Esta semana ha sido un poco especial, he
recibido la noticia de que la única abuela que tenía con vida, había fallecido.
Creo que como todos los
nietos, mientras la familia vivía mas o menos cerca, la relación entre todos
los componentes de la misma, se hace mas estrecha y cuando por necesidades nos
alejamos, ese vínculo debería permanecer siempre, como aquí ocurre.
Falleció cuando tenía ciento
un años, feliz, junto a los suyos, los que la querían, los que a la hora de
llevar su cuerpo a la tumba recordaban historias de épocas en las que ella dominaba
su mente, mantenía unida y sana a la familia, y disfrutaban con anécdotas,
manifestando felicidad en sus rostros porque la abuela se fue sin dolor alguno,
sin quejas, en silencio, como cada mañana que se levantaba y antes de llamarnos
para ir al colegio, preparando el
desayuno para todos.
También al como preparaba la
casa y la comida para sus hijos, y cuando junto a ella llegábamos todos, su
cara escamondá, su pelo repeinado y la piel de sus manos pura seda, sin duda
una mujer fuerte, no quería que nadie se quedara sin comer, todos teníamos que
hartarnos, y se le caía la baba con cada
mirada de los mas pequeños, a los que le solicitaba besos y a los que agasajaba
con un cariño muy especial.
Natural de la zona minera de
esta provincia, con seis hijos que a su vez le dieron nietos por doquier, dado
que algunos se alejaron de la provincia y se establecieron en otras, tanto
cercanas como Cádiz, como lejanas como A Coruña o Madrid, pero todos centran al
unísono la alegría y el poder estar con la abuela en cualquier momento,
celebrando el que estemos juntos una vez mas con y por la abuela.
¿Manifestar alegría por la
perdida?, si, bueno entre comillas, sin duda alguna las lágrimas se muestran en
las mejillas de cada familiar, como quiera que no, era madre, abuela, bisabuela
y tatarabuela de los que allí estábamos, algunos con mas y otros con menos
roce, pero después de ciento un años, su cuerpo desgastado pedía un descanso a
voces, y nosotros asentíamos con pena y cariño la decisión de la naturaleza.
Su nombre Lucía, para mi
tiene un significado singular, en aquel pequeño pueblo donde vivía, había una
luz que además de brillar daba un calor entrañable, y aún cuando volvamos al
pueblo sin estar ella, no percibiremos la luz, pero sentiremos su calor como si
estuviera junto a nosotros.
Adiós abuela.
Y ahora, ¿donde te ampararás? es broma, siento lo de tu abuela, pero como he leído, ya vivió bastante, y lo mejor es que se fue sin dolor, ya quisiera yo irme así y con mas de un siglo.
ResponderEliminarBonito artículo.
Se te ve el plumero.
EliminarCon lo cual tiene plumas.
Eliminar¿Cuánto puede recorrer un híbrido sin recargar?
ResponderEliminarEl récord lo ostenta la firma japonesa Daihatsu, que con su modelo Mira ha logrado que recorra, con una sola carga, 555 km, la distancia entre Tokio y Osaka. Pero el logro se ha hecho con letra pequeña: el coche estaba alimentado con 8.320 baterías de litio. A 50 gramos cada una, suman un total de 400 kilos de “combustible”. Habrá que esperar un tiempo para que sean más eficientes.
Esto es una abuela que nunca se había montado en un coche, y ese día el nieto se ofrece llevarla a la capital. En eso que se monta y ve que el nieto, mueve el palo del cambio de marchas constantemente, y la abuela le dice: (Haciendo el gesto de coger el cambio de marchas)
ResponderEliminar- Tú hijo mío conduce que la gasolina ya la remuevo yo.
Tu artículo es triste por la perdida de tu abuela pero también positivo. Me imagino en algún lugar todas las abuelas juntas.
ResponderEliminarEs precioso me has echo recordar a mi abuela sabes yo tambien tengo escrito un articulo sobre ella a ver si un dia t lo dejo para q lo leas este m ha encantado me ha gustado un beso enorme
ResponderEliminarEse escrito, bien puede ser publicado en este blog como un artículo.
EliminarEl artículo es entrañable.
ResponderEliminarDescanse en paz, Lucía.
Durante 101 años esa mujer ha tenido que haber vivido experiencias de todo tipo, distintos regímenes políticos y haber sufrido de lo lindo, como le suele ocurrir al pueblo llano.
ResponderEliminarHas relatado muy bien, con mucho cariño, los momentos vividos a su lado.
Como hace días que ni nos vemos ni hablamos, me acabo de enterar por tu artículo, y tanto nuestro amigo Jose como yo te damos nuestro más sentido pésame.
Un fuerte abrazo, Luki.
La historia de los abuelos. Todos los que los hemos conocido algo hemos aprendido de ellos. Enternecedor artículo.
ResponderEliminarLlegada una situación así, el sentimiento agridulce es el que predomina; alegría por un merecido descanso y la añoranza de su pérdida.
ResponderEliminarBuen artículo.
En muchos comentarios de distintos artículos tuyos se ha hecho alusión a la expresión "no tienes abuelas", esto desde un plano simpático. Parece ser que ahora es una realidad.
ResponderEliminarMe ha gustado la forma de exponer este artículo.
