Me encuentro caminando por el distrito de Whitechapel, Londres. De repente, una sombra pasa ante mí y me catapulta al año 1888.
La calle cambia su configuración. Noche cerrada. No hay señal alguna del ajetreo de gente yendo y viniendo. El tráfico es prácticamente inexistente y la sensación de estar en una de las urbes más cosmopolitas del mundo se esfuma. En cambio, el cuadro que aparece es el de un paisaje lúgubre.
Continúo andando mirando hacia todos lados. No me quiero perder detalle de nada. En mi curiosidad, no veo a un hombre corpulento, con gabardina negra y gran maletín, que camina en dirección contraria y con el que tropiezo.
Oscuridad. Tinieblas. Mundo de las sombras.
Ahora soy más grande, inhumano y tengo un objetivo. Bajo mi gabardina negra puedo sentir el frescor del acero sobre mi piel. Ello incrementa mi avidez, mi apetencia y mi codicia. Pronto será saciada.
Sé a dónde
dirigirme: las calles tenebrosas por donde suelen merodear algunas prostitutas
están cerca.
Al girar la
esquina vislumbro en la penumbra el contoneo característico que hace rugir mi
instinto. A pocos metros de mi víctima, puedo oler el perfume barato que conduce
mi mano irremediablemente hacia el machete.
El momento de
atravesarla es orgásmico. Pero el disfrute viene después, cuando extraigo de su
interior las vísceras aun candentes. Para ello tengo mis instrumentos bien
afilados en mi maletín.
Una vez
terminado el trabajo, vuelvo a las sombras. Diez campanas parecen protegerme en
las cercanías del infierno. Allí estoy a buen recaudo, donde jamás la “Scotland
Yard” logrará capturarme.
Una luz
cegadora aparece de repente para devolverme a la realidad de mi paseo matinal.
Los viandantes siguen con su rutina, mientras yo me adentro por un callejón cercano
en busca de un buen trago que me ayude a pensar en lo ocurrido. Por suerte, un
típico pub inglés denominado “The Ten Bells” aparece para saciar mi sed.
Atravesando la
puerta del mismo pude escuchar un repique de campanas y en ese mismo instante,
un hombre con aspecto familiar se dirige hacia mi y me da la bienvenida con una
sencilla y directa frase: “Bienvenido al Infierno”.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 07 de Mayo de 2013.
Artículo reeditado: Originalmente publicado el 07 de Mayo de 2013.
Muy bueno, cada vez mejor. Felicidades.
ResponderEliminarLa historia ya la conocía pero la exposición es buena.
ResponderEliminar¿Había dinosaurios con más de un corazón, como creen algunos?
ResponderEliminarUna minoría de investigadores cree que sí
No está claro, porque las partes blandas no fosilizan. Una minoría de investigadores cree que sí (o que tenían uno inmenso), para poder bombear sangre hasta el cerebro a lo largo de su enorme cuello.
Lo que sí es cierto es que un saurio actual, el cocodrilo, tiene dobles aurículas y ventrículos, separados por un tabique impermeable.
Este era un tipo que salió tarde del trabajo y se quedó sin movilización, para llegar mas rápido a su casa decidió acortar camino, por un cementerio muy tenebroso a eso de las 1:00 am, cuando de repente siente pasos en el lugar y divisa a lo lejos una viejecita con una bolcita
ResponderEliminarLe dice el tipo:¿buena noche abuelita no le da miedo pasar a estas horas por aquí?
Abuelita: no mi hijito ya estoy acostumbrada.
Tipo:entonces la acompaño, de todos modos vamos en la misma direccion!!
Abuelita:no se moleste jovencito, yo vivo aqui!!
je je je.
Este relato bien podría ser el de Jack el Destripador.
ResponderEliminarCreo que lo es, pero con acento Bake.
EliminarAquí en España hace años que estamos en el infierno, o más bien en el lodo.
ResponderEliminarEntretenido artículo.
Resucitar al "Destripador"; traerle para España y, todos juntos avanzar, solución infalible.
EliminarLlevas tiempo sin escribir, Nodoyuna. Las razones son obvias. A pesar de todo sacas un rato para contarnos tus historias y fantasías.
