"Con
el mayor sigilo Orlando llegó a la puerta de Green y la abrió despacio. Divisó
a su dueña al lado de la cristalera mirando cómo subía poco a poco el sol,
cerró con el mismo cuidado y pulsó para bloquearla. Pensó en el intercomunicador
y se registró los bolsillos pero vio que lo había dejado olvidado. Green se
volvió hacia él, parecía algo más pálida pero sus pasos al acercarse fueron
decididos. Orlando le cogió las manos igual que había hecho en el campo.
-¿Adelante?
Ella
asintió con la cabeza.
-Estoy
en tus manos.
-Voy
a vendarte los ojos, no quiero que los abras y me veas a mí. –Le mostró un
cinturón de seda de una bata- ¿Tienes algo mejor?
-Creo…
sí. -Green fue a su baño y trajo una
cinta elástica de color negro bastante ancha.
-Perfecto.
Orlando
se la colocó con suavidad dejándole libre el pelo. La cinta se ajustaba
perfectamente, comprobó que no se caería. Siguió de pie frente a ella y volvió
a tomarle las manos.
-Ahora
tienes que hablarme de Jorge. Quiero saber cómo era, todos los detalles que
recuerdes, tienes que repasar las veces que le hablaste, que le miraste. Tienes
que recordar su cara al sonreír, al estar serio, al estar cansado… Quiero que
estés viendo su cara en tu cabeza constantemente…
-Green
asintió de nuevo pero no se sentía capaz de empezar a hablar, respiraba algo
agitada, Orlando sabía que estaba reuniendo fuerzas. La beso ligeramente en los
labios- ¡Vamos!
Green
suspiró.
-Paró
el coche al lado de la puerta, nuestro bloque no era muy grande, sólo diez
pisos, dos por planta. Estábamos esperando que llegaran los nuevos inquilinos y
la curiosidad me hizo dejar los apuntes y asomarme a la ventana. Me gustó el
coche, era un deportivo de color negro, se bajó y le estudié con avidez.
Llevaba un pantalón vaquero y una chaqueta de cuero negra, era muy alto y el
pelo de color castaño claro brillaba bajo el sol, lo tenía algo menos ondulado
que tú, gafas de sol muy modernas, deduje que tenía dinero, que le gustaba
vestir bien. Entonces pensé que sería un creído y se daría aires de príncipe.
De pronto alzó la cabeza y se quedó mirándome. Me quedé paralizada un momento y
me escondí hacia dentro.
-¿Cómo
era su cara? ¿Cómo te miraba?
-Sonreía…
su boca era preciosa, tenía los labios entreabiertos… y pensé un segundo sólo…
cómo sabría su saliva… -Green se estremeció. Orlando la beso y dejó que ella
recorriera con la lengua el interior de su boca.
-Sigue.
-Un
par de días más tarde vino a presentarse. Nos contó que le habían destinado al
hospital y que era la primera vez que estaba tan lejos de su ciudad. No podía
creer que fuera tan simpático, los médicos que había conocido no hablaban dos
palabras seguidas y Jorge charlaba por los codos. Pensé: Jorge es un nombre
exacto para él, masculino, bonito, sencillo, dulce para pronunciarlo una y otra
vez.
Orlando
bajó la voz y le dijo susurrando:
-Pronúncialo
otra vez, pronuncia mi nombre
-Jorge…
Jorge, Jorge… -Green sonreía con dulzura mientras modulaba esa palabra con
tonos distintos- Jorge… Jorge… Cómo sonreía al hablar, estaba muy contento,
decía que la carrera le había dejado exhausto, que le encantaba trabajar, le
encantaba ser médico, pensé que podría curar sólo con su voz.
-¿Cómo
es su voz?
-Cálida…
cálida, cercana. Pronuncia las s muy suaves, se ve que es de lejos, no habla
como nosotros. Me mira y me sonríe. Yo estoy sentada en un brazo del sofá, al
lado de mi padre, me pregunta por mis estudios, por lo que voy a hacer. Me
aturrullo para contestarle, me pone nerviosa, le sonrío también mientras me
arden las orejas.
