2 de enero de 2014

Fábulas y Cuentos (33)


UN FILÓSOFO DESCONCERTADO

El Rey de Remotia tenía un filósofo favorito, a quien dijo:
-Tú has sido para mí un esclavo tan fiel que deseo premiarte. Pide cualquier cosa que quieras tener.
-Dame -dijo el Filósofo- un cabello de la cabeza de un hombre que no te haya lisonjeado nunca.
El Rey le prometió hacerlo y lo despidió. Al día siguiente, lo mandó llamar frente al trono y le extendió un cabello.
-Estás intentando engañarme -dijo el Filósofo, examinando cuidadosamente el regalo-. Este pelo es de la cabeza de un adulador que te aseguró que sería un honor para él ofrecerte también su cabeza.
-No eres tan astuto como crees -replicó el Rey-. Ese cabello es de la cabeza del único sordomudo del reino.

EL LIMITE

El Rey de las Islas Faraway designó primer ministro a su caballo, y cabalgaba sobre un hombre. Observando que bajo el nuevo orden de cosas el reino prosperaba, un Anciano Estadista aconsejó al Rey que se pusiera a pastar y ubicara un buey en el trono.
-No -dijo el soberano, pensativamente-, un buen principio puede ser llevado a extremos injuriosos. La verdadera reforma se detiene a un paso de la revolución.

EL ZORRO Y EL PATO

Un Zorro y un Pato habían disputado sobre la propiedad de una rana, y llevaron el asunto ante un León. Después de oír una enorme cantidad de argumentos de uno y de otro, el León abrió la boca para emitir juicio.
-Ya sé cuál es tu decisión -dijo el Pato, interrumpiendo-. Es que de acuerdo con nuestra propia exposición, la rana no pertenece a ninguno de nosotros dos, y que tú te la comerás. Permíteme decirte que esto es injusto, como lo demostraré.
-Para mí está claro -dijo el Zorro- que tú darás la rana al Pato, y me darás el Pato a mí, y luego me comerás a mí. No me falta experiencia acerca de la ley.
-Estaba por decirles -dijo el león, bostezando-, que durante la discusión de este caso, la propiedad en disputa se fue a los saltos. Quizá puedan procurarse otra rana.

3 comentarios:

  1. Este año esperemos que no solo sea de fabula y cuento-Gobierno Central

    ResponderEliminar
  2. Una Rubia en el Casino

    Una atractiva rubia Irlandesa, llegó al Casino. Parecía estar algo borracha y apostó 20.000 Euros en una sola jugada a los dados.
    En eso dijo:
    “Espero no se molesten, pero siento que tengo más suerte si estoy completamente desnuda“

    Así, se sacó toda la ropa, tiró los dados y gritaba:
    “vamos! vamos! que mami necesita ropa nueva! ”

    Cuando el dado se detuvo, empezó a dar saltos y gritó:
    “si ! Si! SI! gané!!! ”

    Abrazó a los empleados, a cada uno de los jugadores, levantó sus ganancias, su ropa y partió rápidamente. Todos se miraron boquiabiertos.
    Finalmente uno de los empleados preguntó:
    “¿qué número salió?”

    El otro contestó:
    “No sé, pensé que tú estabas mirando!”


    LA MORALEJA DE LA HISTORIA…
    No todos los irlandeses son borrachos.
    No todas las rubias son tontas.
    Pero todos los hombres: son igualitos!!

    ResponderEliminar
  3. No le pongas puertas al campo.

    ResponderEliminar