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19 de octubre de 2015

La herencia de la vida



Esta mañana me levanté muy alegre, nuestro equipo español de fútbol contribuyó a eso, aunque hace bastante calor, pero es cierto que estoy de descanso en el trabajo, y eso hace que pueda dedicar tiempo a este blog. Esta dedicación, se hace ampliable a todo, mis intimidades, mis amistades, mis amores, mis todo, y cada día que me siento a escribir, como al principio me cuesta encontrar el hilo, crea en mi un reto que me atrae, y lo que implique reto, hace que busque y busque donde sea para plasmar algo entretenido y podáis leerlo.

Recuerdo mi infancia y veo que era feliz, y también pobre, pero iba al colegio, tenía amigos, y una gran familia que hacía que me encontrara mas seguro. Hoy en día las cosas han cambiado de tal forma que cada uno de los que eramos, estamos repartidos por la nuestra geografía , y apenas tenemos tiempo de estar unos con otros, los trabajos, las distancias, los hijos, y un sin fin de causas que hacen no tener posibilidad de estar juntos como antes, pero la vida sigue, igual que todos ellos siguen en mi mente como siempre, y que aunque no les vea personalmente, los siento, y los quiero con todo mi corazón, quizás mas de lo que os podáis imaginar. Al mismo tiempo se que ellos están ahí, para lo que me haga falta, cariño, u otra cosa, la raíz que sembraron nuestros padres sigue siendo fuerte, y sigue creciendo. 

La familia ha de ser así, con amor se abren todas las puertas, y si además existe simpatía o alegría mejor que mejor. La base de una buena familia ha de ser fuerte, para aguantar todas las desavenencias que ocurran en la vida, los padres han de ser los espejos donde nos miremos los hijos, y en mi caso puedo estar orgulloso de pertenecer a esta familia, con los defectos que siempre acompañan a todo hijo de vecino, con los pesares que en alguna ocasión nos visita de improvisto, los desavatares de la propia vida que en su rodar hace que se marchen de nuestro lado aquellas personas que significan tanto para nosotros, hermanos, padres, amigos, etc., y la fortaleza o entereza que tenemos aprendida nos sirve para entender que la vida ha de seguir existiendo y a ella le da igual que haya amor o no, sigue rodando, y los que en ella estamos aun, debemos hacer raíces de tallo grande y profundo, para los que vengan empiecen a conocer la felicidad y el amor antes que el odio.

Artículo reeditado: Originalmente publicado el 14 de Julio de 2010.

30 de marzo de 2015

Me reservo el derecho de abrazar a mis demonios

“El amor conlleva sufrimiento porque lo puedes perder, pero negarse al amor para evitar el sufrimiento no lo soluciona, ya que se sufre por no tenerlo. Entonces, si la felicidad es el amor, y el amor es sufrimiento, entonces, digo, la felicidad es también sufrimiento.”

Sonia, en Amor y Muerte, de Woody Allen.

