Recuerdo un artículo anterior, donde se hacía alusión a todo el personal del “mundo” de la Sanidad.
En este caso, me quiero referir a la labor del médico-doctor-especialista, en cualquier rama de la medicina.
Durante la historia de la Humanidad, en los pequeños poblados, tribus, agrupaciones... siempre existían algunas personas dotadas de una sensibilidad especial que tenían labores fronterizas entre la magia, la reconducción espiritual y también la labor curativa.
Les han llamado de muchas formas: “chamán”, “mago”, “hechicero”, “brujo”, “zahorí”, “cautivador”, etc.
Intentaban conseguir un ungüento-pócima entre los elementos que la naturaleza les podía proporcionar, con un único fin: conseguir sanar a cualquier miembro de la comunidad.
Esta inquietud ha continuado hasta nuestros días, y aun continúa.
Haciendo un guiño a la Historia, podríamos destacar a Galeno, Hipócrates y otros muchos que nunca sus nombres han sido conocidos, pero que han mantenido la misma inquietud, aportar a los demás su sabiduría, su humanidad.
En los momentos actuales, casi la totalidad de estos profesionales suelen estar en las últimas vanguardias: investigación, formación continua, congresos... intentando alcanzar una meta final como es la de buscar soluciones a todos y cada uno de sus pacientes.
Gracias a ellos todos tenemos la esperanza cuando la salud falla de que todo se va a recomponer, todo va salir bien.
Sin embargo, en un pequeño, ínfimo porcentaje, existen algunos que se olvidan del código hipocrático, equivocaron o confundieron su verdadera profesión de alcahuetes por la labor digna de la cura del dolor. Me refiero a los que vagan por oficinas y despachos subiendo a costa de condenar a personas trabajadoras al ostracismo, al mundo de la indefensión, sin posibilidad de demostrar que pueden seguir siendo útil a la sociedad. Me refiero a un ínfimo porcentaje de aves carroñeras que pululan y se vanaglorian de tener la varita mágica, juzgar y condenar a la vez.
Para esta minoría es fácil: vivir en la comodidad, peloteando a sus superiores, los superiores del sistema, bebiendo de la lava que sus volcanes desprenden, obteniendo así el metano y la materia orgánica casi líquida (también llamada “cardillo”), que necesitan para mantener vivo rítmicamente el movimiento de su rabillo (el trasero).
Triste pero cierto. Lo más importante es que son una mínima de la mínima minoría; pura escoria, machacas, sin escrúpulos, con piel de oso y espíritu glotón de cobardía.
Retomando el hilo inicial, me descubro ante los verdaderos profesionales que muchas veces no son valorados como se merecen porque damos por hecho de que deben estar ahí, y lo están.
Gracias a vosotros, profesionales de la sanidad, donde incluyo a todos los que participáis en la labor humana de curar nuestro cuerpo para mantener nuestra alma más divina.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 30 de Marzo de 2010.
Genial el artículo amigo bake +++++ genial. La razón es una y la dice lo que has escrito.
ResponderEliminarCOMO PROFESIONAL DE LA SANIDAD (PERSONAL AMBULANCIA), CONSIDERO QUE ES UN BUEN ARTICULO. EN TODAS LAS PROFESIONES EXISTEN PERSONAS QUE SE DESVIAN DE LA VERDADERA VOCACION O RESPONSABILIDAD.
ResponderEliminarEstas que te sale. Lo del caldillo me ha gustado extremedamente.
ResponderEliminarDiscrepo: Ese tipo de indi no son profesionales, son discipulos de salon o plumeros de politicos. Existen en todas las profesiones. Un saludo.
ResponderEliminarSomos de la Paz: Buen artículo amigo Beer. Gracias en la parte que nos toca. No tenemos que decir que somos incondicionales seguidoras vuestras. También que echamos de menos algunos compañeros. Vamos a animarnos todos y todas.
ResponderEliminarCaña al mono, caña.
ResponderEliminarTito demasie. Todos bien, ellos no. Podemos, sociedad estupida. Todos untado de algo.
ResponderEliminarMe parece que se a quién te refiere. Conozco algunos que son siameses y araña como gatos. Son los protegidos del papa diablo.
ResponderEliminarLa bondad del cielo los protejera a todos los hermanos de la gran cruz de sandocal.
ResponderEliminarEs una verdadera lástima que haya personas que den al traste con esta profesión tan bella, al igual que ocurre con otras muchas. Por desgracia, analizando a esta escoria obras como la de "El Anticristo" de Nietzsche cobran sentido.
ResponderEliminarBeer, felicidades por tu sublime escritura.
Muy aguado, !uy!, quise decir muy agudo, ¿en quien estaria yo pensando?
ResponderEliminarJajajajajaja.
Existen muchas personas que han equivocado la profesión. Para dedicarse a los temas de Sanidad hay que tener verdadera vocación.
ResponderEliminarEs un excelente artículo.
ResponderEliminarMe siento identificada al 100% con tu artículo. Es instructivo y saludable.
ResponderEliminarPrecioso artículo, Bake Beer.
ResponderEliminarMi Maná-Maná tiene uno de esos. Un trabajador, lacayo, inspector médico, que más que un funcionario parece un político.
ResponderEliminarSiempre dictamina según los antojos paranoicos de su amo, así el daño que causa es superlativo.
Casualidades del destino, se suele llevar muy bien con los sindicalistas liberaos. Si la relación laboral es casi nula..., ¡ya sé por qué!, es que bogan en el mismo barco y en la misma dirección hasta alcanzar la mítica figura de su amo, el "Dios" Maná-Maná.
Los trabajadores de esa Administración tendrán que aprender el lenguaje de la fe a cualquier religión, secta o lo que sea, que seguro que se sentirán mucho más amparados.
Genial, genial....
EliminarEn todas las profesiones existen desviaciones de profesionalidad. Quedémosno con los que desarrollan bien su trabajo, con responsabilidad.
ResponderEliminarNo hay dinero para educación, cultura y sanidad pero multiplicamos un 1780% el gasto en material antidisturbios JAJAJA ¿Miedo? ¿Dónde?
ResponderEliminarLa ciencia avanza, sí, pero ¿y la medicina? ¿Hasta cuando van a estar los médicos usando un palo de polo para ver las anginas?
ResponderEliminarLa sanidad que quiere el PP:
ResponderEliminar–Doctor, ¿es grave?
–¿Tiene dinero?
–No.
–Entonces,sí.
-Hola Marta, te llamo para poder entregarte la luna!
ResponderEliminar-Oh!, ¡pero qué cosas más bonitas me dices!
- A ver, me explico, soy Joseba de Carglass.
Y quién nos cura de estos políticos tan golfos.
ResponderEliminarNi todo es blanco ni todo es negro. Prefiero en la sanidad lo público a lo privado pero hay que mejorar todavía mucho. También existen parásitos.
ResponderEliminarNo subiremos el IVA. Crearemos empleo. No recortaremos en Sanidad ni Educación. La Infanta es inocente...
ResponderEliminarBuen artículo, ilustrativo y crítico.
ResponderEliminarAhora, con los recortes en Sanidad, la culpa será de los médicos y todo el personal sanitario.
ResponderEliminarLas mejores e inolvidables cosas de la vida ocurren cuando menos te lo esperas.
ResponderEliminarPues espero que eso llege pronto, más no puedo.
EliminarEl artículo está muy bien. La Sanidad no está tan bien. Soy optimista y con la sonrisa del colaborador Josyan mantengo que esto va a cambiar a mejor.
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