La pequeña vereda

  

                                                                         
Cada día que pasa me siento mas orgulloso de pertenecer a este medio virtual, si, porque efectivamente pertenezco a este blog, estoy diariamente visitándolo, leyéndolo, observándolo, y no puedo dejar de hacerlo, me tiene enganchado, una deliciosa droga que me envuelve haciéndome pasar horas y horas de felicidad, aunque es cierto que hay diferentes artículos y que algunos podrán asimilarse mejor que otros, pero eso no me importa tanto como observar la cantidad de seguidores que se han ido creando con lo que se publica en este fantástico blog.

Seguidores que a la vez que aportan su visita, dedican su tiempo en dejar su huella en los variados comentarios que en cada artículo aparecen una y otra vez, seguidores que poco a poco se han hecho hueco entre los bakes, con su apelativo cariñoso, o por la simpática forma que usan para hacer el comentario diario.

Es difícil llegar a mantener este desparpajo en nuestro blog, un artículo original, y diario es duro de llevar, buscar entre los entresijos para escribir algo que guste a los seguidores, tener la mente fresca y fuera de preocupaciones, sin obligación alguna, y que lentamente aparezca la pluma y sobre el papel exhiba palabras que hagan disfrutar con lo que se expone, que dejen comentarios de todo tipo, y que se mantenga vivo este blog que por supuesto también es de todos vosotros. 

Yo estoy por la labor de estrujarme el coco e intentar de sacar todo lo mejor que hay dentro de mi para que esto siga sucediendo, todos sabemos que de literato tengo lo mismo que de guapo, pero a mi no me interesa entrar en la pelea, y solo quiero escribir contribuir a que no haya sido en balde entrar aquí y dejar o impedir engrandecer el camino que hemos creado, que si antes era una pequeña vereda, ahora está hecho una carretera secundaria, y en ella existen bellísimas personas que la recorren diariamente, que nos piden algo que leer algo en lo que dedicar su tiempo para así disipar los problemas personales o las preocupaciones que hoy abundan, algo que desde hace tiempo han confiado en tener, y que hay que seguir intentando que tengan.

Con nuestra divina Bara, el sensual Haddock, el enamoradizo de la cultura Beer, la fresca juventud de Josian, la simpatía y altura de Nodoyuna, el afanoso administrador Teleco y un servidor Luki con sus abuelas, trataremos de conseguir que esta carretera secundaria se convierta en una autopista para todos vosotros. 

Hoy quiero dedicar este artículo a todos los Bakes, espíritus que siempre han tenido en el corazón llevar la amistad a todas las personas que la necesitan y a todos los confines de la tierra, que se sigue haciendo, y que jamás dudéis en que siempre se hará.