Me reservo el derecho de estar triste, de sentirme mal porque no es justo o porque algo no está bien. Me lo reservo porque lo contrario me presiona y me deprime. Esos son mis demonios y en realidad no son tan malvados. Ellos me piden que los comprenda y me dicen que lo que siento es la vida y que el mundo es el paraíso que yo quiera crear.
Tú y yo tenemos demonios
Imagínate que hay alguien que te dice que puedes estar triste, que es normal que lo estés y que, de hecho, debes estarlo de vez en cuando. Imagina que ese alguien eres tú, aceptando tus emociones y gritándole al mundo entero que no has tenido un buen día, por la simple razón de que no todos pueden ser buenos.
El caso es que, en nuestro mundo actual, parece que tenemos la obligación de sentirnos bien y de evitar el sufrimiento. Nos lo venden como algo anormal, negativo y apartado de cualquier vida que podamos entender como plena.
De hecho, parece que sentirse mal y creerse mentalmente sano o sufrir y vivir la vida no forman buenas parejas culturales. De la misma forma, si a alguien se le ocurre decir “me siento mal pero estoy bien”, se le mira con extrañeza y tratando de discernir cuál es su peculiaridad.
Hemos caído en la trampa de exigir un exceso de optimismo a nuestras vidas. Hemos ignorado que no debemos de aprender la lección sin cuestionarla y, ahora, pagamos las consecuencias de asumir que no sufrir es un valor al alza para la cuenta de la vida y que lo correcto es mover nuestros millones para conseguir evitar las complicaciones y entonces “tener vida”.
Mis demonios y los tuyos están luchando contra el aluvión de frases positivas y carteles motivacionales que les obligan a guarecerse, a esconderse tras una pared de papel y alimentarse de represión. Lo triste y lo negativo necesita su espacio en nuestra vida porque, de otra manera, explotará y nos ahogará. Es que ya no tenemos derecho ni a fruncir el ceño cuando algo nos molesta, ya vale de ceder ante la tiranía y la dictadura del optimismo excesivo.
No quiero que me obliguen a ser feliz siempre porque mi tristeza es la única que me hace valorar a la felicidad y a la alegría y porque me dice que algo no va bien y que debo preocuparme; porque si nunca me sintiera triste no sabría valorar lo que es no estarlo. En ese sentido la alegría es más egoísta y me hace pensar que todo está bien, acortando el tiempo que tengo para reaccionar si en verdad no lo está.
Tampoco quiero ser una persona pesimista o melancólica ni quiero que me fulmines llamando depresivos a mis demonios, porque lo único que estoy haciendo es vivir aceptando que mis días tienen muchos matices, tantos como mis circunstancias.
Entonces defender a mis demonios me da dos alternativas: aceptarme o rechazarme. Si acepto que ellos existen no me harán sufrir intentando evitarlos y frustrándome porque siempre me encuentran y cada vez me abrazan con más fuerza, dejándome sin respiración. Eso sí que es malo.
Por eso prefiero seguir dándoles paso e invitándoles a esclarecer mi mente de vez en cuando, porque ellos son sinceros cuando les dejo entrar y me dicen que vale la pena luchar porque vale la pena ser feliz.
Porque el lema de “tienes que sentirte bien para poder ser feliz” no es mi lema, más bien prefiero entender que la tristeza y la alegría conviven y se necesitan la una a la otra y que es más sano“vivir pensando que me sentiré bien aunque a veces me sienta mal”. Porque según cómo responda ante lo que mis demonios me hacen pensar y apreciar depende que yo me limite o me abra a lo natural de la vida.
Porque ante el supermercado de razonamientos y recetas para casi todo, mis demonios me gritan hasta que consiguen que me duela el alma pensando que yo nunca conseguiré la plenitud porque no sé vivir el momento o no tengo ganas de sonreír desde que me levanto hasta que me acuesto.
Solo es por eso por lo que me reservo el derecho de usar mi tristeza cuando me plazca, porque mis demonios se niegan a caer en la trampa que les hace engordar, porque mis demonios me quieren y no buscan hacerme daño, solo abrazarme de vez en cuando sin que yo oponga resistencia para recordarme que estoy viva.

