Estaba en mi casa, deprimido, alicaído, sin ganas de nada. Salí
a la calle a intentar cambiar esa dinámica, pero lo que observaba no ayudaba en
absoluto. La gente iba de un lado a otro, sin ilusión, sin ánimo, movida
únicamente por inercia. Nadie te tendía una mano, nadie te dedicaba una
sonrisa. Era como si toda la ciudad estuviera envuelta por un aire de
pesimismo, en la que todos padecíamos de una misma enfermedad, una enfermedad
llamada tristeza.
Decidí marcharme, partir en busca de alguien que nos pudiera
ayudar. Tenía que encontrar a una persona optimista, alegre, risueña, dispuesta
a regalarte una sonrisa.
Visité muchas ciudades, conocí a muchas personas, muchas de
ellas optimistas y alegres, pero ninguna era la adecuada, no sabía muy bien por
qué, pero algo me decía que sentiría que la había encontrado con tan solo
verla.
Mi suerte empezó a cambiar al poco tiempo, no muy lejos de
mi ciudad, en una pequeña feria.
Allí busqué por todas partes, hasta que a lo lejos la vi, puede
que fuera una feriante, o tal vez no, pero lo cierto es que la miré y un, dos,
tres, ya estaba sonriendo. La había encontrado, estaba seguro y al conocerla
cualquier mínima duda se esfumó.
Era una chica que había decidido pasar por la vida con
entusiasmo y optimismo, haciendo partícipes de la alegría a los demás y viviendo
el día a día con una sonrisa.
Le conté como estaba la situación en mi ciudad y sin
pensarlo dos veces, decidió ayudarnos. Una vez allí y tras hablar con varias
personas, se dio cuenta de que el problema era más grave de lo que creía, por
lo que decidió trasladarse a vivir con todos nosotros.
Había pasado poco tiempo desde su llegada, pero los efectos
ya se empezaban a sentir. El ambiente había cambiado, se respiraba un nuevo
aire de optimismo, habíamos dejado atrás la tristeza para darle la bienvenida a
la alegría.
Pero es bien sabido que todos tenemos bajones y un día me
enteré que estabas tristes, que no habías reído en todo el día.
Eso no podía ser, había que ponerle remedio, pensé en que
podría hacer para cambiar tu estado de ánimo, fotocopié el programa a seguir y
después decidí ir a buscarte, con la firme intención de hacerte sonreír al
menos una vez.
Lo primero era un cambio de vestuario. Te tenía preparado un
vestido precioso, uno propio de un cuento de hadas, junto con un collar de
perlas blancas, para que fueran a juego con tu sonrisa. Pero cuán grande fue mi
sorpresa, al descubrir que no había pensado en el calzado. No era apropiado que
fueras descalza y únicamente tenía a mano unos zapatos verdes, que te quedaban
algo grandes, solamente por 6 o 7 tallas.
Ya estábamos preparados, pero se me había olvidado a donde
ir, pensé durante un rato, pero nada, me había quedado totalmente en blanco,
así que siguiendo mi instinto, recordé que en la sierra había nevado.
Blanco, blanco y más blanco, mirásemos por donde mirásemos
todo estaba dominado por el blanco: el cielo, los árboles, el río, incluso los
animales que nos encontrábamos, cisnes, conejos y alguna lechuza.
Estaba ensimismado, no podía dejar de contemplar aquella
preciosa estampa, todo era pura fantasía y ¡zas!, algo me golpeó en la cara. No
me había repuesto del impacto, cuando ahí estabas tú, lanzándome una segunda
bola de nieve.
Después de varios lanzamientos, parecías mucho más contenta,
ya no te veía triste ni deprimida, tus carcajadas te delataban, pero esto no
iba a quedar así, a ver si te seguías riendo después de mi contraataque.
Entre guerra de bolas de nieve, carreras de trineo, patinaje
artístico con caídas y muñecos hechos con ramas, zanahorias y bufandas, pasaban
rápidamente las horas.
Ahora tocaba disfrutar de un buen almuerzo, junto al calor
de una chimenea. Me la jugué preparando un menú compuesto por jamón, cordero y
torta del Casar, todo ello acompañado por un par de vasos de Aquarius bien
cargados.
Después nos fuimos volando a recorrer el cielo, a conocer
las nubes, a fusionarnos con el viento, el sol y la brisa, a sentir paz,
sosiego y felicidad.
Nos quedaba poco para llegar a casa, únicamente sobrevolar
las bonitas tierras extremeñas. Era una pena no pararse a conocerlas y así
poder descubrir una nueva faceta tuya, haciendo de experta guía, por aquellos
paisajes que tan bien te conocías.