Hesperia
De la obra Orlando (Fragmento)
De nuevo Hesperia nos trae un relato erótico, esta vez en dos entregas, estamos deseando leer el desenlace. GRACIAS.
Hesperia espléndido relato.
ResponderEliminar¿Son reptiles todos los reptiles?
ResponderEliminarEl tradicional grupo Reptilia, que incluye lagartos, cocodrilos, serpientes, tortugas y muchos grupos extintos, no es un claro verdadero
Con la nueva clasificación taxonómica, parece que los reptiles no son tantos.
Los vertebrados solían ser tan simples… Venían en cinco categorías de puro sentido común: anfibios, aves, peces, mamíferos y reptiles. Las aves, con plumas y alas; los reptiles, con escamas y sangre fría. Y así, sucesivamente. Existía un lugar para todos y cada uno tenía su lugar.
Al menos así fue hasta que llegó la cladística, un sistema de taxonomía más racional iniciado por el entomólogo alemán Willi Hennig en la década de 1960. Este nuevo sistema analiza las características compartidas y las relaciones genéticas entre los grupos de especies de acuerdo con sus ancestros evolutivos. Suena bastante bien… pero la racionalidad estricta en la que se basa resulta que parece causar la ruina de estas agrupaciones tan familiares hasta ahora.
La única alegría es que con los mamíferos resulta bien: una sola especie ancestral, y ninguna otra, dio principio a todos los mamíferos vivos y extintos. Esto los convierte en un clado lógico que se ramifica del resto del árbol evolutivo en un punto claro y definido. Con las aves también pasa igual.
Pero pobres de los reptiles. El grupo tradicional Reptilia no es un clado verdadero, porque el ancestro común de todos esos animales –lagartos, cocodrilos, serpientes, tortugas y muchos grupos extintos— también dio nacimiento, en diferentes puntos, a los mamíferos y a las aves. Según la cladística, puedes reunir a todos esos grupos dentro de un megagrupo conocido como amniotas, pero no puedes cortar una rama sola y consistente de reptiles (véase el diagrama).Los anfibios se comportan mejor, pero solo los que viven ahora: las ranas, sapos, tritones, salamandras y las cecilias gusaniformes. Si incluyes a los extintos, te encuentras con el problema de los reptiles a una escala mayor: el clado relevante incluye tetrápodos, los vertebrados con cuatro extremidades. Y eso sin mencionar los peces.
Si piensas que es una hipercorrección de la cladística que se sale de madre, puede que tengas razón. Para los propósitos cotidianos, la mayoría de los biólogos prefiere usar las clasificaciones tradicionales, basadas en el sentido común y en características obvias. Ni siquiera les oirás referirse a “amniotas no aves, no mamíferos” cuando se trate de “reptiles”. Pero el término realmente es la resaca de una era menos informada.
Un norteamericano llega al Perú y compra una casa frente a la casa de un chinito. Cada vez que el norteamericano salía de su casa el chinito, que muy atento lo saludaba ¡ Buenos lías, señol culo! el norteamericano se enfada y le decía: ¡ oye chino, mi nombre es curo y no culo! El chino le decía: si señol, culo!. Tdos los días era el mismo saludo, cosa que ya lo tenía aburrido al yanqui. El norteamericano decide darle una lección al chino y para ello adiestra a su perro al mismo que le dice ¡ Perrito , para la proxima que te saque a la calle y este chino me salude pronunciando mal mi apellido tu te lanzas a tratar de morderlo y no lo dejas caminar, pero ante de que lo muerdas yo te silbo y en el acto de metes a la casa. dicho esto, a la mañana siguiente salió temprano y junto a su perro. el chinito nuevamente lanza su saludo : ¡Buenos lias señol culo!. El pero al escuchar el saludo del chino se abalanza contra el chino guaaaaaarr y antes de que lo muerda el norteamericano lanza un silbido y el perro haciendole caso se mete dentro de la casa. El chino asustado se va directo a la comisaría de la esquina y l y dice ¡Señol , policía, señol policia, vengo al denuncial al culo! El policía sorprendido exclama:¡Qué cosa chino malcriado! ¡ a la policía se le respeta! El chino exclama nuevamente : ¡Si señol , policia, vengo denulcial al culo! El policia, ante la insistencia del chino le dice:! ya cuál es tu denuncia!.