Por: Raquel Aldana

21 de enero de 2014

Una gran sonrisa


Estaba en mi casa, deprimido, alicaído, sin ganas de nada. Salí a la calle a intentar cambiar esa dinámica, pero lo que observaba no ayudaba en absoluto. La gente iba de un lado a otro, sin ilusión, sin ánimo, movida únicamente por inercia. Nadie te tendía una mano, nadie te dedicaba una sonrisa. Era como si toda la ciudad estuviera envuelta por un aire de pesimismo, en la que todos padecíamos de una misma enfermedad, una enfermedad llamada tristeza.
Decidí marcharme, partir en busca de alguien que nos pudiera ayudar. Tenía que encontrar a una persona optimista, alegre, risueña, dispuesta a regalarte una sonrisa.
Visité muchas ciudades, conocí a muchas personas, muchas de ellas optimistas y alegres, pero ninguna era la adecuada, no sabía muy bien por qué, pero algo me decía que sentiría que la había encontrado con tan solo verla.
Mi suerte empezó a cambiar al poco tiempo, no muy lejos de mi ciudad, en una pequeña feria.
Allí busqué por todas partes, hasta que a lo lejos la vi, puede que fuera una feriante, o tal vez no, pero lo cierto es que la miré y un, dos, tres, ya estaba sonriendo. La había encontrado, estaba seguro y al conocerla cualquier mínima duda se esfumó.
Era una chica que había decidido pasar por la vida con entusiasmo y optimismo, haciendo partícipes de la alegría a los demás y viviendo el día a día con una sonrisa.
Le conté como estaba la situación en mi ciudad y sin pensarlo dos veces, decidió ayudarnos. Una vez allí y tras hablar con varias personas, se dio cuenta de que el problema era más grave de lo que creía, por lo que decidió trasladarse a vivir con todos nosotros.
Había pasado poco tiempo desde su llegada, pero los efectos ya se empezaban a sentir. El ambiente había cambiado, se respiraba un nuevo aire de optimismo, habíamos dejado atrás la tristeza para darle la bienvenida a la alegría.
Pero es bien sabido que todos tenemos bajones y un día me enteré que estabas tristes, que no habías reído en todo el día.
Eso no podía ser, había que ponerle remedio, pensé en que podría hacer para cambiar tu estado de ánimo, fotocopié el programa a seguir y después decidí ir a buscarte, con la firme intención de hacerte sonreír al menos una vez.
Lo primero era un cambio de vestuario. Te tenía preparado un vestido precioso, uno propio de un cuento de hadas, junto con un collar de perlas blancas, para que fueran a juego con tu sonrisa. Pero cuán grande fue mi sorpresa, al descubrir que no había pensado en el calzado. No era apropiado que fueras descalza y únicamente tenía a mano unos zapatos verdes, que te quedaban algo grandes, solamente por 6 o 7 tallas.
Ya estábamos preparados, pero se me había olvidado a donde ir, pensé durante un rato, pero nada, me había quedado totalmente en blanco, así que siguiendo mi instinto, recordé que en la sierra había nevado.
Blanco, blanco y más blanco, mirásemos por donde mirásemos todo estaba dominado por el blanco: el cielo, los árboles, el río, incluso los animales que nos encontrábamos, cisnes, conejos y alguna lechuza.
Estaba ensimismado, no podía dejar de contemplar aquella preciosa estampa, todo era pura fantasía y ¡zas!, algo me golpeó en la cara. No me había repuesto del impacto, cuando ahí estabas tú, lanzándome una segunda bola de nieve.
Después de varios lanzamientos, parecías mucho más contenta, ya no te veía triste ni deprimida, tus carcajadas te delataban, pero esto no iba a quedar así, a ver si te seguías riendo después de mi contraataque.
Entre guerra de bolas de nieve, carreras de trineo, patinaje artístico con caídas y muñecos hechos con ramas, zanahorias y bufandas, pasaban rápidamente las horas.
Ahora tocaba disfrutar de un buen almuerzo, junto al calor de una chimenea. Me la jugué preparando un menú compuesto por jamón, cordero y torta del Casar, todo ello acompañado por un par de vasos de Aquarius bien cargados.
Después nos fuimos volando a recorrer el cielo, a conocer las nubes, a fusionarnos con el viento, el sol y la brisa, a sentir paz, sosiego y felicidad.
Nos quedaba poco para llegar a casa, únicamente sobrevolar las bonitas tierras extremeñas. Era una pena no pararse a conocerlas y así poder descubrir una nueva faceta tuya, haciendo de experta guía, por aquellos paisajes que tan bien te conocías.
Aterrizamos en el bonito pueblo de Feria, allí visitamos un castillo medieval y una iglesia del siglo XV. Después fuimos de senderismo por la ruta de los dólmenes, la cual nos llevó a otro fantástico pueblo, conocido como Santa Marta de los Barros, donde pude descubrir sus plazas y su ermita. La experiencia fue fantástica, sus paisajes me enamoraron, me sentí por momentos un extremeño más, orgulloso de una tierra tan cercana a la mía, aunque no hacía mucho parecía tan lejana.
La aventura toco a su fin, con el objetivo cumplido de haberte sacado una gran sonrisa.
Desde ese día me propuse hacerte reír, devolverte un poco de la alegría que me haces sentir, porque una cosa es innegable, es pasar un, dos, tres y hacerme sonreír.

23 de diciembre de 2013

Esto es una piña

  
 Mi cigarrillo se iba acabando, también es cierto que estábamos en la culminación de la cita y era el preámbulo a la despedida, ¿ pero quién daba el primer paso?, jeje.

 La conversación era densa y prolifera mientras se saboreaba esa copa de licor, cualquier licor, todos están buenos, jeje, y pasábamos de uno a otro tema con una sincronización magna, de asuntos cotidianos, de política, de mujeres, todo parecía estar calculado para que la copa entrase mejor.

 Mi café supo a gloria, era denso, oscuro y con un sabor inigualable, un aroma deseado por los mas altos cafeteros del mundo, o porque lo preparé yo, !coño!, que todo hay que decirlo, jeje, pero ninguno le hizo asco y lo tomamos casi todos los que allí estábamos, que confundidos con el olor a leña de encina y la charla infinita, gozábamos del momento.


 Aunque no es tiempo en nuestra tierra de que las naranjas estén en su punto, disfruté como un enano de las dos que me comí, quizás un poco ácidas, pero ese olor natural fuera de ingredientes antinaturales para que la fruta engorde y pronto y pese mas, impregnaron mis manos de tal forma que no hubo necesidad de lavarlas, al contrario.

 De lo que se puso en la mesa, sobró algo de arroz, de una paella que ya quisieran muchos saber hacerlas y o probarlas, una delicia que solo su autor supo dar el punto para repetir, suave, digestiva, y con un gusto extraordinario, se podría comer a diario, lástima que esto se haga de tarde en tarde.