Aterrizamos en el bonito pueblo de Feria, allí visitamos un
castillo medieval y una iglesia del siglo XV. Después fuimos de senderismo por
la ruta de los dólmenes, la cual nos llevó a otro fantástico pueblo, conocido
como Santa Marta de los Barros, donde pude descubrir sus plazas y su ermita. La
experiencia fue fantástica, sus paisajes me enamoraron, me sentí por momentos
un extremeño más, orgulloso de una tierra tan cercana a la mía, aunque no hacía
mucho parecía tan lejana.
La aventura toco a su fin, con el objetivo cumplido de
haberte sacado una gran sonrisa.
Desde ese día me propuse hacerte reír, devolverte un poco de
la alegría que me haces sentir, porque una cosa es innegable, es pasar un, dos,
tres y hacerme sonreír.
Que bonito articulo de sacar sonrisas .Y muy bonita mención a la tierra Extremeña ...una combinación muy exquisita con la tierra onubense. Sigue escribiendo tan bien como lo haces.Todos tus artículos son geniales.
ResponderEliminarA veces en el momento que menos te esperas y que más falta te hace, se cruzan personas fantásticas...Personas que no imaginabas conocer.... y que agradeces por encontrarlas en el camino. Personas que te hacen sonreír tan fácilmente por cada palabra y cada detalle....Personas que dedican su tiempo a preocuparse si no estas sonriendo, que si tú sonríes él o ella también lo hará. Su mundo no es fantasía en el que solo se trata de reí y nada mas , no, esto no es así, estas personas también tiene sus días buenos y malos, sus preocupaciones y problemas pero ellos optan por dejar las tristezas en casa y cuando salen a la calle lo hacen con gran sonrisa.
ResponderEliminarSi tenéis el placer de conocer a estas personas, no las pierdan, consérvenla bien porque son la que hacen dan sentido al camino de la alegría.
Gracias a eso llamado circunstancias de la vida que me han hecho conocerte.
No pierdas nunca esa gran sonrisa y menos la gran persona que eres.
sabes que?
Sorprendeme
EliminarMuy bonito pero deberías de identificarte. El anónimo no vale para él que te conoce.
EliminarExquisito artículo, lleno de alegría e ilusión. Nos hace falta historias como la del amigo.
ResponderEliminarYo ya he cogido mi tíquet de la sonrisa.
ResponderEliminarTu mundo se llamará el de la gran sonrisa. A todos nos falta alguien a nuestro lado que nos haga sonreír un poco cada día.
ResponderEliminarA esto llama un artículo original. Como se echaba en falta.
ResponderEliminarQue bien lo haces cariño. Leerte es estar en el cielo.
ResponderEliminarMientras arrancas una sonrisa te lo pasas en grande.
ResponderEliminarBuen artículo.
El aventurero Josyan, de unos labios rojos pasa a unas aventuras vampirescas, y ahora toca sonreir. Genial, como siempre.
ResponderEliminarEres mi ídolo. Gra Josyan un beso.
ResponderEliminarSi encuentras a alguien que te hace sonreír, jamás le dejes ir. Me gusta como escribes.
ResponderEliminariMuy buenos días! No te aferres a tus problemas, la vida te ha regalado otro día más para vivir. No te olvides de ser feliz. iA sonreír
ResponderEliminarCuando llega un problema gordo es muy dfícil sonreír.
EliminarJosyan, me has hecho sonreir con tu artículo. ¡¡¡¡Buenísismo!!!!
ResponderEliminarEl día te da muchos motivos para ser feliz, no busques excusas para hacerlo gris: abraza, besa, sonríe, disfruta, ayuda y comparte. ¡¡SUERTE!!
ResponderEliminarLa felicidad no es una meta sino un estilo de vida. ¡¡Feliz martes!!
ResponderEliminarJosyan, ¿cómo no enamorarme de ti? Si tu sonrisa filtra la felicidad en mi corazón.
ResponderEliminarLa imaginación de mi querido amigo Josyan volando por las autopistas de la alegría.
ResponderEliminarCierto es, amigo mio, que para arrancarnos mutuamente una sonrisa no tienen que tocarnos las palmas. Con el hecho de estar juntos, es motivo más que suficiente.
Todos tus relatos son extraordinarios. Hoy, siguiendo tu línea de fantasía, nos enseñas lo importante que es sonreír, tener el espíritu positivo y radiante, para uno mismo y para contagiar a los demás.
