Duermo poco y madrugo más.
Por la mañana siempre salgo a hora temprana, me gusta el frescor limpio de la mañana, escuchar mis pasos en el silencio y dar las gracias por un día más.
Ensimismado en mis pensamientos camino al trabajo y paso todos los días por una maravillosa acacia que hunde sus raíces en una plazuela pequeña con varios bancos de hierro, para el caminante agotado o para el que sólo quiere limar sus pensamientos. En el magnífico árbol se desperezan multiples bandadas de pájaros que han pasado la noche en el lugar más alto. Se picotean y sus gorgojeos y trinos son cada vez más ruidosos, todos quieren ver el primer rayo de sol.
Ya hace tiempo, en un banco cercano al gran árbol, comencé a ver a una señora de porte distinguido que sentada parecía embelesada escuchando el trinar de los pájaros. ¡Qué temprano! ¡Cuánto le gustan los pájaros!... preguntas que cada día me hacía al pasar y verla todas las mañanas en el mismo lugar.
Después de un tiempo mi curiosodad iba en aumento. Un día fue "Hola". Otro, "Buenos días". Cada día la señora y yo sabíamos a la hora que nuestras miradas se cruzarían. Si algún día me retrasaba, aligeraba el paso y si hoy voy con adelanto, pues me paro a mirar los oscuros escaparates.
Un día sonriéndole le pregunte: - Estoy sorprendido que se levante tan temprano para venir a escuchar todas las mañanas los trinos de los pájaros. Ella me miró y con una sonrisa irónica y triste me contestó:
- No, yo no vengo a escuchar a los pájaros, yo vivo aquí.
Mi sorpresa y la cara de pamplina iban en la misma neurona. Miro, pero no veo ninguna vivienda, no comprendo nada.
- Si, ahí, en la recepción de los cajeros de ese banco. Soy la única mujer y me despierto antes que ellos comiencen a vestirse. Esa es mi casa, señalando a un habitáculo de cajeros automáticos donde distinguí un saco de dormir azul y rojo entre cartones y cajas diversas.
- Disculpe, lo siento, no sabía... balbuceaba las palabras, me atoraba. Apresuré el paso para alejarme pronto del lugar. Maldita sea, todos los días pasando por el mismo sitio y nunca me percaté que más de diez personas duermen apiñadas en el suelo y en una superficie más pequeña que la habitación donde muchos dormimos.
Durante algún tiempo busqué caminos alternativos, no sé, me sentía mal, me avergonzaba. ¿Cómo habíamos podido llegar a esta situación? ¿Qué hacíamos para remediarlo? ¿Y yo, qué?
Por fin y con un plan establecido hace algunos días me dirigí a la misma hora a dialogar con la señora de porte distinguido, de la cual ni tan siquiera sabía su nombre. No estaba. A la mañana siguiente tampoco. Así durante varios días, hasta que una mañana vi salir del "hogar cajero" a un señor al que abordé:
- Disculpe, buenos días ¿me podría informar de una señora que todas las mañana se sentaba en ese banco?
- Ah, María, pobre mujer, hace un par de semana amaneció muerta. Su lugar ya lo ha ocupado un colega.
Mientras me marchaba, las lágrimas de impotencia y tristeza inundaban mi rostro.
Sociedad cobarde, hipócrita. Sociedad a la que yo pertenezco y me averguenzo de ser uno de sus cómplices.
Sigo pasando y siempre el banco a esa hora temprana está vacío. No sé, también parece que los trinos de los pájaros han disminuido. Han emigrado o prefieren ir a cantar a la tumba de la mujer de elegante porte. Al menos ellos hacen algo.
No tengos palabras para definir como me ha impactado el artículo de hoy.
ResponderEliminarDesgraciadamente es mucho más normal la situación que hoy nos cuenta Bake Haddock de lo que a veces nos percatamos. El problema comienza a ser importante y cada día es más difícil que pase desapercibido. Mi solidaridad total con todo el grupo de marginados. Mis maldiciones para los culpables de estas situaciones.
ResponderEliminar¿Por qué cantan los pájaros?
ResponderEliminarEl canto de un pájaro es sinónimo de alegría para muchos, incluso para muchos teóricos (casi nunca científicos) que han defendido a lo largo de los años que las aves pían por puro gusto, porque les divierte. Nada de eso. En realidad los auténticos expertos se debaten entre dos posibilidades: que lo hagan para atraer al sexo opuesto o para marcar su territorio. O más bien un poco de cada.
