Llegar a los cincuenta

Creía que tardaría mas en llegar, joder y ya estoy en los cincuenta, nunca pensé en que llegase tan pronto, medio siglo de vida, pesa mas la frase que los años en sí, o por lo menos a mi me lo parece, así que ya pertenezco a los cincuentones, a ver que tal se me da, tendré que aprender algo para estar a la altura que se merece.

Ahora que pienso, cincuenta años son muchísimos, tantos que no podría recordar todo lo que se ha hecho, ni todo lo que dejaste de hacer, se podrán recordar cosas que han marcado a cualquiera y yo aunque también esté marcado sigo en este mundo de locos intentando por mi parte que el tiempo pase un poco mas lento.

Los recuerdos vienen con mas frecuencia, cuando ves a tu alrededor como se divierte la juventud, las evoluciones en el trabajo, en las comunicaciones, televisión etc., todo eso hace que refresques la memoria y al comparar aquellos tiempos con estos piensas en los cambios habidos y ves que aunque existen diferencias, no deja de ser lo mismo con una particularidad, antes las cosas duraban más, o por lo menos hacíamos que durasen más porque no había dinero para otra, y los cambios eran mas tardíos en realizarse, hoy te compras un ordenador marca "tal" modelo “Uno”, y al día siguiente ha salido el modelo “Dos”, sin darnos tiempo para saborear el primero.

También a lo largo de este medio siglo, los que estamos en vida aún, echamos de menos a aquellos que nos dejaron a una temprana edad, aquellos con quienes nos divertíamos en el barrio, aquella chica que desde muy pequeño estaba loquito por ella, y en el día de hoy no sabes donde y si aún vive, aquellos edificios de aquellas calles antiguas con nombres que hoy han desaparecido, y en su lugar existe un supermercado o algo por el estilo.

Cincuenta ya, ¡Dios mío!, y parece que fue ayer cuando iba al cole, cuando hice “la mili”, o cuando nació mi hijo, no se cuantos me tendrá reservado el todopoderoso, pero trataré de seguir como lo estoy haciendo, ocupar mi mente en ser feliz, dar a cada uno lo que corresponda, y reír, reírme de todo, primero de mi, enseñar a mi mente que en mi vida las adversidades no son eternas, que hay un tiempo para cada cosa, y que una buena sonrisa da calor y confianza en el corazón del amigo con problemas, si señor, he llegado a los cincuenta y me encuentro estupendamente.