Imagino que será compatible sonreír y cargar las pilas con tomar unas cervecitas "muito geladas".
Espero que antes de emprender tu próxima aventura nos podramos ver y compartir una gran velada, como las de siempre.
Te felicito por tu artículo.
Un fuerte abrazo.
Genial autor y colaborador
EliminarMi felicidad tiene tu nombre.
ResponderEliminarMe quedo con todas tus sonrisas.
ResponderEliminarTodos conocemos gente que tiene todo para vivir feliz y vive triste, y a la inversa. La alegría es una disposición de la mente, no del mundo.
ResponderEliminarJosyan ¡qué felicidad es tener tu amistad!
ResponderEliminarUn buen medicamento para la felicidad es no enamorarse
ResponderEliminarJosyan, eres una verdadera joyita.
ResponderEliminarArriésgate, es cierto que puedes perder, pero ¿has pensado en lo que puedes ganar?
ResponderEliminarUna buena solución es la sonrisa.
ResponderEliminarBravisimo Josyan.
Una mujer fuerte es aquella que es capaz de sonreír todo el día como si no hubiese llorado toda la noche.
ResponderEliminarQuiero ser el motivo de todas tus sonrisas. Eres un crack.
ResponderEliminarHoy me has alegrado el día. Gracias, Josyan.
ResponderEliminarEste Bake escribe como los ángeles.
ResponderEliminarSegún Mariano, espera que al final de la legilatura haya menos parados que dejó Zapatero.
ResponderEliminarMal de muchos, consuelo de tontos.
Más que buscar soluciones coherentes, esto parece más una lucha entre partidos, todo por conquistar el sillón.
EliminarDesvergonzados!
Una gran sonrisa es la que va de oreja a oreja.
ResponderEliminarA veces no es posible reír cuando la infidelidad está presente.
ResponderEliminarLa verdad es que desde el gobierno nos están poniendo muy difícil eso de sonreir. Hay que currárselo mucho.
ResponderEliminarEste artículo, por su originalidad y calidad, llega como un soplo de aire fresco.
ResponderEliminarEnhorabuena, Josyan.
Si sonries no te enfades. Si sonries no seas violento. Si sonries ten paciencia con otras personas que vamos vacilante por esta vida.
ResponderEliminartodo es posible cuando tú me sonries ak si
ResponderEliminarUna persona alegre, optimista y sonriente, asi eres tú. Y si algún día estas un poco triste ahí estare yo para sacarte una sonrisa.
ResponderEliminarHay personas que llegan a tu vida y en poco tiempo se convierten en personas muy importantes, personas que te sorprenden día a día y con las que el tiempo pasa volando.
La gente esta encantada contigo, tanto que por donde quieras que vas te aplauden y hasta vitorean tu nombre
Por ello no cambies nunca, porque tu sonrisa hace mejor a los demás.
Si cada uno de los que te leemos cojiera un papelito ya no te quedaría pero seguro que tu tienen muchas mas.
ResponderEliminarEs bueno sonreir pero más importante hacer feliz a la demás personas.
ResponderEliminarSabes el motivo?
La felicidad suele estar en los pequeños detalles como esas bolas de nieve. Preciosa historia.
ResponderEliminar¿Puedo cogerlas todas? Es que estoy muy falta últimamente de sonrisas.
ResponderEliminarPodrías darme menos sonrisa y más amor.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
ResponderEliminarLa sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz.
ResponderEliminarProverbio escocés
Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra.
ResponderEliminarNo lo dudes y sigues repartiendo sonrisas. Te queremos.
Tu risa’, de Pablo Neruda
ResponderEliminarQuítame el pan, si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.
No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de plata que te nace.
Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mí todas
las puertas de la vida.
Amor mío, en la hora
más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, por que tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.
Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.
Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
por que me moriría.
En los tiempos que corren una sonrisa o un artículo como este se agradece.
ResponderEliminarNo se si se habra publicado mi comentario
ResponderEliminarTu sonrisa tiene que ser bonita!!!!!!
ResponderEliminarse acabo el dia....pero no las sonrisas..quedan muchas muchas todavia por demostrar....gracias gracias y gracias!!!!!!!!
ResponderEliminarTu sonrisa me hace sonreír.
ResponderEliminarsin reir bello, riéndome bellísimo
ResponderEliminarTodo lo que escribes tiene un fondo de optimismo. Me encantan tu sonrisa y tos ojos me ponen tontiña.
ResponderEliminarSimplemente, Me encanta. ;)
ResponderEliminarSigue así que llegarás muy muuy lejos!!! :)