Presintió que ya era tarde, pero aun así intentó obtener el perdón. Pidió perdón largamente y de mil maneras distintas. Suplicó, sollozó, lloró, pero todo fue inútil. Ella permanecía frente a él, sentada en su butaca, impasible, ausente, serena. Ella, que siempre fue indulgente y generosa, se mostraba ahora irreconocible ante sus ojos. Fue entonces, frente a aquella mirada impávida y fría de su mujer y a su obstinado silencio, cuando la duda y el desconcierto se adueñaron de él.
Pasó revista a sus múltiples desprecios y deslealtades, que ella encajó dócilmente una y otra vez. Sus innumerables infidelidades, su desapego, su falta de ternura y su infinito desdén alcanzaban desigual correspondencia en los angustiosos llantos de ella, en sus tímidas reivindicaciones, en su tierna mansedumbre, en su paciente resignación.
Oyó pasos, y voces, y lloros, y advirtió con sorpresa que el ambiente que se respiraba aquella tarde en la casa no era el acostumbrado. Irrumpieron familiares y amigos extrañamente abatidos, percibió, desconcertado, el monótono zumbido de rezos y oraciones, de plegarias susurrantes, letanías interminables y aburridas jaculatorias, y al contemplar, finalmente, aquellos adornos florales, en forma de corona, agolpados a la entrada del vestíbulo, decidió poner orden en su agitada cabeza.
Era consciente de que el enfado de su mujer tenía su causa en la última de sus infidelidades que, con inusitada desfachatez, había consumado, cruelmente, en el mismísimo lecho matrimonial.
Fue así como, súbitamente, su mente pareció despertar. Se recordó sorprendido en pleno juego erótico con su amante, vio la figura de su mujer observándoles, inmóvil, a la entrada del dormitorio, contempló su mirada inexpresiva, reparó en su ademán, firme y seguro, tan distinto de su habitual fragilidad, y sintió en su cabeza aquel estrepitoso y fugaz estruendo.
Y ya no recordó nada más.
Se volvió de nuevo hacia ella y la observó durante breves instantes: reclinada aún en su butaca, vestía elegantemente y de negro riguroso; acompañada ahora de todas aquellas personas que parecían querer consolarla, mantenía el gesto aún sereno, la mirada perdida, y sus labios musitaban, en una singular mueca, ininteligibles sonidos al compás de la danza de un rosario entre sus dedos.
Volvió a hablarle de nuevo, pero ella quiso ignorarle y persistir en su silencio.
Un estremecimiento recorrió entonces su espalda al tiempo que una terrible sospecha le latió en las sienes.
Miró de nuevo a su alrededor y aquel terrible pálpito se clavó ahora en sus entrañas. Tan atrevido y bravucón que se mostró siempre en sus correrías adúlteras, y en esta ocasión sin embargo no halló el coraje ni el arrojo para comprobar si aquel mal presagio era cierto. Se limitó a rogar, con insólito fervor, que sólo fuese un sueño.
Y efectivamente lo fue: un sueño sin retorno, su sueño eterno.
Sibila, vuelve a deleitarnos con su especial forma de escribir. GRACIAS.
Los hombres son infieles siempre, pero no podemos matarlos a todos.
ResponderEliminarEnsoñadora y única como siempre, frágil como la rosa negra.
ResponderEliminarDeberías de escribir novela policíacas, se te dan muy bien este tipo de relatos.
ResponderEliminarUn señor manda su ropa interior a la lavandería y pone una nota:
ResponderEliminarUsar más jabón en los calzoncillos"... Y
Cuando recoge su ropa encuentra una nota que decía:
-"Usar más papel higiénico"...
Se parece mogollon la tia de la foto a ti.
ResponderEliminarLa historia con mucho suspense hasta el final, muy buena.
Pasar el tiempo contigo tiene que ser una maravilla; siguiendo la estela de tu novela, yo impávido observándote mientras escribes y cuando tu sonrisa clame por salir a tus labios y tu mirada repose en la mía, yo con todo mi amor te preguntaré: ¿donde se esconde el maná maná?