 El boquerón estaba exquisito. Se compró en la pescadería de costumbre, donde se nos atiende como clientes de toda la vida, que en estos casos es un privilegio tener la certeza de haber comprado calidad siempre, porque a la hora de llevarlo a la boca se nota como la noche y el día. Previamente se habían limpiado con el esmero que precisa, solo se le quita la cabeza y las tripas, ya que eran grandes, y después de pasarlos por harina, se fríen en una sartén con aceite bien caliente, y así desaparecieron casi antes de llegar a la mesa.

 La música llenaba durante todo el tiempo que estuvimos allí cada rincón del lugar que habíamos decidido para pasar un buen rato, era diversa, clásicos del rock, del pop, o las vivencias de Sabina, o la salsa que invita a mover tu cuerpo, incluso hubo alguno que se arrancó por fandangos, pero por lo bajito, por si salía mal, jeje.

 A primera hora de la mañana estábamos desayunando, los de siempre, si, aquellos que prometimos a nuestro corazón que nunca se rompería la amistad que hasta ahora habíamos fundido, esos que a pesar de los malos momentos estamos ahí, quizás no llamemos todos los días o nos veamos muy de vez en cuando, pero seguimos estando ahí.

 De inmediato pasamos a comprar los artículos que necesitábamos para que nuestra velada fuera de lo mas jugosa y divertida.

 Y así fue.

23 de octubre de 2013

Un día especial

Hoy quiero ser positivo, optimista, me he levantado con otra actitud, porque pienso que hoy puede ser un gran día, un día especial.
Nos pasamos el tiempo pensado en cosas futuras, como las vacaciones  o el fin de semana, deseando que pasen rápidamente los días de trabajo o de estudio, pero hoy pienso disfrutar de esas pequeñas cosas que pueden hacer de este día, un día para recordar.
Por qué no empezar hoy, por qué dejar pasar un día más. Hoy, 23 de Octubre, podemos ser felices.
Me gustaría poder compartir este nuevo amanecer con todos vosotros, pero aunque no pueda, os animo a que miréis el vaso medio lleno, a salir a la calle con una sonrisa, a escuchar mil veces esa canción , a ver vuestra película preferida, a tomaros un café con un buen amigo, a leer de nuevo esa carta que llegó a tu corazón o a llamar a esa persona que echas  en falta.
La vida es un regalo en sí misma y hay que disfrutarla. En muchas ocasiones nos lamentamos de cosas que pensándolas detenidamente, resultan insignificantes, sobre todo si nos ponemos  a compararlas con las historias de personas que realmente han pasado por momentos y situaciones muy duras, personas que nos enseñan que podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos, porque la fuerza de voluntad es la mayor arma que posee  una persona.
Nos lamentamos de las caricias, besos, abrazos y palabras que nunca dijimos, pero no deben de prevalecer sobre las que algún día dimos. El primer beso, aquel abrazo de reencuentro o aquel te quiero que te emociono.
El mundo está lleno de buenas personas, de personas que nos marcaron, ya sea durante un día o para toda una vida. Algunas se fueron para no volver, otras se fueron para reencontrarlas en un futuro, algunas se han quedado con nosotros y por supuesto otras vendrán en algún momento. Con todas ellas tendremos buenos y malos recuerdos, pero los buenos siempre prevalecen sobre los malos y yo hoy solamente me quedo con los que me hicieron felices.
Por todo esto, quiero felicitar a todas aquellas personas que hacen de nuestro mundo, un mundo mejor, a todas aquellas que te ayudan a levantarte, a las que te sacan una sonrisa, a quien te abraza y te escucha. Hoy quiero felicitar a todos los hombres y mujeres que llenan de vida este blog y por supuesto, también quiero  felicitar a las personas que cumplan un nuevo año en este día, que seguro será especial.


13 de noviembre de 2012

De nuevo en el trono


Se que corren aires difíciles, se que las mentes están preocupadas por los problemas que nos invaden, y apenas tenemos tiempo para volver a sentirnos felices, amables, sensibles a lo minúsculo, a  eso que siempre hemos tratado con delicadeza, con amor, con respeto porque ha sido nuestro, porque lo hemos disfrutado, como cualquier humano, la Libertad.

Aún me salpican algunas noticias diarias dando pie a enredarme en esa maraña que no te deja ver mas allá, pero poco a poco me escabullo, me escapo y me entrego a aquello que me da paz y felicidad, el disfrute de la vida, mi vida que tantos desafortunados momentos ha tenido,  y a los que dejo aparcados para sentir las sensaciones positivas, para dejar volar mi imaginación a los mejores tiempos, utilizando un marco incomparable como es el mar.

