UN FILÓSOFO DESCONCERTADO
El Rey de Remotia tenía un filósofo favorito, a quien dijo:
-Tú has sido para mí un esclavo tan fiel que deseo premiarte. Pide cualquier cosa que quieras tener.
-Dame -dijo el Filósofo- un cabello de la cabeza de un hombre que no te haya lisonjeado nunca.
El Rey le prometió hacerlo y lo despidió. Al día siguiente, lo mandó llamar frente al trono y le extendió un cabello.
-Estás intentando engañarme -dijo el Filósofo, examinando cuidadosamente el regalo-. Este pelo es de la cabeza de un adulador que te aseguró que sería un honor para él ofrecerte también su cabeza.
-No eres tan astuto como crees -replicó el Rey-. Ese cabello es de la cabeza del único sordomudo del reino.
EL LIMITE
El Rey de las Islas Faraway designó primer ministro a su caballo, y cabalgaba sobre un hombre. Observando que bajo el nuevo orden de cosas el reino prosperaba, un Anciano Estadista aconsejó al Rey que se pusiera a pastar y ubicara un buey en el trono.
-No -dijo el soberano, pensativamente-, un buen principio puede ser llevado a extremos injuriosos. La verdadera reforma se detiene a un paso de la revolución.
EL ZORRO Y EL PATO
Un Zorro y un Pato habían disputado sobre la propiedad de una rana, y llevaron el asunto ante un León. Después de oír una enorme cantidad de argumentos de uno y de otro, el León abrió la boca para emitir juicio.
-Ya sé cuál es tu decisión -dijo el Pato, interrumpiendo-. Es que de acuerdo con nuestra propia exposición, la rana no pertenece a ninguno de nosotros dos, y que tú te la comerás. Permíteme decirte que esto es injusto, como lo demostraré.
-Para mí está claro -dijo el Zorro- que tú darás la rana al Pato, y me darás el Pato a mí, y luego me comerás a mí. No me falta experiencia acerca de la ley.
-Estaba por decirles -dijo el león, bostezando-, que durante la discusión de este caso, la propiedad en disputa se fue a los saltos. Quizá puedan procurarse otra rana.
Este año esperemos que no solo sea de fabula y cuento-Gobierno Central
ResponderEliminarUna Rubia en el Casino
ResponderEliminarUna atractiva rubia Irlandesa, llegó al Casino. Parecía estar algo borracha y apostó 20.000 Euros en una sola jugada a los dados.
En eso dijo:
“Espero no se molesten, pero siento que tengo más suerte si estoy completamente desnuda“
Así, se sacó toda la ropa, tiró los dados y gritaba:
“vamos! vamos! que mami necesita ropa nueva! ”
Cuando el dado se detuvo, empezó a dar saltos y gritó:
“si ! Si! SI! gané!!! ”
Abrazó a los empleados, a cada uno de los jugadores, levantó sus ganancias, su ropa y partió rápidamente. Todos se miraron boquiabiertos.
Finalmente uno de los empleados preguntó:
“¿qué número salió?”
El otro contestó:
“No sé, pensé que tú estabas mirando!”
LA MORALEJA DE LA HISTORIA…
No todos los irlandeses son borrachos.
No todas las rubias son tontas.
Pero todos los hombres: son igualitos!!
No le pongas puertas al campo.
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