Aún no había cumplido 15 años y ya era una personita hastiada de una vida en la que había rodado por varios países desde los 7 años. Arrastrada en principio por la necesidad de una madre de ganarse la vida y quizás más tarde por la locura de una madre que cuando se vio con dinero lo gastó sin pensar en un mañana, que de tener buenos trabajos, por distintos motivos, incluyendo la crisis, paso a conseguir solo trabajos de interna donde no podía llevarse a su hija.
Alex al principio contaba con un hermano que hacía las veces de madre y la mandaba a lavarse, peinarse y vestirse para ir al colegio, pero todo cambió cuando ese hermano tiene una novia que se va a vivir con ellos. Una novia que critica duramente a su madre y quiere imponer su forma y manera de hacer las cosas, en lo poco que queda de una familia desestructurada por circunstancias que desconozco, en su totalidad. Solo sé que Alexandra era huérfana de un hombre que murió en las entrañas de una mina, dejando sola a la niña de sus ojos. Desde entonces anidó en ella la nostalgia, y el amor que tenía a su padre paso a su hermano, al cual adoraba y con el que vivió algunos de los pocos momentos de felicidad en su vida.
Esta novia se pone a la altura de una niña de 12 años que defiende a su madre con la rabia de un animalito herido. Esta chica al embarcar en la republica independiente de Alex quiso ser el capitán porque la suegra estaba loca y su pequeña cuñada era una niña maleducada, mimada y caprichosa, con un genio y un carácter semejante al de ella misma, con lo cual chocaron desde el instante en que se conocieron. Se puso a la altura de una cría al quejarse de "su suegra" delante de una niña y no entender su reacción. Ella para Alexandra era una extraña, una intrusa y al ver que su madre era criticada tan duramente reaccionaba con el histerismo propio de un ser que había vivido demasiado y que justificaba el comportamiento de su madre simplemente porque era lo único que le quedaba, porque era "su madre", y se lanzó como un gato, arañando a la extraña que no quiso entender, que quiso que su novio fuera su marido, solo y exclusivamente "su marido", ni hermano, ni hijo, ya solo se debía a Ella y al hijo que ya llevaba en su vientre. Con esta realidad convivía Alexandra cuando la madre pierde el trabajo de interna y comienza a vivir con el dinero del hijo (ella veía lógico que si en el pasado ella crió y mantuvo a ese hijo, ahora fuera al revés)...Pero su hijo la echa de casa porque no paga su parte del alquiler, y debe ya una cantidad a la que él no puede hacer frente, máxime cuando ya están esperando un hijo, él y su novia. Vivir en la calle, dormir en la estación de autobuses, eso vivió Alex hasta que su madre habla con nosotros y nos pide que la cuidemos hasta que ella consiga un trabajo o hasta que arregle los papeles para que le den una pensión de orfandad a su hija por la muerte del padre, y puedan volver a Rumanía.
Alexandra pasa el invierno y la primavera con nosotros, hace amigos, va a la piscina y tiene la vida familiar que siempre soñó, llena de cariño y al mismo tiempo de un padre que intenta educarla, que la matricula en el colegio, y le exige que estudie porque es inteligente. Sale con la pandilla de amigos de una vecina de su edad, se hace fotos que cuelga en una red social e intenta adaptarse a una forma de vida ordenada y con responsabilidades de niña, no de adulta, como le exigía su familia de sangre. Muchas veces nos pide que la adoptemos, y con dolor de nuestro corazón le decimos que no podemos, ni por nuestra edad, ni porque tenemos hijos a los que no podemos ayudar debido a nuestra situación económica. Pero además porque hay una realidad a la que no debe renunciar, a su familia, a su madre al menos, a la que debe dar una oportunidad para resolver su situación y a la que no debe abandonar. Si hubiéramos sabido realmente lo que sentía en lo más profundo de su interior y lo que pasaría más tarde........ probablemente no le hubiéramos dicho lo anterior, ni nosotros, ni nuestra querida vecina, que también ejerció un poco de madre con ella. Si hubiéramos sabido.........
Ya no volvimos a verla más, la madre volvió a Madrid, a trabajar de interna y ella se quedo esperando que alguien pudiera traerla. Su madre, nosotros, alguien. Apenas cogíamos el teléfono para no darle esperanzas cuando quiso pasar el verano con nosotros. Aún me duele no haber hablado mas con ella, consolarla, darle alguna palabra de aliento.
No sé cuando recibimos la noticia de que se había caído de un cuarto piso y estaba hospitalizada en estado de coma. Todo su cuerpo fracturado, cadera, piernas, brazos, cráneo. Aguanto más de una semana, supongo que esperando ver a su madre. Nosotros no pudimos ir, ni dinero, ni permiso en el trabajo, y la pena en el alma, la culpa. Nos manteníamos en contacto diariamente por teléfono con una amiga de su madre que hablaba español. Su madre vino a vernos a principio de Enero, nos contó que fue un accidente, que los papeles estaban listos para traérsela con ella a vivir a la casa donde trabaja, que la niña lo sabía, mi marido sigue diciendo que en su facebook lo último que escribió es "nadie me quiere" , "yo quiero volver a España para ver a mis amigos, pero nadie me lleva, todo son palabras vacías".