En mi paseo imaginativo, navego en un velero, donde el silencio es alcanzado por el romper de la quilla en las olas, o los delfines que nadan cercanos a las amuras del barco, o el viento que refresca mi rostro por la velocidad que lleva, o por los amigos que sonrientes exteriorizan su felicidad por estar contemplando ese momento.

Quizás alguno haya soñado como yo, con una pequeña isla desierta, o una cala donde fondear la nave, a fin de reponer fuerzas, charlar con los que tu has querido que vayan en ese viaje, intentar pescar varios peces para después prepararlos en la playa, escuchar buena música con una copa de ron mientras las estrellas dan luz a la noche, ante todo solo una norma, pasarlo bien y ayudar a crear buenos instantes, y dedicar el tiempo a ser feliz y dar felicidad.

Los que me conocen saben que no estoy exento de problemas, como cualquier otro, trabajo, hipotecas, préstamos, y esas cosas que nos envuelven dejándonos ciegos ante la posibilidad contemplativa que  a veces hemos podido disfrutar, los sentimientos que anhelamos llenando nuestro corazón de gozo, de libertad.

Hoy escribo revelándome sobre lo que aquellos quieren que me preocupe, sobre la caja tonta que crea ambientes enrarecidos, la prensa diaria inmersa a la manipulación que se puede palpar, los comentarios cotidianos que por cualquier lado nos interfieren, hoy no, hoy despliego mis alas y vuelo recordando que estoy vivo, que necesito salir de esa cueva llena de ecos y sin salida.

Estoy junto al mar, pinos centenarios rodean mi vista, un azul intenso hace el fondo perfecto a este cuadro, estoy disfrutando, ojalá vosotros también, y nadie podrá quitarme que hoy esté de nuevo en mi trono.

5 de junio de 2012

Manjar de dioses

Una decisión unánime concretó que las nueve de la mañana era la hora propicia para dedicar este día en llenar mas aún si cabe los corazones de los Bakes.
De inicio un fuerte abrazo entre los que formamos esta familia, aunque desgraciadamente faltó alguno por motivos mas que justificados, pero los que allí estuvimos, pese a la ausencia los notamos entre nosotros como si estuvieran y mas cuando recordando anécdotas, los nombrábamos a cada instante.
Creo que debido a eso, llenamos nuestro carro de todo, carne, pescado, verduras, fruta, pan y sobre todo bebidas, para que la velada fuera notoria, y no faltara de nada.
Ya en el Olimpo, todo era mágico, la música que sonaba en el momento tanto Sabina como Serrat, presagiaba un día completo, y quizás por eso, el marisco y el pescado se limpiaron en tiempo récord y los entremeses se colocaron en una mesa, sintiéndonos como dioses comiendo esos manjares, que ante la incredulidad de buen hacer culinario de Beer, reventamos los entrantes en un pis-pas, y cuando aquel arroz (paella), dijo "aquí estoy yo", y lo probamos, nos embriagó de tal forma que repetimos hasta saciarnos.
Que magia tuvo al guisar ese arroz !maravilloso!, !riquísimo!, jamás había probado algo tan rico en arroces !bravo Beer!, que sepáis que soy un enamorado de ese plato, y lo he probado en todas la ciudades que he visitado incluyendo el levante español, y como este ni uno.
Cuando nuestro estómago no podía tragar mas, pasamos a la etapa del relax, un café en toda regla, y por supuesto las copitas de rigor que en estos casos no pueden faltar, y siempre recordando a aquellos que aunque no asistieron estaban en nuestro pensamiento, con las anécdotas y chistes que sin estos sería menos divertida, desapareciendo poco a poco la luz de la estrella solar en un ocaso incomparable y majestuoso que daba colofón a nuestra cita.
Tuvimos suerte que aquellos faltaron, ya que nos pudimos llevar un taper-ware de arroz a nuestra casa, jejeje, es broma, pero se lo perdieron, por lo menos esta vez, porque pronto, muy pronto volveremos a quedar y como siempre dedicaremos ese día a sentirnos como verdaderos dioses de la amistad.


16 de abril de 2012

Sabia nueva, alegría esperada

Personalmente aún no lo conozco, pero eso no importa, se de buena tinta que es un persona excelente, que su inteligencia no solo la usa para ganar dinero, sino para hacer amigos y que lo tomen como amigo de por vida.

