Cuatrocientos gramos de esperanza diaria
y una rebanada de locuras varias.
La mitad izquierda de cabeza abierta
y media docena de penas inciertas.
Un litro y tres cuartos de manos fraternas
dos tazas y media de momentos lindos.
Un plato chiquito de amores perdidos
un manojo grande de sueños cumplidos.
Cuatrocientos gramos de esperanza diaria
y una rebanada de locuras varias.
La mitad izquierda de cabeza abierta
y media docena de penas inciertas.
Un litro y tres cuartos de manos fraternas
dos tazas y media de momentos lindos.
Un plato chiquito de amores perdidos
un manojo grande de sueños cumplidos.
Dos cucharaditas de broncas normales
un vaso hasta el borde de arreglos parciales.
Dos hojas picadas de besos tempranos
y un trozo de dudas puestas en la mano.
La esperanza se pone a remojar
con el fin de ablandarla de a poquito.
El cerebro se rocía con ternura
y una rebanada de locuras varias.
La mitad izquierda de cabeza abierta
y media docena de penas inciertas.
Un litro y tres cuartos de manos fraternas
dos tazas y media de momentos lindos.
Un plato chiquito de amores perdidos
un manojo grande de sueños cumplidos.
Cuatrocientos gramos de esperanza diaria
y una rebanada de locuras varias.
La mitad izquierda de cabeza abierta
y media docena de penas inciertas.
Un litro y tres cuartos de manos fraternas
dos tazas y media de momentos lindos.
Un plato chiquito de amores perdidos
un manojo grande de sueños cumplidos.
Dos cucharaditas de broncas normales
un vaso hasta el borde de arreglos parciales.
Dos hojas picadas de besos tempranos
y un trozo de dudas puestas en la mano.
La esperanza se pone a remojar
con el fin de ablandarla de a poquito.
El cerebro se rocía con ternura
y las penas se cortan en tiritas.
Una pizca de renuncias vuelta y vuelta.
Se sazonan con fe las dudas nuevas
y se hierven las broncas de los lunes
en tres litros de recíprocos respetos.
Se machaca en un mortero algún insulto
de manera de dejarlo bien pequeño.
Se le agrega un trozo grande de paciencia
y se escurren los momentos de amargura.
Se rellena con trocitos de silencios.
Se decora con palabras de certezas.
Se acompaña con abrazos cotidianos
y lo sirven entre todos a la mesa.
Marciano Durán
http://www.marcianoduran.com.uy/
Una pizca de renuncias vuelta y vuelta.
Se sazonan con fe las dudas nuevas
y se hierven las broncas de los lunes
en tres litros de recíprocos respetos.
Se machaca en un mortero algún insulto
de manera de dejarlo bien pequeño.
Se le agrega un trozo grande de paciencia
y se escurren los momentos de amargura.
Se rellena con trocitos de silencios.
Se decora con palabras de certezas.
Se acompaña con abrazos cotidianos
y lo sirven entre todos a la mesa.
Marciano Durán
http://www.marcianoduran.com.uy/
Artículo reeditado: originalmente publicado el 18 de Junio de 2010.
Magnifico artículo.
ResponderEliminarEs un honor tener de nuevo a Marciano con nosotros. Que siga la colaboración. Desde Argentina saludos para todos.
ResponderEliminarSeguimos con los problemas de coincidencia del contador de comentarios con el número real que tiene, nosotros no podemos hacer nada pero perece que al cabo de un tiempo este problema se resuelve solo, por lo que os pido un poco de paciencia y que no dejéis de hacer comentarios, ya que se pueden ver sin problemas y, al final aparecen contabilizados, GRACIAS.
ResponderEliminarHay que saber escribir para enlazar frase como las que el amigo poeta nos engarza con una luz especial.
ResponderEliminarMe apunto a este tipo de recetas de esperanza y paz. La comida queda para otra ocasión, el alma se alimenta desde otra frontera, la poesía, el sentimiento, tus palabras.
ResponderEliminarSi muchos cocináramos así no existirían tantos problemas y la crisis que los analistas políticos llaman económica se iría al carajo.
ResponderEliminarComo hermano de Uruguay un saludo fraternal para Marciano y todos los asistentes de este blog.
ResponderEliminarDesde España, un saludo para Uruguay y todos los hermanos latinoamericanos.
EliminarMe ha gustado mucho y es muy interesante.
ResponderEliminarLas penas en remojo y la cordura para los locos. Un fuerte abrazo amigo.
ResponderEliminarPara saber escribir hay que tener talento y soplo, Marci lo tiene y de sobra.
ResponderEliminarHora 8.00
ResponderEliminarSuena el teléfono. ¿Quién es el anormal que llama de madrugada?
Hora 8.15
Era el Flaco. Me dijo que quería hablar conmigo. Le dije: “Ya estamos hablando”. Me dijo “Buenos días a todos y a todas”. Le dije que mi mujer estaba durmiendo, que tenía que hablar solo conmigo. Me dijo que quería verme. ¡Son las ocho de la mañana! Si piensa conseguir votos llamando a la gente a esta hora, está jodido. Este se olvida que soy portero. Los porteros madrugamos… pero solo en los días libres. No entiendo para que me quiere ¿Me habré olvidado de pagar la patente?
