Carita de mandarina, no puedo sostener tu mirada; me turba, me enternece, me enmudece, me paraliza...
Rubí esmeralda, flores silvestres, desierto rojo, río Tinto y dunas del desierto. Tú lo sabes y te sonríes; todos los colores del universo están reflejados en el iris de tus ojos.
Carita de mandarina, mírame con tus burbujas ardientes, mírame con tus pétalos de lirios rojos silvestres, mírame con tus dos luceros, mírame con tus volcanes, con ese aleteo de tus pestañas que serpentean en el camino de tu rostro en forma de campanillas que flotan locas, como mariposas que en ningún lugar se posan y que todos buscan aposentar.
Carita de mandarina, tus ojos son una bendición. Yo estoy perdido desde que conocí el brillo de su luz angelical. Me he prometido, tonto de mí, que los demás no los alcanzará, antes presagio que se apagaran.
Me preguntas por qué tengo fijación por tus ojos, no sabría responder, tengo locura por tu cara de mandarina donde dos dulzuras han salido de paseo y se han detenido en la parte superior de tu rostro, esa que me entumece y encumbra. Sí, esos ojos dulces que cuando levantan su mirada forman un arco multicolor que son la envidia de los dioses del Olimpo.
Carita de mandarina, una vez más y no será la última, con tus ojos me duermo, sueño y me despierto. Una vez más, carita de mandarina, por tus ojos muero y solicito la indulgencia de los muertos.
Qué bonita eres mandarina de ojos envueltos en una nebulosa policromada; de sobra sé que nunca serán completamente míos, de los otros tampoco.
Poseer tu cuerpo es lo que buscan ellos, para mí tu alma, tus ojos eternos. Sólo así alcanzo la conformidad en mi efímera felicidad, la que me transmite tu serena mirada cuando deseas en mi escudriñar. Carita de mandarina... te extraño tanto
Rubí esmeralda, flores silvestres, desierto rojo, río Tinto y dunas del desierto. Tú lo sabes y te sonríes; todos los colores del universo están reflejados en el iris de tus ojos.
Carita de mandarina, mírame con tus burbujas ardientes, mírame con tus pétalos de lirios rojos silvestres, mírame con tus dos luceros, mírame con tus volcanes, con ese aleteo de tus pestañas que serpentean en el camino de tu rostro en forma de campanillas que flotan locas, como mariposas que en ningún lugar se posan y que todos buscan aposentar.
Carita de mandarina, tus ojos son una bendición. Yo estoy perdido desde que conocí el brillo de su luz angelical. Me he prometido, tonto de mí, que los demás no los alcanzará, antes presagio que se apagaran.
Me preguntas por qué tengo fijación por tus ojos, no sabría responder, tengo locura por tu cara de mandarina donde dos dulzuras han salido de paseo y se han detenido en la parte superior de tu rostro, esa que me entumece y encumbra. Sí, esos ojos dulces que cuando levantan su mirada forman un arco multicolor que son la envidia de los dioses del Olimpo.
Carita de mandarina, una vez más y no será la última, con tus ojos me duermo, sueño y me despierto. Una vez más, carita de mandarina, por tus ojos muero y solicito la indulgencia de los muertos.
Qué bonita eres mandarina de ojos envueltos en una nebulosa policromada; de sobra sé que nunca serán completamente míos, de los otros tampoco.
Poseer tu cuerpo es lo que buscan ellos, para mí tu alma, tus ojos eternos. Sólo así alcanzo la conformidad en mi efímera felicidad, la que me transmite tu serena mirada cuando deseas en mi escudriñar. Carita de mandarina... te extraño tanto
Super, te echaba de menos Haddock. Como siempre imcompresiblemente de alucine. Todos los días una. Besos en tus labios de mandarina.
ResponderEliminarMiriam desde Burgos: Tu eres el autor de las poesias que deseo escribas a mi amor, como antes lo hizo Cyrano de Bergerac para otro. Lo siento te ha tocado. Gracias
ResponderEliminarTener que arreglar el mapamundis. Estamos en Paraguay, cerquita de las Cataratas del Río Iguazú o como dicen ustedes, de Iguazú. No sale. Besos para todos y vuestros escritos de historias bonitas.
ResponderEliminarHola papito, me esperaba que me dedicaras este poematrario. Yo soy mandarina de primavera. Yo soy ya. Te espero.