Para colmo dedica su tiempo en educar a aquellos que lo necesiten, y su mente volátil, lo mismo está aquí con nosotros que en New York tomando una cocacola bien fresquita, lo mismo se come una tortilla de papas con huevos, que un olla de habas enzapatás que le haya preparado su suegro, es escandaloso de buena gente, lo mismo repasa un examen, que hace comentarios a cualquiera de los artículos que se publican aquí, En definitiva un buen fichaje.

Que vuelvo a repetir que no lo conozco, pero me han hablado tanto de él, que es imposible que me equivoque en lo que digo, dado que la fuente es fidedigna, la mejor, la única, la que no te engaña, ni te exagera, se queda corto, porque es muy bondadoso, y ahora lo tenemos con nosotros, lo hemos pescao, jaja, es broma, ha decidido formar parte de esta familia que desde hace unos años venimos atendiendo este humilde blog para contento o pesares de algunos, pero en definitiva tratar de entretener de forma altruista a todo aquel que quiera entrar a leer lo que se publique.

Así que desde hoy tenéis que contar con un nuevo Bake, un nuevo amigo entre nosotros y vosotros que acudís a diario, una escritura de peso, con clase, como dirían los magnates, de muchos quilates, aunque ya habéis tenido la suerte de poder leer algún articulo de él, publicado como seguidor,  seguro que vamos a disfrutar de su lectura de aquí en adelante.

Para todos los que componemos esta familia, ha sido una gratísima noticia y una alegría esperada con el corazón abierto, dado la clase de persona que es, y hoy se me ocurren estas palabras para además de presentarlo, dar la bienvenida a nuestro blog del que todos formáis parte, a BAKE NODOYUNA, que a pesar de su apelativo dará mas de una, y de un millón, enriqueciendo con sus artículos, comentarios, etc., los momentos que el blog aporta a todos.

Gracias y felicidades en nombre de la Familia Bake.

22 de diciembre de 2011

Secretos para ser Feliz

Un sabio, al ver la sencillez y la pureza de un niño, le dijo: "A ti te enseñaré los secretos para ser feliz". Ven conmigo y presta mucha atención. Mis secretos los tengo guardados en dos cofres, y éstos son: MI MENTE Y MI CORAZÓN, y consisten en una serie de pasos que deberás seguir a lo largo de tu vida.

El primer paso, es saber que existe la presencia de DIOS en todas las cosas de la vida y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes.

El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar: Yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer.

El tercer paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres. Es decir, si piensas que eres inteligente actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas.

El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es. Ellos alcanzaron su META, logra tú las tuyas.

El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te deja ser feliz; deja que las leyes de DIOS hagan justicia, y tú PERDONA y OLVIDA.

El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te PERTENECEN. Recuerda que mañana te quitaran algo de más valor.

El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie. Todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos RESPETE y se nos QUIERA.

Y por último, levántate siempre con una SONRISA en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; AYUDA a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfadores y que de esta manera, puedan ser felices.

Autor Desconocido

Un seguidor anónimo, nos ha dejado, como comentario, este artículo. GRACIAS.

21 de septiembre de 2011

Buscando felicidad


A medida que pasan las horas, los días, semanas, etc., etc., dejamos en manos de la fortuna el poder disfrutar de un tiempo extra, siempre intentando buscar un hueco, unas horillas de escape, un descanso de la cotidianidad para hacer lo que a uno le gusta, y si es posible con la gente que te gusta, y por supuesto sin molestar a nadie, que es uno de los factores para que tu te lo pases bien y no siendo a costa del malestar ajeno.


Desde hace un tiempo hemos podido tener un contacto especial una serie de amigos de amigos, que hemos congeniado en la búsqueda de la felicidad, aunque parezca una tontería, llevamos dos fines de semana pasandolo a tope, divirtiéndonos de lo lindo en ese tiempo que se necesita para saber que tu libertad no la has perdido, si no que la mantenías dormida, y ves como despierta a tus deseos de darle alas.


No se trata de nada especial, (bueno para nosotros si lo es), ha sido tener la suerte de encontrar gente con los mismos gustos, con problemas cotidianos, con alegrías y penas como las de cualquiera, y sobretodo que quiera pasarlo bien, que despierte a su libertad y que desarrolle todo lo que quiera mediante el cante, el baile o simplemente la compañía que es importantísima, dado que todos hacemos una gran familia para pasarlo fantástico.

Cuando llega el primero a la cita, está deseando de que el personal haga acto de presencia para que todo empiece, y cuando hay que marcharse, ninguno quiere ser el primero en hacerlo, ¿por qué será?, María la morena puso un potaje..., así da comienzo una letra de sevillanas haciendo que se rompa el hielo y entre risas recorramos ese tiempo que todos necesitamos para encontrar una pequeña porción de felicidad, que al mismo tiempo regalamos para que la noche sea completa.

