Receta de pollo satay es una receta para 4 personas, del tipo Entrantes, Plato único, recetas de pollo, Segundos Platos, de dificultad Media y lista en 30 minutos.
Fíjate cómo cocinar la receta.
Ingredientes
2 pechugas pollo
100 g maní tostado sin sal
2 cebollinos
1 taza leche coco
1/2 taza salsa soja
1 cucharada curry en polvo
1 cucharadita comino molido
1 ají rojo picado
zumo de medio limón
Cómo hacer Brochetas de Pollo Satay
Primero cortamos las pechugas de pollo en tiras largas y las dejamos reposar un par de horas en la mitad de salsa de soja y el zumo de limón.
Pasado este tiempo, molemos el resto de ingredientes restantes, excepto la leche de coco, en una procesadora de alimentos.
En una sartén con un poco de aceite, freímos la mezcla molida durante unos dos minutos y entonces agregamos la leche de coco. Removemos a fuego lento hasta que espese la salsa y reservamos.
Seguidamente ensartamos el pollo en las brochetas y las asamos en la parrilla hasta que queden doradas.
Servimos con la salsa de maní y coco aparte.
Pablo nos remite esta exótica receta de pollo. GRACIAS por tu continua colaboración.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 7 de Noviembre de 2011.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 7 de Noviembre de 2011.
Original y muy facil de realizar, tienen una pinta hummmmmmmmmmm.
ResponderEliminar¡ LA DIFERENCIA ENTRE TENER AGALLAS Y TENER HUEVOS!
ResponderEliminarAGALLAS:
Es llegar tarde a casa después de una noche con los amigos, ser recibido en la puerta por tu mujer con la escoba en la mano, y tener las agallas de decirle:
- ¿Estás barriendo o vas a volar?
HUEVOS:
Es llegar tarde a casa después de una noche con los amigos, oliendo a cerveza y perfume de mujer, con pintalabios en la camisa, darle una palmada en el culo a tu mujer y tener los huevos de decirle:
- ¡¡¡No pongas esa cara, que ahora vas tú!!!
HUEVOS Y AGALLAS:
Es el que llega a casa y le dice a su mujer: - ¡vamos a echar un polvo!,
y la mujer le dice: - no tengo ganas, es que me duele la cabeza,
y el tío contesta: - pero bueno... ¿que os pasa hoy a todas?
Uf, qué buena pinta que tienen estos pinchitos. Seguro que los probaré.
ResponderEliminarYo cuando voy al buffet asiático hay unos pinchitos de pollo con una salsa de cacahuete algo picantona que nos encanta. ¿Puede ser ésta? De todos modos yo voy a probarla no te lo voy a negar porque tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarMe vuelve loca la cocina asiática. Me apunto esta super receta.
ResponderEliminarMuy buena pinta. Esta noche lo pruebo.
ResponderEliminarEs bueno llorar todas nuestras lágrimas, porque sólo entonces podremos volver a sonreír.
ResponderEliminarYo nunca lo he hecho. Lo he comido en restaurantes y está buenisimo!!!
ResponderEliminarVivimos en una generación en la que el sufrimiento de los otros importa un carajo. ¡Qué tristeza!
ResponderEliminarYo la probaré a ver que tal. Siempre me ha gustado el toque oriental en las comidas.
ResponderEliminarTiene que estar delicioso, seguro que sí.
ResponderEliminarSaludos.
Preferir el término medio siempre es tan malo como no preferirlo nunca. Lo correcto es preferir el término medio la mitad de las veces.
ResponderEliminarUna sonrisa en mi rostro no significa la ausencia de problemas, si no la habilidad de ser feliz por encima de ellos
ResponderEliminarDonde encontraste esta frase?
Eliminar¡Qué hambre! Me comía una docena ahora mismo.
ResponderEliminarA mi modesto entender, esta receta tiene mucho lio. Me quedo con los pinchitos morunos, de carne de cerdo, de toda la vida.
ResponderEliminarEsta receta, con un quinquenio molido de la cosecha propia, quedaría de escándalo. Si a esto le añadimos unas "Burbujas especulativas" y poquito de amor, nos quedaríamos para echar una buena siesta, como un qiqui.
ResponderEliminarMe encantaría poder comer lo que sea y cuanto sea sin engordar nunca. ¡Qué rico!
ResponderEliminarBueno, hoy le prepararé el almuerzo a alguien muy especial. Sólo eso diré. Chao.
ResponderEliminarA veces lo único que necesitas es a alguien que te haga creer que todo va a estar mejor, aunque no sea cierto.
ResponderEliminar¡Una brocheta hacía yo con más de uno o de una!
ResponderEliminarFelicidades todo muy bueno!estoy aprendiendo,un placer visitar tu espacio,un abrazo.J.R.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
ResponderEliminarEn el tanatorio ungitano pregunta:
ResponderEliminar-¿Y, de qué murió er Manué? Yotro le contesta:
Creo que de una pelea; porque afuera dice SEPELIO, ¡¡pero no dice conquién!!
Yo echo en falta un poco de leña y caña al mono. Podríamos unir fuerzas y con chita martillear al afilador.
ResponderEliminarNo confiaré nunca más en ti calvorota mucho.
ResponderEliminarQuien bebe vino, VIVE MENOS...
ResponderEliminar· Menos triste.
· Menos deprimido.
· Menos tenso.
· Menos peleado con la vida.
· Menos enfermo del corazón.
Piensa en ello.
Los vinos más amargos de la historia:
1.- Vino mi suegra.
2.- Vino la factura.
3.- Vino el frío.
... y el más amargo:
¡¡¡NO LE VINO!!!.
stoy d acuerdo con el afilao
ResponderEliminarSea como fuere lo que pienses, es mejor decirlo con buenas palabras.
ResponderEliminarMe toca los huevos las recetitas estas.
ResponderEliminarINDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes. Y bastantes más por diferentes motivos que se le pueden agregar.
ResponderEliminarDebate político para qué? para quién? por que? yo me voy al porno
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