ResponderEliminarNo todos los hombres son iguales, hay quienes se salvan
ResponderEliminarLa situación está imposible. Sibila salvanos.
ResponderEliminarTE ECHABA DE MENOS Y TU CARA ME RELATA UNA HISTORIAS DE SINCRONÍA CON EL ESPÍRITU DE MAQUIAVELO. TE QUIERO.
ResponderEliminarA éste le pasó como a todos. Se arrepintió tarde de sus infidelidades. Se llevó lo que se merecía.
ResponderEliminarA la primera oportunidad que tenga te seré infiel.
ResponderEliminarSe rumorea (radio patio), que el Maná-Maná le está siendo infiel a su Mandinga.
ResponderEliminarTe equivocas la Mandinga le está siendo infiel con Camilus Pompeyus.
EliminarAntes de ser infiel PIENSA: Que estás apartando de tu lado a una persona que daría la vida por ti, por alguien a quien apenas le interesas
ResponderEliminar¿Qué sería de un manamaná sin cuernos?. Algo así como un jardín sin flores.
ResponderEliminarel mana mana no tiene cuernos tiene taco y poca vergüenza.
EliminarCuando alguien sea un unicornio, con quién habría cometido la infidelidad su pareja.
ResponderEliminarSibila, me ha encantado. Tienes una forma de escribir que me fascina.
ResponderEliminarEl artículo es muy bueno, tocando un tema de siempre.
ResponderEliminarCon todos los datos que posees no acuses a mi querido mana mana de infiel, en todo caso de prepotente y choricero. Hasta para ser infiel hay que tener estilo.
ResponderEliminarExquisito artículo. Me vuelve loco por tu forma de escribir y también por que percibo que tienes que ser una mujer bella de cuerpo y alma. Sigue con tus artículos, yo seguiré siendo tu seguidor incondicional. Besos.
ResponderEliminar¿Cómo curarse el alma destrozada por una infidelidad? Tu solución me ha encantado, Sibila. Hay que coger al toro por los "cuernos".
ResponderEliminarLa Infidelidad se ha convertido en una moda seguida por los mediocres.
ResponderEliminarTambién yo soy de la idea que una infidelidad se perdona llevándole flores... al cementerio.
ResponderEliminarLa infidelidad los hombres la traen por naturaleza.
ResponderEliminar- Cariño, ¿Qué es para ti la fidelidad?
ResponderEliminar- Pues eso del sonido... ¿no?
Sibila, me encantan los finales sorprendentes de tus historias. Lo has bordado.
ResponderEliminarCreo que el muchacho se arrepintió tarde. El desenlace me ha fascinado.
ResponderEliminarVer hoy a Garzón en el banquillo por destapar el Gurtel, no deja de parecerme un esperpento... por no decir cacería. ¡Qué vergüenza de país!
ResponderEliminar¿Dónde puedo comprar un hombre fiel? Es para mi colección de cosas imposibles.
ResponderEliminarLa infidelidad es lo más doloroso que le puede pasar a alguien que está enamorado. A mí mi esposo me engañó cuando estaba embarazada de 7 meses. Es muy doloroso pero no hay nada en esta vida que no se pueda superar.
ResponderEliminarHECHIZO PARA MATAR AL HOMBRE INFIEL
ResponderEliminarQue pague con su carne y que no pase de mañana o pasado. Que trece Diablos Mujer, que trece Diosas de la Muerte borren su nombre.
Que empiece un viento en su corazón que apague su vela. Que muera en un camino, que lo aplaste un carro. Que lo aplaste una bicicleta, rómpele una pata.
Y si se muere, voy a estar riendo. Métele un cuchillo en su corazón.
Clávale un clavo en su cuerpo. Que una termita gigante crezca en su ombligo. Una avispota. Una hormiga en su oreja Que penetre nueve veces en su cráneo el veneno, los nueve venenos de la culebra de cuatro narices.Aviéntale a la mierda su ánima.