Está demostrado que los machos más insistentes en su canto son los que más deprisa atraen a las hembras y que la persistencia depende también de lo que puedan ofrecer. Por ejemplo, un pájaro que tiene comida de sobra en su nido cantará con mayor vehemencia que el que no la tiene. Por otro lado, se sabe que el canto es una forma de repeler a los rivales. Algunas especies reaccionan de forma agresiva al canto de otro individuo y llegan incluso a atacar el altavoz con el que los investigadores reproducen su sonido.
A un tipo le para la Guardia Civil de Tráfico cuando iba conduciendo
ResponderEliminarhacia su casa en compañía de su esposa.
Tipo: -¿Cuál es el problema agente?
Oficial: -Circulaba a 120 Km/h en una zona de 80.
Tipo: -No señor, iba a 85.
Esposa: -No es cierto Luis, ibas a 120.
El tipo le echa una mirada de advertencia a su mujer.
Oficial: -También lo voy a multar porque tiene fundida la luz de freno de
la izquierda.
Tipo: -¿Luz? ¿Qué luz ? No tenía ni idea.
Esposa: -No te hagas el tonto, Luis. Te dije que tenías la luz fundida
hace lo menos 6 semanas.
Esta vez la echa una mirada venenosa, de esas que causan pavor.
Oficial: -También lo multaré por no usar el cinturón de seguridad.
Tipo: -¡Pero si me lo quité en el momento que me detuvo!
Esposa: - ¡¡¡Por favor Luis!!! ¡¡¡Pero si tú nunca lo utilizas!!!
Esta vez Luis no soporta y en el colmo de la exasperación grita a su
mujer: "¡¡¡CIERRA EL PICO HIJA DE PUTAAAA!!!"
Oficial: -Señora, ¿su esposo le habla así normalmente?
Esposa: - No... sólo cuando está borracho...
HABRÁ QUE DARLES LAS GRACIAS A A LOS BANCOS POR DEJARLES DORMIR.
ResponderEliminarSerán a los de la calles y plazas.
EliminarPuede que no sea real pero os aseguro que historias como esta y peores estamos viviendo todos los´días en Madrid.
ResponderEliminarLa historia y el vídeo hoy son triste, quizás demasiado.
ResponderEliminarSensibilidad no te falta amigo Bake.
ResponderEliminarPor esta mierda de gobierno pronto nos veremos todos en una situación similar. Culpables todos: comenzando por nosotros todos.
ResponderEliminarEsto es muy fuerte señor Haddock, me ha hecho llorar.
ResponderEliminarMultifacético y siempre sorprendiendonos. Bravisimo.
EliminarNo sé qué decir, amigo Haddock.
ResponderEliminarEn tu gran artículo pones al descubierto una realidad social que vemos día tras día.
Supongo que lo que relatas lo has vivido en realidad; ¡qué más da si lo ha sido o no!, lo que sí sabemos es que en muchos lugares se dan estas tristes circunstancias.
Critico el grado de aburguesamiento, yo el primero, al que hemos llegado, desviando nuestras mentes y miradas para evitar la pura realidad. ¿Cobardía?, ¿comodidad?...
¡Maldita sociedad hipócrita que hemos creado!.
Amigo Haddock, en nuestro remar del día a día no conseguiremos hacer milagros, pero sí colocar un granito de arena para construir un mundo mejor, y así continuaremos hasta nuestros últimos suspiros.
Un fuerte abrazo, amigo mío.
Genial.
EliminarDespués de leer este artículo me avergüenzo de mí mismo.
ResponderEliminarPedazo de artículo, crítico y real.
ResponderEliminarLa canción de Phil Collins, todo, todo genial.
Genial como siempre.
ResponderEliminarUna imagen similar la vi en una localidad jiennense, cuando gran número de inmigrantes pasaban jornadas de un largo y frío invierno esperando que algún empresario les dé un día de trabajo en la aceituna.
ResponderEliminarLos interiores y soportales de las entidades bancarias estaban repletos.
Si esto es verdad.....prefiero pensar que es un mal sueño.
ResponderEliminarNo puedo creérmelo , demasiado fuerte.
Bonito y triste.
ResponderEliminarSólo tú, Haddock, sabes dar ese toque de gran sensibilidad.
Cada día aumentan estos casos. Con la crisis, los deshaucios van "increcendo", y con ello la estampa descrita.
ResponderEliminarPolíticos, banqueros y la población en general hemos creado este gran ogro que es será nuestra condena.
Muy bueno, Bake Haddock.
Vivir una situación de ese tipo ai me traumatizaría el resto de mi vida. La próxima serie continúa se debería llamar "ellos los miserables".
ResponderEliminarComparto la opinión de Luisa. El artículo es impactante. Se queda uno sin palabras.
