23 de agosto de 2016
Preámbulo de besos
Labios rojos, sensuales y carnosos.
Labios rojos, dulces y sabrosos.
Labios rojos,sedientos y con veneno.
Labios que esperan abrirse como una granada de fuego para el amor y el sexo.
Labios rojos, preámbulo de mis besos.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 12 de Agosto de 2009.
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Me los como varias veces
ResponderEliminarYo eternamente me lo estaría comiendo o quizás mi compadrito me lo estaría saboreando, eso saboreandolo lentamente. Adorables.
ResponderEliminarOtro guate dice: me los quedo yo.
ResponderEliminarLabios bonitos, frases ardientes, TU.
ResponderEliminarLástima que este artículo tan sensual seguro que leido tantas veces no se refleje en los comentarios que muchos quieren, seguro, pero no se atreven. Sociedad laica e hipócrita..
ResponderEliminarLo previo a veces es igual de importante y sensual que el acto de hacer el amor. Me encanta la frase "preámbulos de besos" es original y tiene gancho como el autor B.G.
ResponderEliminarSiempre me han fascinado unos labios como los de la foto, el articulo nunca lo leo.
ResponderEliminarlabios pa chparlos
ResponderEliminarNo entiendo el motivo de que mis guates mejicanos le encante este preambulo--- mejor lo que continue en el alcance----
ResponderEliminarDesde la prisión de Santa Martha Acatitla
Me encanta el título.
ResponderEliminarq labios coño
ResponderEliminarCompadre unos labios como esos solo los tenía la Marilyn Monrroe.
ResponderEliminarMás allá de la forma que un beso adopta naturalmente cuando se siente amor, pasión o ternura, los labios tienen capacidades eróticas exponenciales. Sólo piense en la combinación de los alrededor de 30 músculos de la cara que entran en acción durante un beso, por más pequeño que sea, la cantidad de hormonas que se liberan durante esta contracción o el aumentamos del ritmo cardíaco que nos afecta.
ResponderEliminarEl beso no actúa solo, tienen más posibilidades si lo acompañan, dependiendo de la ocasión, la capacidad de lamer, chupar, succionar y hasta morder a otros labios o cualquier otra parte del cuerpo.
Tienen nombres y categorías, si el contacto es simple, el beso es llamado “seco” y se produce cuando se apoyan los labios de uno contra los del otro.
Los influenciados por la industria cinematográfica, practican el “hollywoodense”, que consiste en que al momento de besarse, uno inclina al otro hacia atrás, como invitándolo a estar más cómodo y preparándolo para lo que le espera. El estilo se impuso en las películas de los años '50, cómo olvidar a Rhett Butler y Scarlett O Hara en “Lo que el Viento se llevó”, todo un clásico. Sin embargo, sabemos que en la actualidad no son muy comunes, aunque de que son románticos, lo son.
Hay un beso “succionador”, usado en los momentos de pasión más desatada, cuando la mujer tomar entre sus labios el labio inferior de su pareja, lo introduce en su boca y lo succiona, como tratando de tragárselo. Funciona a la inversa, con el labio superior y en las variables que invente.
No sé porqué algunos llaman a este beso como "el francés”, pero se trata de la adorable acción de juntar los labios con otros labios, invitando a participar a su lengua. Primero toca los labios del otro y luego la introduce en su boca y viceversa. Siempre se puede más apasionado y la lengua puede avanzar por la boca hasta donde alcance y le guste.
Con el beso “apretón” entramos en una fase salvaje, acá una aprieta fuertemente sus labios contra el labio inferior de su pareja.
“Uno sigue al otro”, primero esperan que uno de los dos tome la iniciativa y cuando uno se decide, el otro lo sigue alcanzando un ritmo frenético.
Este entra en juego cuando la pasión se está desbordando de pasión, aquí entra en escena el llamado “beso toma todo” y se produce cuando la boca de uno toma entre sus labios los labios del otro. A estas alturas, si pudiera se lo comería.
Coqueteando, se puede jugar al “tú uno y yo el otro”, el hombre besa el labio superior de la mujer mientras que ella besa el labio inferior de él. También se puede ir de “cazador” y jugar a que cada uno trata de atrapar con sus labios el labio inferior del otro.