Niño con Dudas (Reedición de Colaboraciones)

Al llegar de clase, un niño le dice a su padre:

Papá, hoy en clase de lenguaje nos han explicado el significado de las palabras hipotéticamente y realmente. Pero, la verdad, es que no me ha quedado muy claro el tema ¿Puedes ayudarme?

Mira Juanito, te lo explicaré con un ejemplo. Pregúntale a tu madre si se acostaría con otro señor por un millón de pesetas.

El niño, ni corto ni perezoso, se dirige a su madre y le espeta: ¿Mamá, tú te acostarías con otro señor a cambio de un millón de pesetas?

Ay, hijo mío, claro que sí. No te puedes ni imaginar lo bien que nos vendría un millón de pesetas, para poder pagar las deudas que tenemos pendientes y llegar bien a final de mes.

Juanito le cuenta la respuesta a su padre, y éste le dice: Pues ahora dile lo mismo a tu hermana Mariloli. El chaval, curioso, se dirige a su hermana mayor y le hace la misma pregunta.

Mariloli, ¿tú te irías a la cama con un desconocido por un millón de pesetas?

Naturalmente, ¿tú sabes la de ropa que podría comprarme con ese dinero?

El niño regresa donde está su padre y le explica el resultado de esta segunda encuesta.

Pues ahora, Juanito, pregúntale lo mismo a la abuelita.

Y así lo hace: Abuelita, perdona la pregunta, pero ¿tú te acostarías con un señor por un millón de pesetas?

¿Acostarme con un señor y que además me den tanto dinero? No quiero engañarte hijo mío, pero sí lo haría.

Ya muy mosca, el chico le cuenta a su padre la respuesta de la abuela.

Pues ahora, hijo mío, entenderás la diferencia entre hipotéticamente y realmente. En casa, hipotéticamente tenemos tres millones de pesetas. Pero realmente, lo que sí tenemos son tres putas.

Colaboración, esta vez sin monos, de nuestro buen amigo CHEETAH FRIEND