ResponderEliminarUna vez que te tumbas en una acera o el interior de un cajero automático y eres capaz de dormir sin miedo, ya has traspasado la línea. ¡Qué pena de país!
ResponderEliminarPrecioso artículo, aunque encierra una penosa realidad.
ResponderEliminarPreciosa y triste historia. Yo también me siento avergonzada.
ResponderEliminarMaría.
¡Qué historia más triste! Me has hecho llorar.
ResponderEliminarAquí aunque acabemos durmiendo en cajeros seguiremos mirando si tenemos mejores cartones que el de al lado.
ResponderEliminarVer a gente buscar comida en los contenedores, mientras que políticos corruptos comen manjares, me revuelve el estómago.
ResponderEliminarY al final para muchos la parca.
EliminarY otros a primera línea de la playa.
EliminarLa niña de Rajoy ha sido encontrada durmiendo en un cajero y rebuscando comida entre los contenedores.
ResponderEliminarEsa es la España que nos están dejando.
DISFRUTEN DE LO VOTADO
Que pena más grande de país.
EliminarY que todavía haya imbéciles que no se enteran.
Nada va a cambiar si no cambiamos este maldito capitalismo por un sistema solidario, equitativo que respete al ser humano y a la naturaleza.
ResponderEliminarMe parece muy fuerte que mucha gente lo esté pasando muy mal y los que más tienen no se acuerden y no ayuden a los que no tienen nada.
ResponderEliminar¡Qué pena de sociedad!
Los indigentes siempre duermen en un hotel de millones de estrellas.
ResponderEliminarPrecioso para un cuento pero penoso para el que lo vive a diario.
EliminarMuchas veces vemos gente así y ¿qué hacemos? Mirar para otro lado. ¿QUIEN HACE ALGO?
ResponderEliminarHaddock, gracias por tocar este tema tan triste y tan de actualidad.
El vídeo le va como anillo al dedo al artículo.
ResponderEliminarMe has emocionado.
¿Y a ningún político se le cae la cara de vergüenza al ver estas situaciones?
ResponderEliminarAh! Pero tienen cara?
EliminarIndividualismo, capitalismo y consumismo. ¿Qué podíamos esperar que saliera de este cócktel?
ResponderEliminarLo has resumido muy bien. Los resultados son evidentes.
EliminarMuchos seguimos con una venda en la cara. No queremos ver lo que pasa a nuestro prójimo y lo más triste es que en cualquier momento podemos estar en la misma situación. Tal como está el patio, nadie se libra...
ResponderEliminarHaddock, un 10 por el artículo
Sr. Rajoy, aquí tiene otra buena cuña para publicitar la "Marca España".
ResponderEliminar¿Cuántas veces hemos tenido la oportunidad de poner nuestra gotita de agua en ese inmenso océano de personas con mayores problemas que los nuestros y hemos sido tan indiferentes que ni siquiera una palabra de consuelo hemos entregado? Por eso. la próxima vez piénsalo dos veces...
ResponderEliminarpena, penita, pena.
ResponderEliminarLas cifras de pobreza en España dan pavor. Detrás de cada numero hay un ser humano sufriendo en sus carnes los desmanes de la clase poderosa, patriotas de boca pequeña y de misa diaria y encima si protestamos nos apalean. Quizás es que nos lo merecemos.
ResponderEliminarCada día más pobres, estafados y ninguneados y los causantes ganando por mayoría absoluta. Es deprimente.
ResponderEliminarMuy bueno el blog y el post. Saludos.
ResponderEliminarEl Barcenas también duerme en un banco de Suiza... Pero exclusivamente su dinero.
ResponderEliminarYa se ve que los que mandan no saben lo que se debe de hacer, así que recemos a ver si Dios nos ayuda y no acaba esto en una guerra mundial.
ResponderEliminarTengo un paquete de Dodotis que te puede valer.
EliminarMe encanta el mensaje de esta canción, es muy fuerte pero probablemente muchos después de esto lo piensen dos veces!
ResponderEliminarEs lamentable que siga existiendo gente que no tenga un hogar, lo cierto es que cuando uno lee de estas personas como que comenzamos a valorar un poco más lo que tenemos...
ResponderEliminarYO SUPONGO QUE DETRÁS DE CADA PERSONA DURMIENDO Y VIVIENDO EN LA CALLE HAY UNA HISTORIA QUE HABRÍA QUE RECAVAR Y DARLE UNA SOLUCIÓN HUMANA. SE PODRÍAN CREAR CENTROS HABITACIONALES, EN VEZ DE GASTAR TANTO DINERO EN ESTUPIDECES. LO QUE SÍ ES CIERTO ES QUE NUNCA VI EN NUESTRO PAÍS TANTA GENTE VIVIENDO EN LAS CALLES.
