
Estaba yo en la tercera generación de mi reencarnación y me había posado en un árbol para pasar la noche en una localidad que llaman Gibraleón y que en época musulmana otros humanos le dieron el nombre de Yabal Aluyun. Pues bien, como suele pasar al comienzo de la primavera, todos los que se han ido están volviendo (qué pesadez), se acabó la paz del invierno.
A mi árbol de mayuelos comenzaron a llegar, que si una paloma torcaz, la avutarda acompañada del cancionero jilguero, el que le llaman verderón (yo mosqueón por su enfado constante), las ruidosas y negras grajas, chovas currucas, mirlos, tarabillas, oropéndolas, herrerillos, carboneros, totovías, cogujadas o cogutas, las lavanderas blancas y boyeras, el coqueto petirrojo, una numerosa jalea de “pájaros jaraleros” (ni fú ni fa), para continuar la posada con varias especies de zarceros, golondrinas, vencejos, aviones, ruiseñores, urracas, grajillas, arrendajos y como siempre el último de la fila el tardón de rabilargo. Después de trinos, acoplamiento en las ramas, graznidos de “échate paya” y un si puedo te toco Cheetah mío, nos pusimos a cotillear:..
Nosotros los voladores no tenemos días especiales exceptuando cuando no comemos bien o los huevos se caen del nido. Mucho atardecer libre y entre tanto marujeo en el mismo árbol daban para mucho.
Sabéis dónde estamos dijo la golondrina, pues claro contestó la urraca (listilla), en un mayuelo árbol de la familia de las rosáceas, natural del Viejo Mundo. Alcanza de 4 a 6 metros de altura, con ramas espinosas, hojas lampiñas y de margen serrado, flores blancas y fragantes en inflorescencias corimbosas y fruto ovoide, revestido de piel tierna y rojiza que encierra una pulpa dulce y dos semillas casi esféricas.
Silencio, todos supimos que había consultado la wikipedia. Maldita sea hasta donde puñetas va a llegar Internet. Si mis padres levantaran el pico. Por cierto yo soy una infiltrada, una boa constrictora (Boa constrictor), conocida también como mantona (en el Perú), tragavenao, jibóia y lampalagua en América Latina o macajuel en Trinidad y Tobago, soy una especie de serpiente de la familia de las Boidae. Es decir una boa nativa de América, vivo desde Argentina hasta el norte de México…
¿Qué pasó? Comencé a comer. Llevo en el campanario de la iglesia de Gibraleón dos meses haciendo la digestión. No tengo remordimientos, no. Con esta crisis mejor estar como el dicho “Ándeme yo caliente...” pájaros y políticos todavía hay cantidad... “a buen entendedor...”


Colaboración remitida por Rocío de Gibraleón (Huelva), gracias por tu ingenio