Porque eres paternalista y ejerces tu poder combinando decisiones arbitrarias e inapelables con elementos sentimentales y concesiones graciosas.
Porque eres soberbio y sólo sientes satisfacción y envanecimiento por la contemplación de tus propios logros y virtudes con menosprecio del valor de tus semejantes.
Porque te falta humanidad y los que te sufrimos no necesitamos tecnócratas en la posición de influencia que da tu jefatura, sino un ser humano equilibrado, comprometido con quienes forman su equipo, y cuyo objetivo no sea acomodarse en su posición de poder sino construir organizaciones cohesionadas, con un sentido del trabajo compartido.
Porque eres anciano pero no lo pareces, y si la vejez es tiempo de despedidas y de recogida de frutos, de recuento, de verdad desnuda, de examen de conciencia que ayuda a distinguir lo fugaz de lo que permanece y a despojarse de todo vano afán y de toda estúpida soberbia, a ti sin embargo sólo te luce de la vejez el rasgo de que te has hecho “ineducable”.
Porque mientes y no te preocupas sinceramente por tu gente, y antes o después se descubre tu farsa.
Por tu falta de humildad, que no te permite oír tanto lo bueno como lo malo y seguir siendo ecuánime.
Porque no motivas y estás sólo pendiente de ti y de tus medallas, sin involucrar a los que de ti dependen en los logros alcanzados, aunque sepas perfectamente que sin su trabajo no hubieran sido posibles.
Porque no te preocupas de que se remunere a los tuyos con justicia y ecuanimidad, ni quieres a tu alrededor seres inteligentes sino simples lacayos.
Porque no promueves el error, que es la excelencia de la gestión lúcida, sino la mediocridad y el miedo.
Porque no te atreves, ni creas, ni te renuevas, ni aprendes, ni creces, ni escuchas.
Porque, en definitiva, no te preocupa más carrera profesional que la tuya, ni reconoces más méritos que los propios.
Porque no unes, sino divides, NO TE QUIERO, ANCIANO JEFE.
Nuestra Seguidora y Amiga Sibila, nos remite este artículo en el que vemos reflejados a tantos que fueron o son nuestros jefes... GRACIAS.
Hoy mi jefe tendrá un mal día, seguro que se verá fotocopiado en la foto y en el artículo. Genial Sabila, una descripción acertada. Que se jodan los malos.
ResponderEliminarLO HAS BORDADO.
ResponderEliminartampoco cre que todos los jefes sean así, la mayoría SI.
ResponderEliminarEste jefe es un dechado de virtudes.
ResponderEliminarProblema uno: Para ser jefe hay que tener humildad.
ResponderEliminarProblema dos: Para ser jefe hay que ser aceptado.
Problema tres: para ser jefe hay que proteger a todos los subordinados por igual.
Problema cuatro: Por desgracia en un porcentaje muy alto los jefes son designados a dedo, no por su valia sino por la capacidad de adaptarse al poder económico y político.
Problema quinto: Somos todos algo de borrego y cubrimos al lobo en lugar de llamar al pastor (denunciarlo).
Eres fantástica por tu valentía y por forma de exponer algo que suele ser habitual en todas las organizaciones: públicas y privadas. Mis Felicitaciones amiga Sibila.
ResponderEliminarun gran artículo que nos identifica a todos los que desgraciadamente tenemos un payaso en lugar de un jefe.
ResponderEliminarEL PROBLEMA NO SON LOS JEFES SINO LOSPELOTAS Y RASTREROS QUE LO CONSIDERAN UN SEMIDIOS Y SIEMPREN LE DA LA RAZON PLEGANDOSE A SUS DESEOS DICTATORIALES.
ResponderEliminarEl personaje descrito no es un Arcangel, es de rango menor.
ResponderEliminarBuenisimooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo.........
ResponderEliminarYo tengo un jefe que es un mamón y me hace la vida imposible.
ResponderEliminarGran artículo, Sibila.
ResponderEliminarDescribes una situación muy común en personas, por llamarlas de alguna manera, que cuando llegan a la cima se creen dioses, tratando a los trabajadores de forma despectiva, humillándoles; destruyendo sus vidas profesionales y familiares.
Por desgracia hay muchos tipos de estas características, auténticos acosadores, que suelen aplicarse la famosa frase "divide y vencerás".
Te felicito por el artículo, al márgen de darte las gracias por tu participación y por la confianza que estás depositando en este blog.
Un jefe tiene que ser aceptado por sus subordinados, a partir de ahí la correa de transmisión se ecargará de que un equipo funcione perfectamente. Eso ocurre con poca frecuencia, ya que hay más mamones que cajas de cerillos.
ResponderEliminarQué ganas de darle cuatro collejas a mi jefe
ResponderEliminarYo tampoco te quiero y tu soledad te acompañará como castigo a tu comportamiento.
