2ª planta. Al salir del ascensor hay una puerta entreabierta. Dudan si éste será el timbre o la luz de las escaleras. No reconocen como la que habían oído por el altavoz del portero automático la voz que les dice:
LA VOZ.— Pasen. Les esperaba mucho antes.
SOCI.— (Entrando en un salón de amplios ventanales y dirigiéndose al sillón que acomoda al presunto emisor de la voz.) Lo siento, nos hemos entretenido. El limón, las motos, ya sabe...
PANI.— (Ídem.) Bueno; pero ¿quién es ud. para recriminar nuestra demora?
ACKLOR.— Soy Acklor.
PANI.— (El café con hielo y rodajita de limón quizás tiene propiedades desinhibidoras.) Sí, sí...; pero ¿quién es Acklor? Quiero decir que ¿qué es ud., o quién, o...?
ACKLOR.— Soy el único que puede ayudarles a salir del embrollo en que andan metidos.
PANI.— ¿Embrollo? Hasta ahora todo va como la seda.
SOCI.— (A Pani, mirando a Acklor con malicioso reojillo.) A lo mejor, lo que quiere es liarnos más...
ACKLOR.— (El cabreo y el mosqueo conducen al tuteo.) ¡Vosotros no sabéis bien en dónde os habéis metido! Vuestra inconsciencia, vuestra ignorancia y vuestra inepcia os pueden llevar a insospechados parajes; os pueden hacer perder, además de vuestras almitas inmortales, la vida y la razón. ¿Os parece poco? En cuanto a quién soy yo...
SOCI.— ¡Eso...!
ACKLOR.— (Suaviza el tono.) Pero siéntense y tomemos algo. (Llama.) ¡Maryblás!
Doncella, vestida de doncella, pero de doncella, a ver si me explico: túnica y brial, talle alto, mangas acuchilladas, tocado en cucurucho rematado por airoso pañolón de tul:
MARIBLÁS.— (Panurgo y Asociados identifican ahora la voz del portero automático.) ¿Llamaba?
ACKLOR.— (Coloquialeando.) Unos cafelitos, Maryblás. (A Panurgo y Asociados.) ¿Hace?
PANI.— El mío sin rodajita de limón, por favor.
MARIBLÁS.— (Serviciala.) Por supuesto, caballero. (Al sr. Asociados.) ¿Y ud.?
SOCI.— (Sólo Alá conoce el momento en que flechará Cupido.) Cualquier cosa que usted me sirva estará bien.
Y la sigue con los ojos mientras hace mutis y con los oídos trastear en la cocina cantificando:
MARIBLÁS.— (Moliendo su café toda la tarde.) ...es la crusesita que, yeah!, baja cuestas, María de LancÔme...
PANI.— (Mirando a Acklor como si fuera la mismísima piedra Rosetta.) Nos decía que usted era...
ACKLOR.— Presidente honorario de «La Fundación para el Progreso para el progreso», ya saben.
PANI.— ¡O sea que, encima, nos va a largar camelos en chomskyano...?
SOCI.— (A lo suyo.) ¡Qué bien canta!
PANI.— (A Soci. Con visibles nervios.) ¡Calla! (A Acklor. Con sutiles circunloquios.) ¿No será ud. el asesino de la Cumana, por un casual, hein?
ACKLOR.— Pues, verá...
Vuelve Maryblás, azafatando cafés. Para asombro y deleite de Soci, se ha cambiado. El top de pico (fondo en gules, motivos «étnicos» en el estampado; lazado a la nuca con siguemepollo) asoma a un costado alguísimo más que sus adiposos pliegues tectónicos: una puntita de la culata (oh, qui dira les torts de la rime!) de un arma corta que ocultaba, a su parecer, entre la goma elástica del pantalón de chándal y eso que estabas mirando.
SOCI.— (Sanchopanzando.) ¡Calla!
Y Maryblás, que va gemelando el gesto de bajar de la bandeja las tazas a la mesita:
MARIBLÁS.— (A Pani y Acklor. Con semirreverencias semejantes.) Sus cafés. (A Soci. Se inclina más para ahuecar la sisa del top y lucir cacho.) Y para ud., sus dos tazas de caldo con su rodajita de limón. (Le sirve otro café.)
ACKLOR.— Gracias, Maryblás; puede retirarse.
MARIBLÁS.— (Vuelve a hacer mutis, con entredientes.) Ahora ven y ahora vete... y ahora vuelve... y ahora ya te puedes ir... Ya estoy hasta el Colocci-Brancuti de tanto leixa-pren...
Por el ventanal abierto llegan los ruidos de la calle. Da vueltas a la rotonda una furgoneta con altavoces.
PANI.— (A Soci. Con ligero desasosiego, inquietudes, canguelo... En voz bajita.) Oye, tú ¿qué crees? ¿Estamos seguros aquí?
LA FURGONETA.— (Altavoces y ventanal mediantes.) Estamos seguros,
seguros estamos
de mil maleficios
en este lugar;
seguros estamos,
estamos seguros,
y que venga el Papa:
lo comprobará.