Hora 9.00
Llegué al quinto piso y como me pareció una falta de respeto preguntar por el Flaco, le dije al portero:
–¿Está Don Oscar?
–Acá no conozco ningún Donoscar- me contestó el gordo de corbata finita. Me lo dijo así, todo junto: “Donoscar”,
–Y … ¿De los Santos?–le pregunté
–¡Ah! ¡¿El Flaco?! Ya le aviso.
Y le avisó. Y me hizo pasar. Y me invitó a sentarme en su despacho. Y ahí me empecé a preocupar. ¿Precisará el celular de Giacheto? ¿Querrá consultarme sobre la caída de pelo? ¿Querrá mandar algún crucero a Florida cuando se le aparecen de a cuatro en la bahía? Me miró fijo a los ojos, tragó saliva, se refregó suavemente las manos, se sonó los dedos y me dijo:
–Hola a todos y a todas.
–Estoy solo, no insistas- le contesté. No precisa que digas todo eso. ¿Que querías Oscár? (en verano siempre digo Oscár, en invierno vuelvo al Oscar).
–A ver…- me dijo mirándome con dulzura a los ojos. ¿Vos tenés sueños, Marciano?
–Uno.
–¿Un sólo sueño? ¿Cuál es?
–No, no me entendés. Tengo UN sueño. Sueño. Tengo un sueño bárbaro, son las 9 de la mañana. ¿Qué querías?
–Negro, te preciso como mi suplente para las elecciones.
Cuando abrí los ojos el gordo de corbata finita me hacía aire con una balconera de Alcorta.
–¿Llamo a un médico Don Flaco?
–Darío es médico- le dije balbuceando sin abrir los ojos.
–Darío está en San Carlos- contestó el Flaco y me cacheteó para que volviera en sí…en mí.
–¡Taaa! No voy con Darío, tranquilízate, no me pegues más.
Este flaco es fantástico, genial, un macho con alma de mujer.
ResponderEliminarOriginal la forma do componer y el título.
ResponderEliminarNo lo conocía. Indagaré algo más.
ResponderEliminarNo se puede negar de que esmuy original. La cadencia y la forma de escribir me complace.
ResponderEliminarEsta receta se le puede pasar a nuestro cocinero particular del blog y ver que plato más sabroso nos prepara. Estoy segura que un ingrediente no faltará: Sentimiento.
ResponderEliminarEsta cocina alimenta mi corazón y Marciano es un monstruo en dar en la diana.
ResponderEliminarOriginalidad no le falta y a todos nos encantaría que nos cocinaran con esas frases tan voluminosas de amor y de verdad intachable.
ResponderEliminarEsta receta nos vendrá muy bien a todos. Gracias, Marciano.
ResponderEliminarRitmo, rima y mucha originalidad es la aportación culinaria del gran Marciano Durán.
ResponderEliminarSencillamente genial. Llevo tiempo en este blog y no me acuerdo de este artículo. Genial.
ResponderEliminarPor desgracia, en estos momentos tenemos nuestras mentes agobiadas en otros asuntos.
ResponderEliminarDe todas formas damos las gracias a este autor por las dosis de optimismo que aporta.
eSTOY DE ACUERDO gIBRAN.
Eliminar¡Dame la manita, Pepe Luí!.
ResponderEliminarEn el actual estofado de la vida hay muchas lenguas, pocos corazones y aún menos sesos.
ResponderEliminarFelicidades a todos los miembros del blog.
ResponderEliminarLa cochambre de muertos de hambre no nos imaginamos dónde llegará el tope de las cachuelas, más bien de estómago.
ResponderEliminarBuen artículo.
Yo no lo conozco
ResponderEliminarCada día es más complicado preparar ese menú.
ResponderEliminarBuen artículo para un domingo, buen día para reflexionar.
ResponderEliminarExcelente.
ResponderEliminarEstos consejos se lo debería aplicar el becerro de mi Maná-Maná.
ResponderEliminarMarciano, enséñale algo a ese inútil, maltratador y corrupto. De camino échale un vistazo a los sindicalistas liberaos.
No conocía a este autor uruguayo.
ResponderEliminarMe ha encantado este poema. Todos tenemos que aprender de los valores básicos de la vida.
¿En qué nos estamos convirtiendo?. Con lo fácil es dejarnos guiar por la lógica y los sentidos.
ResponderEliminarGran artículo.
Me quedo con el mensaje que encierra este artículo.
ResponderEliminarCoño, parece que estamos en una matanza de cochinos ibéricos. ¿O no?.
ResponderEliminarMás movimiento y artículos originales.
ResponderEliminarEnlace a la reciente intervención de Gorka Maneiro, de UPyD, en el Parlamento Vasco, en el debate sobre la Proposición no de ley de EH Bildu por la que solicitaban la retirada de Euskadi de las fuerzas de seguridad del Estado español.
ResponderEliminarEs muy reconfortante escuchar a este parlamentario vasco hablar con esa claridad y valentía.
(SI NO LA HAS ESCUCHADO, NO TE LO PIERDAS)
http://www.youtube.com/watch_popup?v=3t-WaQaRdW4
Buen escritor, sin duda.
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