Descansa en Paz Alexandra Joanna Mihaita
FABIOLA SANDOVAL
Un amigo nos ha hecho llegar este escrito, firmado por FABIOLA SANDOVAL. Poco más podemos añadir, solo aprender y procurar que historias así no se repitan... GRACIAS.
¡Qué triste historia! Por desgracia se volverá a repetir porque este mundo es injusto y cruel con los más débiles.
ResponderEliminar¡Qué injusta es la vida!
ResponderEliminarFabiola, no debes de sentirte culpable por lo que pasó. El destino de esta niña ya estaba escrito.
ResponderEliminarMe encantaría que esta historia fuese de ficción. Lo dudo, la vida es muy cruel y seguro que Alexandra no se merecía lo que le pasó. Ánimo, Fabiola.
ResponderEliminarEsta historia nos debe hacer reflexionar, seguro que para que pesen estas cosas algo estamos haciendo mal, todos, es decir lo que decimos "la sociedad". Por lo tanto no hay un culpable concreto pero si todos nos debemos sentir responsables y lo único que podemos hacer es intentar cambiar algo de eso que no hacemos bien.
ResponderEliminarno tengo palabras
ResponderEliminarmis sentimiento mas profundo se unen a vosotros
NO DIGO NADA: MI SILENCIO
ResponderEliminarEs una historia que te remueve de impotencia. Pienso que quizás alguién pudo hacer algo más por evitar la tragedia.
ResponderEliminarCreo que todos los componentes del blog nos unimos en un canto de esperanza para Alexandra y que todo el sufrimiento vivido nuestro Dios se lo esté recompensadondo. Descanse en la Paz de Nuestro Señor.
ResponderEliminarHistorias como esta suceden todos los días y todos somos culpables; algunos más que otros.
ResponderEliminarQUE SE PUEDE DECIR ANTE UNA ENTRADA QUE NOS CUENTA UNA HISTORIA COMO ESTA, A MI NO SE ME OCURRE NADA
ResponderEliminarEsta colaboradora nos cuenta una historia triste y amarga. Su forma de exponerla es perfeccionista y nos mete en el papel de las personas que han sufrido. Lo hace de tal manera que yo he derramado lágrimas.
ResponderEliminarNO consigo comprender que este tipo de situaciones sigan ocurriendo y además con una familia que al parecer tuvo a la niña.
ResponderEliminarConsidero que hay mecanismos para poder tutelar a la menor y quizás el haber conocido otro mundo distinto en otro país pudo, quizás, desembocar en la tragedia.
Sin lugar a dudas alguién cometió el error. La niña fue la victima de esta puta sociedad de intereses banales y egoismo concentrado.
ResponderEliminarAlgún responsable existira???? digo yo!!!!!!
ResponderEliminarLos que han tenido la suerte de encontrar un trabajo en España siguen teniendo sus dramas. Marta es una inmigrante colombiana que sufre desde hace cinco años un grave cáncer. Su estado es crítico, apenas puede ingerir alimentos. No tiene familiares que la cuiden, ni tampoco puede desplazarse a Colombia. Los médicos que la atienden le han certificado la necesidad de que sea atendida por sus hijos, dada la gravedad e irreversibilidad de su enfermedad. Marta ha intentado sin éxito la reagrupación familiar tras más de cinco años trabajando en España, primero sin papeles, después con su situación laboral y residencial legalizada.
ResponderEliminarSus hijos esperan en Colombia que la Embajada de España en Bogotá les conceda un visado para venir a España y atender a su madre. Incluso mediando el compromiso de una empresa española de atender los gastos y dar empleo a sus hijos de 17 y 19 años el permiso para trasladarse a España no llega. Todo esto ocurre en un marco normativo como el nuestro en el que está contemplada la reagrupación familiar por motivos humanitarios... ¿a qué tipo de motivos humanitarios hará referencia la normativa española?
Con el dinero que ha robado el Maná Maná, más de una vida como ésta se podrían salvar.
ResponderEliminarUna triste historia. Espero que no sea nada real y sí una mera fantasía del dolor que todos sentimos ante las dificultades de esta maldita vida.
ResponderEliminarEste tipo de historia y su final tragico nos deberia de enseñar a todos alguna leccion.
ResponderEliminarQuisiera deciros "gracias por vuestro apoyo". La historia es real, y no se algún día olvidaré mi sentimiento de culpa, el de no haberme implicado más por miedo a que el verano siguiera al invierno y se convirtiera en nuestra hija adolescente, con su problemática. Ya teníamos tres, celosos de la acogida, y creo que no supimos darle el amor que ella, y cualquier ser humano se merecen y demandan, especialmente los más desvalidos. Deciros tambíén que trabajo en un hospital,donde cada día son más lo inmigrantes ingresados con enfermedades graves, cuyo tratamiento, en su país, no podrían ni siquiera soñar. Y no podeís ni imaginar los comentarios que oigo al respecto, los más fuerte del tipo "algunos no se han enfermado estando en España, son unos listos, le diagnostican en su pais, y se vienen para aca". Si vuelvo a escucharlo les diré "y si te ocurriera a ti..¿que harias?. No entiendo la deshumanización en el Sistema Sanitario, en pro de la productividad. Menos mal que aún quedan algunos Espiritus de Haddock trabajando a pie de cama.