ResponderEliminarTotal decepción. Yo esperaba bichita y tu me deleita con una soledad con sabor a mandarina. No te espero más.
ResponderEliminarMANDARINA SON TUS OJOS, MANDARINA SON TUS LABOS, MANDARINA SERAS TÚ.
ResponderEliminarMe encanta que hables de los ojos como lo hacias hace meses. Me ha gustado las metáforas que utilizas. Besos.
ResponderEliminarBienvenido de nuevo mister Haddock. Nos congratulamos de que tus escritos estén de nuevo en la red.
ResponderEliminarEm mandarim há tanta paixão, tanta ternura.
ResponderEliminarComo asidua seguidora del blog me alegro que vayais colaborando con vuestros artículos todos los Bakes, me ha encantado las historias sobre la creación y también tu monólogo apasionado sobre los ojos.
ResponderEliminarBuen relato ¿Donde sigue el Teleco Bake? por las islas cies o por otross lugares inconfesables.
ResponderEliminarBeen charmed with of your writings. I practise the Spanish with your poetry.
ResponderEliminar´Tue por que contorno sexual te mueves? yo estoy despistado, perdon despistada.
ResponderEliminarLa de la foto no es la de la pasion turca, madem in suecia.
ResponderEliminarVengo bronceada y relajada. Mi querido blog, mi blog después de una semana sin conectarme a la red; solo aire y paseos por lugares lejanos. Vuelvo y compruebo con sumo placer que hay demasiados artículos para leerlos todos hoy, pero si me he detenido en este del amigo Haddock. Te echaba de menos y tu embeleso,, una vez más, lo pones de manifiesto y eso me gusta, me encanta. Mientras sigas enfadado con el amor podremos tener estos relatos de tu pasión o de tu fantasía. Da igual. Muy contenta de estar de nuevo aquí con vosotros.
ResponderEliminarArtículo en tu línea, me ha gustado. Espero que no te vendas tan caro.
ResponderEliminarPor fin te tenemos de nuevo. Sorpresa muy agradable y lo haces con un estilo que te caracteriza. continúa, por favor.
ResponderEliminarQué puedo decirte? Espectacular, como siempre tú, si algo de mis ojos han hecho posible tu inspiración, me siento orgullosa, de tí, de mí...
ResponderEliminardubi dubi dubi du, ¿que pasa contigo? empleas el blog para usurpar los puestos de soledad o simplemente te quieren degustar.
ResponderEliminarMientras no exista una segunda parte de "BICHITA" te lo seguiré recriminando y te diré también que tus otros artículos no me interesan. Bueno no soy totalmente sincera. Pero quiero lo prometido.
ResponderEliminarMANDARINA, tu sexo es mandarina y el mio tu limón. Podemos hacer un zumo de agrios y se lo damo al Barman para que haga un martini con la BAra. Luego el coke nos prepara un bocadillo y el beer pondrá el jamón. Nosotros luego nos largaremos y estaremos en el manzanal. Tu escanciadora Mercedes.
ResponderEliminarYo le hubiese puesto mandfarina al culito de más arriba. CULO MANDALINO PEGAL MAL QUE OTOL NOMBEL
ResponderEliminarTengos ojos achinado y si lo deseas me pinto de color mandarina o me disfrazo de una un poco mayor. Tus escritos sobre los ojos me encanta. Deberías de escribir sobre los ojos castaños, son los mios.
ResponderEliminarLlevo dos días leyendo este blog, me encanta, y espero terminarlo pronto. Me he parado en este artículo ya que la chica de la fotografía tiene unos ojos parecidos a los mios, para decir a todos y a éste autor en particular que sois geniáles y que nunca, ni en foros, redes sociales o blog había encontrado nada parecido. A partir de hoy, perdon hace ya dos días, estoy como seguidora vuestra. Saludos.
ResponderEliminarMe fascina tu obsesión por los ojos. A mi me pasa lo mismo.
ResponderEliminarTus escritos los acabo de leer todos. Me gustan. Aprovecho para saludar a todos los españoles que en unas horas dejareis vuestros lechos para tomar el cafe con leche. Besos para ti que me has echo pasar unas horas de ensueño.
ResponderEliminarPolicroma y suave como la nandarina.
ResponderEliminarQue bonita descripción, que bellas las palabras que empleas para comparar un rostro. En su conjunto es una prosa exquisita. Romántica y pasional. Suave y cordial.
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