Auxilio ocular

Sopla viento del poniente y yo envolviéndome en sitios, mirándola de reojo, y el reloj sigue tan frío, 

se me escapa el tiempo y debe ser contigo, invicto de miradas, de quien quise ser testigo

prosigo, alimentando insomnios, soñando seguir vivo, viviendo este sueño, color ocre a lo Ichigo

el sumario del suburbio marca el territorio, navío a la deriva sin su rostro temerario

topacios brillantes, que marcan el destino, sacar beneficio, cuando sea un vejestorio,

agobios nocivos que un día fueron ángel, ángeles caídos que un día fueron fuertes

sicarios sangrientos, el carmín de tus labios, presagios corrientes, que sirven de asedio

silencio en la noche, que suenan a radio, erradicar miradas de forma rutinaria

calamitar amores, como un don hidalgo, dinamitar tus metas, sin buscar remedio.

contento con senos, ceno tras sus pasos, alabando estelas, como falta de calcio

códigos binarios, que sirven de ocio, contento conmigo si ser un moco de su bronquio

Figuritas clásicas, en hogar familiar, ahogar los temores, como un exconvicto.

Brisas de la seda, valen de contagio, criterios de amigos, como croar de anfibios

elogiar las églogas, que llevan tu nombre, gritos oculares, que piden auxilio.

Auxiliar de heridas, de idas sin mas, ideas brillantes, que un día escribió,

escribir destellado, trato de pensar, pienso luego existo, no me dejan hacer más.

exijo mi parte, partido por precoz, presuponer la muerte, en sus parpados,

pestañeo singular, solitario al azar, déjame fundirme, una noche más,

más, sólo una noche más, limar las perezas, por faltas de histerias,

ojos que vomitan, por no caber en sí, regurgitar pasado, enderezar presente

que un día quiso ser gris y hoy ni se compra ni se vende, esto es así.

Raúl nos remite esta colaboración, mucho mas madura que la 1ª que nos remitió cuando era niño. Nos gusta que hayas crecido con nosotros. GRACIAS, Raúl.

Artículo reeditado: originalmente publicado el 30 de Enero de 2013.