Que los gusanos coman su alma, coman su miembro
Que se agrande su panza. Que se atragante con un frijol.
Dale chorrillo, sécale su semen. Hazle chiquita, chiquita su verga. Que no se vaya a escapar.
Agárrenlo. Mátenlo en su cama.
SOY INFIEL PORQUE MI PAREJA ES UN INFIEL, PATAN GROSERO, Y CADA VEZ QUE HAGO EL AMOR CON MI AMANTE DESCARGO ESA SED DE VENGANZAA QUE LLEVO DENTRO….
ResponderEliminarMe ha encantado. Escribes como los angeles, Sibila.
ResponderEliminarSibila, la infidelidad será un derecho o no, pero no es un derecho matar por infidelidad. Muy buena la historia.
ResponderEliminarOjalá mi marido lo hubiese leido hace un tiempo. Él me ha sido infiel. Sigo con él, y no sé si seré capaz de seguir.
ResponderEliminarGracias, Sibila, por darme una solución a mi problema.
Nada justifica una infidelidad. No somos pilmamas de nadie. El que lo hace es por gusto. Asi que seguamente lo hará cuantas veces tenga oportunidad. Mantener la confianza viva en este asunto de las relaciones sexuales es la base de toda relacion de pareja.
ResponderEliminarYo lo haría más limpiamente y utilizaría veneno
ResponderEliminarSe llevó lo que se merecía. Muy bueno, sí señor.
ResponderEliminarSibila, te quiero. Eres la mejor.
ResponderEliminarMenuda arpía. Pues no que lo mató. ¡Qué fuerte!
ResponderEliminartenemos un sibilito Sibila.-
ResponderEliminarMe convierto hoy en tu nuevo seguidor. Ah! y no soy man mana.
ResponderEliminarSiempre he pensado que un nuevo amanecer sería muy lindo con la persona adecuada. Ya no pienso de aquella manera. En estos momentos deseo que me introduzca en tu cuenta muñeca y si lo consideras conveniente en tus entresijos de las bellas faldas que utilizas cuando vas a misa.
ResponderEliminarEl Maná Maná es una especie en extinción y al final se quedará con los quinquenios pero su honra esta mancillada.
ResponderEliminarCuriosa es nuestra democracia!
ResponderEliminarDe los 6 magistrados del TC que votaron A FAVOR de ETA, solo 1 es juez:
Pascual Sala es juez. (TS)
Eugeni Gay NO es juez.
Elisa Pérez NO es juez.
Adela Asúa NO es juez.
Luís Ortega NO es juez.
Pablo Pérez NO es juez.
De los que votaron EN CONTRA todos son juecesmenos uno
Javier Delgado sí es juez. (TS)
Ramón Rodríguez sí es juez. (TS)
Roberto García-Calvo sí es juez. (TS)
Manuel Aragón NO es juez.
Francisco José Hernando sí es juez. (TS)
Reflexión
Una mayoría de NO JUECES enmendaron la plana al Tribunal Supremo, máximotribunal exclusivamente compuesto por jueces.
Conclusión
Si personas que NO son jueces pueden DECIDIR cuestiones tanimportantes en un "tribunal MUY especial", es evidenteque en España falla uno de los pilares de cualquier democracia
Las carnes blandas son las que echan al cachorro.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
ResponderEliminarQue mala leche tienen algunos comentarios y Sibila sigue siendo virgen...
ResponderEliminarAviso para navegantes: se espera que el fin del mundo termine cuando le de la gana al maná maná.
ResponderEliminarme la suda
EliminarNueva catalogación de los artículos, según nuestra amiga Lidia: además de: Me ha gustado regu, Me ha gustado mucho y Me ha gustado muchísimo; Hoy se crea: Me ha gustado mucho al cuadrado o más bien: Me ha gustado mucho 2 veces. Un besote Lidia
ResponderEliminarA mí tambien me ha gustado mucho, como a Lidia. Sibila escribe requebien.
ResponderEliminarGuta mí!!! Ti teñol!!!
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