SU SANTIDAD LUIS MARI XXL, EL GRANDE.— (Solo solideo.) ¡Caballas, caballas, cabaaallas!
PANI.— ¡Eso es un conjuro!
SOCI.— Déjate de flasbaques. Mira, Pani: Aquí la Maryblás nos estaba queriendo decir alguísimo.
PANI.— (Incipiente ironía. Muy à l'aise.) ¡Si es que tú te fijas en todo...!
SOCI.— (Voz más bajita.) Que sí; que debemos protegernos y
ACKLOR.— (Interruptor oferente. Castizote.) ¿Les apetece echar humo?
Tiene un cigarrillo en la boca y una cajetilla abierta en la mano. Soci ha cogido dos -uno para la oreja, ¿vale?- y Pani está mirando su cigarrillo como si fuera la mismísima piedra Rosetta cuando Acklor prende el suyo con el mecherazo de la mesita y la bocanada que espira aroma todo el salón. Al olor de las sardinas, digo caballas, digo al oler a azufre, despavoridos.
PANURGO Y ASOCIADOS.— (Despavoridos, oye.) ¡Uaaah!
Y corren escaleras abajo; ni ascensores alemanes batieran su marca. Al salir a la calle, Pani golpea con el hombro la placa (Dr. Aki Acklor. Faits Divers. 2ª Planta) y, cuando llega trastabillando al asfalto de la rotonda, es atropellado por la furgoneta de los altavoces con el resultado de muerte en el acto.
(Continuará…)
Nueva entrega de nuestra serie preferida... esta vez con sorpresa final. GRACIAS Guadiloba
Artículo reeditado: Publicado originalmente el 25 de Noviembre de 2010.
Esto se está poniendo al rojo vivo. Para mí cada día más interesante.
ResponderEliminarQuién da la luna al limonero
ResponderEliminarMuy bueno con los dialogos y la trama.
ResponderEliminarMe encanta el Soci y los dialogos en general aunque debo de reconocer que me tengo que repasar los anteriores capítulos para sacrle todo el contenido irónico y risueño a la historia.
ResponderEliminarPor favor no nos dejes así, sigue rápido con la historia
ResponderEliminarNo me gusta la muerte de Pani hay que hacer algo urgentemente.
ResponderEliminarBesos guapera.
El grado de imaginación del amigo "Lope de Vega" es de alucine; me apunto a tus clases. MAGNIFICO:
ResponderEliminarEste amigo es otro "Fénix de los Ingenios".
EliminarEl alcalde de Vallelado (Segovia), José Luis Garrido (PP), ha anunciado su intención de devolver al Ayuntamiento que preside el importe de la factura que el municipio ha pagado por el presunto uso del teléfono móvil para realizar llamadas a líneas eróticas, que se eleva a los 5.700 euros.
ResponderEliminarMe dieron un móvil nuevo y se debió quedar conectado a un número de esos
La polémica ha surgido tras la dimisión del tesorero y concejal del PP, Luis Miguel Aranda, al negarse a firmar las dietas de kilometraje presentadas por el regidor correspondientes al primer semestre de este año, cifradas en casi 9.000 euros, al considerar que el alcalde trataba de pagar el excesivo gasto telefónico con este dinero. Aranda ha explicado que las dietas que presentó el alcalde para su cobro "eran muy exageradas en su kilometraje, pasando desplazamientos de 50 kilómetros a localidades que apenas distan 10 kilómetros del pueblo".
Cuando el alcalde tuvo conocimiento de la negativa del concejal a firmar tales dietas, dijo "con arrogancia y prepotencia" que tanto el tesorero como la secretaria del Ayuntamiento estaban obligados a rubricar tales gastos, según ha manifestado el ex-concejal, que integra ahora el grupo mixto junto a otro ex-edil del PP que abandonó el grupo Popular por discrepancias con el alcalde.
En un anterior pleno municipal, Aranda había solicitado al regidor la devolución del dinero que, supuestamente, había gastado con el teléfono móvil municipal que tiene asignado llamando a 'números especial voz', como viene consignado en varias facturas, que ascienden a 5.700 euros. El concejal asegura que estas facturas telefónicas se relacionan con las dietas de kilometraje porque en su opinión "todo apunta a que ahora quiera cobrarse en dietas el dinero malgastado en llamadas eróticas, unos 5.700 euros, antes de reponerlo en el Ayuntamiento".
Por su parte, el alcalde ha asegurado que devolverá el dinero de las facturas telefónicas, y ha atribuido el exceso en el gasto a que "me dieron un móvil nuevo y se debió quedar conectado a un número de esos".
¿Qué tiene que ver la crítica política con el pan de coño, o del coño de la Bernarda?.
EliminarNo me sorprende lo de las llamadas eróticas de un alcade. Ese idioma me suena que ya ocurrió por este rincón andaluz, pero con otro final.
ResponderEliminarEn cuanto al artículo, quitarme el sombrero. Magnífica demostración descriptiva, imaginativa y surrealista con un léxico muy variado y culto.
