9 de abril de 2010

Jasón y Los Argonautas (5): El regreso


Durante ese tiempo, el Argos penetraba por las bocas del Danubio (el Istros) y subía por el río. Por ese camino, llegaron al Adriático, que entonces unía, se dice, el Ponto con el Mar Adriático, (la geografía de esta leyenda es bastante incierta).
Zeus, en ese momento, levantó contra ellos una violenta tempestad. La proa del navío se puso a hablar y reveló que los Argonautas llevaban la pena del asesinato de Apsirto y que tenían que ir a hacerse purificar por Circe.

El Argos subió por el Po (Eridano), llegó al Ródano, junto a las tierras donde moraban los Ligures y los Celtas, se adentró de nuevo en el Mediterráneo. Volvió a bajar hasta junto a Circe, en la isla de Aeaea. Circe purificó a Medea, pero se negó a recibir a Jasón. Y el navío volvió a zarpar.

Guiado por la propia Tetis, por orden de Hera, atravesó sin obstáculo el mar de las Sirenas y cruzó cerca de la isla de las Sirenas. Desde muy lejos se oía el canto embrujador de las Sirenas, esos pájaros maléficos, uno de sus compañeros, Butes, prefirió a las Sirenas y saltó al mar. Afrodita le salvó y le estableció en la región de Lilibeo (Marsala). En ese momento, Orfeo, músico de Tracia, con su melodiosa lira y su carismática voz, se puso a cantar de tan bello modo, que ninguno de los Argonautas se animó a corresponder a la llamada de las Sirenas. Las nostálgicas melodías de Orfeo les hablaban del hogar, de los seres queridos que les esperaban en la patria y sembró en sus corazones el deseo del retorno.

Continuando su ruta, y atravesando el estrecho de Caribdis sin daño, el Argos abordó Corcira, la isla de los feacios. Allí los argonautas encontraron una tropa de colquidianos lanzados en su persecución por Aetes. El rey del país, Alcinoo, rehusó entregar a Jasón y Medea, porque se probó que eran marido y mujer, y ya no dependían de Aetes.

Apenas el Argos abandonó Corcira, una violenta tempestad le lanzó a las Sirtes. Llevando la nave sobre las espaldas, a través de las arenas, llegaron al lago Tritonis, cuyo dios, Tritón, les enseñó el medio de volver al mar.

Cuando, en su camino, quisieron abordar Creta, tropezaron con un gigante llamado Talos, un "robot", obra de Hefesto, que guardaba la isla por cuenta de Minos. Desde lejos lanzaba rocas enormes contra los barcos que se acercaban. Y, tres veces al día, daba la vuelta a la isla. Ese Talos era invulnerable, pero en el tobillo, bajo una piel muy espesa latía una vena de la que dependía su vida. Medea le hizo enfurecerse con visiones engañosas, hasta que consiguió que se desgarrara el tobillo en una roca, con lo que murió.

Los Argonautas pudieron desembarcar, pasar una noche en la orilla y zarpar al día siguiente. Pero, en el mar de Creta, de repente quedaron envueltos por una espesa nube. A ruegos de Jasón, Apolo les envió un chorro de fuego que les enseñó, muy cerca de ellos, un islote donde pudieron fondear. Dieron a ese islote el nombre de Anafi (la Revelación).

Luego, siguiendo la Eubea, el navío llegó a Iolcos, al cabo solamente de cuatro meses de viaje, llevando el Vellocino de oro. Jasón, después, fue a consagrar la nave, en Corinto, como exvoto a Poseidón.

6 comentarios:

  1. Amigo estás de Grecia que te sale. Muy buen artículo y sobre todo el de las peripecias de tu viaje.

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  2. Los relatos mitológicos estan bien a igual que los que se han publicado recientemente sobre la creación del mundo. Puesto a elegis prefiero los de las vivencias personales. Buenos días a todos.

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  3. Acabo de entrar al curro y veo que hay nuevos artículos, tomándome un cafetito comienzo a leerlos. Ya os daré mi opinión.

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  4. Pertenezco a las Fuerzas Armadas y normalmente estoy de guardia por las noches. Vuestro blog me proporciona y creo que también a muchas otras personas, una laguna donde nos perdemos explorando en todos los tipos de sueños, tan variados como artículos. Sinceramente GRACIAS.

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  5. Eu de Brasilia tampocous comentarios.

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  6. Desde mi Méjico bonito brindo con vosotros, con tequila claro.

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