Sentimientos

Es curioso que, cuanto más triste estoy, más ganas de escribir tengo. Cojo boli y papel y, las letras me salen solas.

Me pongo a pensar en lo que siento, en lo que soy, en lo que valgo y, en lo mucho que te quiero.

Entonces comprendo, que ya no te tengo y que de ti no quedan más que tus recuerdos.

Tal vez me halla convertido en la antítesis de lo que siempre soñe ser, pero ¿qué puedo hacer?, sí busco el principio y sólo encuentro el final, sí nunca el tiempo fue en mi contra y ahora veo la vida pasar.

Realidad difícil de superar, para un ciego de amor, con un roto corazón.

Pero hoy no pienso mirar atrás, voy a luchar para librarme de la tristeza, que me arremete sin cesár.

Tristeza que se acumula y va creciendo en mi interior. Tristeza que me acompaña a donde quiera que voy, que me envuelve, me atrapa y no me deja respirar.

Quiero reir, disfrutar y sentir esa extraña sensación de ser feliz.

Estar bien conmigo y con los demás, imaginarme que no hay nada en este mundo, que no pueda lograr.

Observar la luna llena brillar, ver el cielo encenderse al amanecer, o ver las olas con la orilla romper, sin que nada de eso, me recuerde a la soledad.

Pero no sé que hacer, sí ni siquiera mis sueños acaban bien.

A veces pienso que nada tiene sentido, que todo me da igual, o que no hay ningún motivo para estar vivo.