Tras la ducha, camino de la agencia, todos los semáforos verdes, precisamente ahora, que necesitaba pensar y aclarar ideas y escurrirlas y tenderlas al sol. La puerta de la agencia estaba abierta. Dentro, el caos -antes circunscrito a la cocinilla, pero quizá previendo futuras dejadeces- se había expandido por doquiera que mirases.
SOCI.— ¡Toma ya! ¡Como en las películas! Ahora van y nos revuelven todo esto buscando... (Recapacita.) Pero, ¿qué van a andar buscando aquí? ¿Y quiénes? (Recapacita.) ¿Y yo qué sé...! Seguro que mi socio encontraría una respuesta para esto... Bueno, por lo menos, encontraría una pregunta para esto. ¡Lo que yo daría por que Pani estuviese ahora aquí...!
LEONARDO.— (Saliendo del caos.)
Dime qué darías,
dímelo tres veces;
dime qué podría
procurarte yo.
Dime qué darías,
dímelo tres veces;
con qué lograrías,
sentirte mejor.
Dime qué darías
dímelo tres veces,
dímelo bajito,
pero dímelo.
PANI.— (Saliendo de la cocinilla.) No le hagas ni puñetero caso, Soci: A) porque lo único que pretende es apoderarse de tu almita inmortal y hacer que te pierdas, Julián, que tiés madre; y B) porque, como puedes ver, sería un gasto inútil.
SOCI.— (Despavorido en estéreo.) ¡Uaaah! (Bis por el otro canal.)
Menos mal que, in illo témpore y sin que sirviese de precedente, su colega se avino a razones y el local para la agencia se alquiló en un entresuelo y no en un ático panurguínfulo, porque –pese a estar dotado de ascensor alemán, escaleras de paso y de incendios- el bidespavorido Soci atravesó en su salto, rompiéndolo y manchándolo, el cristal de la ventana del despacho hasta caer en la calle, sin mayores contratiempos que el estropicio de uvedés en aquella manta.
EL SIMPAPELES.— ¡Kwendiós...!
Corrió calle y cruce y bulevar y cruce y avenida y casi le atropellan en el cruce y otra calle y cruce y parque y se sentó allí, al final del parque, en un banquito, jadeando, el tabaco, como siempre.
SOCI.— (Encendiendo un cigarrillo en plena belle E.P.O.C.) Si es que no gana uno para sustos: ¿Sería de verdad Pani o alucinaciones mías?
Pierde en el estanque la vista alucinada. En el estanque, juncos, nenúfares a medio abrir, botellonas vacías, bolsas de plástico y el brillo atardecido de varios cientos de renacuajos burbujeando la superficie (o costra). Sobrevuela una gaviota.
SOCI.— ¿Y si Pani no hubiese muerto y
PANI.— (Surgiendo de las fétidas aguas como Venus Estanquera.) Te equivocas.
SOCI.— (Aterradito.) Entonces, ¡tú eres un fantasma!
PANI.— (Humilde.) ¡Qué va, qué va! De más sabes tú que a mí esas arrogancias...
SOCI.— (Aterradito aún pero con un asomo ahora de confianza.) Entonces, ¿qué es lo que eres? ¿Una humilde aparición?
PANI.— (Ignorante.) Pues la verdad es que no lo sé. Todavía no acabo de hacerme a (Ignorante.) esto.
SOCI.— (Le hace sitio en el banco ya casi sin temblores.) Pero siéntate, hombre, y hablamos mejor.
PANI.— No te molestes. Si yo ya sentarme... ¿para qué?
SOCI.— También es verdad. Entonces, me levantaré yo. (Lo hace y comienzan a caminar, juntos, como siempre.) Bueeeno... ¿y cómo tú por aquí?
PANI.— (Ignorante.) Pues la verdad es que no lo sé, ya te digo. Pensé: Voy a ver qué hace mi socio y... ya ves.
EL TIMBRE (RING RING) DEL TELÉFONO DE SOCI.— (Polisónico.) ¡Ring! ¡Ring!
