Jugar con la dignidad del trabajador

Como cualquier ama de casa, se levanta casi amaneciendo atendiendo su aseo y desayuno ya que es la primera que se levanta, después, se encarga de preparar la ropa de su marido y de los dos niños que tiene en edad escolar, les ayuda a levantarse, vestirles y asearles para que después de desayunar les lleve al colegio lo mas rápido posible porque tiene que trabajar fuera de casa.

Tal y como están las cosas, que suerte tener un trabajo aunque sea de limpiadora, como en el caso de Chari, una morenaza que engalana con su saber estar a la empresa donde juntos trabajamos.

Para todos tiene una sonrisa, una broma, un beso, e incluso cuando alguien se siente triste, invita con un cigarrillo a una pequeña conversación, ayudando a disipar las presiones, sin olvidar nunca el trabajo porque es muy responsable.

A raíz de la entrada de la conocida crisis, su rostro manifestaba preocupación, se oía por los pasillos que este mes no se cobraría la nómina, y eso disgustaba a nuestra amiga Chari y a sus compañeras, aun así no dejaba de sonreír o decir algo que te invitaba a hacerlo.

Después de tres meses sin cobrar un "duro" por el trabajo que diariamente realizaba, las lágrimas afloraron en su rostro, intentando que nadie la observara, y verla en esa situación era deplorable, y llegaba hasta el corazón mas duro mirar como arrastraba el carro de la limpieza sin que dejara de hacer su trabajo.

La luz se hizo clara una mañana y por fin pudo cobrar aunque en cuentagotas lo que le debían, apareciendo otra vez el brillo en su cara porque puede hacer frente a los débitos cotidianos y sin ser culpable.

¿Cuantas "Charis"estarán pasando por este mismo tamiz?, y todo ello debido a la gestión de políticos de alta inteligencia, el trabajo sigue exstiendo, la suciedad es automática y hay que quitarla, pero el empresario cobarde, guarda para él, sin hacer efectivos los salarios de los buenos trabajadores de su empresa, jugando con la dignidad del trabajador.