24 de agosto de 2010

El cuidador de los muertos




Hoy, observando la media luna, pensé en ti, en tus celestes ojos, ojos amables y sinceros, en los momentos que pasamos juntos tomando algunas cervezas, en el abrazo sin par que nos dedicábamos al encontrarnos, la sinceridad que manifestabas en esos encuentros y la disposición que tenías a la hora de prestar algún favor, eres la hostia tío.

No podía dejar de despedirme de este amigo, sabía que alguien especial tiraba de ti hacia otro sitio, y nadie podía hacer nada por impedirlo, deseo que sea verdad que sea cierto lo que ancestrales culturas manifiestan de que la vida continúa después de abandonar esta.

Porque de ser así, tu eres de los que se lo merecen, tu servicio en la comunidad terrestre concluyó con mucho éxito, sin ser una persona famosa, eras popular entre la muchedumbre, entre nosotros, tu especialidad laboral hacía que la ternura que utilizabas, la sencillez con la que trabajabas, el amor que desplegabas ante el dolor de la marcha de los seres queridos, y los acompañamientos a esos dolorosos familiares y amigos que manifestaban su quebranto por una perdida querida.

Hoy te toca a ti Pepin, hoy derramo lágrimas por ese dolor que tanto conoces, hoy no te tenemos a nuestro lado para que tu consuelo haga que estemos mas acogidos, hoy tus compañeros son los que derraman su amor y sutileza para acomodar tus restos, hoy lloramos todos para que el que te ha llamado te acoja en su seno además de suplicar el ¿por que? de tu partida.

Será difícil olvidarte, echaremos de menos tus abrazos y tu sincera sonrisa, tus chistes y anécdotas, no habrá nadie como tu que eche una mano a las personas que soliciten ayuda en el cementerio, me tomaré las cervezas que sean en el bar Antequera, recordando tu sonrisa cuando bromeabas con Cándido, y como le pedías a su mujer Cecilia las tortillitas de gambas que tanto nos gustaban.

Querido amigo con tus apenas cincuenta y cuatro años llenaste el corazón de muchas personas, y en el cementerio, los abetos y pajarillos que revolotean dando color al lugar, se acordaran sin lugar a dudas de "Pepín", ese muchacho querido por todos.

14 comentarios:

  1. A los muertos los cuida Dios y sus santos.

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  2. La hostia como echamos de menos a Gibran, Haddock, Bara y otros que parece que se han marchado de vacaciones. Hostias podían haber dejado algo escrito.
    El artículo es muy triste, lo siento.

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  3. En un país donde la muerte anda suelta por las calles lista del destino en mano, los cementerios resultan un lugar apacible, seguro, llenos de vida a su manera. El llamado de los ingleses con exageración, porque también lo habitan quienes fueran alemanes, franceses y canadienses, es pequeño, coqueto, con más lapidas conmemorativas que difuntos. Está en el barrio de Qalai Mosa, al pie de un camposanto musulmán en el que ondean las banderas verdes del islam, como si desde el más allá se librara una guerra de símbolos en el más acá.


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    Capital: Kabul. Gobierno: Administración interina (22-01-2001). Población: 32,738,376 (est. 2008)

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    Rahimulá cumplió los 80 años y es el vigilante de un cementerio que le dobla la edad y algo más, pues se inauguró hace 170. Cada día abre la cancela de la puerta de madera a las siete de la mañana y la cierra a las cinco de la tarde. "Limpio las tumbas, riego los árboles e impido que los niños entren a jugar. Llevo así 28 años. He perdido toda mi vida en este sitio", dice. No cobra un sueldo ni tiene empleo alguno. La embajada inglesa manda de vez en cuando a un funcionario para que cambie las flores artificiales marchitas, que el tiempo puede con todo, y pague al hombre que les vigila la memoria 150 afganis, tres dólares. Es todo lo que recibe.

    Enseña las tumbas sin prisa, balanceándose, como si hablara con cada muerto. Así es en África, un continente donde los muertos no reposan inertes aguardando una resurrección, sino que viajan junto a los vivos, a quienes guían y dan consuelo. Hay países como Ruanda donde los que se fueron a machetazos durante el genocidio en la primavera de 1994 andan revueltos; otros, como Sierra Leona, donde los asesinados de la larga guerra civil parecen felices tras perdonar a sus deudores.

    En este cementerio no hay muertos que caminan. Los occidentales somos así, nos morimos tan ignorantes como vivimos. En las lápidas de los ingleses están esculpidas fechas recientes y nombres de soldados y oficiales que han perdido la vida en esta guerra que sólo es la continuación de todas las anteriores. Una placa reza: "A los soldados británicos muertos en las guerras afganas del siglo XIX y XX". La imagen de tanto nombre permite abarcar lo que fue un imperio y explica los problemas que tiene hoy el primer ministro, Gordon Brown, para explicar lo inexplicable, porque a diferencia de otros Ejércitos, los ingleses saben que están en un país donde no se puede ganar ninguna guerra.

    Rahimulá nunca se movió de Kabul. Ante sus ojos han pasado vivos y muertos, a menudo confundidos. "El rey fue el mejor gobernante y hubiera sido mejor aún si no le hubieran gustado tanto las mujeres". Cinco de sus familiares, entre ellos dos hijos murieron en la guerra entre los talibán y los muyaidin. Es un tayiko del valle del Panchir que no oculta su admiración por Masud, el hombre que más problemas dio a los soviéticos durante la invasión.

    El viejo cuidador se detiene ante una tumba cuidada en que se puede leer un nombre: Mark Aurel Stein, nacido en Budapest en 1862 y muerto en Kabul en 1943. "No sé quién es, pero muchos de los extranjeros que vienen por el cementerio se detienen aquí y parece que rezan". Stein fue un arqueólogo al que se atribuye como gran éxito el descubrimiento de los budas de Mogao, en China.

    Cerca de ahí cuelgan las placas de los alemanes, todos muertos en la provincia de Kunduz, donde están sus tropas. De ese lado, el cementerio que parecía coqueto en una primera vista se torna desolador, es como si todos fueran más producto de un abandono que de la rendición de honores. Muchos de esos nombres del cementerio de los ingleses siquiera tienen cadáver. En algún lugar de Inglaterra o Alemania hay cuerpos sin nombre, o con el nombre duplicado, porque el verdadero está aquí, en Kabul, al cuidado del viejo Rahimulá.

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  4. La sensación que se siente cuando un ser querido nos abandona no se puede definir con palabras.
    Espero y deseo que encuentre un gran Paraiso.

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  5. Tu lo tienes doblado, a los vivos son a los que hay que prestarle el apoyo y el cariño. a los muertos dejarlos que caminen por donde tengan que caminar, tu estas doblado.,

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  6. Yo conocí a esa persona, y dices lo que de verdad era, hemos perdido a un gran amigo, descanse en paz.

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  7. Bonitas palabras para un amigo que se ha ido.
    Bonito articulo.

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  8. Es muy triste, pero la vida es asi, nacemos para morir.
    Bonitas palabras para ese amigo tuyo.

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  9. Ya me gustaria a mi que dijeran esas cosas cuando falte.

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  10. Desde Mexico mis condolencias por la perdida de tu amigo.

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  11. A una buena persona es dificil olvidar, sin derramar lagrimas.

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  12. Desde la capital de España mi mas sincero pesame.
    Triste pero al mismo tiempo emotivo.

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  13. Te hace grande el engrandecer a tus amigos, mi mas sincero pesame.

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