ResponderEliminarUna vez me senté a conversar con un señor que estaba durmiendo en un parque. Me quedé impresionado porque antes de caer en la calle, había tenido un trabajo y una casa (igual que yo)... no bebía, ni se drogaba, ni era un delincuente, simplemente se quedó sin trabajo y se distanció de su familia... Hay mucha gente que tuvo una vida cómoda y las circunstancias los tumbaron. Sería bueno poder ayudarlos, rescatarlos y recuperarlos.
ResponderEliminarLo peor es la indiferencia de la gente, ven a un perrito en la calle y les genera más empatía que una señora durmiendo en un cajero. En fin, es lo que hay
ResponderEliminarEl gran estallido social llegará cuando haya hambruna generalizada, y ya se cuidarán de que no se llegue a eso.
ResponderEliminarEspeluznante
ResponderEliminarCreo que esto debería ser denunciable por todos. El relato es de lo más sensible y bien construido que he leído en el blog. Si es cierto, como dice alguién, es de escalofrio.
ResponderEliminarNapoleón Bonaparte
ResponderEliminarUn poco de cultura siempre viene bien:
Napoleón Bonaparte durante sus batallas siempre usaba una camisa de
color rojo. Para él era importante, porque si era herido, con su
camisa roja no se notaría su sangre y sus soldados no se preocuparían y
no dejarían de luchar. Toda una prueba de honor y valor.
"Doscientos años mas tarde, Mariano Rajoy utiliza
siempre un pantalón marrón..."
El triunfo de los mediocres
ResponderEliminarQuienes me conocen saben de mis credos e idearios. Por encima de éstos, creo que ha llegado la hora de ser sincero. Es, de todo punto, necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica, tomando, sin que sirva de precedente, la seriedad por bandera.
Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo.
Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes, con una huelga general, o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros.
Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel.
Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.
Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.
Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan, alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por completo, si es que la hay. Tan solo porque son de los nuestros.
Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.
- Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente
basura.
- Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un solo presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.
- Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir, incluso, a las asociaciones de víctimas del terrorismo.
- Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.
- Mediocre es un país que tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo, no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.
- Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.
- Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente-
- Mediocre es un país en cuyas instituciones públicas se encuentran dirigentes políticos que, en un 48 % de los casos, jamás ejercieron sus respectivas profesiones, pero que encontraron en la Política el más relevante modo de vida.
- Es Mediocre un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.
- Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.
ANTONIO FRAGUAS DE PABLOS (FORGES)
No sólo lo comparto sino que me quito el sombrero, señor Forges.
EliminarAntoñico te prefiero loco y romántico que hoy mis lagrimas no son de alegría. Besos para el SUR.
ResponderEliminarPesaitas.
EliminarSiempre estaremos locos y románticos, añorantes y filósofos de los momentos irrepetibles.
EliminarSe pueden derramar muchas lágrimas, desde la alegría hasta la más honda emoción, pero siempre perdurará el aroma de la fantasía, sea verde o amarillo, pero fantasía de puro corazón, corazón de lapislázuli y recuerdos de lo que fue y lo que será.
Saudades, palabra que resume bellos y preciosos ojos, sólo al alcance de los sueños del dios Morfeo.
Besos salados a través de las cortas longitudes de ondas para llegar a un destino oleico que todo huele a ilusión.
¡Buenas tardes, SEÑORAS!.
Me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarSólo podías ser tú. Me voy a Bichito.
ResponderEliminarDesde Alicante os felicito por vuestro blog. el artículo de hoy Trist però real com la vida de milers de persones; i la mort.
ResponderEliminarEs todo muy extraño.
ResponderEliminarPasaba un lindo gatito.......
ResponderEliminar¡Dios, qué somos!.
ResponderEliminarDaría toda una vida por estar un día en el paraíso. Antes solucionaré unos temas de sociedad.
ResponderEliminarHermoso, muy hermoso este artículo.
ResponderEliminarTodos tenemos que reflexionar.
Una gran sensibilidad ilustrada con exquisitez, historias de la vida misma.
ResponderEliminarNadie sabe el porque de aquella vivienda multiservicios, de los sufrimientos de María, o quizás era feliz con lo que tenia o no tenia.
Enfocado de esa manera resulta trágico, triste, doloroso, el ciclo de la vida.
Enhorabuena Haddock.
Es díficl enfocarlo de otra manera si fue asi y vemos caso todos los días muy parecido al que nos relata este colaborador anónimo.
EliminarImpresionante relato.
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