Hoy os traigo una receta de una comida, para
un día que no sabes que hacer, llegas a casa y te encuentras unos filetes de
carne (en este caso he utilizado chuletas de Aguja, pero podemos utilizar
cualquier carne que nos guste) No te apetece tirarte un buen rato en la cocina,
ni freír muchas cosas y con unos ingredientes básicos preparamos esa misma
carne pero dándole un toque distinto, digna de cualquier restaurante. Esto lo
suelo Yo utilizar mucho, los días que no se que hacer improviso como hoy.
Espero os agrade.
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
-
Dos chuletas de aguja
-
Una cebolla
-
Un tomate
-
Un bote de champiñones
-
Un bote de espárragos verdes
-
Un bote de corazones de alcachofas
-
Cuatro dientes de Ajo
-
Aceite de Oliva Virgen
-
Sal y pimienta negra
Comenzamos troceando la cebolla y poniéndola
en una sartén con un poco de aceite, para que se vaya sofriendo a fuego lento,
así no se nos quemara.
Ahora cogemos el tomate lo troceamos en dados
y se lo añadimos a la sartén con la cebolla.
Abrimos el bote de champiñones y los troceamos
por la mitad (eso lo dejo al gusto de cada uno, si los quieren poner
enteros o cortados por la mitad)
Y se lo añadimos a la sartén, mezclando los ingredientes,
dejando que se vayan mezclando sabores.
Seguimos abriendo botes, ahora el de las
alcachofas, y las troceamos en cuatro trozos ( Yo no recomiendo hacerlos mas
grandes, luego no podemos masticar bien,
y sobre todo degustar bien la comida, que de eso se trata)
Y por ultimo abrimos los espárragos verdes y
los troceamos, añadiéndolos al final del sofrito, para que no se deshagan
mucho.
Los espárragos una vez que los hemos añadido
al sofrito, apagamos el fuego y con el calor restante se mezclaran los sabores.
Bueno ya tenemos la verdura preparada y lista para
servir. La ponemos en un plato y reservamos.
Y preparamos la carne. Lo primero troceamos
los ajos en láminas. Dos dientes de ajo por chuleta de carne.
Ponemos en una sartén unas gotas de aceite y
asamos la carne en ella. Después de haberla salpimentado.
La carne cada uno que la termine a su gusto,
eso si los ajos si veis que se os van a quemar apartarlos para luego servirlos
con el resto de los ingredientes.
Ya solo nos queda presentar el plato y
degustar nuestra comida.
Deseando haya sido, como siempre, de vuestro
agrado, solo desearos un BUEN PROVECHO A TODOS.
Victorio Fernández Moreno
VFM
Victorio nos trae una improvisación que nos demuestra que, con un poco de gusto e imaginación, la cocina puede ser muy agradecida. GRACIAS.
Artículo reeditado: originalmente publicado el 01 de Marzo de 2013
Artículo reeditado: originalmente publicado el 01 de Marzo de 2013
Esplendica receta y la colección de fotografía ayudan bastante.
ResponderEliminarEl pingüino del de Lepe.
ResponderEliminarSe encuentran Venancio y Manolo, y este último llevaba un pingüino de la mano, y Venancio le pregunta:
- 'Oye, Manolo, ¿pero qué haces con ese pingüino?'-..
- 'Pues ná, que me lo he encontrao, y no sé qué hacer con él'-.
- 'Si serás bruto, Manolo, ¿por qué no lo has llevao al zoológico?'-.
- 'Hombre, pues qué buena idea. Hoy mismo lo llevo al zoológico...'
Al día siguiente se vuelven a encontrar, pero Manolo sigue con el pingüino, por lo que Venancio, extrañado, le pregunta:
- '¿Qué ha pasado contigo, Manolo, no habías dicho que llevarías al pingüino al zoológico?'-.
- 'Hombre, pues lo he llevao, y nos hemos divertido tanto, que hoy nos vamos al circo...'-.
¿Nos conservan los conservantes?
ResponderEliminarNo, los conservantes no tienene efectos en los vivos, que son los que los ingieren
Los elementos químicos que se añaden a las conservas y demás intentan, sobre todo, lentificar los procesos de degradación de los alimentos por la acción microbiana.
Pero la mayoría de los efectos que tratan de evitar solamente suelen aparecer cuando el animal ha muerto (carne) o el vegetal ha sido arrancado.
Y eso, evidentemente, no nos ocurre a quienes los comemos, porque estamos vivos.
Te compro un piso si te vienes de cocinero conmigo.
ResponderEliminarEsas chuletas de aguja parecen que son de cerdo. Por aquí se le suele llamar "chuletas de cabeza".
ResponderEliminarEste plato lo veo más para una cena.
ResponderEliminarRápido y fácil.
Victorio, en tu línea.
ResponderEliminarTe vuelvo a felicitar.
Todo verdura, exceptuando la carne. Se podría sustituir ésta por un pescado, seria mucho más sano.
ResponderEliminarHe leído muchas recetas en multitud de foros, pero éstas de Victorio son un lujazo.
ResponderEliminarQue alguien me diga cómo se hacen las criadillas de sindicalistas liberados, al pil pil.
ResponderEliminarLo que más valoro de nuestro chef es la suma facilidad con que prepara cualquier cosa. Lo hace todo tipo casero, no entrando en las exquisiteces de pitiminí.
ResponderEliminarMás barato que este plato pocos los habrá.
ResponderEliminarEsas chuletas salen muy baratas y las verduras, también.
Espectacular! Con imaginación y práctica en la cocina se pueden hacer miles de combinaciones.
ResponderEliminarHe preparado varias de tus recetas y he tenido un éxito rotundo, Victorio.
Poco que decir, como siempre Victorio excelente. Besos.
ResponderEliminarantes era normal, ahora contigo soy golosa y lujuriosa.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
ResponderEliminarEl moderador esta de vacaciones. fantástico GRAN COCINERO.
ResponderEliminarCuando escuché tu voz mi cuerpo se estremeció tanto que cada noche, un segundo antes de dormirme, recordaba esa sensación y me sentía la persona más feliz del mundo. ¿Qué nos está pasando?. Tus abrazos han dejado de ser tan cálidos, tu mirada ya no me busca. Mi sonrisa, no te contagia. La distancia está acabando con las gotas de sudor que desprendíamos haciendo el amor. La distancia, está acabando con las noches de risas. Aquellos momentos donde lo único matante eran las ganas de besarnos. A veces, cuando parece que no te importo se me ocurre tirarlo todo por la borda. A veces, se me ocurre decirte "ya no puedo más". Pero sé que aunque no sea del todo feliz contigo, sin ti, voy a sentirme la persona más desgraciada del mundo. Todo pasa, sí. Pero nada me calma como los latidos de tu corazón cuando me apretujas contra tu pecho. Nada me hace sonreír durante tanto tiempo como escuchar un puto te quiero de tu boca. El mismo fuego que me quema, me cura. Las mismas manos que a veces deseo soltar, son las que me tocan y me hacen flotar. Qué demonios está pasando... No puedo decirte adiós porque sería despedirme de mi felicidad plena, cuando te siento conmigo.
ResponderEliminarEstimado/a seguidor, tu comentario nos parece que merece publicarse como articulo,asi que si te parece bien lo publicaremos el lunes 18 de Agosto. Graciss.
Eliminar