Muy conocido por todos son las recetas de la abuela, hablo del mundo culinario.
ResponderEliminarMe gustaría, Bake Luki, que un día publiques una receta de las que solía hacer tu abuela Lucía, con permiso de nuestros chefs, Victorio y Pablo.
Yo no he tenido la misma suerte que Luki. Sólo he conocido una abuela, que murió en 1.964, cuando yo tenía cinco años.
ResponderEliminarMi abuela paterna murió 17 años antes de yo nacer.
Mi abuelo paterno murió 8 años antes de yo nacer y mi abuelo paterno murió fusilado en la guerra civil, en 1.936, 23 años antes de yo nacer.
Me alegro que hayas disfrutado durante largo tiempo de la compañía de tu abuela Lucía.
El amor de la abuela es incalculable.
ResponderEliminarAntes de ser abuelas han sido madres y antes, hijas. Esta es la gran cadena de los distintos roles familiares que puede desempeñar una persona.
ResponderEliminarEl amigo Luki se ha salido un poco de su tono habitual. Este artículo lo ha llevado en una línea tierna y afable, fuera del yoismo.
ResponderEliminarNo te engañe cielo. Sigue su trayectoria de egoísmo y machismo. Y lo dice una que por desgracia lo ha conocido muy bien.
EliminarNacha
Luki, gracias por tan bonito artículo. Me ha emocionado y me ha recordado a mi abuelita a la que perdí cuando era una niña.
ResponderEliminarDe veras que lo siento mucho. No sé qué decirte, únicamente darte un abrazo y fuerzas para ti y tu familia.
ResponderEliminar¡Cuánto amor llevas dentro de ese gran corazón! Me ha gustado mucho lo que has escrito sobre tu abuela.
ResponderEliminarLuki, piensa que allí donde está, cuida de vosotros, y será muy muy feliz de veros a vosotros felices y os apoyará siempre.
ResponderEliminarSé lo que es que se vaya una abuela a la que se adora. veo que la tuya era encantadora. Mi más sentido pésame.
ResponderEliminarEs duro hacerse a la idea de que una persona tan querida desaparece.
ResponderEliminarLo siento mucho.
El vínculo con las abuelas es siempre muy fuerte y siento que hayas perdido su físico.
ResponderEliminarPiensa que ahora descansa y que recibirás de ella, desde donde esté, mucho apoyo. Ya verás como seguirás sintiendo su energía.
Te mando muchos besos y te deseo mucha fuerza!
Mi más sentido pésame por la pérdida de tu abuelita. Debe ser duro para ti que se ve la querías mucho. Un grandioso tributo a tu abuela.
ResponderEliminarMuy hermoso homenaje a tu abuelita.
ResponderEliminarDicen que uno no se muere mientras siga alguien recordándolo…
ResponderEliminarQuédate con el privilegio de haberla disfrutado tanto.
Siento mucho la pérdida de tu abuelita, es triste cuando los seres que queremos se van... es tan triste verlos apagarse poco a poco.
ResponderEliminarLo siento de verdad. La pérdida de un ser querido es una de las cosas más difíciles de superar.
ResponderEliminarEs una gran muestra de amor. Yo tengo a mis dos abuelas, ellas tan diferentes la una de la otra. Tu escrito tiene mucho sentimiento impregnado. No imagino la pasión con la que escribiste cada línea.
ResponderEliminarYo tengo a mis dos suegras y no me arrepiento.
EliminarYa era muy mayor, pero siempre es una pena que alguien se muera, te mando mi pésame, lo siento.
ResponderEliminarLas abuelillas son de lo mejor que nos pasa en la vida. Si algo he aprendido, y hablo de experiencia personal, es que su huella siempre nos acompaña y la forma en que somos se la debemos en parte a ellas cuando se establece esa unión tan especial.
ResponderEliminarEn el fondo existe cierta complicidad entre abuela y nieto, saltándose las reglas entre padres e hijos.
EliminarTe entiendo mucho, yo amo a mi abuela mas que a nadie en este mundo y hace un año ya que esta enferma. Sé que algún día me va a tocar vivir lo que estás viviendo y cada vez que lo pienso me tortura esa idea, pero creo también que es parte de la vida. Venimos a cumplir un ciclo, nos toca enterrar a personas que amamos muchísimo y algún día también nuestros descendientes van a tener que enterrarnos a nosotros.
ResponderEliminarNo hay cura...la mía se murió hace casi dos meses y siento un enorme vacío que no lo llena nada... a veces estoy tan triste pero pienso que ella me cuida desde donde esté, que es mi ángel y le hablo todo el tiempo... Siempre estará conmigo.
ResponderEliminarAquí la gente son estúpidamente tontas no os dais cuenta que los comentarios están hecho por la misma persona
ResponderEliminarLlegas a la hora puntual de los imbéciles, a ver si tienes la misma honradez y te largas.
EliminarSiento muchísimo la pérdida de ese ser maravilloso que a buen seguro era tu abuela. Espero y deseo que poco a poco se diluya tu tristeza.
ResponderEliminarDesde mi humilde opinión, es de tus mejores artículos, Bake Luki.
ResponderEliminarMas currelo y más compañero, charli corto de todo.
ResponderEliminarObservo que la amistad no reluce.
EliminarMe ha gustado mucho.
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