Varias amigas estaban de vacaciones cuando vieron un Hotel de cinco plantas que tenía un cartel que decía: “ PROSTIBULO PARA MUJERES”. Las chicas se excitaron, y como se encontraban sin novios ni maridos, decidieron entrar. El portero, un cachas divino, les explicó como funcionaba el tema:
Queridas amigas, vayan subiendo piso a piso, donde encuentren lo que buscan, se quedan, es muy fácil, hay carteles por todos lados, pero recuerden que nunca podrán volverse atrás
Las amigas subieron al primer piso y delante de la puerta se encontraron con un cartel que decía: “En esta planta todos los hombres la tenemos cortita y finita”.
Las chicas se rieron, y sin dedicarle ni un solo pensamiento a los infelices del primero, subieron a la segunda planta donde encontraron un cartel que avisaba: “Aquí todos la tenemos larga y finita”.
Todavía no parecía demasiado atractiva la oferta, así que se dirigieron a la tercera planta a ver si daban con los modelos perfectos. Al llegar leyeron el anuncio: “Aquí todos la tenemos cortita y gruesa”.
Esa era otra decepción, pero aún quedaban dos plantas por explorar, así que no se detuvieron y subieron al cuarto piso. Allí estaba el cartel perfecto: “Aquí todos los hombres la tenemos larga y gruesa”.
Todas las amigas gritaron excitadas, cuando estaban a punto de entrar, se dieron cuenta de que se iban a perder la última planta. Subieron velozmente esperando encontrar el paraíso terrenal y se encontraron con el esperado anuncio que esta vez decía: “Acá no hay hombres, esta planta fue construida para demostrar que las mujeres nunca quedan satisfechas, siempre quieren más, más y mucho más, le pese a quién le pese”.
Artículo remitido por nuestro seguidor y buen amigo CHEETAH FRIEND.
Artículo remitido por nuestro seguidor y buen amigo CHEETAH FRIEND.
querido amigo,como mujer te digo que es verdad.BESITOS.
ResponderEliminarDonde está el hotelito. Sabiendo las plantas que hay yo ya ire al grano o a lo que sea.
ResponderEliminarMe llamo mimosin y soy gaditano pero sin picha quiero buscar la penultima planta
ResponderEliminarBASTANTE ENTRETENIDO
ResponderEliminarUN POCO MACHISTA EL COMENTARIO. BUENO TAMBIEN LAS CHICAS PARECEN RUBIAS.
ResponderEliminarNo es que las mujeres seamos exigentes, es que lo que vemos en la tele nos hace querer encontrar a nuestro Brad Pitt...
ResponderEliminarCHEETAH FRIEND MUY BUENO :)
ResponderEliminarLa foto me encanta. Es de mi serie favorita, Sexo en Nueva York. Si no la habéis visto os la recomiendo. Las protagonistas son divertidisimas y las historias que les pasan son sorprendentes.
ResponderEliminarBake Haddock, ¿qué tengo que hacer para que me cuentes algo sobre Bichita? Como no me des un poco más de carnaza me voy a desenganchar de este Blog. Esto es una amenaza. Quiero más BICHITA, BICHITA, BICHITA
ResponderEliminarTe echamos de menos amigo CHEETAH FRIEND.
ResponderEliminarEstoy confundida con b.H. ¿que pasa?
ResponderEliminarTodo lo que dijo este colaborador hace ya tiempo se está cumpliendo en los malditos mercados financieros. Los monos al poder.
ResponderEliminarConozco un hotel donde las damas son las residentes y los hombres las visitan haciendo los tontos y pagando no por la estancia sino por las damas en cuestión ¡Vivir para ver!
ResponderEliminarTEORÍA DE MARC FABER
ResponderEliminarCuriosa eoría económica que se ha anunciado en El Gobierno Federal está estudiando conceder a cada uno de nosotros una suma de 600,00 $. Si gastamos ese dinero Walt-Mart, ese dinero va para a China. Si gastamos el dinero gasolina, va para los árabes. Si compramos un ordenador, el dinero va para la India.
Si compramos frutas, irá para México, Honduras o Guatemala.
Si compramos un buen coche, el dinero irá para Alemania o Japón.
Si compramos tonterías, se va para Taiwan, y ningún centavo de ese
dinero ayudará a la economía americana.
El único medio de mantener ese dinero en USA es gastándolo con putas o
cervezas, considerando que son los únicos bienes todavía producidos
aquí. Yo, estoy haciendo mi parte..." Estados Unidos. El
tipo se llama Marc Faber. Es analista de inversiones y empresario.
En junio de 2008, cuando el Gobierno Bush estudiaba lanzar un proyecto
de ayuda a la economía americana, Marc Faber escribía en su boletín mensual un comentario con mucho humor:
Le doy la razón al Cheetaeh, todas las mujeres son iguales, al menos yo no he conocido a alguna que sea distinta.
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