ResponderEliminarEn el artículo te refieres a un jefe anciano. La prepotencia de ese jefe es superlativa; por lógica una persona mayor suele empezar a verle las orejas al lobo, con lo que su actuación debe ser más condescendiente. Si fuese un jefe joven sería algo distinto por su afán de trepar.
ResponderEliminarGran artículo.
Posiblemente como en la viña del señor habrá jefes buenos y malos. También existen personas buenas y malas; siendo todo un reflejo de la sociedad en la que vivimos.
ResponderEliminarEl artículo es muy bueno y me encanta como escribe esta colaboradora.
Yo como jefe de una sección no me siento identificado con este artículo y no es extensible. Mi sección funciona como un equipo y yo coordino con el apoyo de todos. Predomina el compañerismo y la amistad.
ResponderEliminarLa culpa no es de la jefaturas sino de lo lameculos y pelotas que les hacen el juego
ResponderEliminarTengo que darte la enhorabuena por el artículo.
ResponderEliminarRetratas una realidad; te atreves a escribirlo y además está muy bien escrito.
Había dos hombres charlando en un bar y uno dice al otro:
ResponderEliminarTengo un jefe genial.
¡Qué bien, Gerardo! ¿Qué hace?
Se pasa todo el día durmiendo.
¿Y tú, que haces?
¡Ayudo!
Ese jefe es funcionario?
ResponderEliminarPara que un jefe tenga mucho poder y se comporte como un hijo de su madre, necesita unos buenos fichajes de pelotas-lacayos.
ResponderEliminarEl artículo está muy bien, escrito con mucho estilo.
Podrá haber buenos jefes, como nos lo confirma Sergio en un comentario, pero de todos los que yo conozco, no se salva ninguno.
ResponderEliminarFelicidades a la autora por el artículo.
La fotografía dice todo sobre el contenido del artículo.
ResponderEliminarEstos jefes mostruosos los crean los pelotas rastreros que les permiten actuar así sin rebelarse. Muy bueno, Sibila.
ResponderEliminarMe encanta este blog, no he conocido ninguno que se le parezca.
ResponderEliminarSi os fijáis bien, el Chita está detrás del lobo y del borrego. Él es el jefe de la manada, pero cuida mucho a cada miembro de ella, sobre todo a las hembras.
ResponderEliminarEsta mujer escribe de p... madre
ResponderEliminarYo no quiero que me queráis. Sólo quiero amargaros la vida. Saludos.
ResponderEliminarEs curioso que, a parte de tener toda la razón, esto sea directamente proporcional a la relevancia del cargo que ocupa dicho individuo
ResponderEliminarQui cum pueribus pernocta...
ResponderEliminarqui cum pueribus pernocta...
ResponderEliminarTu comentario jefecito te delatan y eres lo que todos pensamos: un vendido al poder dominante y y una luciernaga ciega sin amigos y sin la bondad de los seres inteligentes. Disculpa tonto del culo somos más y mejores (al tiempo y al cesar lo que es de los esclavos como tú). Saludos jefe.
ResponderEliminarOTRO JEFE LE DIJO AL JEFE CHULO DEL COMENTARIO: SABEMOS QUE ERES UN COBARDE Y LA CIA TE BUSCA. YO NO TE MANDO SALUDOS SOLO QUE EL DIABLO TE ACOMPAÑE ESTA NOCHE, ES DECIR, YA QUE TU ERES MUY TORPE, TU CONCIENCIA.
ResponderEliminarJefe tu no nos amarga solo nos quedamos contigo y tu te lo crees. por cierto pareces el Angel de la Guardia.
ResponderEliminarYo voy a echar un polvo y a olvidarme del c... de mi jefe.-
ResponderEliminarpedazo de art sibila d mi vida
ResponderEliminarPaso de jefes y le doy la bienvenida a nuestro seguidor Miguel Martinez. Un placer tenerte con nosotros.
ResponderEliminarYo soy mi propio jefe y nunca me ordeno nada ya que no lo cumplo y además no se enfada mi jefe que soy yo.
ResponderEliminar4 angelitos tengo en las esquinas de la cama y ninguno es jefe.
ResponderEliminarUna fenómena escrbiendo esta Sibila :)
ResponderEliminarY gracias al tal "Poli" por la bienvenida. Un placer estar entre vosotros en este singular blog. Conste que lo de singular pretende ser un piropo.
ResponderEliminarBasta de piropos y besemonos apasionadamente ahora que no está el jefe.
ResponderEliminarMiguel después de haber visto tu blog el orgullo es para nosotros. Larga estancia de felicidad te deseamos en este espacio de locos, solitarios y amantes de la libertad.
ResponderEliminarAcabo de llegar de Panamá y estoy despistada con este artículo.
ResponderEliminarLeyendo el artículo recuerdo al estúpido de mi jefe, lo odio.
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