ResponderEliminarEl chino dice: ! Los pelos del culo no me lejan caminal!
el policía le dice: ! cortataelos , pues, chino de mierda!El chino responde : ! Eso quielo hacel!¡Pelo cuando el culo silva, los pelos se meten pa lento!
Intrigante relato y muy bien escrito.
ResponderEliminarYa estoy pensando más allá de lo leído hoy.
ResponderEliminarNo por mucho madrugar, amanece más temprano.
Vendar los ojos a una mujer y trabajar con suavidad me pone más caliente que un ajo porro.
ResponderEliminarBuena literatura.
La fotografía es muy sensual. Una bellísima dama con los ojos vendados, parece ser que amarrada, contrastando el negro con el rojo de sus labios.
ResponderEliminarLe va muy bien al artículo.
Esta mujer escribe muy bien. Muy buena la estructura, la sintaxis, el léxico, dándole armonía y belleza, aparte tiene imaginación.
ResponderEliminarMe gusta todo lo que escribe.
Cuando dice Orlando que pronuncie su nombre, Jorge, me he despistado.
ResponderEliminarImagino que esa duda que tengo se dilucidará en el siguiente capítulo o bien que alguien me lo explique.
Eso mismo es lo que hace mi Maná-Maná con la Maína.
ResponderEliminarLa única diferencia es que él le cuenta el cuento de la "Buena Pipa".
Y la Maína le cuenta el de los elefantes en la tela de una araña.
EliminarHesperia, me ha encantado. Deseando que llegue el desenlace.
ResponderEliminarMuy bonito, Hesperia. Sólo falta la culminación, el desenlace final. La verdad es que me has dejado en ascuas.
ResponderEliminarEres una gran escritora.
ResponderEliminarMe gusta mucho el puntito morboso que le das a tus historias.
ResponderEliminarHesperia, ¿haces catarsis a domicilio?
ResponderEliminar"Si yo tuviera hambre no pediría un pan, sino medio pan y un libro". Federico García Lorca, 1931. Reivindicando la cultura y laeducación.
ResponderEliminar¡¡¡Feliz Cumpleaños!!!
Había leído esa frase.
EliminarYo me ratifico con el último artículo publicado por Bake Nodoyuna.
Esta colaboradora me pone a cien...
ResponderEliminarMe encanta este blog. Es de una variedad y una calidad increíble. ¡¡¡Enhorabuena!!!
ResponderEliminarIba a hacer un comentario al respecto pero te has adelantado.
EliminarLa verdad es que es un blog increíble. Felicito a los que están cada día detrás del telón.
A este Orlando parece que le va la marcha. Me encantaaaaa!!!!!!! Busco uno como él.
ResponderEliminarPuedes llamar al Señor Gray, sí, el de las sombras.
EliminarOrlando es mi hombre perfecto pues combina lo tierno con lo morboso.
ResponderEliminarPues ten cuidado que te puede manchar de tomate frito!!!
EliminarYo no tengo problemas, dejo que me tapes los ojos, te dejo que me ates las manos, te dejo llevar la iniciativa, ¿Te apetece... vale pero después, ¿Hace un polvito?
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
ResponderEliminarMe pone esta pendeja.
ResponderEliminarCuando le mete morbo al potaje se supera aun más.
ResponderEliminarMe ha gustado bastante.
Hesperia, te haría una catarsis, purificaría tu físico y dejaría inane tu alma para que continúes deleitándonos con tus bellas palabras.
ResponderEliminarVente a vivir conmigo, Hesperia, tengo de todo, sobre todo trampas. Susúrrame al oído y te pongo un cubata.
ResponderEliminarNo te amarraría como a la chica de la foto; dejaría que tus glándulas papilarias disfruten de paisaje que se encontraría.
¡Que sí mujer, que da gusto leer tus lindos relatos!.