Fiebre del sábado noche

Fue una noche movidita ayer sábado.

Ella entró en el callejón, si ese donde no entráis nunca los pijos ni la realeza del WC, donde los yonkis y otras especies endémicas nos batasunamos.

Como os decía, ella entró en el callejón perseguida al parecer por un encargado chino de una tienda china y mira por donde nosotros éramos tres, tres que nos daba igual que nos dieran por delante que por detrás.

El chino no se quedó por miedo a ser empalado pero ella no pudo resistirse, también le iban las sustancias del Madrid de los Austrias o de los Borbones, a esta hora ya no sé quién es el rey o quién es el vasallo.

Sería muy largo de contaros o quizás no lo recuerdo todo, sí el final, ella y yo terminamos junto a los otros dos como una empanadilla o como dicen los del burger de mi esquina como una super happy.

Nos colocamos, follamos hasta el amanecer y es posible que durmiéramos cuando estábamos follando.

No sé el chino, pero ella se lo paso de puta madre y no era puta (ni ella ni su madre) y yo estoy escocido por delante y por detrás.

Ah, se me olvidaba ella se llamaba, eso creo Esperanza. ¿Esperanza de qué?

Tercera colaboración de "El de Vallecas", Gracias de nuevo por tu relato.

Artículo Reeditado: Originalmente publicado el 05 de Diciembre de 2010.