"Las Carlotas, Miguel el caja, un segurata, Pito el dulce, buenas palmas, buena armonía, y una guitarrilla que de compás, es todo lo que se necesita para lograr pasarlo bien durante unas horas, que nunca nos falte.

22 de mayo de 2011

Elijo ser Feliz

Existen multitud de disciplinas -la medicina, la psiquiatría o la psicología son tres ejemplos claros- que estudian las enfermedades o alteraciones del ser humano -bien se trate del cuerpo o de la mente-, pero curiosamente no existe una disciplina cuyo objeto de estudio sea la persona en su condición más saludable, es decir, en su normalidad o habitualidad.

Quizás por este motivo no sea de extrañar que los seres humanos nos sintamos muy solos, y poco aleccionados, en la tarea de encontrar el camino personal que nos ayude a ser más felices y optimistas en nuestra andadura cotidiana

No obstante, hay trucos que, sin lugar a dudas, contribuyen a lograrlo:

Un buen comienzo es convencerse de que el momento presente es el mejor de cuantos nos restan de vida, y, además y sobre todo, el único que tenemos la certeza de poseer. No sabemos a ciencia cierta qué nos deparará el mañana ni seremos jamás más jóvenes de lo que hoy somos; por lo tanto, y puesto que estamos sanos (si así no fuera, tendríamos que dejar intervenir esas otras disciplinas a que nos referíamos más arriba), es claro que la inteligencia práctica demanda aprovechar en lo posible el momento actual. Disfrutar hoy y ahora, sin postergar ni un segundo más esa ansiada felicidad, es la primera clave del éxito en esta peculiar empresa. La felicidad, por tanto, reside en vivir y disfrutar del momento presente.

A partir de aquí el truco está en ilusionarnos y crearnos una motivación. Cada uno en su línea. Porque dicen los expertos que la felicidad no se produce sólo en el instante en que conseguimos lograr aquello por lo que luchamos, sino también y principalmente en una fase anterior, es decir, en el proceso de preparación previa, de planificación, de imaginar lo que, con  nuestro esfuerzo y esa estrategia que estamos diseñando, conseguiremos mañana.

Acordémonos de nuestra infancia y de la llegada de los Reyes Magos: los mejores momentos los vivíamos en la esperanza ilusionada de su visita, en el proceso preparatorio de esa noche mágica, con la colocación del agua para los camellos y la disposición de nuestros zapatos, llenos de ilusión y fantasía, en el lugar adecuado en la confianza de que finalmente recibiríamos el juguete soñado. Lo que nos lleva a la conclusión de que la felicidad no es una meta, sino un trayecto.

Y es que, en definitiva, la felicidad nace de la existencia de motivos por los que levantarse cada mañana. Conseguir esa ilusión y mantenerla, hacer posible a diario esa esperanza viva en aquello que a cada uno le resulte especialmente atractivo o gratificante, disfrutar del proceso hasta conseguir aquello que nos estimula, y no diferir el placer exclusivamente al momento final o último de su consecución, es la única “estratagema” que la felicidad exige.

Y para esto contamos con dos armas importantes: 

Una, la certeza de que lo que la mente puede concebir también la mente lo puede alcanzar

En la vida no hay que ver las cosas para creerlas, sino que, justo al contrario, hay que creerlas para verlas. Y no será necesario, ni siquiera conveniente, una mayor inteligencia para lograr nuestro objetivo, porque, curiosamente, el éxito o el fracaso, dicen los entendidos, se alcanza no a golpes de racionalidad sino a golpes emocionales. Basta con procurar el predominio de los pensamientos positivos, alegres y entusiastas sobre los negativos o agoreros para alcanzar cotas cada vez más altas de felicidad. Porque, en definitiva, son nuestros pensamientos los que nos hacen felices o desgraciados, no nuestras circunstancias; tener pensamientos positivos es esencial en la “tarea” de ser feliz.

Dos, la conciencia de que sólo nosotros somos los responsables de nuestra felicidad o de nuestra desgracia (actitud).

Efectivamente las cosas que nos suceden no son, objetivamente consideradas, de ninguna manera predeterminada, sino única y exclusivamente del modo como las queramos tomar. 