ResponderEliminarY no es de recibo que el derecho a la Salud no sea un bien Social, pagado por el Estado a través de nuestros impuestos, en todos los Estados del Mundo, o al menos en la Comunidad Ecónomica Europea: "igualan los precios de los alimentos y otros bienes en todos los paises, pero no igualan los salarios. ¿que tipo de derechos humanos respeta, aunque esten legislados, "La Economia Global?. Disculpad que de un tema me haya ido a otro, pero desde que Alexandra murió soy más sensible a las injusticias, y siento más deseos de expresarme con libertad, aunque en mi vida real aún temo mostrarme tajante, por temor quizás a quedarme sola en el trabajo, sin amigos,como en el pasado, cuando era más joven, pero creo que hay que ser valientes y "echarse hacia delante". ¿que pensais de esto?, ¿estamos tan condicionados por "pertenecer a un grupo" que nos olvidamos de "ser de verdad"?.
Yo pienso que llevas razon y que cada día estamos condicionados por el propio sistema que se apodera de gran parte de nuestra identidad.
ResponderEliminarLuego existe el otro polo, donde te encuentrs tú, todos los Espíritus de Haddocky muchos más, cada día más. Somos los que nos revelamos conrtra las injusticias, humanas o divinas, los que compartimos tu dolor y los que deseamos realizar una revolución que humanice la tecnología de los tecnócratas.
Estamos, Un fuerte deseo: No defallezcas nunca.
Todo mi apoyo incondicional. Con respecto a tu pregunta creo que en el fondo todos somos de verdad lo que pasa que el ritmo de vida que llevamos hace nos olvidemos de los demas y nos encerremos y por tanto seamos mas egoistas.
ResponderEliminarSe necesitan personas como tu quean los que lideren y empujen a los que no somos tan animosos. Un beso.
El blog te contesta con sus artículos y sus locuras. También tu artículo y tu comentario demuestra que la solidaridad no se ha perdido. Tenemos que seguir luchando y repito este blog es idóneo para que expresemos y comentemos todo de todo.
ResponderEliminarMi oponion es que seguir luchando y te equivocas en lo de los amigos, aquí en el blog tienes o tenemos muchos.
ResponderEliminarAdelante Fabiola, otros luchamos en otras fronteras. Besos
ResponderEliminarMi apoyo y suscribo lo que dicen otros seguidores. Sólo existe un camino: LA LUCHA.
ResponderEliminarNo estás sola, yo como voluntaria estoy precisamente en una ONG luchando diariamente por los derechos de los más débiles, muchos son rumanos.
ResponderEliminarDescanse en paz.
ResponderEliminarYo tuve la suerte de conocer aAlexandra. No teneis que sentiros culpables. le disteis unos meses de felicidad que no hubiese encontrado en ningun sitio.
ResponderEliminarFabiola sin conocerte te imagino como una mujer maravillosa, solitaria y llena de amor. Tu pregunta se contesta con tú personalidad y eso con independencia de lo que piensen otras personas, tú eres una luchadoras, lo demás que más -+
ResponderEliminarNo se si te quiero porque te admiro o te admiro porque te quiero mas
ResponderEliminarDe igual forma te quiero y te admiro
Yo intento todos los días ser4 auténtica, con mi familia. amigos, compañeros.
ResponderEliminarCada uno debe de llevar su camino y unirlos con aquellas personas que sientan y luchen por los principios que tú consideras básicos.
No todos se unirán en los mismos caminos.
También surgirán voces estridentes.
´Todos llevais razón solo hay un camino para cada uno de nosotros, mi madre suele decir "dejar camino y tomar vereda no adelanta sino que enreda". Aquí he encontrado un camino de personas que sienten y luchan por los principios que consideran básicos, asi que uno mi camino al vuestro.
ResponderEliminarYo también estoy unida a vosotros y algún día debemos de hacer pública esta piña de humanidad con nombres, reunirnos y charlar, compartir ideas, conocernos.
ResponderEliminarConsidero que esta fuerza colectiva debe de aprovecharse más y que las implicaciones teóricas deben de pasar a la práctica.
Besos para Fabiola y todo el universo de los Bakes.
Todos nos unimos a ti. Eres una gran persona. Cada día estoy más abrumada positivamente por la cantidad de buenas personas y experiencias tan bonitas que encuentro en el blog.
ResponderEliminarTodo lo que no te hunda te hará más fuerte. Considero que esa etapa os habrá marcado pero también os habrá fortalecido. Pienso que la amistad es un buen refugio. Besos.
ResponderEliminarUna vivencia para meditar tod@.
ResponderEliminarToda mi solidaridad y afecto.
ResponderEliminarNo puedo decir nada después de leer esta historia. Otro día.
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