Guadiloba nos sorprende de nuevo, con la fantasmagórica aparición de Panurgo... GRACIAS por tus inestimables colaboraciones
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 16 de Diciembre de 2010.
Esto se está convirtiendo en lio que resulta difícil de desentrañar.
ResponderEliminarNo podía ser de otra forma el pani tenía que resucitar.
ResponderEliminarQue siga lA FIESTA!
ResponderEliminarmuy bueno como toda la serie. Bravo dramatúrgo.
ResponderEliminarMuchos asociados veo yo aquí!
ResponderEliminarYa no sé cual es el capítulo que me cotrresponde leer. Esto una madeja de brujas y personajes histriones que me estan volviendo loca.
ResponderEliminarQue siga la fiesta de las brujas, el tipo que escribe esto tiene que estar peor que otros y con un coco impresionante.
ResponderEliminarEl Pani y el >Soci me recuerda a Max estrella y el esperpento puro. Buen artículo.
ResponderEliminarla seri es larga y llega un momento en que no soy capaz se seguirla
ResponderEliminarAl Soci le hace falta un biuen pollazo y si no hay nadie disponible que venga el Vallecano.
ResponderEliminarCariño me has traido a los niños
ResponderEliminarNo, te he traído una escoba.
EliminarEsto es interminable y yo no puedo más con este dolor de muelas.
ResponderEliminarLos investigadores ya habían descubierto las propiedades del gen HEXIM1 para combatir el cáncer de mama en ratones. Pero es ahora cuando también han constatado sus propiedades para fortalecer el sistema cardiaco y mejorar la salud cardiovascular.
ResponderEliminarMónica Montaño, profesora asociado de farmacología en la Universidad Case Western, y su equipo comprobaron gracias a un estudio publicado en Cardiovascular Research, que la frecuencia cardiaca en reposo disminuía, un dato que revela la mayor eficiencia del corazón. “Nuestro descubrimiento revela el potencial de HEXIM1para combatir las enfermedades del corazón y el cáncer.
La hipertensión arterial incide en el flujo sanguíneo y produce alteraciones en los vasos sanguíneos, con el consiguiente riesgo para el corazón.
MARIJOSE: ¿Sabes quién fue Juana de Arco?
ResponderEliminar-pues, Una drogadicta;
-¿De dónde sacaste eso?
-Pues del libro, dice que murió por heroína.
Este lío es un mareo de perdiz que no tiene fin.
ResponderEliminarAhora resucita Panurgo; lo habrá hecho Leonardo, el diablo.
ResponderEliminarPasan cosas y no pasa nada. ¿Cuando acabará esto?.
Este colaborador tiene un cerebro imnenso, pero...
ResponderEliminarLas brujas de siempre han estado asociadas a la escoba tradicional.
ResponderEliminarComo los tiempos cambian, las escobas también, y con ello el tipo de brujas.
Las brujas actuales están disfrazadas de políticas (Maína, Cospedal, Aguirre y un largo etcétera).
La lista podría ser interminable.
EliminarTengo un Maná-Maná que ha resucitado siete veces, ¡kwendiós!. Este becerrete está empeñado en emparentarse con los gatos, cuando lo suyo es el ganado bovino.
ResponderEliminarSus brujas, los sindicalistas liberados y sus lacayas cucarachas o garrapatas siempre estarán disponibles para que cuando a don gato se le antoje utilizar el derecho de pernada.
No sé quien son peores si los sindicalistas o los políticos.
Eliminar¡He muerto y he resucitado, con mis cenizas un árbol he plantado..!.
ResponderEliminarEsto no hay quien lo entienda!!!
ResponderEliminarMe encanta la forma de escribir de este colaborador. Quizás el tema no sea tan tangible y algo embrollonado.
ResponderEliminarParticularmente, felicito a su autor.
Me aburro con esta serie, si es que no dice nada.
ResponderEliminar¡Me tiene hasta er coño!.
ResponderEliminarVamos a coger el tren de los escobazos, con bruja incluída, y nos vamos a tomar unas cañas a "Casa Leonardo", con chochos de los gordos.
ResponderEliminarEsto es un latazo y un verdadero escándalo.
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