De otra parte, aunque no tengamos control sobre aquello que nos sucede –aunque hay quien difiere y opina que sí, que lo tenemos, pero éste será otro tema de debate- sí que podemos controlar la forma en que permitimos que nos afecte. Si no tenemos poder alguno sobre lo que otros hacen, sí que poseemos un poder absoluto sobre nuestros pensamientos y emociones ante el actuar ajeno. Por este motivo no debemos responsabilizar a los demás, ya se trate del vecino, del destino, de la suerte o de la sociedad en general, de lo que nos ocurre; nosotros mismos somos los únicos responsables de la manera en que reaccionamos ante lo que nos pasa, y consiguientemente también de nuestra propia felicidad. Con nuestra actitud ante la vida decidimos la calidad de ésta última, así es que es claro que, por nuestro bien, no tenemos ni un minuto que perder para cambiar nuestro talante y transformar la manera de enfrentarnos al día a día y tomar así el control de nuestra existencia. 

Ser conscientes de la frase “no te tomes la vida en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella” de Elbert Hubbard, ayuda a relativizar y desdramatizar lo menos bueno del devenir diario, e incluso a perder el miedo de todo o casi todo.

Y es que ser feliz no es más que una elección.

Finalmente, contamos con la ventaja de que la felicidad se contagia: una sonrisa amable al vecino al salir de casa, un halago a la persona querida (o menos querida), un enfoque positivo de lo que nos ocurre, y tomar clara conciencia de que son muchísimo más numerosas las cosas por las que sonreír que aquellas otras que nos entristecen, y transmitirlo así a nuestros compañeros de viaje, será un buen “método de trabajo”.

Y contamos, para colmo, con la seguridad de que nuestra contribución en tal sentido nos será devuelta con creces, porque, como dice el refrán pero aplicándolo en positivo, “quien siembra vientos recoge tempestades”, o, lo que es lo mismo, la vida es como un eco: si no te gusta lo que recibes, ten cuidado con lo que emites.

Y teniendo ya el sustrato teórico para el logro de la felicidad, sólo nos queda ponerlo en práctica. 

No os deseo suerte porque estoy convencida –y empiezo yo misma, desde ya, a aplicarme el cuento- que no nos hará falta. 

Que paséis todos un magnífico día.

Nuestra Amiga y seguidora, Sibila, nos remite este artículo, todo un manual de cómo conseguir la felicidad. GRACIAS.
Aviso Importante: Blogger ha recuperado y publicado automáticamente, los comentarios perdidos en el artículo ¿No piensas hacer nada?; por lo que ya se pueden ver todos por su orden.  

13 de febrero de 2010

Felicidades

Hoy cumple años nuestro colaborador Bake Josyan. Desde este foro de amistad quiero decirle: Ánimo en esta etapa de exámenes y sobre todo FELICIDADES, FELIZ CUMPLEAÑOS AMIGO.

5 de febrero de 2010

Consejos de la experiencia

Escrito por Regina Brett, 90 años, de "The Plain Dealer", Cleveland, Ohio

Para celebrar la llegada a mi edad avanzada escribí unas lecciones que me ha enseñado la vida.

* La vida no es justa, pero aún así es buena.
* La vida es demasiada corta para perder el tiempo odiando a alguien.
* Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia sí. Mantente en contacto.
* No tienes que ganar cada discusión. Debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.
* Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.
* Cuando se trata de chocolate, la resistencia es inútil.
* Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.
* No compares tu vida con la de otros. No tienes ni idea de cómo es su travesía.
* Si una relación tiene que ser secreta, mejor no tenerla.
* Respira profundamente. Eso calma la mente.
* Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o alegre.
* Lo que no te mata, en realidad te hace más fuerte.
* Nunca es demasiado tarde para tener una niñez feliz. Pero la segunda sólo depende de ti.
* Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un "no" por respuesta.
* Enciende las velas, utiliza las sábanas bonitas, ponte la lencería cara. No la guardes para una ocasión especial. Hoy es especial.
* Sé excéntrico ahora. No esperes a ser viejo para serlo.
* El órgano sexual más importante es el cerebro.
* Nadie es renponsable de tu felicidad, sólo tú.
* Enmarca todo supuesto "desastre" con estas palabras: "En cinco años, ¿esto importará?"
* Perdónales todo a todos.
* Lo que las otras personas piensen de ti, no te incumbe.
* El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.
* Por más buena o mala que sea una situación, algún día cambiará.
* No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.
* No cuestiones la vida. Sólo vívela y aprovéchala al máximo hoy.
* Llegar a viejo es mejor que la alternativa.....morir joven.
* Todo lo que verdaderamente importa al final es que hayas amado.
* Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.
* Si juntáramos nuestros problemas y viéramos los montones de los demás, querríamos los nuestros.
* La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.
* Lo mejor está aún por llegar.
* No importa cómo te sientas... arréglate y preséntate.
* Cede.
* La vida no está envuelta con un lazo pero sigue siendo un regalo.