Amigo Guadiloba, te voy a pedir un favor: "haz algo por nuestro entrañable Pani, no le dejes así".
A pesar de la desgracia, esto se está poniendo muy interesante.
Repetir nuestro agradecimiento por colaborar en este espacio de ocio que todos compartimos. Un saludo.
Que carajo tiene que ver un buen artículo con la corruptela generalizade de los políticuchos de éste país. Seamos serio señores.
ResponderEliminarEs cierto, no se deben mezclar ambos temas. El artículo es muy bueno.
EliminarNo puedo creerme que sigais colocando estas natriorcas sin fin.
ResponderEliminarAlgo de fin empieza a verse en este gran serial.
Eliminar¿A qué llaman el ‘centro vélico’ los windsurfistas?
ResponderEliminarSe trata del punto de la vela donde se concentra toda la acción del viento. En realidad, es un término que vale para cualquier disciplina de navegación a vela. Para alguien que está practicando el windsurf es fundamental detectar dónde está ese centro vélico, porque de ello depende el dominio de la tabla. De hecho, se trata de un punto que varía por momentos, ya que la intensidad y la dirección del viento pueden cambiar en cuestión de segundos; aparte de que el propio windsurfista va moviéndose y cambiando de postura la vela. Otro factor que dificulta el dominio de la fuerza de impacto del aire reside en que la vela no es un plano perfecto, sino que tiene rugosidades, está mojada frecuentemente y además es flexible. Los navegantes distinguen tres tipos de vientos: el de marcha, el real y el aparente. El de marcha es el de la velocidad que lleva el barco (o la tabla), y es el que provoca la propia nave al avanzar. Este viento siempre es de dirección contraria al rumbo y de una intensidad igual a la velocidad. El viento real, por su lado, es el que hay de modo natural, el que notamos cuando la embarcación está parada. Y el resultado de combinar ambos es el que llaman viento aparente. Si el viento real viene de popa (detrás), coincide en dirección con el de marcha; entonces el viento aparente es la suma de ambos. Pero si el real sopla desde la proa (delante), resta fuerza al que produce la marcha del barco o tabla de surf.
Un hombre que trabajaba en una fábrica de enlatados le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión: Introducir su pene en la cortadora de pepinos. Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo. El marido prometió que lo pensaría, pero todos los días le repetía a su esposa la misma historia, hasta que ella, harta, un día le dijo:
ResponderEliminar- ¡¡Pues mételo y no me fastidies más !!,... Es tu problema.
Días después, el marido llegó cabizbajo, pálido y profundamente abatido.
- ¿Qué pasó, querido? - Le preguntó la mujer, ...
- ¿Te acuerdas de mi obsesión por meter el pene en la cortadora de pepinos?
- ¡Oh, no! - Gritó la mujer -- ¡Dime que no lo hiciste!
- ¡Sí, si lo hice, lo hice !,....
- ¡Oh, por Dios!, Y. ....... ¿Qué pasó ?,...
- ¡Me despidieron! - Respondió el marido.
- Pero .... y, ... ..... eh .... . Que pasó con la cortadora de pepinos ¿te hizo daño ?,....
- ¡No, no ..... También a ella la despidieron.
Acklor, azufre, furgoneta..., pobre Pani.
ResponderEliminarCaballas, caballas, cabaaaallas.
De estos artículos me gusta todo.
ResponderEliminarFelicito a Guadiloba.
El muerto al hoyo y el vivo al bollo. Panurgo al hoyo y el Asociado enamorado de Mariblás.
ResponderEliminar¡Vaya par de gemelos!.
Impresionante pintura de Goya con el demonio triunfante, ocupando la posición central, muy con el artículo.
ResponderEliminarMucho tiempo ha pasado.
Eliminar¡Por fin veo a mi Maná-Maná físicamente!.
Echaba de menos a ese gran cabrón, digo cabrío, en su prepotencia y chuleria, así es como más disfruta.
A su alrededor danza su amante, la Maína, junto a algunas chupaguevos que necesitan a su amo.
En ese cuadro no caben todos sus lacayos, a no ser que lo pinten tipo "El Bosco".
EliminarEste tipo de artículos son intelectuales, muy bien escrito y desarrollado, pero se pierde el guión muchas veces. La falta de continuidad hace que el acto se ralentice y pierda ritmo.
ResponderEliminarReconozco que la escritura es sublime.
El conjuro de Acklor dice: "sana, sana, culito de rana, si no cura hoy, curará mañana".
ResponderEliminarMe gusta la expresión (Sanchopanzando).
ResponderEliminarTodo el artículo está repleto de expresiones originales.
Cuánto queda para que esto termine?????
ResponderEliminarEste blog se caracteriza por su originalidad y variedad.
ResponderEliminarGuste más o menos, no se puede dudar de la originalidad de los artículos de este colaborador.
Si palma el Pani se acabó lo que se daba, no?.
ResponderEliminarEsto es más aburrío que las carreras de Vettel.
ResponderEliminarEsto es insoportable. No entiendo ABOSOLUTAMENTE NADA. Quien programa esta errollado con la plasti.
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