, pero por lo que pudiera pasar, mejor no tentar a la suerte.
Con todo preparado, llegue por fin a un  aeropuerto a las afueras de  Roma. Todo era nuevo para mí, nunca había salido de España (siendo de Huelva no cuento Portugal) y nunca había escuchado a tanta gente hablar en italiano.
Cogí un autobús cuyo destino era Roma. Me puse a observar por la ventana lo que era un nuevo paisaje para mí, hasta que de repente la melodía de un móvil de un chico italiano me sobresalto. Se trataba de la canción “Danza Kuduro”. No pude evitar reírme.
Llegué a Roma y me dirigí a la Fontana de Trevi. Me encantó, no había visto nunca una fuente tan hermosa y majestuosa. Tiré una moneda a la fuente, como es tradición, pero cometí la torpeza de tirarla de frente, en vez de tirarla de espaldas. Iba a tirar otra, pero ya no me quedaban monedas de 20 céntimos.
A continuación fui hacia el Coliseo. En cuanto lo pude ver a lo lejos, me impresionó, y a medida que me iba acercando, esa sensación iba creciendo. No podía ser menos, me encontraba ante una de las siete maravillas del mundo. Entré dentro, y en tan magnifico escenario mi imaginación se lanzó a volar. Me imaginé en otra época, en medio de la arena, con las gradas repletas de gente gritando. Era un gladiador, y estaba rodeado de fieras y de otros gladiadores como yo. Tenía que ganarme el beneplácito del César y del público, y no les pensaba defraudar. Tas una actuación memorable propia de una epopeya griega, la gente empezó a corear mi nombre, unos segundos antes de que el César levantara su pulgar hacia arriba. Me sentía eufórico, entusiasmado y por último cegado, cegado por una luz, una luz proveniente de un flash, la cual me despertó de mi ensimismamiento.
En breve me iría de Roma, pero antes tenía que ver El Vaticano. Fue muy bonito poder visitar la plaza de San Pedro o la Capilla Sixtina, aunque no comprendí como gente que ha hecho voto de pobreza podía vivir entre tanto lujo y ostentación, aunque ese es otro tema.
Llegó la hora de despedirse de la capital italiana, ciudad que siempre quedará en mi memoria, y partir hacia Salerno, o como yo la llamo, Salermo.
Salerno, una bonita y pequeña ciudad costera al sur de Roma, me gustó mucho.
Allí saboreé ricos helados mientras paseaba por el muelle, comí las famosas pizzas italianas, visite su catedral, incluso tomé la playa junto a las fuerzas de élite.
También coroné un bonito castillo, donde brindamos con buen vino y comimos, unos más que otros con no tan buena comida.
Además, si diluviaba no pasaba nada, porque con café, preguntas del trivial y buena compañía, el temporal pasaba rápido.
Por fin salió el sol y me fui a visitar Pompeya. Resultó fascinante poder trasladarse a una auténtica ciudad romana, tal y como era hace casi 2000 años, antes de que fuera sepultada por el Vesubio. Pasear por esas calles tan llenas de historia, y entrar en el circo, el templo de Apolo o el teatro fue fascinante.
Después de unos fantásticos días, llegó el momento de regresar a España, cargado de buenos recuerdos y algún que otro regalito.
Llegué a España, y todavía me parecía seguir escuchando a la gente hablar italiano. No es que me lo pareciera, es que estaba rodeado de italianos que se acababan de bajar conmigo del avión.
Y por fin llegué a casa, cansado, pero contento de encontrarme en mi dulce hogar, aunque pensando en algún día regresar.