ResponderEliminarEspero que os vaya bien.
Nada tiene que ver el Londres actual con el de David Coperfield, Moll Flanders o Jack.
ResponderEliminarMuy bueno.
Para culminar esta gran aventura sólo ha faltado atraparla entre la sempiterna niebla, producida por los vapores del Támesis.
ResponderEliminarTodos los Bakes escriben muy variado, sin embargo cada uno tiene su estilo propio, su idiosincracia.
ResponderEliminarNodoyuna, en este artículo, como todo lo que escribe, nos da muestra de su gran literatura.
La fotografía que ilustra el artículo se parece a una pintura madrileña del hiperrealista Antonio López.
ResponderEliminarMuy bueno, Bake. Por un momento nos has entretenido.
ResponderEliminarSorprendente narrativa. Me pareces muy buen escritor.
ResponderEliminarNodoyuna, se te echa de menos por estas tierras. Menos mal que nos sigues deleitando con tus escritos.
ResponderEliminarDesde las profundidades tenebrosas le pediría a Bake Nodoyuna que utilice el afilado acero para cortarle los huevos a mi Maná-Maná, así todo el planeta lo agradecerá.
ResponderEliminarLa Maina ya se encargará cuando llegen los malos tiempos, pronto, muy pronto.
EliminarBienvenido a España. El Infierno no puede ser mucho peor.
ResponderEliminarYa no hay infiernos como los de Dante's.
ResponderEliminarUn nuevo libro publicado sostiene que el famoso asesino Jack el Destripador podría haber sido, en verdad, una mujer.
ResponderEliminarNodoyuna, anda que tú te aburres en Londres a más no poder… ¡Qué suerte poder visitar todos esos sitios!
ResponderEliminar"The ten bells", por fuera no parece cutre, por dentro sí que lo es un poco pero yo creo que compensa de sobra por la historia que tiene. A mí la verdad es que me inquieto mucho este local. Muy bueno el artículo, Nodoyuna.
ResponderEliminarEste verano estuve en Londres en una ruta guiada de Jack el Destripador en español y fue genial. Aprendí mucho sobre el tema, que es interesantísimo, por lo menos para mí que soy muy morbosa...
ResponderEliminarEsto es el cielo y no el infierno. Mejor largurucho tu si que eres el cielo de mi vida, de mi existir. Cuídate cariño en la tierra de los bretones.
ResponderEliminarEmigrar a otro país, con idioma distinto, con costumbres distintas, dentro de su más amplia gama, no es tarea fácil; adaptarse al medio es más complicado de lo que parece.
ResponderEliminarResulta triste que tanta juventud, con gran preparación, tenga que marchar.
Para ellos no existe otro remedio, a sabiendas que en el futuro el país se resentirá de ello.
Intuimos que la intención de la gran mayoría de ellos es enraizar en el país que les vio nacer, que la emigración sea una etapa lo más efímera posible, pero como hay que vivir el presente...
Gracias a este blog podemos oír los latidos de sus corazones, a pesar de la distancia, y con artículos de Bake Nodoyuna aún más.
Un fuerte abrazo a todos ellos.
Se te ve el plumero.
EliminarPesaita.
Eliminar¿Quién tiene plumas?.
EliminarMuy bonito ha sido el vuelo original que le has dado a un tema conocido.
ResponderEliminarGratísimo ha sido tenerte con nosotros aunque haya sido de foma virtual.
Los abrazos virtuales pronto se convertirán en reales.
EliminarSácame de Españistán, tío!!
ResponderEliminarEl artículo fantástico y vuestra aventura espero que de su frutos. Yo os envidio y os animo a continuar con vuestro esfuerzo. Un fuerte abrazo para los dos.
ResponderEliminarMuy chulo Nodoyuna pero lo más inquietante es que esos crímenes siguen impunes y sin aclararse. Las teorías van desde personas de la familia real, el médico de la familia real, aristocratas etc.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn relato estupendo!!!
ResponderEliminarMis saludos caballero
Este tema se ha convertido en un mito donde llueven las hipótesis.
ResponderEliminarSea como fuere, la imaginación y la exposición han sido magistrales.
Suerte, y al toro!!!
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