Comenzaba el otoño en todos los muy sentidos y yo estaba tan gastado como las pilas de esos relojes cuyo segundero se empeña en alcanzar la rayita siguiente e, impotente, regresa a la anterior.
Hacía luna llena, así que me fui de copas.
Nada más entrar dentro del antro, senil como yo solo, la vi: potente y opulenta y con tanto poderío como Rocío Jurado y Jane Mansfield juntas.
Ella fue la que se insinuó. No es cosa de que si yo le dije y le pagué una copa y luego voy y me justifico y etcétera. No. Te lo juro por toas mis muertas que fue ella la que.
Tras las transacciones consabidas de si mi casa o la tuya –y al final fue la suya: un "coqueto chalecillo en las afueras" con su jardincito y su piscina– llegamos a un acuerdo y al chalé.
Hubo también sus preliminares de si quieres un té o prefieres otra copa y me dejó con la copa mientras se ocultaba en su alcoba.
Cuando, al cabo de un rato, entré allí –ventanales abiertos y cortinajes ondulantes y hasta un dosel–, ella estaba ofreciéndose sobre la colcha, con su deshabillé tan transparente. Otras de sus aquellas cosas estaban más veladas, pero su busto abultaba entre las sedas como si lo hubiese filmado Jesús Franco: a la lunaluz, que dicen los ingleses.
No sé si fue ese brillo plenilunio o el de mis colmillos asomando por las comisuras lo que hizo que saliese despavorida, con un revuelo de négligé y nalgas tremolantes, mientras yo le gritaba que sólo era una broma, te lo juro por todos los santos jalouines.
Cuando encontraron su cadáver, junto a la piscina, el forense dictaminó que el fallecimiento se había producido por paro cardíaco (como todas las muertes); pero es que entonces no existían Scarpettas ni ceeseíes que hubiesen podido observar un par de marcas incisopunzantes en su cogote.
© Producciones Guadiloba
Nuestro amigo Guadiloba no deja de sorprendernos, a su habitual agilidad y surrealismo literario, ahora además añade imaginación, intriga y sorpresa, GRACIAS.
Eso pasa por ir mal acompañado. Amigo Guadiloba tienes algo muy especial que me lleva a otra época. Muy bien el artículo.
ResponderEliminarSabe usted inglés?
ResponderEliminarSí.
Nivel?
Level.
Tenemos un colmillero en la pandilla; eso es bueno?? yo creo que si, que ya va siendo hora de hincar en un buen cuello unos colmillos como dios manda.
ResponderEliminarGenial.
ResponderEliminarLobo hombre, ¿en París?
ResponderEliminarEse ojo es premonitorio de muerte: sangre y luna llena.
ResponderEliminarEste colaborador escribe de alucine. El artículo es impresionante.
ResponderEliminarExcelente artículo con la vibraciones explosivas de nuestro amigo GUADIOLOBA.
ResponderEliminarAl menos la víctima pudo llegar hasta la piscina. Si hubiese visto a mi Maná-Maná se hubiese quedado lista de papeles en la misma alcoba. Es que con tan sólo verle...
ResponderEliminarAhora, para piscina, las piscinas de mi Maná-Maná. No son piscinas cualesquiera, son piscinas morenas, las que se disfrutan porque se han hecho con dinero público.
¡Qué espectáculo!. En una de ellas se bañan los sindicalistas liberaos y los pelotas (se pueden poner en punto pelota, una vez más); en otra, la morralla política de su entorno, aunque de vez en cuando invita a la morralla mayor, de un rango superior ( hay que seguir trepando, ser más ladrón y cabrón).
Chupópteros del sistema como mi Maná-Maná los tenemos repartidos por toda España.
A mí me ha tocado uno.
EliminarInés desde Extremadura.
A la carcel con ese corrpto y sus chipiritimamones.
EliminarMe enamora esa forma de escribir, suprema.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho lo de "jalouines" y "ceeseíes", es representar con grafías a la española, sonidos y grafías a lo anglosajón.
ResponderEliminarUn tema hiperconocido sirve como excusa para que el gran Guadiloba monte una fantástica historia, con su sello particular.
ResponderEliminarBravo, Guadiloba.
Dicen que a Robin no hay quien le hinque el diente?????
ResponderEliminarHuele a matarratas.
EliminarY esta duro.......
EliminarTodos necesitamos un licántropo en nuestra vida. Yo me dejo y no muero de infarto.
ResponderEliminarOpino, con sinceridad, que Guadiloba puede ser, si no se dedica a ello, un gran escritor, mucho mejor de los que leo a veces.
ResponderEliminarMe ha gustado.
ResponderEliminarPrincipal elemento de un escritor es elevarse por encima de lo que está escribiendo. este Señor lo consigue.
ResponderEliminarEste tipo es un literato con todas las p a l a b r a s.
ResponderEliminarPedazo de artículo.
ResponderEliminarBravísimo!!!!