Mi compañera la noche

Que bien nos lo montamos, y cada vez es mas acogedor dejar pasar las horas entre los que disfrutamos de ese tiempo juntos, sea cantando, contando anécdotas, chistes, o simplemente relatar como se ha pasado el día hasta el momento de vernos.

Este sábado fue completo, un cumpleaños centenario fuera de la ciudad, hizo de antesala a la fiesta que posteriormente celebramos entre los amigos habituales, con alguna excepción por motivos mas que justificados de actores principales, pero también alguna otra recepción de otros amigos que inesperadamente se unieron a pasar la velada.

Estas fiestecillas flamencas hacen que la noche cobre vida, apenas cantada una sevillana, se canta otra y otra y otra más, no nos cansamos de calentar nuestras gargantas y nos esforzamos en que la siguiente sea mejor, más sentimental, mas alegre, mas oída y con mas silencio para no perder detalle de lo que dice la letra.

El hielo en los vasos, se derretía a una velocidad que no nos dábamos cuenta de ello, los cigarrillos se quemaban en los ceniceros sin apenas fumarlos, y viendo como se lo pasa la gente tu también te lo pasas genial, que duelen los dedos, un cubito de hielo los enfriaba, que dolían las manos de tocar palmas, se cogían los palillos, y todo resuelto, pero que no parara la música.

Muy de vez en cuando había que parar para ir al baño, tanto músicos, como cantaores, y ahí estaba Fede, un buen amigo que además de estar con nosotros hasta el cierre regentando el local y sirviéndonos las copichuelas, nos hizo el regalo de conectar un "karaoke", en las pocas paradas que se hicieron, la diversión seguía adelante.

El reloj marcaba las cinco de la madrugada cuando decidimos marcharnos no sin antes cantar la penúltima sevillana "Estoy ataca" cantada por la simpatiquísima Irene que tiene arte a raudales, y las risas por la parodia de la irónica letra dio a la conclusión de nuestra compañera la noche.

Desde este medio, agradecer a la sala "Pito de caña", una asociación carnavalera situada en los locales de la plaza de toros, su atención para con nosotros, y a nuestro amigo Fede por su agrado y simpatía, esperando que no se agote ni se pierda la afición a pasarlo bien y de esta manera.